Durante la temporada el municipio secuestró más de 1300 rodados por diferentes contravenciones y hubo que descomprimir los espacios donde se guardan. Con la compactación ya se liberó un 60% del lugar.
Durante la temporada de verano el municipio secuestró, en operativos conjuntos con la Policía de la Provincia, más de 1300 motos por diferentes contravenciones, pero previo a ello tuvo que descomprimir, a través de la compactación, los playones donde se almacenan los vehículos, debido a que los rodados casi en un 40% no son reclamados y quedan abandonados hasta completar un proceso administrativo de meses que los hace terminar como chatarra.
Según un informe del municipio al que tuvo acceso LA CAPITAL, el playón de secuestro principal de la ciudad, que se encuentra ubicado en el espacio delimitado entre las calles Tres Arroyos, Garay, Alberti y Nasser, en sus picos de almacenamiento llegó a albergar 700 motos y 280 autos, lo cual se redujo “en un 60% por la compactación realizada en este 2024”.
“Desde la temporada, entre Policía y municipalidad, más de 1300 motos fueron secuestradas”, le indicó el secretario de Seguridad de la comuna, Rodrigo Goncalvez, a este medio, y agregó que “entre un 35 y un 38% de las motos no las van a buscar más”.
El funcionario señaló que “una vez que finalizó enero, las playas de secuestro tuvieron un volumen importante porque, más allá de que es un mes que en Mar del Plata hay mucha gente”, comenzaron a realizar controles en conjunto con la Policía bonaerense “prácticamente todos los días y hasta dos o tres operativos por día”.
En este sentido, Goncalvez subrayó que en los últimos meses los operativos se concentraron en las motos porque desde la secretaría que dirige tienen a mirada de que “muchas de las acciones delictivas que se llevan adelante” son con este tipo de vehículos.
“El volumen más importante está más enfocado sobre las motos, porque entendemos que las motos no solamente pueden tener alguna cuestión con el tránsito, algún riesgo contravencional, sino, lo más importante, donde nosotros apuntamos, alguna cuestión de que son motos que en definitiva han sido adulteradas, robadas o son utilizadas para cometer ilícitos”, sostuvo el secretario de Seguridad.
El secretario de Seguridad del municipio, Rodrigo Goncalvez.
Asimismo, comentó que “desde la policía de la Provincia están con una mecánica”, a partir de la última semana, que genera que “todas las motos bitrupaladas que anden por la vía pública las estén parando, en virtud de que se está viendo un avance delictual motorizado”.
“Lo contravencional nos permite corroborar que esas motos que son secuestradas no tienen las condiciones para poder circular y se hace el retiro de la misma”, continuó Goncalvez y aclaró: “En los operativos vamos a lo básico: vamos a la documentación que requiere la moto para transitar y, si no la tiene, la retiramos”.
“Si la moto es de una persona de bien, de trabajo, que circunstancialmente no cumple con todas las habilitaciones administrativas, la puede retirar del playón de secuestro sin ningún problema”, manifestó.
Por otra parte, el secretario de Seguridad destacó que, en lo que respecta al secuestro de autos, “el número es bastante menor”.
“En autos lo que estamos secuestrando es un 25% del volumen de las motos. De cada cuatro vehículos que secuestramos son, en promedio, tres motos y un auto. Tenemos una incidencia mayor en las motos porque tenemos una mirada contravencional, pero, sobre todas las cosas, tenemos una mirada delictual sobre el elemento de la moto”, enfatizó.
Actualmente General Pueyrredon cuenta con cuatro playones en los que se depositan los diferentes vehículos que son secuestrados en el distrito.
Además del playón de secuestro principal, se encuentra también la playa de depósito de la avenida Libertad y Tandil, la playa satélite de depósito Santa Paula y la playa de secuestro Batán, emplazada en Emilio Larraya y calle 136.
Los autos secuestrados por la secretaría de Seguridad y por la Patrulla Municipal son trasladados al playón principal, donde pueden permanecer hasta seis meses, para luego ser traslados al Playón de Libertad y Tandil o Santa Paula.
Tras alcanzarse el límite de capacidad en diciembre, hubo que avanzar con la compactación de vehículos que fueron abandonados y nunca volvieron a ser reclamados. “Los playones antes de la temporada tenían una cuestión administrativa que venía frenando la compactación. Entonces los playones estaban totalmente saturados. Yo me encontré con la eventualidad de que hubo días en diciembre en los que no podíamos hacer operativos porque estaban los playones colapsados. Yo no podía llevar una moto porque no teníamos lugar”, recordó Goncalvez y ponderó: “Empezamos el proceso de compactación y hemos recuperado la operativadad”.
Desde el municipio adelantaron que continuarán con los operativos de “saturación” para el secuestro de motos y demás vehículos.
Los especialistas señalan que estos operativos tienen como característica “cargar o recargar una determinada zona durante muchas horas con recursos, con una estrategia jurisdiccional y haciendo una especie de cerrojo para que, ante una eventual situación de que una o más personas estén en una situación delictiva, no pueden darse a la fuga”.
“En los operativos de saturación el aporte que hace la Policía es coaccionar de alguna manera si hay algún delincuente y la municipalidad complementa el operativo con lo contravencional, que tiene que ver con lo vehicular”, indicó el secretario de Seguridad.
Crece el secuestro de motos en la ciudad.
Por último, Goncalvez indicó que las multas que deben abonar los vecinos para recuperar sus vehículos secuestrados, por distintas infracciones como falta de registro, registro vencido, alcoholemia positiva, falta de VTV o seguro, son el acarreo del rodado y la sanción económica en función de las contravenciones infringidas, la cual es determinada por el Juzgado de Faltas.
El funcionario reconoció que “puede ser” que algunos vehículos no sean nunca retirados por una cuestión económica, pero destacó que “siempre se es bastante flexible en ese sentido”.
“El Estado tiene cierta flexibilidad hasta donde permite la ley. Se da la posibilidad de acercar la documentación y hay una mirada de acompañar al trabajador. Los controles no tienen una mirada recaudatoria, por lo menos desde la Secretaría lo vemos así. En lo contravencional, si no es grave, la persona solo presentando la documentación puede avanzar con el retiro del vehículo”, remarcó.
Para finalizar, el secretario de Seguridad aclaró que “la municipalidad no recibe dinero por la compactación”. “Todo lo que se recauda con la chatarra no pasa ni siquiera por la municipalidad, sino que se da para fines de bien público que están por fuera de la comuna. La municipalidad no recibe dinero, pero se encarga de hacer todo el proceso administrativo”, concluyó.
Tras un proceso administrativo de meses, vehículos secuestrados terminan siendo compactados y vendidos como chatarra.