"No hay una sola manera de diagramar una carrera, sino que cada artista tiene la suya" asegura el autor de exitosas canciones que este sábado llega con su show más intimista a Mar del Plata.
Coti Sorokin vuelve a Mar del Plata, con un concierto intimista, con elementos teatrales y de monólogos, en el que no solo compartirá sus canciones y ejecutará varios instrumentos, sino que abrirá su corazón y contará mucho de su vida y de las experiencias que lo llevaron a escribir los temas que traspasaron fronteras.
El show denominado “Cercanías y confidencias” será este sábado a las 21.30 en el Teatro Radio City del Centro de Arte Radio City+Roxy+Melany y se enmarca en una extensa gira por Argentina, acompañado por su guitarra, piano, ukelele, bandoneón y armónica.
Coti acaba de lanzar el video de Diamante, una de las canciones que formó parte del espectáculo que el año pasado dio en el Teatro Colón, íntegramente grabado en vivo, con invitados de lujo y que antes de fin de año estará disponible edición CD+DVD. Diamante, que en el Colón fue en homenaje al fallecido músico Tom Petty, es un ejemplo de los diferentes niveles de lectura de las composiciones de Sorokin. “Todo el tiempo podemos estar perdiendo diamantes” advirtió el artista quien indicó que el tema puede aplicarse “a una realidad muy puntual amorosa y a una realidad del país que estamos viviendo, de haber tenido oportunidades y haberlas desperdiciado”.
Además de Mar del Plata, Rosario, Córdoba y Tucumán, la gira continúa la experiencia de agosto en España donde participó junto a la cantante canariense Rosana, del Festival “Música a la Luna 2018”.
Recién llegado a la Argentina y a pocos días del encuentro con el público marplatense, compartió con LA CAPITAL algo de lo que tiene preparado para este concierto y detalles del material que grabó en el vivo del Teatro Colón.
-Estás con una gira en un formato distinto al tradicional ¿Qué podés adelantar de ‘Cercanías y Confidencias’?
– Es un concierto unipersonal en el que llevamos un despliegue bastante amplio de instrumentos, con la idea de acercarme de una manera más profunda, mas intensa con el público y que el público pueda hacer lo mismo, con mi repertorio y parte de mi vida. Es un show fiel a ‘Cercanías y confidencias’, el título del espectáculo, en el que comparto mis experiencias, mi manera de trabajar, mi historia y las razones que me llevaron a escribir muchas de las canciones. Es una experiencia muy linda, con un formato casi teatral, que fui diagramando con el tiempo y hecho a mi medida. Me fui enganchando y el público puede conocerme desde otro lado.
– ¿Otra manera de abrir el corazón y contar tu camino?
– En mi carrera hice un montón de cosas, tanto delante como detrás del escenario. Cuento mucho con respecto cosas que pasaron en mi vida, que me llevaron por 5 o 6 años a relegar mi proyecto personal y la gente termina de entender como no hay una sola manera de diagramar un camino, una carrera, sino que cada artista tiene la suya. Yo soy de Rosario pero me crié en Concordia y no pertenezco al grupo selecto del rock nacional porteño sino que vengo de afuera y fui metiéndome de a poco en el mundo de la música porteña.
– Más allá de ese mundo, la música forma parte de tu vida desde siempre, como artista y como docente. ¿Qué te dejó esa experiencia?
– Por diferentes razones siempre tuve que ganarme la vida con lo que podía, relacionado con la música que es lo único que sabía hacer, por eso di clases. De todas las actividades que fui haciendo fui aprendiendo y formándome. Justamente el hecho de haber trabajado en una escuela primaria durante muchos años, dando clases de música me sirve para este concierto en el que tengo que hablar mucho, contar, traspasar al oyente mi experiencia. Pero no enseñando, sino contando, compartiendo cosas que son parte de lo que viví y parte de mi manera de comunicarme con mi mundo. El ir y venir y ocupar diferentes lugares dentro de una escena musical te hace aprender mucho, te da muchas posibilidades expresivas y mucho control sobre lo que se hace arriba del escenario y abajo, a la hora de componer, grabar, tocar.
– Justamente tus letras tienen varios niveles de lectura. El caso de Diamante, el corte de difusión de Coti en el Teatro Colón es un ejemplo.
– Es algo que siempre me propongo, que las letras, las canciones tengan varios niveles, que en una primera escucha algo te llame la atención, te comunique, pero que si la empezás a analizar o a masticar, le vas encontrando más cosas. Es una de mis búsquedas. En el caso de Diamante es como haber tenido la oportunidad y no aprovecharla. Tiene esa cosa dramática porque todo el tiempo podemos estar perdiendo diamantes, si no valoramos lo que estamos viviendo, si no lo vivimos con el cuidado que necesita algo tan valioso como un diamante.
– Ese diamante puede ser una persona, un sentimiento, un lugar, un país…
– Lo podemos aplicar al presente, a lo que vivimos cada uno en su vida, a no aprovechar cada momento como como algo valioso. Como ‘borrar con el codo lo que escribimos con el corazón’ un sueño que buscamos tanto, de repente lo podemos estar boicoteando sin darnos cuenta. Un poco habla de eso que perfectamente puede ser aplicado a una realidad muy puntual amorosa y a una realidad del país que estamos viviendo, de haber tenido oportunidades y haberlas desperdiciado. Y también al presente, al carpe diem, a disfrutar el momento, saber que ese momento es único y cuidarlo como un diamante. Y es un beneficio que tiene el género, la canción y la poesía.
– Con tantas canciones exitosas, ¿tenés una fórmula para saber qué funciona?
– Va a parecer que te estoy mintiendo pero no tengo idea de cómo una canción se convierte en éxito. Me siento privilegiado de tener un repertorio, pero no tengo receta. Sí trato de cuidar muy bien cada cosa que hago, de ser muy profesional, respetuoso con el trabajo mío y de la gente que trabaja conmigo y seguir mi sensibilidad, mi manera de pensar la canción, sentirla, hacerla. Y con eso me alcanza. Quizás mi fórmula es la sinceridad y espontaneidad de hacer mi música con total libertad y como siento que quiero hacerla. Por supuesto que la música, mi poesía, la manera de escribir tiene que tener muchas lecturas y por supuesto dentro de una búsqueda interna, escribir a veces mundos muy sutiles pero que dicen mucho. Como Luz de Día, que no es grandilocuente, no es un año de toda una vida pero, al final son los pequeños momentos los que van construyendo la vida. Ese diccionario que es tan difícil de leer pero que se va tejiendo así, eso es lo que intento reflejar.
– Diamante es la avanzada de una experiencia en el Colón que ahora tendrá su disco. ¿Cómo ves ese concierto a la distancia?
– El Colón es un teatro único y maravilloso. Tuve la oportunidad de conocer la Scala de Milan, el Teatro Real de Madrid, la Opera de Viena y un montón de teatros hermosos y afamados, pero el Colón, como se dice en el barrio, les pasa el trapo. Haber podido tocar en ese teatro, que es el sueño de cualquier músico que se precie y acompañado con mi banda, con una orquesta haciendo arreglos especiales para la ocasión, con amigos de la talla de Abel Pintos, David Lebón, Rolo Sartorio de La Berisso y Facu Soto de Guasones, con todas las canciones de toda mi historia, fue un privilegio enorme y eso es lo que estamos por editar a fin de mes.