Al fondo se ve la antigua ‘pedana’ de tiro de Pigeon Club, apoyada sobre un sistema de columnas entre las cuales golpeaban las olas. De niños cruzábamos por entre las piedras bajo ese inmenso techo y nos parecía toda una aventura. Hoy han hecho retirarse al mar para crear más espacio seco, y una playa fraccionada en numerosas parcelas, perfectamente demarcadas para controlar a posibles intrusos. Entre las columnas han construido una especie de entrepiso cuya función desconozco, probablemente sea una confitería. La fotografía de las distendidas señoras es un lindo documento, señor Fernández. Muchas gracias.
Bajo la pedana del Torreón del Monje, entre 1981 y 1983 se comenzó la construcción de un gran salón de “usos múltiples”, reforzando toda la estructura de zapatas, columnas, vigas y riostras, cerrando con losas de distintos niveles entre las vigas intermedias de dicha estructura. En el lado que da al S.E. funcionó una marisquería, la que fue arrasada por una sudestada, ya que todavía no estaba terminado el escollerado de protección. También varias temporadas hubo un laberinto estilo tren fantasma pero de a pié, llamado “Las catacumbas del terror”; en el lado N.O. un gran salón de fiestas donde se realizaron distinto tipo de reuniones y celebraciones, como casamientos, cumpleaños, fiestas de egresados, desfiles de modas, conferencias, concursos, etc. Así como actuación de artistas de diversos géneros. También hubo un “boliche” bailable, que en la temporada 85/86 manejaron “Yuyito” González y su pareja de entonces, Guillermo Cóppola. En otro sector se montó un pequeño teatro donde fue representada varios meses la obra “La Ratonera” de Agatha Christie, dirigida por el recordado Francisco Rinaldi(F.Cotroneo). En 1989/90 funcionó una gran feria con “stands” de diverso tipo, la que también sufrió consecuencias en un temporal.
Gracias a usted Lafra por sus comentarios. Me ha hecho recordar la aventura de pasar por debajo de ese techo y llegar por las piedras hasta la Playa de los Ingleses, hoy Varesse. Las señoras distendidas son mi mama (atras) y una hermana de ella. Pensar que una foto transmite a otras personas recuerdos y emociones vividas, como si estuvieran escondidas en ellas. Muchas gracias
Muchas gracias señor Ramonet por sus datos. Estoy muy distante de MdP como para verificar por mí mismo las cosas. Sólo puedo recurrir a las imágenes de Google y a la amabilidad de foristas que, como usted, abundan en precisas informaciones. En este caso, las numerosas remodelaciones y explotaciones del lugar no son de mi total agrado. Muchas gracias. Lafra.
Señor Fernández: efectivamente, son muchas las fotografías y explicaciones que aparecen en Fotos de Familia que tienen la virtud de transportarme a épocas de mi niñez y adolescencia, cuando viví en una MdP bastante diferente a la que existe hoy. Su foto me revivió esas aventuras que parece haber disfrutado también usted, lindos recuerdos que reaparecen de sus escondites. Mis saludos. Lafra.
Sr. Lafra agradezco sus conceptos. En cuanto a lo que expresa sobre las remodelaciones y explotación, debo decir que estoy en gran parte de acuerdo con Ud, salvo en que hay que recordar que en 1979 estaba muy deteriorado y la Municipalidad (en ese entonces con Mario Roberto Russak al frente) tenía dos opciones: Darlo en concesión o demolerlo y hacer un gran mirador y plataforma de pesca. Se optó por lo primero, y la firma que resultó concesionaria realizó una gran obra de puesta en valor… Así fueron los primeros años 1980,81,82,83… Luego con el transcurso del tiempo y hasta el presente hubo más remodelaciones y explotaciones anexas que realmente no fueron tampoco de mi agrado. Un cordial saludo, Ramonet.
Espectaculares los comentarios de los Sres.Lafra y Ramonet ; éste tipo de comentarios los voy “guardando” en mi memoria como si se tratase de la lectura de un libro.
Lo único que recuerdo con claridad son las “catacumbas del terror” , e incluso tengo alguna fotografía allí y recuerdo muy vagamente haber visto un ataúd flotando entre unas columnas de hormigón golpeándose contra ellas por efecto del movimiento del agua…pero solo eso.
Agradecido a ambos por sus explicaciones.
Prof. Julián Mendozzi.
Esa pedana abierta también era el hogar de un sonido que perdimos y que seguro todos tenemos guardados en nuestra memoria. Cuando el mar estaba inquieto golpeaba muy fuerte contra las rocas y también contra el piso de la pedana y producía un estruendo muy particular porque era una especie de caja de resonancia. Ese estruendo se escuchaba desde bastante distancia. Era uno de los muchos sonidos de la playa que conservo por siempre junto a muchos otros. El del mar en sus distintas condiciones, las voces de la gente conversando distendida y sobre todo la de los chicos jugando. El “toc” de la paleta golpeando la pelotita. El vendedor de gaseosas golpeando la bandeja metálica con su destapador. El heladero que estiraba la e y se comía la d (heeelao)…bueno, me puse nostálgico.
Para seguir recordando cuando niños jugabamos en el lugar y era como dicen una aventura, recuerdo al pasar por debajo de la pedana al centro de la misma afloraba hacia abajo un cajón de madera donde un operario manejaba el lanzador de discos variando la salida de los mismos para dificultar al tirador. Atte. José Alberto Lago.
Me han dado esa referencia, señor Tomassi. Una vez que pasé con el mar un poco bravo, escuché esa resonancia del embate, pero enseguida me dijeron que cuando había tormentas fuertes, el estruendo era impresionante, y hacía vibrar todo. Lindos recuerdos. De acuerdo también con el vínculo nostálgico, al menos en mi caso. Saludos.
Que hermosa foto!!! Esas sandalias me hacen acordar a unas parecidas que usaba mi mamá!!!!!!
Al fondo se ve la antigua ‘pedana’ de tiro de Pigeon Club, apoyada sobre un sistema de columnas entre las cuales golpeaban las olas. De niños cruzábamos por entre las piedras bajo ese inmenso techo y nos parecía toda una aventura. Hoy han hecho retirarse al mar para crear más espacio seco, y una playa fraccionada en numerosas parcelas, perfectamente demarcadas para controlar a posibles intrusos. Entre las columnas han construido una especie de entrepiso cuya función desconozco, probablemente sea una confitería. La fotografía de las distendidas señoras es un lindo documento, señor Fernández. Muchas gracias.
Bajo la pedana del Torreón del Monje, entre 1981 y 1983 se comenzó la construcción de un gran salón de “usos múltiples”, reforzando toda la estructura de zapatas, columnas, vigas y riostras, cerrando con losas de distintos niveles entre las vigas intermedias de dicha estructura. En el lado que da al S.E. funcionó una marisquería, la que fue arrasada por una sudestada, ya que todavía no estaba terminado el escollerado de protección. También varias temporadas hubo un laberinto estilo tren fantasma pero de a pié, llamado “Las catacumbas del terror”; en el lado N.O. un gran salón de fiestas donde se realizaron distinto tipo de reuniones y celebraciones, como casamientos, cumpleaños, fiestas de egresados, desfiles de modas, conferencias, concursos, etc. Así como actuación de artistas de diversos géneros. También hubo un “boliche” bailable, que en la temporada 85/86 manejaron “Yuyito” González y su pareja de entonces, Guillermo Cóppola. En otro sector se montó un pequeño teatro donde fue representada varios meses la obra “La Ratonera” de Agatha Christie, dirigida por el recordado Francisco Rinaldi(F.Cotroneo). En 1989/90 funcionó una gran feria con “stands” de diverso tipo, la que también sufrió consecuencias en un temporal.
Gracias a usted Lafra por sus comentarios. Me ha hecho recordar la aventura de pasar por debajo de ese techo y llegar por las piedras hasta la Playa de los Ingleses, hoy Varesse. Las señoras distendidas son mi mama (atras) y una hermana de ella. Pensar que una foto transmite a otras personas recuerdos y emociones vividas, como si estuvieran escondidas en ellas. Muchas gracias
Muchas gracias señor Ramonet por sus datos. Estoy muy distante de MdP como para verificar por mí mismo las cosas. Sólo puedo recurrir a las imágenes de Google y a la amabilidad de foristas que, como usted, abundan en precisas informaciones. En este caso, las numerosas remodelaciones y explotaciones del lugar no son de mi total agrado. Muchas gracias. Lafra.
Señor Fernández: efectivamente, son muchas las fotografías y explicaciones que aparecen en Fotos de Familia que tienen la virtud de transportarme a épocas de mi niñez y adolescencia, cuando viví en una MdP bastante diferente a la que existe hoy. Su foto me revivió esas aventuras que parece haber disfrutado también usted, lindos recuerdos que reaparecen de sus escondites. Mis saludos. Lafra.
Sr. Lafra agradezco sus conceptos. En cuanto a lo que expresa sobre las remodelaciones y explotación, debo decir que estoy en gran parte de acuerdo con Ud, salvo en que hay que recordar que en 1979 estaba muy deteriorado y la Municipalidad (en ese entonces con Mario Roberto Russak al frente) tenía dos opciones: Darlo en concesión o demolerlo y hacer un gran mirador y plataforma de pesca. Se optó por lo primero, y la firma que resultó concesionaria realizó una gran obra de puesta en valor… Así fueron los primeros años 1980,81,82,83… Luego con el transcurso del tiempo y hasta el presente hubo más remodelaciones y explotaciones anexas que realmente no fueron tampoco de mi agrado. Un cordial saludo, Ramonet.
Espectaculares los comentarios de los Sres.Lafra y Ramonet ; éste tipo de comentarios los voy “guardando” en mi memoria como si se tratase de la lectura de un libro.
Lo único que recuerdo con claridad son las “catacumbas del terror” , e incluso tengo alguna fotografía allí y recuerdo muy vagamente haber visto un ataúd flotando entre unas columnas de hormigón golpeándose contra ellas por efecto del movimiento del agua…pero solo eso.
Agradecido a ambos por sus explicaciones.
Prof. Julián Mendozzi.
Esa pedana abierta también era el hogar de un sonido que perdimos y que seguro todos tenemos guardados en nuestra memoria. Cuando el mar estaba inquieto golpeaba muy fuerte contra las rocas y también contra el piso de la pedana y producía un estruendo muy particular porque era una especie de caja de resonancia. Ese estruendo se escuchaba desde bastante distancia. Era uno de los muchos sonidos de la playa que conservo por siempre junto a muchos otros. El del mar en sus distintas condiciones, las voces de la gente conversando distendida y sobre todo la de los chicos jugando. El “toc” de la paleta golpeando la pelotita. El vendedor de gaseosas golpeando la bandeja metálica con su destapador. El heladero que estiraba la e y se comía la d (heeelao)…bueno, me puse nostálgico.
Así es Sr. Tomassi. Y debe ser que lo que nos reúne en este blog es eso: la nostalgia.
Para seguir recordando cuando niños jugabamos en el lugar y era como dicen una aventura, recuerdo al pasar por debajo de la pedana al centro de la misma afloraba hacia abajo un cajón de madera donde un operario manejaba el lanzador de discos variando la salida de los mismos para dificultar al tirador. Atte. José Alberto Lago.
Me han dado esa referencia, señor Tomassi. Una vez que pasé con el mar un poco bravo, escuché esa resonancia del embate, pero enseguida me dijeron que cuando había tormentas fuertes, el estruendo era impresionante, y hacía vibrar todo. Lindos recuerdos. De acuerdo también con el vínculo nostálgico, al menos en mi caso. Saludos.
Mis tobillos recuerdan las mordeduras de cangrejos entre las rocas, el verdín resbaladizo, el sonido del mar y un olor a sal-yodo imposible de olvidar