Lèonie Matthis (Francia 1883 – Bs.As. 1952) . Conjunto de dos obras ; en la parte superior “En la playa – Mar del Plata” , punta seca , 7 X 10 Cm. ; y en la parte inferior “Vista de Mar del Plata” , punta seca , 11 X 17 Cm. Fuente : leoniematthis.com.ar
Enviada por : Prof. Julián Mendozzi.
Léonie Matthis:
La mujer que pintó la historia argentina.
A 60 años de su muerte,el autor nos presenta a esta singular artista francesa que eligió a Argentina y a América del Sur para vivir y desarrollar una relevante obra pictórica.A pesar de haber nacido en Francia,Léonie llegó a los 29 años a la Argentina y pintó más de dos centenares de cuadros en los que plasmó paisajes de
Argentina,Uruguay,Bolivia y Perú.Si algo caracterizó a esta artista fue su originalidad.Comenzó pintando paisajes y casonas,pero descubrió que la investigación histórica le brindaba un espacio muy amplio en el cual muy pocos habían querido aventurarse.Desde la pintura,fue una fotógrafa de la historia de los siglos XVIII y XIX.Léonie Matthis tuvo desde sus inicios en el dibujo y la pintura una natural inclinación hacia la luz.Nació el 13 de Mayo de 1883 en Troyes,en el N.O. francés,zona de la Champagnie,ciudad donde pocas veces brilla el sol y que contiene numerosas reliquias monumentos y edificios artísticos.Fue la segunda hija de las 4 que criaron el matrimonio Frederic y Lucie.Su padre era ingeniero industrial y dueño de una empresa textil.Ya desde su infancia demostró inclinación hacia el dibujo,por lo que sus padres le encomendaron a un escultor que perfeccionara sus naturales aptitudes.A los 15 años viajó a París para continuar con sus estudios y en 1904 ingresó en la Escuela de Bellas Artes.Allí se especializó en la aguada,una técnica que la aplicaría en la mayoría de sus obras, que a lo largo de su vida –murió a los 69 años en 1952– se calcula que fueron unas 250.Un aspecto que cabe destacar es que en París,fue una de las primeras mujeres que estudiaban en Bellas Artes,y que además vivía sola,un hecho poco habitual por aquellos años y que demuestran su fortaleza de carácter.A los 17 años viajó a España donde quedó impresionada por la luz que impregnaba a este territorio y fue luego ese país el lugar de veraneo elegido,que se facilitaba después del casamiento de su hermana que se radicó en Barcelona.En 1910 conoció a Antonio Villar,nacido en España pero que vivió en la Argentina desde los 11 años.Era pintor como Léonie,se enamoraron y en 1912 viajaron a la capital argentina.Ese mismo año contrajeron enlace y fueron a vivir en pleno centro –Avenida de Mayo 1156–.Juntos emprendieron su primer trabajo,la decoración mural del salón morisco del emblemático Club Español,ubicado a escasos metros de su residencia,con paisajes de Granada que sufrieron luego modificaciones en la década del 6criticadas por algunos artistas.El esposo de Léonie,además de pintor era funcionario del Ministerio de Agricultura,lo cual significaba,junto a los ingresos que lograba Léonie con la venta de sus cuadros,una buena posición económica,con personal que la ayudaba en las tareas domésticas y el cuidado de sus hijos.Léonie inició una etapa en la que se consagró a pintar una serie de cuadros sobre la ciudad de Buenos Aires que luego expuso con éxito en la Galería Witcomb,mientras conformaba un hogar en el que sus hijos tuvieron una destacada presencia –tuvo 8–.La consolidación del hogar de los Villar Matthis se dio con la adquisición de una casona en Turdera,a unos 20 Km al sur de Buenos Aires,con grandes ventanales,rodeada de un parque arbolado y ubicada a 8 cuadras de la estación.Viajeros incansables,en los veranos iban a Mar del Plata,ciudad a la que Léonie retrató en sus cuadros.También registró aspectos de ciudades como Montevideo,Tandil,Santa Fe, Posadas y Corrientes.Cambia la técnica y descubre el Norte.En la década del 20 decidió abandonar el óleo para realizar todas sus obras a la aguada,que sería el distintivo de la mayor parte de su legado.Y en esos años descubrió la luz del Norte argentino merced a una invitación formulada por José Antonio Terry,un pintor sordomudo que se había radicado en Tilcara y que invitó a la familia a pasar sus vacaciones en su hogar.Léonie quedó cautivada por ese paisaje y en los años posteriores viajarían todos los veranos con la familia,para lo cual fue necesario reservar medio vagón del ferrocarril.Su hogar en Tilcara sería el Hotel Armanini,que pertenecía a la familia del pintor José Armanini.Así,mientras Léonie pintaba paisajes,su esposo imprimía en las telas los rostros rugosos de la gente del lugar. Las jornadas laboriosas de Léonie consistían en salir con una silla de tela plegable,un sombrero para protegerse del sol y sus hijos que correteaban a su alrededor.Las muestras organizadas a su regreso resultaron todo un éxito y la alentaron a continuar su tarea en otros parajes de Salta,para llegar más adelante a Bolivia y Perú.En la década del 20 Léonie emprendió una nueva faceta de su carrera que habría de marcarla como artista: la reconstrucción histórica.Sin duda hubo influencia en esta nueva etapa de su vida artística de las personalidades con las cuales supo rodearse.Se trataba de intelectuales prestigiosos entre los cuales había historiadores,escritores y arquitectos,como Ricardo Levene,el jesuita Guillermo Furlong,José León Pagano,Oscar Carbone,Marín Noel,Alejandro Christophersen y Mario Buschiazzo,entre otros.Además de mantener largas conversaciones sobre aspectos relacionados con sus futuros trabajos,se empeñó en consultar bibliotecas y archivos para encontrar el sostén documental de sus pinturas.En su primera exposición de motivos históricos celebrada en 1928,Léonie retrató la vida porteña en las décadas siguientes a la independencia argentina,entre las cuales figura la salida de misa, ilustró las casas bajas,las calles de tierra,los comerciantes ambulantes,etc.,inició luego un estudio sobre la Plaza de Mayo y el edificio del Cabildo.Emprendedora incansable,acometió luego la tarea de investigar e ilustrar las dos fundaciones de Buenos Aires.
Las misiones jesuíticas: Pero una de las tareas que más satisfacciones le brindarían por la repercusión lograda,fue la reconstrucción histórica que hizo de las misiones jesuíticas.Inició su tarea en 1937 viajando a la provincia de Misiones,donde a 60 Km de la capital, Posadas,se encuentran los restos de la misión de San Ignacio Miní.La vista aérea que realiza sobre ese poblado es la mejor descripción gráfica que se conoce sobre un poblado misionero jesuítico,que se repitió en otra treintena de localidades,que constituyeron un modelo de sociedad que por razones de intrigas palaciegas fueron condenadas a desaparecer por orden de la corona española.La panorámica que realizó Léonie sobre San Ignacio Miní es su obra histórica más destacada,pero realizó otras en las que describe los casamientos colectivos de los guaraníes,el besamanos,la primera imprenta que funcionó en este territorio y otros más que significaron un aporte valiosísimo a la historiografía de la época.El jesuita Furlong,quien asesoró a Léonie en la descripción de la edificación de las misiones,se lamentó al ver su trabajo terminado,porque en sus investigaciones posteriores supo que las viviendas contaban con dos plantas.Las de arriba no se utilizaban o a lo más como granero,pero servían para refrescar a las de abajo.Dos años después Léonie emprendió el viaje a Bolivia,donde realizó numerosas pinturas en la legendaria Potosí.Tenía 56 años cuando subió al Machu Picchu en Perú,alternando el ascenso en lomo de mula y realizando otros tramos a pie,acompañada por un aborigen que cargaba con sus instrumentos de trabajo.También hizo varias pinturas de la ciudad de Cusco.Algunos años después una dolencia renal le impediría continuar con su espíritu viajero,por lo cual se vio obligada a recluirse en Turdera donde continuó infatigablemente su tarea.Sus vecinos relataron que la veían caminar todos los domingos hasta la capilla de las Hermanas Dominicas para participar de la misa.Léonie era una católica ferviente que además de estudiar las vidas de San Francisco Solano y la Madre Antonia María de la Paz y Figueroa,realizó varios cuadros describiendo sus numerosos viajes apostólicos.Pero además era asidua lectora de Santa Teresa,San Juan de la Cruz,San Agustín,la Biblia o el Breviario,textos que acompañaban sus viajes a Buenos Aires en el ferrocarril.En sus últimos años hizo varias ilustraciones sobre la vida de Jesús,que no pudo concluir.Murió el 31 de Julio de 1952,día de San Ignacio de Loyola,fundador de los jesuitas. Curiosamente no hubo flores en su sepelio.El 26 de Julio había muerto Eva Perón y en los días subsiguientes no se pudieron conseguir.
(Fuente: Editorial San Pablo/Vida Pastoral Nº 308/Julio 2012).
Genia !! Todavía le restan mas homenajes