El intendente,le encargó al escultor don Rafael Radogna (empleado municipal a la vez) esculpiera en piedra la cabeza del sabio Florentino Ameghino para colocarla en la barranca de Punta Iglesia,es decir donde se halla hoy.Elegido el bloque en la “Cantera del Griego” (Tucumán esquina Laprida),dió comienzo a la obra el citado escultor,quien por su baja estatura y diminuto cuerpo,diríase desaparecer ante el tamaño de la piedra.Era este artista sumamente hábil e inteligente,mas no siempre afortunado en las obras de grandes medidas,por lo que mas de una vez fue criticado,pero cuando se trataba de cosas pequeñas,es decir,que estuvieran de acuerdo con su físico,era exquisitamente delicado,sus trabajos admirables.No obstante,disentí con él varias veces,pero lo respetaba y admiraba,sobre todo,por llevar con resignación la pobreza en aras de su amor al arte.Dos meses después de esbozar la cabeza,a la que me invitaba de vez en cuando a ver y darle mi opinión,se presentó en mi casa diciéndome con su marcado acento italiano:
-El señor intendente me ha dicho que tengo que terminar el Ameghino en 15 días.¡En 15 días!,¿Que le parece?.
-Hágale presente que no es posible…
-Se lo dije…Mas insiste en que termine la obra…
-Siendo así,usted verá lo que hace.Pero no se olvide que si fracasa en esta,le será difícil conseguir luego otro trabajo en la ciudad…
Tiempo después llegaba el Gobernador de la Provincia a inagurar la citada escultura incrustada ya en la barranca Punta Iglesia.
Aquel mismo día,una hora antes de la inaguración,se presentó de nuevo en mi casa el escultor amigo,diciéndome profundamente amargado:
-Me están haciendo una acción injustificable,un gran desaire,dentro de un rato van a inagurar el Ameghino y no me han invitado…
-Agregando luego unas palabras nada tranquilizadoras para la seguridad de la escultura.(La amenaza que dejara traslucur el citado artista,no tiene nada que ver con la rajadura que se observa en ella.Dicha rajadura apareció cuando estaba por terminar la obra.Hago esta aclaración,por que he oído algunas veces que fue hecha intencionalmente por el escultor).Poco después volvió a comunicarme le habían invitado…
Su palabra trasuntaba la emoción que le embargaba,los ojos le brillaban de alegría…Mas adelane varios artistas,naturalmente amigos suyos,solicitaron a la Municipalidad,por intermedio del escritor Agustín Rodriguez,le fuera concedida una recompensa especial por el trabajo realizado,solicitud que felizmente fué oída.
(Fuente: Manuel García Brugos.-escritor y poeta,-libro: 50 años de la vida literaria y artística en MdP. Ed. Plus Ultra-1965-).
El escultor Rafael Radogna tenía su atelier en el subsuelo de la Rambla Bristol. Allí enseñaba, en los años treinta, a jóvenes alumnos, entre los que se encontraba mi madre, Lucía Gennaro.
El intendente,le encargó al escultor don Rafael Radogna (empleado municipal a la vez) esculpiera en piedra la cabeza del sabio Florentino Ameghino para colocarla en la barranca de Punta Iglesia,es decir donde se halla hoy.Elegido el bloque en la “Cantera del Griego” (Tucumán esquina Laprida),dió comienzo a la obra el citado escultor,quien por su baja estatura y diminuto cuerpo,diríase desaparecer ante el tamaño de la piedra.Era este artista sumamente hábil e inteligente,mas no siempre afortunado en las obras de grandes medidas,por lo que mas de una vez fue criticado,pero cuando se trataba de cosas pequeñas,es decir,que estuvieran de acuerdo con su físico,era exquisitamente delicado,sus trabajos admirables.No obstante,disentí con él varias veces,pero lo respetaba y admiraba,sobre todo,por llevar con resignación la pobreza en aras de su amor al arte.Dos meses después de esbozar la cabeza,a la que me invitaba de vez en cuando a ver y darle mi opinión,se presentó en mi casa diciéndome con su marcado acento italiano:
-El señor intendente me ha dicho que tengo que terminar el Ameghino en 15 días.¡En 15 días!,¿Que le parece?.
-Hágale presente que no es posible…
-Se lo dije…Mas insiste en que termine la obra…
-Siendo así,usted verá lo que hace.Pero no se olvide que si fracasa en esta,le será difícil conseguir luego otro trabajo en la ciudad…
Tiempo después llegaba el Gobernador de la Provincia a inagurar la citada escultura incrustada ya en la barranca Punta Iglesia.
Aquel mismo día,una hora antes de la inaguración,se presentó de nuevo en mi casa el escultor amigo,diciéndome profundamente amargado:
-Me están haciendo una acción injustificable,un gran desaire,dentro de un rato van a inagurar el Ameghino y no me han invitado…
-Agregando luego unas palabras nada tranquilizadoras para la seguridad de la escultura.(La amenaza que dejara traslucur el citado artista,no tiene nada que ver con la rajadura que se observa en ella.Dicha rajadura apareció cuando estaba por terminar la obra.Hago esta aclaración,por que he oído algunas veces que fue hecha intencionalmente por el escultor).Poco después volvió a comunicarme le habían invitado…
Su palabra trasuntaba la emoción que le embargaba,los ojos le brillaban de alegría…Mas adelane varios artistas,naturalmente amigos suyos,solicitaron a la Municipalidad,por intermedio del escritor Agustín Rodriguez,le fuera concedida una recompensa especial por el trabajo realizado,solicitud que felizmente fué oída.
(Fuente: Manuel García Brugos.-escritor y poeta,-libro: 50 años de la vida literaria y artística en MdP. Ed. Plus Ultra-1965-).
en la Foto nº 7818,enviada por el Sr. Josè Alberto Lago,leemos en su epìgrafe:
Preparación del terreno donde fue emplazado el monumento a Ameghino”.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/7818
El escultor Rafael Radogna tenía su atelier en el subsuelo de la Rambla Bristol. Allí enseñaba, en los años treinta, a jóvenes alumnos, entre los que se encontraba mi madre, Lucía Gennaro.