Comerciantes e instituciones sostienen que las estructuras que surgieron como una solución en la pandemia, se volvieron un problema. Invasión del espacio público, obstrucción de otros locales, ruidos molestos y caída de las ventas en negocios linderos, los principales argumentos.
Los decks surgieron como un paliativo para la gastronomía marplatense durante la pandemia y transformaron su identidad, pero varios sectores coinciden en que se han convertido en un “serio” problema que afecta a otros rubros. Comerciantes e instituciones se oponen a que el Concejo Deliberante y el municipio sigan permitiendo la proliferación de estas estructuras y aducen que muchos “se han abusado” y “más que decks son locales a la calle”, con techos, calefacción y música en su interior. Señalan que “afectan la equidad”, que “taparon el frente de negocios” y que en estos bajó la circulación peatonal y cayeron las ventas.
La oposición al programa “Comemos Afuera“, ahora sometido a debate en el Concejo, ha crecido y se ha ramificado. A las quejas que alzó un puñado de comerciantes de Güemes se sumó rápidamente la Cámara Textil, el Colegio de Arquitectos, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), empresarios y vecinos particulares. Al menos cuatro notas particulares con una catarata de firmas ingresaron al Deliberativo en rechazo a las estructuras.
Meses atrás, el Ejecutivo municipal presentó un proyecto de ordenanza para regular los decks gastronómicos, el cual prevé el pago de tasas por su explotación y aclara que no podrán instalarse en avenidas ni en calles en las que avance el entramado de las ciclovías. Con respecto a los ya instalados, se estipula que tengan 180 días corridos desde la promulgación para “adecuar sus instalaciones” al nuevo decreto reglamentario.
La Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) pidió que la ordenanza de regulación de los decks se debata en una audiencia pública.
En medio del debate, se frenó la instalación de nuevos decks. El concejal oficialista Fernando Muro (Vamos Juntos) indicó que hay “40 solicitudes nuevas” de decks que el Ejecutivo decidió aplazar hasta que el Concejo apruebe la nueva regulación del programa “Comemos Afuera”. Pidió “celeridad” en el tratamiento y aseguró que las estructuras “seguirán generando fuentes de trabajo”, en sintonía con la defensa que el sindicato de gastronómicos y hoteleros (Uthgra Mar del Plata) hace de las estructuras (ver aparte).
“Son locales a la calle”
Por su parte, el empresario Guillermo Fasano, que acaba de asumir como flamante presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata (cargo que ya ocupó años atrás), marcó su contundente rechazo en diálogo con LA CAPITAL. “No son decks, son locales a la calle. Este proyecto de ordenanza es un disparate. Si está cerrado y tiene techo es un local. Si tiene cuatro patas, da leche y dice mu, es una vaca. Si quieren decks, que los hagan, pero estos son locales”, sostuvo.
“Están haciendo una ordenanza para poner decks por toda la ciudad, es disparatado. El Colegio de Arquitectos claramente se opone con sus argumentos y Apyme también”, dijo Fasano.
Su planteo está volcado en una de las cuatro notas particulares recientemente ingresadas al Concejo Deliberante en oposición al programa Comemos Afuera. Por cierto, el Colegio de Arquitectos y Apyme también elevaron notas expresando desacuerdo y exponiendo el perjuicio que han generado los decks en el espacio público y a nivel comercial, respectivamente.
“Rodeados” y con menos ventas
Todos los sectores que alzaron la voz en contra coinciden en un punto: estuvieron de acuerdo con la instalación de los decks durante la pandemia, pero con el tiempo “se cometieron abusos; no se controló” y así algunas estructuras pasaron a estar cerradas, tienen calefacción, música, espectáculos, generan ruidos molestos, provocan problemas de limpieza y afectan la convivencia con vecinos y comerciantes de otros rubros.
“La mayor preocupación que tenemos es que esto se generalice. Se vulnera el principio de equidad. ¿Cómo le van a explicar a un mantero que no pueden usar la calle pero a un local gastronómico sí?”, señaló Fasano al respecto.
En la zona de Güemes y de la calle Olavarría se hizo una encuesta a través de un grupo de Whatsapp que integran la mayoría de los comerciantes. Se impuso el rechazo y casi todos aseguraron que “los ha perjudicado” y que, en muchos casos, sus ventas cayeron.
Entre los principales argumentos se encuentran la contaminación visual, los problemas de limpieza, la ubicación contigua de contenedores al lado de cada deck, inconvenientes de seguridad y, sobre todo, que muchos locales “han quedado tapados”.
“En Olavarría estamos como locos. La gente dejó de caminar por acá, nos taparon los locales, no se ven las vidrieras ni carteles y vendemos menos”, comentó un comerciante de esa calle, cuyo negocio quedó “rodeado por los decks”.
En el centro, sobre la calle Belgrano sucede algo similar. “Quedamos copados por los decks. Si bien en verano se vuelve peatonal, bajó mucho la circulación en invierno, dejaron de pasar los colectivos, se adueñaron de la calle”, expusieron desde un local no gastronómico en esa arteria llena de decks cerrados. “Son locales paralelos”, acusó.
Cartas de comerciantes y vecinos
Un grupo de comerciantes elevó al Concejo Deliberante una carta (nota particular) en oposición al programa “Comemos Afuera” con alrededor de 40 firmas.
Además de coincidir en las quejas antes expuestas, al haber concluido las restricciones de la pandemia pidieron que “se desalojen los espacios públicos ocupados al vencimiento de la ordenanza 24859 y Decreto 1776/20”.
Advirtieron que la normativa, “en ninguna de sus cláusulas permite el techado de los decks” y “mucho menos le ayuda a cualquier ciudadano de buena fe a pensar que se podría autorizar un espacio cerrado para comer afuera”.
Pidieron que se dictamine sobre la “legalidad o no” del proyecto observando toda la normativa vigente y que se defina “la inconveniencia para la ciudad del programa Comemos Afuera”.
En forma particular, una vecina damnificada por la actividad en torno a una cervecería de La Perla, sumó otra nota de rechazo.
Volcó en un texto el fuerte malestar que genera en su vida cotidiana el funcionamiento del local gastronómico y solicitó al municipio que “tenga en cuenta a la hora de otorgar permisos para la utilización y explotación de las aceras la buena conducta comercial y las denuncias que el mismo local tenga” y pidió que “no les den derechos a unos y se los saquen a otros en una sociedad que está cada vez más violenta”.
A este escenario se suma el testimonio de una familia de la calle Olavarría, que ante el “descontrol” generado en torno a los decks de dos locales gastronómicos, debió abandonar su casa propia y mudarse. “Se volvió imposible vivir y dormir, con música y ruidos que siguen hasta la madrugada. Es una tortura. Nos tuvimos que ir del barrio en el que formamos nuestra familia, es lamentable”, contaron.
Falta de equidad
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) se involucró en el debate y manifestó “seria preocupación” por la situación que han generado los decks.
Tras elevar una nota al Concejo Deliberante, el presidente de Apyme, Gustavo Casciotti, dijo en diálogo con LA CAPITAL que el impacto de los decks, desde su instalación, “generó serias dificultades en el espacio público“, que trajeron en consecuencia “una falta de equidad”.
“Entendemos que se tienen que contemplar los intereses de todos. De los peatones, de quienes circulan en auto, de los medios de transporte público y de los comercios que no están relacionados con la gastronomía, que han experimentado serios perjuicios”, expresó.
Apyme, como otras entidades, en su momento apoyó la instalación de los decks, pero “las condiciones que había en la pandemia se diluyeron, hoy no existen” y actualmente “no hay causales que justifiquen la instalación de estos decks”, consideraron.
Respecto al impacto socioeconómico, Casciotti señaló que hay “una clara afectación al resto de los rubros” que “viene generando serias caídas en las ventas”.
De cara al tratamiento del proyecto de ordenanza en el Concejo, la entidad planteó que las estructuras solo puedan instalarse “en lugares específicos” que “no generen alteración ni afectación de los intereses de otros rubros” y propusieron que haya decks “en determinadas zonas y espacios que no colisionen con los demás sectores”.
. “Cada deck es trabajo, pero no se puede hacer cualquier cosa”
. Informe del Colegio de Arquitectos sobre el espacio público y la accesibilidad