La Ciudad

Crece el número de estudiantes que buscan aprender otro idioma

Por necesidad laboral o académica, para ampliar el espectro cultural o simplemente por un viaje, personas de todas las edades se vuelcan a aprender un idioma extranjero.

Por gusto, por necesidad de sumar conocimientos académicos o para responder a una demanda profesional, mucha gente se volcó a estudiar idiomas extranjeros y esa acción se vio reflejada en el aumento de la currícula de distintas instituciones, tanto públicas como privadas.

Tanto en distintos institutos privados de enseñanza de idiomas extranjeros, como en el Laboratorio de Idiomas de la Universidad Nacional de Mar del Plata (dependiente de la Facultad de Humanidades), creció el número de asistentes. En general, los formatos de los cursos son flexibles ya que se adaptan a las necesidades del alumno, ya sea que quiera aprender por una inquietud profesional o por un viaje.

Así, la duración de los mismos pueden variar entre un mes o los años condensados en el ciclo lectivo. Los costos van de la mano de esa variabilidad, pero en promedio las cuotas mensuales parten de los 600 pesos.

En la Universidad

El Laboratorio de Idiomas de la Universidad Nacional de Mar del Plata mudará su sede al piso 13 del edificio del Banco Provincia, ubicado en la peatonal San Martin y Córdoba, a partir de la semana que viene.

La institución, que en 2019 cumplirá medio siglo de vida, es pionera en la enseñanza de lenguas para adultos, e imparte cursos de alemán, chino, francés, inglés, italiano, portugués y ruso, pudiendo participar tanto estudiantes de la casa de altos estudios como integrantes de la comunidad en general.

La directora del mismo, Adriana Cortes, explicó que el universo de alumnos es ecléctico pero que en general se trata de “personas jóvenes, integrantes de la comunidad universitaria o no”.

Este año, la matricula ronda “los 1.100 alumnos, de los cuales terminan entre 800 o 900, por una cuestión que muchos dejan en un decantamiento natural de este tipo de instituciones” y a comparación del año pasado se notó un aumento de asistentes pero no del todo significativo: “Tenemos 80 alumnos más que en 2017”.

A pesar de la variedad de lenguas, el idioma más solicitado para aprender es “el inglés” aunque se notó un crecimiento “en los cursos de alemán y francés debido a que en los últimos convenios internacionales firmados, tanto a nivel académico como dentro del espacio universitario se requieren esas lenguas”.

En cambio, con el portugués sucedió lo contrario, ya que decreció la matrícula. “En los últimos años -explicó la especialista- Brasil bajó un poco la inversión en la difusión de su lengua”.

En el Laboratorio también imparten clases de “chino” y cuenta con el apoyo de la Embajada y conjuntamente suelen realizar distintos encuentros entre los estudiantes y docentes.

Dinamismo

Además, una de las últimas incorporaciones fue el ruso, aunque descartó que la inquietud de los alumnos que lo eligen se deba al próximo mundial de fútbol. “Creo que pasa más por otro lado -analizó- como la arquitectura o diversas expresiones culturales”.

Los cursos regulares de 4 horas semanales también contemplan un taller de japonés.

Si bien Cortes consideró que el universo de alumnos es “ecléctico y dinámico”, estimó que las motivaciones para aprender una lengua extranjera pasan por “tener plena conciencia que manejando un segundo idioma, no importa cual, se puede mejorar tanto la situación laboral como la posibilidad de acceder a becas. Y después también al eterno viajero”.

Creció la matrícula

En el instituto Cem English la matricula creció “en promedio un 20 por ciento” pero también dependiendo de cuál de las cuatro sedes se analice.

“La franja que más creció es la de los jóvenes, de entre 20 a 30 años, ya sea porque viajan o estudian o trabajan. Más o menos el 70 por ciento de ese crecimiento está corporizado por esa franja etaria, mientras que el 30 por ciento restante corresponde a gente entre 40 y 50 años, ya sea porque viajan, quieren entender las series extranjeras o cumplir con una asignatura pendiente”, explicaron desde la institución.

Los cursos son “flexibles”, porque se “adaptan a las necesidades de los alumnos”. En ese sentido, detallaron que “hay cursos de un mes para viajeros, de 4 u 8 meses o el curso lectivo destinado a los más chicos que coincide con el colegio”.

En la Alianza Francesa la matrícula de este año, a comparación con el pasado, creció “bastante, más o menos en un 25 por ciento” y puede aumentar aún más debido a que sigue abierta la inscripción.

La sede local, que funciona en la Diagonal Pueyrredon, forma parte de la red compuesta por 53 alianzas instaladas en el país que albergan a 15.851 alumnos.

A entender de la directora de la entidad, Adriana Guastavino, el crecimiento registrado se debió a que “quizás hay un nuevo interés por los idiomas, como también hay más ofertas de becas”.

Además, consideró que “en nuestro caso en particular, nos mudamos el año pasado y al estar 6 meses cerrados quizás muchos se desorientaron y por eso perdimos matrícula”.

Actualmente, en la sede marplatense cuentan con “un total de 180 inscriptos, en todos los niveles” y la intención es seguir creciendo ya que “todos los meses abrimos cursos para principiantes y cada tres se inicia un nuevo trimestre de todos los cursos”.

“No hay limitaciones a la hora de aprender, para muchos es una forma de poder cumplir con una asignatura pendiente, por eso tenemos alumnos de todas las edades”, señalaron desde el Instituto Cultural Argentino Norteamericano (Icana) que en la ciudad cuenta con dos sedes.

En la institución, este año la matrícula creció “en el orden del 10 por ciento” a comparación con el año pasado y puede ser mayor debido a que sigue la inscripción abierta.

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