El nuevo material de la banda Imaginados por nadie. "Charlas interminables, una guitarra y la introspección" marcaron este disco, que pone el acento en la letras de las canciones, sin descuidar lo musical.
Banda nacida en el oeste bonaerense, en 2011, entre las ciudades de San Justo y Ramos Mejía, Imaginados por nadie acaba de editar un nuevo disco, “Crucidramas”. El nuevo material está marcado por la profundidad de sus letras y el abordaje de temas que calan hondo en la existencia humana. Con otros discos en su haber, “Laberinto” (2016) y “Fronteras” (2017), la agrupación viene a sellar ahora el espíritu que se vive puertas para adentro de la formación: esas largas charlas sobre la vida.
Consultado sobre la ebullición de bandas de rock que emanaron del oeste bonaerense, el cantante Federico Rondinelli fue categórico: “Acá en el oeste pareciera que hay otra mirada, otra música en el aire y el equilibrio o desequilibrio de lo cotidiano deja un espacio profundo para la expresión artística del rock. El oeste es para Buenos Aires lo que Rosario a Argentina. En el oeste está el agite”.
A Rondinelli se suman Germán Thomae en bajo, Rodrigo Graiño en batería y Lautaro Poliñano en teclados, guitarra y coros. “Este disco nació a partir de charlas interminables y de una guitarra, la introspección, las historias y el devenir de la nueva formación. Todo amalgamó en unas cuantas canciones de las que elegimos doce para este disco”, contó el vocalista.
Gestado de manera artesanal, “Crucidramas” sumó el trabajo de Martín de Paz, baterista del Indio Solari. “No solo fue el asesoramiento en batería, también tocó dos temas, para nosotros realmente fue un honor”, agregó.
Influencias varias, que van desde Luis Alberto Spinetta y Charly García a Callejeros, Las pastillas del abuelo y La Vela Puerca, el grupo no olvida los aportes del rock internacional a su música. Con esos elementos, logra un estilo personal, en el que sobresale la poética de las letras.
“Es la vida misma: la vida puede ser un drama pero también es un juego”, dijo el cantante sobre el original título del disco. “Resolver los conflictos, de eso se trata y en cada canción contamos diferentes situaciones de la vida que solemos pasar cotidianamente”, agregó.
-Crucidramas pone de manifiesto la importancia de las letras, de la poesía por sobre la música, ¿por qué?
-Aunque es cierto nuestro compromiso con el decir y el contenido de las letras, no creemos que sean más importantes que la música. En Crucidramas tratamos de no perder lo poético tanto en las letras como en la música, y poder comunicar artísticamente lo que somos y lo que sentimos con cada letra y con cada nota. Trabajamos mucho en el mensaje de las letras investigando, charlando con escritores, poetas, psicólogos y sociólogos amigos, como así también la música con colegas compartiéndolo con algunos que ya grabaron con nosotros y otros que ya se comprometieron a hacerlo.
-El tema del tiempo (memoria, recuerdos) parece ser clave en las letras, ¿coincidís?
-El tiempo es algo que nos pasa a todos y es inalterable por eso inalterablemente siempre está, pero a decir verdad creo que va más allá del tiempo, de la memoria y los recuerdos. Describe luchas internas con el desamor, los problemas de comunicación, las adicciones, el encierro, la tristeza, la falta de libertad y otras encrucijadas que a veces nos atrapan más de la cuenta.
-También hay algo de frustración en las letras, están escritas desde cierta tristeza, ¿es un disco oscuro?
-Es un disco oscuro que propone buscar la luz desde la introspección de cada oyente y así resolver los “crucidramas” que todos jugamos en esta vida. Si encontramos la luz tenemos un camino a seguir como así también podemos saber donde uno está, no se puede partir de ningún lado si no hay adonde llegar. Y el disco no solo nos propone encontrarnos y descifrar dónde estamos, sino que además tiene atisbos claros de luz que podrían ayudar a encaminarnos desde el replanteo interior.
Escuchá “Crucidramas” acá: