La fiscal María Florencia Salas citó para la semana próxima una nueva ronda de testigos que no fueron tenidos en cuenta hasta el momento pese a haberse dictado la prisión preventiva contra Piero Pinna, el hombre que mató a Maximiliano Rihl en el balneario Horizonte.
Mientras espera que la Cámara de Apelaciones y Garantías resuelve si mantiene en prisión preventiva a Piero Pinna, acusado de asesinar a tiros Maximiliano Rihl en el balneario Horizonte durante el cumpleaños del empresario Mauricio Ríos, la fiscal de la causa citó a declarar a siete testigos, entre ellos tres claves para la defensa.
La fiscal María Florencia Salas libró notificaciones para que la próxima semana se presenten Franco Ríos, hijo del empresario agasajado, Federico Coria, uno de los responsables del balneario y uno hombre contratado para pasar música en la fiesta del 26 de junio pasado. Además ordenó que se coordinen declaraciones por video llamadas con el hijastro de Rihl, Ariel Nuñez (el hombre con el que se inició la pelea de Pinna y que acabó con una pierna quebrada).
Los restantes citados son Rodrigo Ulloa, hermano de Romina Ulloa (novia de Pinna) y una mujer fundamental en la historia: es a quien inicialmente Nuñez le habría faltado el respecto.
Vale recordar que el crimen de Rihl ocurrió en el estacionamiento del balneario, después de una pelea inicial entre Pinna y Nuñez. Esa pelea se habría generado después de que Nuñez le dijera groserías a esa mujer y luego a Romina Ulloa, groserías que no tuvo problemas en repetir frente a Pinna.
Al salir en defensa de su novia, Pinna agredió a Nuñez y varias personas se sumaron a una pelea que terminó en un par de minutos. Fue cuando Nuñez cayó desvanecido por una trompada de Pinna, caída que le causó la fractura de una pierna.
Luego Pinna, su novia y su cuñado Rodrigo salieron del salón hacia el estacionamiento, pero fueron seguidos por Rihl y otras personas. Entonces ocurrió el desenlace fatal: Pinna tomó una pistola 9 milímetros de su automóvil Toyota Corolla y disparó contra Rihl en varias ocasiones, acertando cuatro disparos, antes de huir del lugar.
En su declaración Pinna aseguró que Rihl estaba armado y que le había disparado primero. Su novia dijo lo mismo. Ninguna otra persona dijo haber visto armada a la víctima, sin embargo un peritaje “sí lo dijo”. El dermotest positivo en la mano derecha de Rihl, es decir, el estudio que detecta partículas de deflagración de un arma.
Para la fiscal Salas, esas partículas pudieron haberse transferido por su volatilidad desde la heridas de Rihl. Peritos consultados por LA CAPITAL desestimaron esa posibilidad, mucho más aún si el disparo se realizó a distancia. Sin embargo la fiscal entendió lo contrario y el juez Saúl Errandonea la apoyó al dictar la prisión preventiva.
Que ahora sean convocados a declarar Rodrigo Ulloa y la mujer a la que le habría faltado el respeto Nuñez, son buenas noticias para la defensa ejercida por Patricia Perelló y Mariana Fardín, como también lo es que lo haga el hijo de Ríos y el hijastro de la víctima, quienes deberán explicar la secuencia en la que Pinna disparó.