Se trata del sospechoso de 24 años, que fue identificado por la víctima en una rueda de reconocimiento.
Un sospechoso de 24 años que fue detenido acusado de la violación de una mujer y del crimen de su hijo de 4 años en la localidad santacruceña de Puerto Deseado habría confesado el hecho, luego de que la víctima lo identificara en rueda de reconocimiento.
En tanto, el demorado de 16 años sería el cómplice y quien habría arrojado por el acantilado al pequeño, según informó el portal santacruceño La Opinión Austral.
Ambos delincuentes son los mismos que un día antes habían sido liberados por orden del juez de la causa Oldemar Villa, quien en lugar de solicitar pruebas el mismo viernes las demoró un día y eso provocó la excarcelación de los acusados, ya que no pueden permanecer más de seis horas detenidos sin pruebas que demuestren su posible culpabilidad.
La Policía de Santa Cruz había llegado a ellos por la información valiosa que pudo aportar la mujer abusada en relación a los rasgos fisonómicos de dos varones.
La frase que dijo uno de los atacantes “matala que no quiero volver en cana“, aceleró la búsqueda y la orientó a un grupo específico.
Ese mismo día, la Policía dio con el atacante y su cómplice, un adolescente de 16 años, en el lugar conocido como “La Favela”, el cual vecinos de los alrededores lo catalogaron como “un aguantadero”.
Allí encontraron ropa ensangrentada, vieron que el mayor tenía lesiones en la cara y los brazos y también con ellos estaba un perro con el pelo ensangrentado, el mismo que la turista agredida dijo haber visto esa tarde.
Con estos datos sumados a los identikit que se hicieron con el aporte de la víctima, el juez Villa no ordenó medidas para cotejar esas pruebas y ante esa pasividad tuvo que ordenar la liberación inmediata de ambos, aunque con consigna policial.
La actitud del magistrado cayó mal entre los habitantes de Puerto Deseado y desconcierto en las altas esferas del Ministerio de Seguridad de esa provincia.
Sin embargo, el sábado apareció una testigo, no presencial, que habría delatado a uno de los involucrados, asegurando tener información de que uno de ellos atacó a la mujer y a su hijo.
Al parecer, recién ahí el juez ordenó que las personas que había liberado el viernes volvieran a la comisaría, donde estuvieron durante toda la jornada en medio de un fuerte hermetismo para evitar que se filtrara información y los vecinos quisieran lincharlos.
Villa finalmente reveló que este fue un ataque y un crimen de odio contra la mujer y enseguida ordenó allanar “La Favela”.
La víctima arribó por la tarde, entre lágrimas y en silla de ruedas, al Juzgado de Instrucción, donde reconoció a la persona que la había violado y cerca de la medianoche regresó al hospital.
Fue allí que posteriormente el delincuente habría confesado ser el autor de los hechos.