"Es un paro sin dejar de trabajar", indicaron los profesionales de la salud autoconvocados que reclaman incremento salarial y denuncian "ser invisibles para el Estado, con salarios por debajo de la canasta básica". Contundente apoyo de trabajadores sanitarios de otras instituciones.
El plan de lucha que venía liderando el personal de Enfermería del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) en reclamo de mejoras salariales consolidó este lunes un amplio respaldo de trabajadores de salud de otras áreas del nosocomio y de distintas instituciones que se acercaron para “abrazar” al hospital, donde se inició un paro “sin dejar de trabajar” y también un acampe.
En el inicio de la segunda ola de coronavirus, los profesionales de la salud aseguran estar “agotados” y “sin reconocimiento” por parte del Estado. Denuncian que su salario básico es de 35.000 pesos, que trabajan en “malas condiciones”, que deben tener dos empleos para “armar un sueldo” y que falta personal, entre otros puntos.
Un grupo de enfermeras autoconvocadas comenzó a alzar la voz en las calles el año pasado, en el marco del auge de los casos de Covid-19 en la ciudad. Elevaron un petitorio a la Provincia de Buenos Aires en el que exigían aumento salarial, recategorizaciones, un bono, días de descanso y falta de personal, entre otros reclamos, pero hoy afirman estar “en peores condiciones”, por lo que redoblaron el plan de lucha.
En horas de la mañana de este lunes, enfermeros y enfermeras se instalaron en las puertas del HIGA, donde montaron carpas, banderas y carteles. Antes del fin de semana habían advertido que este lunes iniciarían un acampe si la Provincia no atendía sus reclamos. “No hubo respuestas”, afirmaron, y finalmente lo iniciaron: “De acá no nos movemos”, afirmaron.
Desde el estacionamiento del Hospital, unas 300 personas, en su mayoría trabajadores de la institución, se alzaron al mediodía con banderas y pancartas en una ronda para denunciar las inconsistencias laborales que “hace tiempo” hay en el HIGA.
En el lugar se llevó a cabo una radio abierta, mientras el personal de Enfermería sumaba el apoyo de trabajadores de Terapia Intensiva, Rayos, Camilleros, Hemoterapia, Unidad Renal, Salud Mental, Limpieza y el Lavadero, entre otras. También se solidarizaron trabajadores del Hospital Materno Infantil, de la UPA, la Central de Trabajadores Argentinos, el Espacio Sindical de Base y otras organizaciones sociales.
Tras ello, cientos de trabajadores de la salud procedieron a realizar un abrazo solidario al Hospital Interzonal para visibilizar sus reclamos. Una doble hilera de casi 80 metros cubrió las puertas del nosocomio, mientras otros trabajadores que cumplían las guardias mínimas dispuestas en el marco del paro, extendían sus banderas desde las ventas del hospital.
En simultáneo, un abogado que representa a parte del personal presentó un recurso de amparo en el Ministerio de Trabajo con cada uno de los pedidos, señalaron.
“Basta de romantizar la explotación de enfermería en nombre de la vocación”, exclamaba una de las banderas presentes elaborada por dos enfermeras.
Otro paño fue colgado “en memoria de los compañeros fallecidos en la lucha contra el Covid” y algunos más expresaban: “Esenciales para el pueblo, invisibles para el Estado”, “Personal agotado” y mensajes para la gente como “Enfermería no los abandonó en la pandemia, no nos abandonen ahora”.
“Bronca y humillación”
Rocío, una de las enfermeras del HIGA, compartió su “bronca” por el “doble mensaje” que se genera. Entiende que mientras se considera esencial al personal de salud, “no se reconocen los derechos” ni se les paga con salarios dignos.
“Es humillante. Estamos por debajo de la canasta básica. Un enfermero cobra hoy apenas $35.000. También pedimos la recategorización que la habían prometido para enero y el bono por pandemia. Los becados tardaron 5 meses en cobrar, teníamos que darles fideos entre todos y ahora no les renovaron la beca. Genera mucha bronca”, expresó la trabajadora de salud.
Por su parte, la enfermera Fernanda Tapia expresó: “Estamos cobrando por debajo de la canasta básica. La recategorización que pedimos hace cinco meses y el reencasillamiento nunca se nos otorgó. Trabajamos con una carga psíquica enorme”.
La trabajadora se mostró conmovida por el amplio apoyo de los trabajadores. “El malestar no estaba solo en Enfermería, somos un montón”, dijo.
Los reclamos, aclaró la enfermera, no apunta a la dirección del HIGA, sino que “se trata de una deuda pendiente que hace tiempo el Estado tiene con los trabajadores de salud” que se vio agravada durante los últimos meses de pandemia, escenario en el que “las patologías preexistentes persisten, no es todo Covid”.
Por el micrófono de la radio abierta pasaron profesionales de la salud de distintas áreas. La mayoría coincidió en que se trabaja con una importante “precariedad laboral” que “en el marco de la pandemia no da para más”.