por Raquel Pozzi
El líder norcoreano Kim Jong-un confirmó que Corea del Norte se encuentra en disposición combativa contra el avance militar dispuesto por D. Trump. Si bien el Comando del Pacífico de Estados Unidos (USPACOM) considera el despliegue como medida prudente frente a las constantes amenazas del régimen de Pyongyang, las alarmas se activaron teniendo en cuenta la capacidad armamentística de ambos estados y la imprevisibilidad tanto de Kim Jon-un como de D. Trump. En el contexto del 105 aniversario de Kim Il-Sung fundador del régimen norcoreano y abuelo del actual mandatario, la República Socialista prepara uno de los más fastuosos desfiles militares. Con una población de aproximadamente de 25 millones de personas con un PIB per cápita de 467 (euros) se encuentra en el nivel más bajo de la tabla indicadora de nivel de vida ocupando el puesto 188, sin embargo su capacidad militar terrestre total se calcula entre personal activo (1,2 millones) y reservistas en más de 4 millones de personas militarizadas formal e informalmente.
La capacidad operativa de Norcorea no se centra tanto en las armas de guerra convencional ya que las Fuerzas terrestres y aéreas cuentan con equipamientos vetustos y obsoletos que datan de la etapa soviética y la mayoría son réplicas de producciones chinas o surcoreanas. La preocupación se manifiesta en el test o maniobra nuclear de largo alcance que Kim Jon-un podría realizar en las festividad aniversario del fundador del régimen como medida disuasiva en contra de las amenazas de los Estados Unidos.
¿Por qué el temor a Corea del Norte?
El temor se concentra en las decisiones del líder norcoreano que ha encontrado en Donald Trump el compañero perfecto para la PS2 (Playstation para 2 jugadores). Además de las características que Kim Jon-un padece de trastorno esquizoide de personalidad debido a que su rostro y su estructura corporal las fue modificando con el tiempo asemejándose a la de su abuelo Il-Sung al que admira con devoción, lo que aumenta el pánico es todo el arsenal militar: los submarinos, la flota de blindados, tanques Pokpung-ho, los misiles Unha (Tapeodong-2), Hwasong de corto alcance; y las 10 armas nucleares que se calculan posee el régimen a partir de lo que ofrecen imágenes satelitales sumado a la capacidad de ampliar su arsenal atómico a través de la cantidad de plutonio y uranio enriquecido que posee. En diez años Norcorea amplió de 1 kilotón a 10 kilotones la intensidad de las explosiones nucleares. Lo que más alarma a estas horas son los misiles Tapeodong-1 con alcance hasta 2000 km. y que pueda contener cargas explosivas que lleguen hasta Alaska o Hawái siendo el banquete final de la fiesta aniversario.
EE.UU. y Norcorea ¿Qué cosecharan?
Las provocaciones de Estados Unidos luego del lanzamiento del misiles Tomahawk Block IV a Siria y la MOAB “madre de todas las bombas” a Afganistán fueron dirigidas exclusivamente como advertencia al régimen de Pyongyan y sus ensayos misilíticos. No obstante la exhortación llegó como un estruendo a la Federación Rusa y a la República Democrática de China para que se dispongan a controlar los caprichos temerarios de su par ideológico de Corea del Norte.
Si bien la relación triangular EEUU-China-Rusia se enmarca en la lucha contra el terrorismo yihadista, la otra arista endeble es Corea del Norte y la capacidad nuclear que posee, la cual hostiga constantemente las costas de Japón. La vulnerabilidad no sólo se centra en Tokio sino también en Seúl en momentos políticos complicados de Corea del Sur ya que la destitución de su presidente Park Geun-hye denotó la endeblez de la estructura gubernamental de Surcorea con el actual gobierno interino y las próximas elecciones en Mayo.
En esta conflagración no sólo Kim Jon-un sufre de trastornos obsesivos compulsivos sino también el premier estadounidense quien requiere posicionarse de manera contundente en la política doméstica de su país a través del cumplimiento de algunas promesas de su campaña: la acción militar contra el terrorismo y todo aquel que se interponga a los EEUU.
Las últimas maniobras militares “Foal Eagle”- llevadas a cabo conjuntamente entre los EEUU y Surcorea ha pretendido ser una variante de disuasión militar, pero el despliegue del buque USS Carl Vinson que partió de Singapur para transitar las aguas del Mar de Japón, de China y el Mar Amarillo detonó la ira del juvenil Jon-un. Estados Unidos ha enclavado 2 destructores misilísticos a 500 km. de Pyongyang, para estas horas el parlamento estadounidense debate la idea de volver a trasladar armas nucleares a Corea del Sur, realizar un ciberataque masivo y desplegar la unidad Spartan 3000 con sede en Seúl y con unidades de despliegue en 24 horas de aterrizaje para destruir las bases militares norcoreana.
EEUU y Corea del Norte siembran tormentas y cosecharan tempestades….pero a gran escala ya que a pesar de las conversaciones cuasi-afables entre ambos mandatarios, la situación es de alarma global. La República Popular de China ha levantado el índice de aprobación hacia los EEUU ya que a ambos estados importa sobre manera la protección hacia el Estado de Japón como enclave militar y comercial. Vladimir Putin se observa avanzando en las tinieblas a sabiendas que el régimen norcoreano aplica un comunismo medieval y no es el ejemplo sensato para el gran objetivo de la Federación Rusa, reconstruir una Unión de Repúblicas federadas al estilo de la ex-URSS.
La amenaza es crítica, el secretario de defensa de los EEUU James Mattis y el ministro de asuntos exteriores de Rusia Serguei Lavrov avizoran un gran tornado que puede arrasar el andamiaje geo-político pergeñado para la era Trump-Putin. Norcorea es gobernado por un hombre con características de psicopatía que cree detentar el poder hegemónico a través de fechorías militares con alto grado de efectividad al movilizar a las mayores potencias mundiales de la reposada tranquilidad.