Contundente 92-72 sobre Estudiantes de Concordia. El equipo marplatense jugó buena parte del partido confiado en su renovado poder de gol. Cuando con la intensidad de Valinotti apretó atrás, definió un partido que se le había complicado.
Por Sebastián Arana
La marcha ganadora de Peñarol en la Liga Nacional de básquetbol no se detiene. Volvió a mostrar su renovado poder de fuego, pero no le resultó fácil. Estudiantes de Concordia le plantó una fuerte oposición hasta el comienzo del cuarto final. Ahí el equipo marplatense, en el momento de riesgo, recuperó la memoria defensiva, aceleró y terminó imponiéndose 92-72.
El envión ganador de las últimas presentaciones empujó al equipo local en los primeros compases del partido. La velocidad de Harris para superar a su marcador y la puntería perimetral de Cantero y Johnson enseguida establecieron un quiebre en el partido. En cuatro minutos y medio, los de Gabriel Piccato ya estaban 12-2 al frente, dominando con claridad.
Estudiantes, aún superado, reaccionó rápido. El ingreso de Josh Nzeakor lo fortaleció en la pintura. Al menos, el equipo entrerriano, logró limitar la preponderancia de Harris. Y los cortes al canasto de Carreras le permitió encontrar la primera vía de gol confiable.
Los argumentos visitantes no fueron lo suficientemente fuertes para descontar terreno, aunque sí para detener la fuga de Peñarol que, no obstante, mantuvo la ventaja gracias a otra noche muy contundente de su tiro de tres puntos, que finalizó con un 46% de eficacia (7/15) el primer tiempo.
Cada vez que Estudiantes intentó arrimar -Nzeakor se tornó incontrolable cerca del canasto, bien alimentado por sus compañeros-, el equipo local lo frenó con una “bomba”. Fue así a lo largo de toda la primera etapa. Con apenas un tiro de tres puntos sobre nueve intentos, la visita parecía condenada a correr de atrás.
Sin embargo, en el comienzo del tercer cuarto, el equipo de Jápez anotó triples en sus primeros tres ataques , la brecha se esfumó y se armó partido.
Peñarol nunca dejó de ir al frente en todo el parcial. Sin embargo, confiado en su creciente poderío anotador, no plantó defensa consistente. Estudiantes no le anotó más de tres puntos, pero se las ingenió para lastimarlo una y otra vez cerca del canasto. No tanto con Nzeakor, pero sí con las penetraciones de Rodríguez Olivera.
Al cuarto final se llegó con un 64-60 a favor de los locales poco tranquilizadores. La calma, como debía ser, llegó con un par de buenas acciones defensivas del pibe Valinotti, que definió él mismo de contraataque. Peñarol logró que Estudiantes no le anote en los primeros dos minutos y medios del parcial epilogante y la ventaja trepó otra vez por encima de los diez puntos (71-60).
Para un equipo que arrimó con un laburo de hormiga como Estudiantes, esa explosión de Valinotti fue demoledora.
El base nacido en Las Rosas, agrandado definitivamente, después condujo, anotó de tres puntos y terminó liderando otra victoria contundente. La escalada de Peñarol continúa. El domingo La Unión de Formosa la pondrá otra vez a prueba.
La síntesis
Peñarol 92
J. P. Cantero 16, M. Johnson 16, P. Tabarez 15, L. Nash 13 y T. Harris 11 (FI); J. Valinotti 13, F. Barroso 2, S. Vaulet 3, J. M. Fernández 0, T. Monacchi 3, N. Franco 0 y F. Cabrera 0. DT: Gabriel Piccato.
Estudiantes 72
J. Rodríguez Olivera 8, E. Gamboa 1, X. Carreras 10, C. Lufile 2 y G. Torres 16 (FI); J. Nzeakor 21, J. Laterza 11, R. Rattero 3 y E. Alcala 0. DT: Eduardo Jápez.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Juan Fernández-Leonardo Zalazar-Pedro Hoyo.
Parciales: 27-18, 45-36 y 64-60.