Por Walter Schmidt
Cristina Fernández volvió a jugar al misterio durante el acto que encabezó en el estadio de Arsenal de Sarandí. Mas aún, si habría que guiarse por sus palabras, estaría mas lejos de irse a su casa de El Calafate que de ser candidata.
“Yo he tenido en mi vida todos los honores y todos los cargos que me dieron ustedes. Vengo ahora a sumarme como una mas a poner el cuerpo, la cabeza y el corazón”, confundió la ex mandataria a quienes la escucharon.
Sin embargo, ¿Cristina tiene posibilidad de elegir entre ser y no ser? La dura realidad kirchnerista indica que no. El kirchnerismo como corriente peronista ha sido marginado o absorvido por el Partido Justicialista en todos los distritos del país, menos en la provincia de Buenos Aires. A tal punto que el sello del Frente para la Victoria (FPV) desaparecerá en las elecciones legislativas.
Esa excepción que comprende a la provincia de Buenos Aires convierte al distrito mas importante del país en el único salvavidas que podría sacar al kirchnerismo del naufragio en el que cayó tras la derrota electoral del 2015.
La apuesta es a todo o nada. Si la ex presidenta lograra vencer al oficialismo en las elecciones en la provincia, le provocaría un fuerte cimbronazo al gobierno de Mauricio Macri y a los peronistas que buscan la renovación partidaria pero que necesitan la extinción “K”.
Si ocupa el segundo lugar detrás de Cambiemos, el oficialismo se adjudicará haber vencido al “pasado” y podría sepultar las aspiraciones kirchneristas de tener que ver en el 2019. En tanto si es Sergio Massa el que triunfa, el ex intendente de Tigre podrá ostentar haber derrotado a “la grieta”, es decir, a kirchneristas y macristas.
Sin embargo, propio del silencio que profesan los “monjes K”, en las últimas horas ha circulado un rumor, alimentado por las huestes del pejotista Florencio Randazzo, según la cual Cristina finalmente no sería candidata pero esperaría hasta el último minuto del sábado 24 de junio para hacerlo saber y evitar una fuga de intendentes peronistas hacia las filas del randazzismo.
Pero ese movimiento sería muy poco efectivo teniendo en cuenta que los intendentes del PJ no pueden hacer campaña, formalmente con el frente de Unidad Ciudadana porque el PJ bonaerense no forma parte de ese espacio.
Mas aún, a pesar que el titular del PJ provincial, Fernando Espinoza, promueve adhesiones de PJ municipales al frente, o manifiesta su respaldo a través de la página partidaria, esa fuerza deberá aceptar a Randazzo y a Mario Ishii como los precandidatos que competirán en ese espacio en las PASO de agosto.