Policiales

Crimen de Vieytes: entre la culpabilidad de los cuatro acusados y la absolución

Terminaron las jornadas de alegatos en el juicio por el asesinato durante un robo en el barrio La Herradura. Los fiscales y la querella pidieron 25 años para Hernán Ezequiel Cajal (36) y Sergio “El Gordo” Contreras (28) y que el hombre y la mujer, que eran menores al momento del hecho, también sean condenados. Las defensas negaron la participación.

Terminadas las jornadas de debate en el juicio por el crimen de Nicolás Vieytes, ocurrido en octubre de 2020 en el barrio La Herradura, las partes no se movieron ni un ápice de lo que habían planteado al inicio del juicio y tanto los fiscales como la querella pidieron que los cuatro imputados fueran condenados, mientras que las defensas de cada uno solicitaron la absolución por diferentes motivos, que van desde la no participación en el asesinato a la falta de responsabilidad por haber actuado bajo coacción.

Primero alegaron los acusadores. El fiscal Leandro Arévalo fue contundente y consideró que estuvo probada la participación de Hernán Ezequiel Cajal (36) y Sergio “El Gordo” Contreras (28) en el crimen de Vieytes. Para el fiscal, quedó demostrado que juntos planearon el robo, para lo cual utilizaron a dos menores (también imputados) para engañar a la víctima y hacerla llegar hasta el barrio La Herradura para mantener un encuentro sexual con una joven. En ese contexto es que lo sorprenden para robarlo cuando aún estaba en el auto y le disparan en la cabeza.

De esta manera, el fiscal Arévalo pidió 25 años de prisión para Cajal y Contreras, por considerar que son culpables del delito de “homicidio agravado en ocasión de robo y por la intervención de menores“. La familia de Vieytes, representada por el abogado Osvaldo Verdi, acompañó en el alegato el pedido y el planteo del fiscal.

La representante del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Mariana Baqueiro, fue la encargada de llevar la acusación para el hombre y la mujer quienes, al momento del crimen en 2020, eran menores de edad. La fiscal consideró que son culpables al ser coautores del delito de “homicidio en ocasión de robo” y pidió por sus condenas. El abogado querellante Osvaldo Verdi también alegó en la misma sintonía que la fiscal.

Cabe aclarar que en este juicio, en el que hay mayores y menores involucrados, en el caso de los menores la pena la tienen que pedir después de que el tribunal resuelva el auto de responsabilidad de los acusados, que sería el equivalente a un veredicto de culpabilidad. Una vez resuelto esto, se realiza un debate con cesura de juicio en el que se individualiza la pena de cada uno, que por normas nacionales sería de la mitad de la que le podría corresponder a un mayor, que además puede ser de arresto domicilio, ya que en los menores no se tiene en cuenta solo el hecho, si no también el tratamiento tutelar posterior.

Por su parte, en el alegato de las defensas oficiales, Gabriela Zapata por Contreras y Gabriela Mónaco por Cajal, pidieron la absolución de ambos acusados al plantear que no participaron del hecho y que no existen pruebas concluyentes que indiquen lo contrario.

Por su parte, los defensores oficiales de los dos jóvenes que eran menores al momento del crimen, Juan Manuel Ravino y Mariana Saumell, también pidieron la absolución de los acusados, ya que entendieron que no fueron responsables de sus actos, por haber sido obligados, forzados o coaccionados para participar en el plan de robo a Vieytes.

Tras los alegatos de las partes, los jueces del Tribunal, integrado por el juez de mayores Néstor Conti, la jueza de menores Mariana Gulminelli y su par de Bahía Blanca, Natalia Giombi, anunciaron que el viernes 30 de agosto darán a conocer el veredicto, que en el caso de Cajal y Contreras podría ser desde la absolución a los 25 años de prisión.


El crimen


El asesinato de Nicolás Vieytes ocurrió en la noche del 28 de octubre de 2020, en Francisco Sartora al 1800, como una fatal consecuencia de un plan para robarle al cliente de una trabajadora sexual.

Días atrás del asesinato de Vieytes, una mujer que ejercía la prostitución en el barrio La Herradura estaba con un amigo, un adolescente, y como no tenían dinero para comprar droga le dijo al menor que llevara su celular, un Samsung A 10 a lo del “transa” para conseguir cocaína.

El adolescente le entregó el celular a un hombre, que sería Hernán Cajal, y volvió con droga para seguir consumiendo con esta mujer, que era amiga de su novia, al igual que él, menor de edad.

Con ese celular que llegó a sus manos de Hernán Cajal planificó con su amigo Sergio “El Gordo” Contreras un robo, ya que en la agenda de teléfonos había “muchos” contactos, clientes de la antigua dueña. Para concretar este robo, Cajal y Contreras llamaron al adolescente que les había intercambiado el teléfono por droga y a su novia.

Por azar se detuvieron en el nombre Nicolás Vieytes y la adolescente que estaba en el grupo se hizo pasar por la dueña del teléfono para mandarle audios, concretar una cita y convencerlo que fuera hasta el barrio La Herradura. “Sin embargo la convocatoria, ocultaba la siniestra e inequívoca finalidad de robarle”, consideró el fiscal.

De esta manera, el 28 de octubre Vieytes fue en su Volkswagen Gol hasta la esquina acordada en Sartore al 1800. Al llegar fue sorprendido por tres hombres, según la investigación Cajal, Contreras y el adolescente, quienes lo abordaron, le quitaron la billetera y, antes la resistencia, uno de los atacantes disparó y lo baleó en la cabeza.

Vieytes había intentado darse a la fuga, pero el disparo que recibió en la cabeza lo hizo perder el control del auto y chocó contra una columna de alumbrado, a la altura el numeral 1890 de Sartore. Ante esta situación, los atacantes huyeron y Vieytes falleció momentos mas tarde, por dilaceración cerebral secundaria a herida de proyectil de arma de fuego en la cabeza.


Silencios y amenazas


Un pacto de silencio envolvió por meses la muerte de Vieytes. En el barrio La Herradura nadie se animaba a hablar ni señalar a Cajal, un apellido vinculado a la venta de drogas. “Los Cajal mandan en el barrio”, llegaron a explicar testigos de la causa.

Por su parte, la pareja de adolescentes vinculada al hecho tampoco emitió testimonios. El joven, dijo, estaba amenazado y no podía hablar. La chica, por su parte, apareció un día golpeada y se negó a aportar información.

Tanto Cajal como Contreras son dos hombres conocidos en el submundo de delitos de Mar del Plata, ambos cuentan con antecedentes, aunque ninguno tan grave como el homicidio de Vieytes.

Hernán Cajal estuvo prófugo casi cuatro meses, hasta que el 23 de febrero de 2021 fue atrapado durante un allanamiento solicitado por el fiscal Leandro Arévalo y en el cual el personal de DDI Mar del Plata lo sorprendió mientras dormía en su vivienda cercana al lugar del hecho en el barrio La Herradura.

Por su parte, Contreras se mantuvo oculto más tiempo y permaneció prófugo durante 8 meses, hasta que fue  detenido el 10 de junio de 2021 por la DDI en un operativo en la zona de Valle Hermoso. Los efectivos de la DDI tenían el dato de que el sospechoso rondaba ese sitio y, luego de distintas averiguaciones, lograron establecer su paradero concreto y así pudieron atraparlo.

La detención de Contreras fue prácticamente en paralelo al pedido de elevación a juicio que había presentado el fiscal Arévalo contra Cajal. Días después, también solicitó el juicio contra Contreras y sumarlo al mismo debate.

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