La concejal Paula Mantero elevó un proyecto que canaliza el descontento de los vecinos por los "ruidos molestos" y el "impacto en la circulación". Solicitó informes sobre la medición de decibeles, los controles de alcoholemia y la habilitación de los espacios.
Como cada verano, la diversión de miles de marplatenses y turistas en la zona sur de la ciudad choca con la tranquilidad de los vecinos. Algunos de ellos, recientemente, volvieron a elevar quejas por los “ruidos molestos” y el impacto en la circulación que generan las fiestas, reclamos que fueron canalizados a través de un proyecto que ingresó hoy al Concejo Deliberante.
Gran parte de la “movida” nocturna marplatense está concentrada hace años en enero y febrero en los after beach, las fiestas electrónicas y los eventos en los paradores distribuidos en el extremo sur de la ciudad. Es el punto de encuentro de miles de personas por excelencia, aunque la oferta se ha diversificado y cada verano surgen nuevos espacios que organizan fiestas.
La concejala Paula Mantero (Acción Marplatense) elevó este viernes un proyecto de comunicación a través del cual solicitó informes y explicaciones al Ejecutivo municipal sobre diversos ítems relacionados a las fiestas realizadas entre los barrios que se encuentran entre San Patricio, Serena, San Carlos y Antártida Argentina.
Las fiestas en la zona comenzaron a multiplicarse a fines de diciembre. Mantero volcó en el expediente el malestar de los residentes de los mencionados barrios y refirió que “el 30 de diciembre los vecinos se encontraron con una primera prueba de sonido que según afirman hacía vibrar vidrios y resultaba ensordecedora”.
El 31 de diciembre, agregó, “se realizó una fiesta en el lugar con un gran impacto en la circulación por avenida Jorge Newbery”.
Mantero indicó que los vecinos realizaron el reclamo ante la Subsecretaría de Inspección General, con el objetivo de solicitar que se realicen los estudios correspondientes para informar, mediante pruebas fehacientes, a la comunidad, el nivel de decibeles de las fiestas programadas para lo que resta de enero.
Asimismo, solicitaron la presencia de autoridades competentes para “el control de los decibeles en las fiestas”, y para “realizar controles de alcoholemia sobre la avenida Jorge Newbery y las calles lindantes”.
De acuerdo a lo informado por los vecinos, las fiestas fueron habilitadas por el municipio porque “se habría cumplido con los requisitos necesarios” para ello, marcó la edil.
Así, Mantero solicitó que el Ejecutivo informe si se realizarán pruebas de medición de decibeles en las fiestas programadas para el mes de enero, si se harán controles de alcoholemia y si los espacios donde se hacen estas fiestas cuentan con habilitación municipal, y, de ser así, pidió conocer “cuáles son los requisitos a cumplimentar”.