Almas grises, de Philippe Claudel, Editorial Salamandra, novela.
Por Maximiliano Reimondi (*)
“Almas grises” fue ganadora del prestigioso premio Renaudot y elegida Libro del Año por los libreros franceses y la revista Lire.
Transcurre en diciembre de 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. A la escena del crimen acuden un policía, un juez instructor y un militar, acompañados por el incesante tronar de los cañones y el fuerte olor a pólvora de un frente que se desgarra a escasos kilómetros.
Está novela está narrada por la voz del testigo, un ex policía que carga sobre sí mismo el arrepentimiento. El asesinato de la niña Belle es el disparador para conocer realmente a ese pueblo, un lugar lleno de misterios y mentiras. La historia es compleja. El narrador hilvana un relato que se confunde con una crónica. Con ella, reflexionamos sobre la realidad de la condición humana. Por momentos nos muestra una dureza difícil de sobrellevar.
Es una novela policial y romántica, a la vez. Con el relato del protagonista, vamos descubriendo una realidad inesperada. Pareciera que son todos culpables y cómplices de un crimen atroz. La víctima era lo único bello y alegre de ese pueblo donde predomina la resignación y la tristeza. Claudel eligió el título perfecto y “manipula” al lector ya que lo confunde. Además, juega con el suspenso, utiliza palabras intensas y escribe una prosa con mucho ritmo. No se pierde el detalle de elegir los nombres de los personajes en los cuales su sonido musical describe la esencia de la obra. Es una muy buena novela que nos deja pensando y reflexionando sobre las miserias humanas.
(*) Periodista, escritor, dramaturgo, actor.