El crimen ocurrió el 3 de abril y por el momento hay un solo detenido. Para la Justicia, el otro co-autor es Lucas Paliza, quien permanece prófugo.
La policía de Mar del Plata continúa con la búsqueda de Lucas Nahuel Paliza, único prófugo por el asesinato de Luis Mansilla (19), ocurrido a comienzos del mes pasado durante una persecución en el barrio Las Heras.
Paliza está acusado por la fiscal Andrea Gómez de ser, junto a William Pérez -ya detenido-, uno de los motociclistas que persiguió el vehículo en el que iba Mansilla y le efectuó no menos de diez disparos.
A pesar de que en los primeros días posteriores al hecho habían sido detenido otros dos jóvenes, la fiscal reunió prueba clave para incriminar a Pérez y a Paliza.
El conflicto entre el grupo de jóvenes se había producido en un contexto de robo de motocicletas en la periferia de Mar del Plata. De hecho, Mansilla fue baleado dentro de un auto que había utilizado con su grupo para ir a “recuperar” una moto robada en la misma tarde del hecho.
Por estas horas, mientras la policía continúa con la búsqueda de Lucas Paliza, la fiscal Gómez solicitará a la Justicia de Garantías que dicte la prisión preventiva respecto de Pérez por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en carácter de co-autor.
El caso
El lunes 3 de abril a las 17, aproximadamente, Luis Mansilla se hallaba en la vereda de su casa en William Morris al 6183 junto a algunos amigos, entre ellos Nicolás Giménez, quien tenía consigo una motocicleta Honda Tornado.
En ese momento llegó al lugar un Volkswagen Gol con tres ocupantes y el que iba en el asiento del acompañante descendió con un arma y le sustrajo a Giménez el rodado. En esa maniobra los ladrones efectuaron disparos que fueron escuchados, incluso, por el padre de Mansilla.
Luis Mansilla
De inmediato los jóvenes se agruparon y decidieron ir en busca de la motocicleta, para lo cual el primo de Mansilla le pidió el Peugeot 308 a su padre. A ese vehículo ascendió Mansilla, su primo (el conductor), Giménez y otros dos jóvenes más, entre ellos un menor de edad.
La idea era ir a pedirles “expicaciones” a Agustín Opychany alias el “Gordo Melman”, dueño del Volkswagen Gol y uno de los tres “ladrones”. Por eso se dirigieron hasta su casa, ubicada en un sector del barrio Las Heras.
Cuando llegaron hasta allí ocurrió algo que no está del todo claro, pero en principio se cree que desde el Peugeot dispararon contra la casa de Opychani y escaparon. Pero desde la vivienda salió la motocicleta robada a Giménez y empezó a perseguirlos.
Al cabo de algunas cuadras los ocupantes de la Honda Tornado, en su afán por devolver aquella presunta agresión, dispararon contra el automóvil. Nueve impactos de bala encontrarían los peritos en el Peugeot. En esa secuencia, uno de los proyectiles ingresó por la luneta y dio de lleno en la cabeza de Mansilla, quien estaba sentado en la parte trasera, en el medio.
Los primeros dos detenidos del caso fueron Opychani y un amigo suyo, Leonardo Duhalde, ya que sospechaba que eran los motociclistas. Pero poco desupués se descartó esa posibilidad ante la indiscutible prueba reunida de que estaban en otro sitio.
Uno de los obstáculos que debió superar la investigación fue el miedo de los testigos a declarar. El mismo Giménez estuvo varios sin aparecer hasta que finalmente se presentó ante la fiscal Gómez. Sin embargo fue otro joven del barrio el que identificó claramente a Lucas Paliza (alias “Coqui” o “Luquitas Guachín”) y a William Pérez, como quienes bajaron del Gol a robar la moto y quienes luego de la persecución a tiros contra el auto llegaron de nuevo al barrio Florencio Sánchez para advertir que “los iban a matar a todos”.
Vale detallar un dato: el vecino que ocupa la vivienda lindante a la de Opychani es Pérez, un individuo con grandes antecedentes penales.