El epígrafe original que acompaña a la presente en Revista “Caras y Caretas” dice :
“Entrada principal del Hotel , donde se ve la enredadera en forma de cruz”.
Acerca de la dicha enredadera y del Saint James se detalla en la publicación una interesante “leyenda” relatada por Manuel María Oliver y se acompaña por otras cuatro imágenes además de la que aquí apreciamos por gentileza del Sr. Iriarte.
Evidentemente nos encontramos ante la presencia de al menos dos posibilidades : o bien los editores de la mencionada Revista utilizaban para su publicación imágenes pertenecientes al Archivo General de la Nación (cuya fundación original como “Archivo de la Provincia de Bs.As. data del año 1821) ; o en éste último se preservan fotografías tomadas por los enviados de “Caras y Caretas” .
Recuerdo que no hace mucho tiempo el Lic. Ángel Somma advirtió análogas situaciones en otras dos imágenes del blog .
Tal parece , en aquel entonces a ésta entrada se la tomaba por la principal , aún al no tratarse de la que todos hemos visto en numerosas tomas que daba su frente al mar.
Sr. Iriarte. Gracias por traer esta imagen creo nunca vista parte trasera de dicho edificio se ve al centro el techo de cuerpo central y si miramos su frente se ve lo que seria el zotano al ser el terreno en bajada hacia el boulevard, este edificio se empezó a construir en 1887 y se demolió entre 1923 al 25
Sr Enrique:se trata de la parte posterior del hotel,cuya entrada principal daba sobre la prolongacion imaginaria de la calle Gazcon.El hotel Saint james ocupaba las cuatro manzanas irregulares delimitadas por las calles Carlos Pellegini,Alberti,Gral Paz y Boulevard Maritimo,Con posterioridad a la demolicion del hotel,en la decada del 20 se abrieron las calles Urquiza y Gazcon.Las cuatro manzanas originales fueron adquiridas por Concepcion Unzue de Casares(“Cochonga”).El hotel fue visitado en su momento por el presidente Roque Saenz Peña(hay fotos),que planeo comprarlo y terminarlo para ser utilizado como residencia presidencial.Tambien se proyecto adquirir el edificio abandonado para completar su edificacion y que funcionara alli una escuela naval.En la esquina de Gral Paz y Boulevard Maritimo,hoy un terreno baldio ,puede todavia apreciarse intacto el muro de contencion o parapeto de piedra,con sus desagues pluviales,que es lo unico que se ha salvado del historico edificio,contruido hacia 1889.Puede cotejarse muchas de las fotos de epoca del hotel Saint James en ruinas que han venido apareciendo en “Fotos de Familia” con el aspecto actual de dicha esquina, para comprobar que dicho muro o parapeto es el original de fines del siglo XIX.En el terreno de Gral Paz y Boul. Maritimo,hoy todavia baldio,pueden apreciarse aun los hierros que sostenian un cartel de Gancia,que se ve en las postales de Playa Varese de la decada del 70.
Ignacio Iriarte
En la revista mencionada por el Profesor Juliàn Daniel Mendozzi,pude encontrar el artìculo de referencia,se trata de un escrito a dos pàginas por Manuel Marìa Oliver,acompañado de 6 fotos,entre ellas el interior del edificio en ruinas,y la persona que allì vivìa y su perro blanco con manchas oscuras en su cabeza,lomo y cola.
El titulo de la nota es: El Castillo de los Misterios -Saint James-
Y dice textualmente:
Las mas nuevas ciudades tienen viejas leyendas como los jòvenes suelen soñar con imaginarios y singulares episodios de existencia que no vivieron.Una torre derruìda donde moren,duendes,gnomos y lechuzas presta gran servicio a cualquier urbe en formaciòn: ella despierta en el ànimo de las gentes despreocupadas,poco apegadas al pasado,la inevitable gravitaciòn al misterio,por escèpticas y descreìdas que sean..La historia equivale a la torre derruìda,que cada ser mira a su manera y segùn su temperamento.En la explanada de Mar del Plata asentado en la loma,un edificio,sin puertas,ni ventanas,ni balcones,alza su silueta sobre el mar.De lejos sus finas lìneas arquitectònicas,las agudas aristas de sus techos,la masa total le dan el aspecto de un soberbio castillo.Podrìamos suponer residencia de un noble de la corte de los Luises,y hasta la fantasìa aguzada por la apariciòn,habrà vislumbrado en lo alto de la muralla el paseo del centinela de empenachado casco.De cerca,el castillo falaz de nuestra mente se viene abajo: aquello es muestra del que el tiempo carcome,tritura,muerde,despedaza;que nada resiste a su imperio y que si la mano del hombre abandona su obra,con mayor rapidez esta se disuelve implacablemente.El monumento de piedra,cal y canto,macizo,preciso geomètricamente,de puro estilo,hace treinta años que gime,resistièndose a los huracanes con pasividad heroica.Se cae a pedazos,sus muros se desmoronan,los techos crujen,los tirantes ceden,pero sus almenas,como escudos impenetrables,estàn enhiestas,contemplando con las pupilas obscuras de sus desnudos e impracticables observatorios de la bella ciudad que sonrìe entre flores y mùsica,ignorante de los miserables restos de lo que debiò ser mansiòn de placeres,y es un montòn de escombros.¿Quien asentò el palacio?;¿Como?;¿Cuando?.Los anales de Mar del Plata no lo registran.Mar delPlata no posee historia escrita,ni historiadores;pero tiene tradiciones.La tradiciòn se perpetùa en la memoria de los viejos,que segùn Wund estàn dotados de maravillosa clarovidencia retrospectiva.A ellos acudo,con mayor seguridad que archivos y papelotes: oyendo la resonancia històrica se aprende lo que no explican infolios y pergaminos ni papiros.Si hubìeramos escuhado la narraciòn de paso de las Termòpilas por Leònidas,o las campañas de Cèsar por el mismo,o las de Napoleòn,o la Batalla de San Lorenzo narrada por San Martìn…Siendo Mar del Plata el “Chiche”,el Eldorado de verano de los argentinos,su pasado abrazan capìtulos breves,que se graban durante la canìcula y se detienen en la primera brisa oceànica que viaja del Sud,en marcha lenta pero segura.El anciano medita,se concentra,golpea sus sienes con los nudillos de los dedos: ¡Saint James! venticinco,treinta años que lo construyeron para hotel.Querìan con èl,combatir al Brìstol.Lo dejaron casi listo,hasta artesanado y decorado.Uno de los ingenieros se suicidò cuando la sociedad quebrò.Ahora hay pleito largo señor…No volvieron a èl desde entonces…¿Hay un pleito? Me supongo que correrà pareja con el castllo: montañas de papel,escombros de argumentos,tinita que cual la lluvia,diluye las ideas.Perdòneme Spencer,pero no creo ni aùn en la justicia natural.Es seguro que cuando se falle el expediente,este alcance un millòn de fojas,hable de la propiedad como cosa intacta pero no escrita,recordemos el bando del gobernador español en el siglo XVI,prohibiendo entrar en sus dominios a abogados y leguleyos,para preservar a su pueblo de luchas,intrigas y discusiones peligrosas.Constituye Saint James,asi se lo denomina,o asi debiò llamàrse al hermoso hotel,el primer monumento arqueològico real de Mar del Plata,que todos han visto,pero nadie ha visitado.El Torreòn es un juguetito de bazar,y las cadenas y cañones llenos de moho del Cabo Corrientes,el entretenimiento de un edil empeñoso Saint James,en camino atormentado,proyecta su esbelta y atrayente armazòn con cierta eficacia y revela un pasado de grandeza y de empresas atrevidas,que no cede ni cederà todavìa al embate de la ingratitud y el desvìo.Entro al castillo misterioso,cruzando el malezal,alto y tupido,que avanza,hacia la base de roca,como ofendièndolo con sus zarzas y espinas de la invasiòn humana.Una bandada de blancas palomas tienden el vuelo por el espacio,revolotean y tornan a las cornisa,posàndose en ellas con suavidad.Todo es silencio y paz,como si allì no hubiese llegado nunca el bullicio humano.De vez en cuando suenan en alguna parte risas,voces,ruidos,son la gente que pasean por la explanada,y que no paran mientes en este muerto que no acaba de enterrarse a si mismo.Nadie a sufrido ni ha gozado bajo los techos agujeriados,hendidos,heridos por el rayo: el ùnico que se queja es el viento,que en las noches invernales brama,ruge,clama,etorcièndose,maderas,
hierro,acero,con sus iras implacables.La columna fèrrea ha sido retorcida,casi quebrada por su mùsculo de gigante.Por el hueco del ventanal,a travès de la oscuridad proyectada por las paredes,se divisa pedazo de cielo,el mar,y en su fondo,la vela de un bote pescador,cuando que ninguna mano pintò,y al que artìfice alguno colocò marco.Las horas duermen allì,horas interminables y siniestras durante las noches,dulces y vagas,en los dìas en que el sol ilumina hasta las tumbas.Sola la señorial entrada,donde falta el puente levadizo para repetir la escena del señor feudal,rebelde a la evoluciòn,se trepa una enredadera,que ha aparecido como surge las cosas del mundo y de la naturaleza: por azar.La hiedra tupida,decidida,abraza las ruinas,se eleva,la estrecha con amaorosa minuciosidad y en altura,se bifurca en cruz,una cruz verde,espaciosa,simetrica,uniforme,que corre por el mar,y que traduce quizàs el epitafio del destino.Un solo hombre mora en el castillo.Es un criollo y sintètico,que habla poco,como todos los que tienen como compañero a la soledad.De tanto lujo,de tanta luz,de tanta armonìa,solo quedan las ruinas y este valiente.Valiente si,porque en las ruinas ha de ser pesadilla el sueño,tortura el desvelo,alarma constante el ruido sin procedencia,la sombra fugitiva y pesada,inestable y cambiante.El trozo de torre que se desploma asemeja a un cañonazo;el crujir del cimiennto,parece el trabajo de endiablados obreros del infierno,el roncar de las olas en las rompientes el anuncio del vendaval.Lo auxilia un perro grande y noble,que de madrugada aulla como en los cuentos de Hoffman,cuando la luna filtra su rayo de plata por las hendiduras,y que conoce recobecos y subterràneos.Ese perro no sale del castillo,no saldrà,mientras su amo sea el amo de esa casa sin abrigo.¡Ah!,pero habita en Saint James un huèsped maldito: el de la desgracia,el de la supersticiòn,el que hace persignar a las ancianas y temblar a los niños dentro de sus camitas.El criollo me lo nombra,señalàndome su còmodo reducto,el departamento de verano que ocupa sin gastos ni impuestos,con sus descendientes de su casta inmortalizada por Poe.Es un mochuelo audaz,terrible,implacable,que entona sarcàsticos nocturnos y que rìe de manera extraña,cuando Saint James se hunde dolorosamente en el polvo de la nada.Simil de la humanidad,de la negaciòn,del caos,su reino se limita por el infortunio.Salgo del castillo: yo tambièn me imagino que en el gran salòn de fiestas,bailan danzas macabras,duendes gnomos,apariciones dantescas;que horrorosa orquesta ejecuta marchas y sinfonìas de ultratumba,mientras las sibilas preparan sus tremendos brebajes y el mochuelo se divierte desde el balcòn.El criollo me despide,sonriente,sin melancolìa,filosòficamente resignado y un esplèndido gallo,sacudièndo sus alas,lanza a los aires su vibrante clarinada de esperanza,que aclaran y estremecen a las desoladas murallas vencidas y mustias.
AMPLIANDO LA FOTO PODEMOS VER A DOS PERSONAS QUE APARENTEMENTE ESTARÍAN SENTADAS.¿ALGUNO DE ELLOS SERÁ EL “SINTÉTICO” HABITANTE DEL SAINT. JAMES MENCIONADO EN EL ARTÍCULO QUE APORTA EL LIC. SOMMA?. UN DOCUMENTO IMPRESIONANTE.
En los epìgrafes de las fotos publicadas,en la nota de referencia(Revista Caras y Caretas) leemos:
Foto 1,ubicada en la parte superior de la primera pàgina:
“Vista General del Hotel Saint James abandonado hace 30 años”.
Foto 2,en la misma pàgina,en el medio y hacia la izquierda:
“Una de las Torres sobre el mar”
Foto 3: en la parte de abajo de la misma pàgina:
“Entrada principal del Hotel donde se ve la enredadera en forma de cruz”.(ya mencionado anteriormente por el Profesor Julìan D. Mendozzi)
Foto 4: en la siguiente pàgina en la parte de arriba:
“El salòn comedor del Castillo”
Foto 5: debajo de la anterior:
“Los ùnicos habitantes del Castillo,el peòn Guillen,su perro y las gallinas”
Foto 6: ubicada en la parte de abajo de la misma pagina:
“Vista que se domina desde la terraza del hotel.
Sr. Ignacio, no parece corresponder con el frente que daba al mar, o acaso si es la parte posterior, esa seria su entrada principal.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/4862
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/3894
Atte.: Enrique Mario Palacio
El epígrafe original que acompaña a la presente en Revista “Caras y Caretas” dice :
“Entrada principal del Hotel , donde se ve la enredadera en forma de cruz”.
Acerca de la dicha enredadera y del Saint James se detalla en la publicación una interesante “leyenda” relatada por Manuel María Oliver y se acompaña por otras cuatro imágenes además de la que aquí apreciamos por gentileza del Sr. Iriarte.
Evidentemente nos encontramos ante la presencia de al menos dos posibilidades : o bien los editores de la mencionada Revista utilizaban para su publicación imágenes pertenecientes al Archivo General de la Nación (cuya fundación original como “Archivo de la Provincia de Bs.As. data del año 1821) ; o en éste último se preservan fotografías tomadas por los enviados de “Caras y Caretas” .
Recuerdo que no hace mucho tiempo el Lic. Ángel Somma advirtió análogas situaciones en otras dos imágenes del blog .
Tal parece , en aquel entonces a ésta entrada se la tomaba por la principal , aún al no tratarse de la que todos hemos visto en numerosas tomas que daba su frente al mar.
Prof. Julián Mendozzi.
Sr. Iriarte. Gracias por traer esta imagen creo nunca vista parte trasera de dicho edificio se ve al centro el techo de cuerpo central y si miramos su frente se ve lo que seria el zotano al ser el terreno en bajada hacia el boulevard, este edificio se empezó a construir en 1887 y se demolió entre 1923 al 25
Sr Enrique:se trata de la parte posterior del hotel,cuya entrada principal daba sobre la prolongacion imaginaria de la calle Gazcon.El hotel Saint james ocupaba las cuatro manzanas irregulares delimitadas por las calles Carlos Pellegini,Alberti,Gral Paz y Boulevard Maritimo,Con posterioridad a la demolicion del hotel,en la decada del 20 se abrieron las calles Urquiza y Gazcon.Las cuatro manzanas originales fueron adquiridas por Concepcion Unzue de Casares(“Cochonga”).El hotel fue visitado en su momento por el presidente Roque Saenz Peña(hay fotos),que planeo comprarlo y terminarlo para ser utilizado como residencia presidencial.Tambien se proyecto adquirir el edificio abandonado para completar su edificacion y que funcionara alli una escuela naval.En la esquina de Gral Paz y Boulevard Maritimo,hoy un terreno baldio ,puede todavia apreciarse intacto el muro de contencion o parapeto de piedra,con sus desagues pluviales,que es lo unico que se ha salvado del historico edificio,contruido hacia 1889.Puede cotejarse muchas de las fotos de epoca del hotel Saint James en ruinas que han venido apareciendo en “Fotos de Familia” con el aspecto actual de dicha esquina, para comprobar que dicho muro o parapeto es el original de fines del siglo XIX.En el terreno de Gral Paz y Boul. Maritimo,hoy todavia baldio,pueden apreciarse aun los hierros que sostenian un cartel de Gancia,que se ve en las postales de Playa Varese de la decada del 70.
Ignacio Iriarte
En la revista mencionada por el Profesor Juliàn Daniel Mendozzi,pude encontrar el artìculo de referencia,se trata de un escrito a dos pàginas por Manuel Marìa Oliver,acompañado de 6 fotos,entre ellas el interior del edificio en ruinas,y la persona que allì vivìa y su perro blanco con manchas oscuras en su cabeza,lomo y cola.
El titulo de la nota es: El Castillo de los Misterios -Saint James-
Y dice textualmente:
Las mas nuevas ciudades tienen viejas leyendas como los jòvenes suelen soñar con imaginarios y singulares episodios de existencia que no vivieron.Una torre derruìda donde moren,duendes,gnomos y lechuzas presta gran servicio a cualquier urbe en formaciòn: ella despierta en el ànimo de las gentes despreocupadas,poco apegadas al pasado,la inevitable gravitaciòn al misterio,por escèpticas y descreìdas que sean..La historia equivale a la torre derruìda,que cada ser mira a su manera y segùn su temperamento.En la explanada de Mar del Plata asentado en la loma,un edificio,sin puertas,ni ventanas,ni balcones,alza su silueta sobre el mar.De lejos sus finas lìneas arquitectònicas,las agudas aristas de sus techos,la masa total le dan el aspecto de un soberbio castillo.Podrìamos suponer residencia de un noble de la corte de los Luises,y hasta la fantasìa aguzada por la apariciòn,habrà vislumbrado en lo alto de la muralla el paseo del centinela de empenachado casco.De cerca,el castillo falaz de nuestra mente se viene abajo: aquello es muestra del que el tiempo carcome,tritura,muerde,despedaza;que nada resiste a su imperio y que si la mano del hombre abandona su obra,con mayor rapidez esta se disuelve implacablemente.El monumento de piedra,cal y canto,macizo,preciso geomètricamente,de puro estilo,hace treinta años que gime,resistièndose a los huracanes con pasividad heroica.Se cae a pedazos,sus muros se desmoronan,los techos crujen,los tirantes ceden,pero sus almenas,como escudos impenetrables,estàn enhiestas,contemplando con las pupilas obscuras de sus desnudos e impracticables observatorios de la bella ciudad que sonrìe entre flores y mùsica,ignorante de los miserables restos de lo que debiò ser mansiòn de placeres,y es un montòn de escombros.¿Quien asentò el palacio?;¿Como?;¿Cuando?.Los anales de Mar del Plata no lo registran.Mar delPlata no posee historia escrita,ni historiadores;pero tiene tradiciones.La tradiciòn se perpetùa en la memoria de los viejos,que segùn Wund estàn dotados de maravillosa clarovidencia retrospectiva.A ellos acudo,con mayor seguridad que archivos y papelotes: oyendo la resonancia històrica se aprende lo que no explican infolios y pergaminos ni papiros.Si hubìeramos escuhado la narraciòn de paso de las Termòpilas por Leònidas,o las campañas de Cèsar por el mismo,o las de Napoleòn,o la Batalla de San Lorenzo narrada por San Martìn…Siendo Mar del Plata el “Chiche”,el Eldorado de verano de los argentinos,su pasado abrazan capìtulos breves,que se graban durante la canìcula y se detienen en la primera brisa oceànica que viaja del Sud,en marcha lenta pero segura.El anciano medita,se concentra,golpea sus sienes con los nudillos de los dedos: ¡Saint James! venticinco,treinta años que lo construyeron para hotel.Querìan con èl,combatir al Brìstol.Lo dejaron casi listo,hasta artesanado y decorado.Uno de los ingenieros se suicidò cuando la sociedad quebrò.Ahora hay pleito largo señor…No volvieron a èl desde entonces…¿Hay un pleito? Me supongo que correrà pareja con el castllo: montañas de papel,escombros de argumentos,tinita que cual la lluvia,diluye las ideas.Perdòneme Spencer,pero no creo ni aùn en la justicia natural.Es seguro que cuando se falle el expediente,este alcance un millòn de fojas,hable de la propiedad como cosa intacta pero no escrita,recordemos el bando del gobernador español en el siglo XVI,prohibiendo entrar en sus dominios a abogados y leguleyos,para preservar a su pueblo de luchas,intrigas y discusiones peligrosas.Constituye Saint James,asi se lo denomina,o asi debiò llamàrse al hermoso hotel,el primer monumento arqueològico real de Mar del Plata,que todos han visto,pero nadie ha visitado.El Torreòn es un juguetito de bazar,y las cadenas y cañones llenos de moho del Cabo Corrientes,el entretenimiento de un edil empeñoso Saint James,en camino atormentado,proyecta su esbelta y atrayente armazòn con cierta eficacia y revela un pasado de grandeza y de empresas atrevidas,que no cede ni cederà todavìa al embate de la ingratitud y el desvìo.Entro al castillo misterioso,cruzando el malezal,alto y tupido,que avanza,hacia la base de roca,como ofendièndolo con sus zarzas y espinas de la invasiòn humana.Una bandada de blancas palomas tienden el vuelo por el espacio,revolotean y tornan a las cornisa,posàndose en ellas con suavidad.Todo es silencio y paz,como si allì no hubiese llegado nunca el bullicio humano.De vez en cuando suenan en alguna parte risas,voces,ruidos,son la gente que pasean por la explanada,y que no paran mientes en este muerto que no acaba de enterrarse a si mismo.Nadie a sufrido ni ha gozado bajo los techos agujeriados,hendidos,heridos por el rayo: el ùnico que se queja es el viento,que en las noches invernales brama,ruge,clama,etorcièndose,maderas,
hierro,acero,con sus iras implacables.La columna fèrrea ha sido retorcida,casi quebrada por su mùsculo de gigante.Por el hueco del ventanal,a travès de la oscuridad proyectada por las paredes,se divisa pedazo de cielo,el mar,y en su fondo,la vela de un bote pescador,cuando que ninguna mano pintò,y al que artìfice alguno colocò marco.Las horas duermen allì,horas interminables y siniestras durante las noches,dulces y vagas,en los dìas en que el sol ilumina hasta las tumbas.Sola la señorial entrada,donde falta el puente levadizo para repetir la escena del señor feudal,rebelde a la evoluciòn,se trepa una enredadera,que ha aparecido como surge las cosas del mundo y de la naturaleza: por azar.La hiedra tupida,decidida,abraza las ruinas,se eleva,la estrecha con amaorosa minuciosidad y en altura,se bifurca en cruz,una cruz verde,espaciosa,simetrica,uniforme,que corre por el mar,y que traduce quizàs el epitafio del destino.Un solo hombre mora en el castillo.Es un criollo y sintètico,que habla poco,como todos los que tienen como compañero a la soledad.De tanto lujo,de tanta luz,de tanta armonìa,solo quedan las ruinas y este valiente.Valiente si,porque en las ruinas ha de ser pesadilla el sueño,tortura el desvelo,alarma constante el ruido sin procedencia,la sombra fugitiva y pesada,inestable y cambiante.El trozo de torre que se desploma asemeja a un cañonazo;el crujir del cimiennto,parece el trabajo de endiablados obreros del infierno,el roncar de las olas en las rompientes el anuncio del vendaval.Lo auxilia un perro grande y noble,que de madrugada aulla como en los cuentos de Hoffman,cuando la luna filtra su rayo de plata por las hendiduras,y que conoce recobecos y subterràneos.Ese perro no sale del castillo,no saldrà,mientras su amo sea el amo de esa casa sin abrigo.¡Ah!,pero habita en Saint James un huèsped maldito: el de la desgracia,el de la supersticiòn,el que hace persignar a las ancianas y temblar a los niños dentro de sus camitas.El criollo me lo nombra,señalàndome su còmodo reducto,el departamento de verano que ocupa sin gastos ni impuestos,con sus descendientes de su casta inmortalizada por Poe.Es un mochuelo audaz,terrible,implacable,que entona sarcàsticos nocturnos y que rìe de manera extraña,cuando Saint James se hunde dolorosamente en el polvo de la nada.Simil de la humanidad,de la negaciòn,del caos,su reino se limita por el infortunio.Salgo del castillo: yo tambièn me imagino que en el gran salòn de fiestas,bailan danzas macabras,duendes gnomos,apariciones dantescas;que horrorosa orquesta ejecuta marchas y sinfonìas de ultratumba,mientras las sibilas preparan sus tremendos brebajes y el mochuelo se divierte desde el balcòn.El criollo me despide,sonriente,sin melancolìa,filosòficamente resignado y un esplèndido gallo,sacudièndo sus alas,lanza a los aires su vibrante clarinada de esperanza,que aclaran y estremecen a las desoladas murallas vencidas y mustias.
AMPLIANDO LA FOTO PODEMOS VER A DOS PERSONAS QUE APARENTEMENTE ESTARÍAN SENTADAS.¿ALGUNO DE ELLOS SERÁ EL “SINTÉTICO” HABITANTE DEL SAINT. JAMES MENCIONADO EN EL ARTÍCULO QUE APORTA EL LIC. SOMMA?. UN DOCUMENTO IMPRESIONANTE.
Otra vista del hotel, enviada por el Sr. Federico Morgan:
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/8335
En los epìgrafes de las fotos publicadas,en la nota de referencia(Revista Caras y Caretas) leemos:
Foto 1,ubicada en la parte superior de la primera pàgina:
“Vista General del Hotel Saint James abandonado hace 30 años”.
Foto 2,en la misma pàgina,en el medio y hacia la izquierda:
“Una de las Torres sobre el mar”
Foto 3: en la parte de abajo de la misma pàgina:
“Entrada principal del Hotel donde se ve la enredadera en forma de cruz”.(ya mencionado anteriormente por el Profesor Julìan D. Mendozzi)
Foto 4: en la siguiente pàgina en la parte de arriba:
“El salòn comedor del Castillo”
Foto 5: debajo de la anterior:
“Los ùnicos habitantes del Castillo,el peòn Guillen,su perro y las gallinas”
Foto 6: ubicada en la parte de abajo de la misma pagina:
“Vista que se domina desde la terraza del hotel.