Linda foto, señor Iriarte. Cruzar de un lado al otro del Torreón por las rocas y ese bosque de columnas era toda una aventura que corríamos varios chicos. Muchas veces el mar bravo lo hacía más excitante, ya que el golpe de las olas producía un extraña amplificación sonora.
Foto al revés en espejo.
Linda foto, señor Iriarte. Cruzar de un lado al otro del Torreón por las rocas y ese bosque de columnas era toda una aventura que corríamos varios chicos. Muchas veces el mar bravo lo hacía más excitante, ya que el golpe de las olas producía un extraña amplificación sonora.