A más de 24 horas del asesinato de Joav Pablo Sosa Motti (28) en el barrio Don Emilio, todavía no se ha presentado nadie para reclamar el cuerpo y desde la Fiscalía N° 5 intentan dar con su familia y certificar cuál era el domicilio en el que vivía.
A más de 24 horas del asesinato del exconvicto Joav Pablo Sosa Motti (28) en el barrio Don Emilio, aún nadie se ha presentado para reclamar su cuerpo y desde la Fiscalía N° 5 buscan dar con familiares o allegados de la víctima.
El informe preliminar de autopsia dio cuenta que Motti había sido asesinado entre la medianoche del domingo y el lunes a la madrugada y que si bien había recibido dos disparos, el mortal fue el que impactó en su pecho, al costado izquierdo y que atravesó su corazón y otros órganos.
Entre el domingo a la medianoche y este martes, nadie se había presentado para denunciar algún tipo de preocupación por Motti, ni su desaparición primero, ni para reclamar el cuerpo después. Al no haber aparecido alguien del círculo íntimo de la víctima, el fiscal Carlos Russo aún no pudo confirmar el domicilio en el que vivía.
Además del domicilio, el fiscal Russo necesita poder trazar una suerte de perfil de la víctima, saber por qué ambientes se movía, cómo era su rutina y así poder entender algún tipo de móvil para el crimen, en el que la principal hipótesis es un ajuste de cuentas.
Cabe recordar que al ser encontrado en un zanjón ubicado en Vértiz y Canesa, Motti no tenía documentos en su poder y se lo pudo identificar a través de sus huellas dactilares ingresadas en el sistema AFIS, con las que además la policía comprobó que contaba con antecedentes penales.
Estos antecedentes, por los delitos de hurto, robo en grado de tentativa, robo calificado por el uso de arma en grado de tentativa, resistencia a la autoridad, infracción a la ley de drogas, serán también analizados uno por uno por los investigadores para determinar si podrían estar conectados o no con el crimen.
Por otra parte, lo que agrega complejidad a la investigación de este crimen es que no hay testigos ni cámaras de seguridad en la zona. Si bien hay una casa a unos 30 metros del zanjón donde apareció el cuerpo, al entrevistar a los moradores del lugar dijeron no haber escuchado nada, ni siquiera los disparos que habrían matado a Motti.
El de Motti es el noveno crimen en lo que va del año en Mar del Plata y, por el momento, no hay sospechosos.