Detalle del álbum de Beryl Mackintosh, quien al pie de esta foto escribió el apellido “Sosa” (ver imagen anterior). Curiosamente, esta misma persona aparece sin identificar en una fotografía enviada hace tres años por Rodolfo Durrosier, nieto de Enrique Durrosier, quien fuera propietario del hotel que funcionaba en Playa de los Ingleses, donde veraneaban Beryl Mackintosh y sus hermanos. Gracias a esa foto, editada con el número 1427, sabemos que Sosa era bañero de aquel establecimiento. Y gracias a una nota de Caras y Caretas enviada por el señor Ignacio Iriarte (ver 6829-6830), sabemos que ese apellido integró la corriente caboverdiana que llegó a Mar del Plata a principios de siglo para ocupar puestos de trabajo en la Prefectura o en los balnearios. La foto nos muestra, además, un ángulo poco común del hotel, que reposaba sobre pilotes en la arena y que fue llamado “Saint James”.
Material proporcionado por Federico Morgan, nieto de Beryl
Felicito a Fotos de Familia por el meridiano epígrafe suministrado .
Atte. Prof. Julián Mendozzi.
Los siguientes links,pertenecen a las fotos mencionadas en el epìgrafe:
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/1427
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/6829
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/6830
Los afrodescendientes (“negros”,como se dice a veces peyorativamente)parecen no tener lugar dentro de la imagen ideal que los argentinos nos hacemos de nuestra sociedad.Adquieren alguna relevancia durante el perìodo de Rosas,generalmente como parte de la “plebe”que lo apoyaba,y luego de su caìda desaparecen algo misteriosamente,de nuestro imaginario.Cuando se los recuerda suele ser a travès de los mitos “del buen trato” que se les prodigaba y de su -por ende- recìproca fidelidad.En visiones algo mas crìticas,se resalta el uso que se hizo de ellos como carne de cañòn durante las guerras de independencia.De cualquier manera en las historias que nos contamos los argentinos sobre nosotros mismos,los afrodescendiente no parecen haber traspasado la barrera temporal de fines del siglo XIX.Junto con la mitologìa “del buen trato” y “la fidelidad”,otra narrativa que es placentera a nuestros oìdos es de la inexistencia del racismo en nuestro paìs…¿de que otra manera podrìa ser en una sociedad “sin razas”? Sin embargo,en la medida en que los estudios sobre afroargentinos avanzan no solo tenemos mas evidencia de su contìnua presencia social hasta nuestros dìas,sino que tambièn comprendemos mejor las causas de su (deseada y supuesta) “desapariciòn” y de las presiones y estigmatizaciones sociales que han debido enfrentar quienes por su tipo fìsico y/o cultura no encuadraban dentro del modelo del ciudadano argentino “blanco” y de origen “europeo”.Como su condiciòn presunta de “seres inferiores” estaba naturalizada socialmente,los afroargentinos debìan desaparecer porque apenas habiendo tenido un lugar en el pasado,ciertamente no le correspondìa uno en el futuro,en una sociedad “civilizada” donde fenotipos y manifestaciones culturales “bàrbaras” no cabìan ni eran deseadas.Una manera ilustrativa de aproximarnos a las imàgenes desfavorables que socialmente se tenìa de estos otros racializados es a travès de la manera en que los medios de comunicaciòn de cada època los mostraban o hablban de ellos.Este trabajo propone brindar un panorama de las imàgenes del “negro” transmitidas por la revista -Caras y Caretas- en la primera dècada del siglo XX.En este momento de cambio social no solo fue documentado sino tambièn representado emblematicamente por Caras y Caretas,que “es la publicaciòn donde el fin de siglo y la modernidad finalmente pasan en la cultura argentina” y tambièn “la mas importante de la historia gràfica argentina” (como escribiò Horacio Legras en la revista Iberoamericana nº 214/2006).Resulta relevante,por lo tanto,entender como en este contexto de creciente integraciòn,determinados grupos ètnicos-raciales fueron incorporados o no por este medio importante de comunicaciòn masivo y las diversas maneras en que aconteciò.Por otro lado,casi todos los estudios que se localizaron en la “desapariciòn” de los afroargentinos examinaron principalmente los autores y textos canònigos de la construcciòn de la naciòn “blanca y europea”.Resulta revelador ver de que manera periodistas,escritores,humoristas y dibujantes pertenecientes a los emergentes sectores medios se refieren a ellos.Se supone,tambièn,que las imàgenes sociales de grupos ètnicos-raciales afectan a las relaciones raciales vigentes en un momento dado,precediendo y operando al servicio de comportamientos discriminatorios.
-Continuaciòn de mi comentario anterior-
El Semanario Caras y Caretas:
Los medios de comunicaciòn influyen profundamente en la producciòn y reproducciòn de “lo que todos sabemos” acerca de nuestro mundo social.
A travès de este conocimientos los lectores se ubican asi mismos y a los otros en la sociedad,saben de que formas deben comportarse con respecto a ellos y què trato esperar de los mismos.
desde esta perspectiva,el anàlisis de los significados transmitidos en diversas notas,publicidades y relatos de ficciòn sobre los “negros” argentinos en la revista mas importante de principios del siglo XX, permiten adentrarnos “en lo que todo sabìan” sobre ellos.El “negro” de Caras y Caretas (tanto en las notas sobre la realidad cotidiana como el de las propagandas y ficciones) es una tipificaciòn,una categorìa social y un sìmbolo cultural a la vez.Es un “modelo de” que ratificaba las caracterìsticas socialmente asignadas a “un negro” y un “modelo para” la interacciòn que enseñaba o reafirmaba como interactuar con uno,ubicando a cada actor en un orden social-en transformaciòn poro aùn jerarquizado en tèrminos raciales-.El semanario Caras y Caretas fundado en Buenos Aires en 1898,fue un “testigo presencial y protagònico” del desarrollo urbano,la inmigraciòn y la creciente alfabetizaciòn realizando “la crònica del progreso y de los beneficios y vicisitudes de las multitudes” y resultando “el mejor testigo del sentimiento democràtico” que empieza a ganar a los ciudadanos.(segùn Ana Moraña/Estudios Nº 32/2008 y otros).Su bajo costo (por muchos años,0,20 ctvos.) hizo que la revista fuera accesible a un pùblico amplio.La inèdita variedad de temas que abarcaba (se presentaba en tapa como “un semanario festivo,literario,artìstico y de actualidad) y la “generosa entrega de dibujos caricaturas y fotos” lo diferenciaba de emprendimientos anteriores mas comprometidos con algùn partido polìtico,que trataban de un espectro de temas mas reducido,mas solemne,con una evidente actitud moralizante.(Eduardo Romano/Hispamèrica nº 79,y otros).Caras y Caretas estaba mas en sintonìa con una emergente clase media que tomaba en cuenta las preocupaciones y expectativas de un amplio sector social y que intentaba reflejar numerosos cambios que acontecìan en la ciudad sin valorarlos negativamente (segùn Legras y tambièn Romano).Era financiada principalmente a travès de las propagandas-y no mas por suscripciones-a las que le dedicaba no solo cada vez mayor nùmero de pàginas sino tambièn modalidades cada vez mas sofisticadas e ingeniosas,incluyendo dibujos,versos y,eventualmente fotografìas.En un momento de intensa reconfiguraciòn social,aunque el semanario “con lògica integradora incluìa representaciones de los distintos grupos sociales,habìa tambièn lìneas de exclusiòn que señalaban identidades ajenas a la comunidad del ‘nosotros’ en que la revista incluìa a sus lectores…la alteridad representada con era la contraparte oscura de la vida civilizada e higiènica a la que los lectores aspiraban (Gerealdine Rogers,EDULP 2008).Atendiendo a este caràcter integrador pero tambièn demarcador de nuevas fronteras internas se intenta comprender de que manera Caras y Caretas acompañò,cuestionò o modelò determinadas imàgenes sociales sobre los “negros.
-Continuaciòn de mi comentario anterior-
Los afrodescendientes en la pàginas de Caras y Caretas:
La bùsqueda de informaciòn especìfica en la citada revista,sobre la situaciòn de los afrodescendientes diò escasos resultados.Sin embargo el formato periodìstico novedoso de la revista que comprendìa distintos gèmneros discursivos y gràficos(notas de actualidad,relatos de ficciòn,notas humortìsticas,chistes gràficos,fotografìas,propagandas)
permiten establecer relaciones intertextuales entre ellos que revelan como los “negro” seràn concebidos por los numerosos colaboradores de la revista.Periodistas,escritores,humoristas que sin pertenecer a la èlite,mantenìan un diàlogo complejo-mas progresista pero no necesariamente contestatario-con su proyecto de naciòn.La frecuente apariciòn de los afrodescendientes en propagandas,chistes gràficos y relatos de ficciòn sugiere que,a despecho de su real magnitud numèrica-que por los indicios que hay,era mayor de lo que se cree,entaban todavìa sin duda muy presentes en el imaginario social de la època.Notas referidas a la vida cotidiana: son ocas las que hacen referencias especìficas a los afrodescendientes.Pese a ello la imagen que transmiten de este grupo es notablemente homogènea y coherente y permite adentrarse en el imaginario racial de la època.Aunque solo en 4 notas aparecen como protagonistas,en muchas otras,sobre diversas temàticas,aparecen “negros o negras” mencionados -y/o fotografiados- entre los individuos a los que se refieren.La primera impresiòn que se desprende de la lectura del conjunto es que se halla en franca disminuciòn.Dos de ellas,”El Carnaval Antiguo: los Candomberos” y El Patrimonio de los Camundàs” tratan sobre la decadencia en aquel momento de “las naciones africanas” en contraposiciòn a su importante rol en el Carnaval de Antaño.”La Mudanza de Falucho” describe el traslado de la estatua hacia su nueva ubicaciòn.
Una mirada mas atenta muestra,sin embargo,discrepancias entre el tono de las crònicas y la realidad que parece filtrarse a travès de ellas.
La nota mas extensa y especìfica,de 2 pàginas,la muy frecuentemente citada “Gente de Color” dice: “Poco a poco,esta raza se extingue.Con lentitud de los recios estragos,la negra raza de los hijos del sol camina hacia la muerte.Es triste.Es lamentable.Es lamentable contemplar el ocaso de esta raza de hierro y de estoicismo: de lucha y martirio,que sin otro delito que el color de su piel y sin otro crimen que su mansedumbre,ha servido de escarnio,de escabel y de alfombra a otra raza mas sagaz y mas dèbil.La vida,con su laboriosa marcha de siglos,llevan a la disoluciòn casi absoluta a estas oscuras muchedumbres etiòpicas…esta raza proscrita que vive soliaria dentro de su nostalgia,y que expìa el pecado de su negra epidermis” Las fotos que ilustraban la historia,sin embargo,retratan a una variedad de afroargentinos,de distinta edad,gènero ocupaciones y clase social.Recièn en la ùltima parte de la nota,el cronista Josè Soiza Reilly se refiere en lo que sucede en la ciudad: “Relativamente en Buenos Aires quedan ya muy pocos,pero siempre bastante como para dividirse en categorìas.Plebeyos y aristòcratas.Pero a nadie hacen daño.¿por que,pues,desear que se acaben? Vivan.Prosperen.Y si con el husmo axilar capronizan el aire ellos no son culpables de los caprichos fisiològicos.Fue injusto Canè cuando pidiò irònicamente la condenaciòn a muerte de la raza etiòpica,basado en la creencia de que ‘el cràneo del negro es impenetrablea nuestras ideas,a nuestros hàbitos de pensamientos y a nuestras tendencias sociales’…Que Canè equivocaba nos lo prueba la gente de color de Buenos Aires que tiene un periòdico literario,sociedades de beneficencia y salones aristocràticos,donde en vez del grotesco candombe o de la zemba-lasciva como mueca de mono-se danza en traje moderno a la manera de Luis XV …Ahora hay familias negras que se pasean en coches de librea y lucen alhajas regias”,y finaliza sentenciando: “Sol que se apaga”.El pàrrrafo revela las concepciones racistas presentes en al menos parte de la èlite argentina,asì como la visiòn paternalista del propio redactor,que trasluce por lo que se puede denominar como una “inclusiòn subordinada”: los afrodescendientes pueden ser incluìdos en la sociedad argentina siempre que adquiera patrones “civilizados” de conducta y,sobre todo,que supieran conservar “su lugar”,el asignado por los sectores dominantes.Segùn esta visiòn sus distintivas cualidades “raciales” no los hacen “impenetrables a nuestras ideas” como suponìa Canè,pero si diferentes e inferiores.La referencia jocosa a que “con el husmo axilar caprorizan el aire” encuentra correspondencia en una reveladora publicidad de la època y està en lìnea con los epìgrafes que ilustraban las fotos que que por lo general se referìan de manera irònica a las personas retratadas.En el artìculo referido del traslado de la estatua de Falucho desde un lugar cèntrico como la Plaza San Martìn,a otra mas suburbana,puede concebirse como una metàfora del desplazamiento que sufre la propia comunidad en el imaginario social;algo del pasado apartado por el inevitable presente.Entre algunas referencias jocosas y paternalistas como “el pobre y heroico negro”,”el Valiente negrito” el cronista relata que: “la actitud municipal ha producido honda sensaciòn entre los numerosos negros de la repùblica”,que en su mayor parte descienden de soldados que contribuyeron a nuestra independencia nacional y que hoy ocupan modestos puestos en las oficinas del gobierno”.
En sìntesis,las notas muestran una posiciòn ambivalente,el principal ènfasis discursivo parece estar en su progresiva (¿y necesaria?) desapariciòn aunque se reconoce entre lìneas su continuada presencia en la ciudad.(fuente:Alejandro Frigerio/Todo es Historia 553)
-El “negro” en las Propagandas-
Una de las caracterìsticas del semanario CARAS Y CARETAS fue el uso de la publicidad como un medio de ingreso econòmico que hizo posible su continuidad en el tiempo.Los avisos pequeños,sobrios y escuetos de los primeros nùmeros-una decena o una quincena por hoja-dieron lugar, paulatinamente a otros mayores con ilustraciones que podìan ocupar media o una pàgina entera.En alguna de estas propagandas ilustradas los protagonistas son afrodescendientes.Casi siempre aparecen como figura ùnica o principal,un anàlisis del tipo de productos en cuya publiciadad permite vislumbrar la lògica que en esa època los vinculaba.La mayor parte de los avisos hacen referencia al color (negro) de la persona en contraposiciòn al color del producto anunciado.Asì,aparecen en publicidades de jabones,de cuellos y pecheras blancas,de ropa blanca,de leche en polvo,de làmparas.Dos propagandas diferente de “pecheras Mey” muestran a jòvenes contentos con sus cuellos blanquìsimos,otra de artìculos para el hogar muestra a un criado negro sosteniendo 2 làmparas,y una mas inquietante,muestra làmparas como los ojos y nariz de la cara de un afrodescendiente.El antagonismo entre el color del producto y el de la piel de los protagonistas està explicitamente expresado en la imagen que muestra a un bebè vestido con ropas blancas; el texto dice:”Blanco y Negro ¡Dos extremos que se tocan!.
Dos publicidades insinùan claramente que uno de estos 2 “extremos” es el mas deseado: uno muestra la cara de una persona adulta mitad enjabonada y blanqueada,y otra presenta a un niño mostrando sonriente una pasta dentìfrica,con el tìtulo “¡Blanquea!”,ambos expresan un ideal de la època: blanquearse,dejar de ser “negros” a travès de la modificaciòn de pautas culturales,o del mestizaje con parejas “blancas”,para integrarse a la sociedad.Otros avisos apelan a 2 niveles de significaciòn simultàneos.Por ejemplo los de jabones que muestran a mujeres afrodescendientes lavando y dejando la ropa limpia.A la oposiciòn del color del “negro” con la ropa blanca (limpia) se añade el del esteriotipo social que visualiza a las mujeres como lavanderas o cocineras.Se puede incluir un tercer nivel de significaciòn,aludiendo no solo al color de la piel o a sus ocupaciones,sino tambièn a que son “sucios” y que deberìan bañarse.Asì,una pàgina publicitaria muestra a una familia negra en Africa: la madre baña a sus hijos en un piletòn,mientras que el padre sacude una palmera para agarrar a 4 niños que se querìan salvar del baño.Transmitiendo este mensaje pero ya de forma inequìvoca y cruda,tenemos una propaganda de desodorante que muestra a una pareja elegantemente vestida enfrentados por un especie de payaso que les dice: “No amiguitos,no es para catinga(mal olor atribuìdo a los ‘negros’)que sirve el desodorante Edelweiss,sino para personas elegantes,aseadas,que cuidan de la higiene…Para ustedes todavìa queda por inventar el especìfico”.Esta publicidad resulta particuralmente significativa ya que revela el techo al que podìan aspirar los afrodescendientes: a parecer como que habìan arribado a un status social de cierto nivel,aunque en cualquier momento podìan ser cuestionados por su pertenencia racial.Algunos avisos publicitarios establecen una correspondencia entre el color del producto y de su protagonista como el de Chocolate Aguila que muestran a un elegante mucamo recomendando el producto para preparar chocolate en taza.A la vez reafirma esteriotipos de ocupaciones,como sirviente/mozo llevando una bandeja con una bebida o un mucamo de cara infantilizada preparando un aperitvo.En algunas propagandas aparece el pasado esclavista: 2 de cigarros muestran al protagonosta con cestas de tabaco y otra recomienda un rum “de las plantaciones”.Estas no reproducen una imagen local sino globalizada de los “negros” ya que avisos muy similares a veces de los mismos licores-se pueden encontrar en Europa en la misma època.De las caracterìsticas atribuìdas a los afrodescendientes,se destacan su “musicalidad” y principalmente,su “infantilidad”.Esta supuesta cualidad se manifiesta con cierta frecuencia,ya que buena parte de los avisos estàn protagonizados por niños,sin que el producto lo requiera.Asì,aparecen lavando ropa,probàndose pecheras,anunciando pasta blanqueadora,apreciando mùsica o acompañando canastas de tabaco.Tambièn aparecen en varias oportunidades adultos infantilizados por su rostro,expresiòn o tamaño,cuando no simiescos,como una orquesta de “negros/simios”,en la publicidad de Gramòfonos Columbia de fecha 2-6-906.
-Continuaciòn de mi comentario anterior-
Los “negros” en las ficciones:
Si la imagen que se desprende de los avisos es negativa,la de las historias de ficciòn es aùn peor.Es difìcil encontrar alguna cualidad positiva en las caracterizaciones de afrodescendientes que protagonizan historias de ficciòn,salvo el ingenio para engañar a los blancos en situaciones de superioridad social para escapar de escenarios apremiantes.Relatando un encuentro con un ex-soldado y ahora “poeta desocupado” Mandinga,el autor,Fabio Carrizo (Fray Mocho),lo describe asì: “un moreno vejacòn…que afectaba al caminar un cierto aire de importancia…por aquello de que los humos no hay como las chimeneas o los morenos con mando” y luego como “un negro callejero,desocupado y haragàn”.Fue nombrado cabo por su inventiva para el verso,aunque segùn las palabras que se le atribuyen “siempre he sido medio mañero.Cuando me mandaban a algùn trabajo me les hacìa el abombao”.
Esta legendaria “fidelidad” que les es usualmente atribuìda a los “negros” argentinos en notas costumbristas posteriores casi no aparecen en los relatos del momento.Por el contrario,son presentados como personas en las que no se pueden confiar,que usaràn todo su ingenio para aprovecharse de sus inocentes amos o empleadores.En un largo diàlogo entre un bombero blanco y un policìa negro (“un negro de casco blanco y un blanco de casco negro”) el policìa señala: “el negro Peralta no se muere sin saber lo que es vivir a lo rico.¿Te acordàs de la parda Isidora,aquella ñata farfantona,medio tartamuda,que supo ser planchadora del finao Molina? Bueno està de casera de una familia que ha salido a veranear y que la dejao como raìna (reina) y ¡Claro! yo soy el raì (rey)…si me vieses en la bañadera de la niña que es pintada e’color rosa,tal vez ni me conocìas y no te digo a Isidora en eso de que se sienta en el vestìbulo cuando van a visitarla las amigas…”.Cuando el bombero dice que tiene suerte,el’negro’ servidor de la ley brinda su versiòn de la realidad: “No contàs con la contra…Yo vivo en un palacio…pero ando en compañìa de Isidora,qu’es un mono con polleras…mientras que vos…vas por la calle con la mujer que te quiere,vas rodiado de claridades y ande quieras ves jardines y tomàs olor a las flores.¡Creème Che,en esta vida,cada cual come en su plato y se debe contentar!”
En otro dialogo ficticio entre 2 “negros” empleados pùblicos,el que trabaja en el Congreso se niega a atender a diputados o senadores que no seràn reelectos:
“-Ahì te llama aquel diputado,chè…
-Ah ese tambièn es de los que se van pa no volver…que lo atienda otro…
-Mirà,ahì te llama otro…
-Es’es de los que se quedan …esperate que aura vengo..¡ah! lo atendiò Gonzalez,seguì…
-Ahì te llama otro señor…aquel del sombrerito…
-Que reviente.Es’es de los mortales…
-Pero chè estoy viendo que ustedes aquì no los sirven?
-Y ¿quien les va’cer caso,chè? Aquì diputao que pierde la reelecciòn no se para ni con muletas…Nosotros ¿sabès? conocemos bien a nuestra gente y servimos a los hombres que pueden servirnos.El sabalaje que se las campanè como pueda…
Hay otras mas ficciones como el “negro” del alambre que es un equilibrista que promete animar una fiesta patronal en un pueblo cruzando toda una plaza sobre un cable que va desde la iglesia a la jefatura de policìa,y se escapa a ùltimo momento con el pago anticipado,un vecino habìa sugerido hacerlo de mañana pues “es sabido que los negros no hacen nada bueno pasadas las 12″.
En otro caso no solo embaucan a los blancos,sino tambièn pueden engañar a su mujer con la promesa de conserguirle un empleo que nunca llega,mientras ella con su trabajo de lavandera debe mantener la pareja.Confìa en que un trabajo seguro de ordenanza en el Congreso,”donde la gente de color tiene banca”,permitirà que se casen en poco tiempo,el dibujo que ilustra el relato,muestra al protagonista como un compadrito de funyi ladeado y lengue,con una cara algo simiesca que induce a dudar de sus buenas intenciones.Mas claro y mas paètico es aùn en un diàlogo entre un moreno “disfrasao”y un “moreno endeveras” que se encuentra en un bar durante un carnaval.Cuando el disfrazado justifica su màscara diciendo que anda enamorado y quiere ver si de negro tenìa mas suerte,el verdadero contesta: “Se necesita pecho pa crèr que un negro puede ser suertudo en algo y cuantimàs en amores,si no hay bicho mas disgraciao que el negro,compañero…”.
Luego de contar sus desventuras amorosas,que incluyen rechazos de una parda,una morena y una rubiecita,su consejo al disfrazado es : Vea con ese disfraz l’ùnico que và sacar es la lengua…de tanto trotiar al ñudo.
La desdicha de los afrodescendientes,al àmbito de las relaciones sentimentales interraciales,en varios de los cuentos,se hace referencia a la imposibilidad o el desdèn.Para resumir,la ùnica menciòn a una posible relaciòn interracial de un “negro” con una mujer “blanca” aparece en el cuento “Mandinga”,en que el protagonista pide dinero a cualquiera “para bailar una polka con la rubia de un cafetìn de aquì a la vuelta”.Cuando lograba su cometido,”Era de verlo entonces zarandearse con el hermoso animal dorado en el bar… Carbòn y Luz,sin que los heteròclitos parroquianos,soldadesca y compadres,parasen mientes en la extraordinaria pareja ni en que Luz tenìa mas luz en los ojos cuando fijaba en el lanudo cràneo de su caballero”.
La adjetivaciòn despectiva de todos los involucrados sugiere que este tipo de parejas “extraordinarias”;podrìan quizàs insinuarse en los sectores populares.
-Continuaciòn de mi comentario anterior-
Una cultura “Bàrbara”:
El anàlisis de los distintos gèneros periodìsticos,publicitarios y literarios incluìdos en la Revista CARAS Y CARETAS muestra la imagen poco favorable que se tenìa sobre los afrodescendiente en la sociedad porteña de comienzos del siglo XX.La manera en que las escasas notas tratan sobre su presencia en la vida cootidiana sugiere que el procesoi de construcciòn de su “desapariciòn” no se cristaliza definitivamente a fines del siglo XIX,sino que se prolonga y realiza en diversas arenas discursivas o àmbitos sociales a la vez y con èxitos y velocidades diferentes.La mirada desde el discurso-explìcito e implìcito-de periodistas,dibujantes y escritores del semanario revela que aunque los consideraban algo mas propio de Buenos Aires antigua tambièn reconocìan su existencia presente.Se sugiere que esta aparente contradicciòn se debe a que pasò de una concepciòn ètnico-racial (racializada) en la que el color de la piel actùa como la principal marca diferenciadora,ya que las caracterìsticas-como el candombe-que los distinguìan antes,ya no como tan visibles en el espacio pùblico y eran consideradas parte del “carnaval de antaño”.Entonces la marca distintiva pasa a ser principalmente su color en detrimento de su cultura considerada “bàrbara” y con el candombe como emblema.Segùn se desprende de lo presentado,el “color” de su piel vendrìa acompañado de otras caracterìsticas biològicas y morales indeseables como el “olor” en primer lugar;asì como tambièn su poca confiabilidad y su inhabilidad para cumplir adecuadamente los roles sociales que se le asignan.Y estos perjucios rigen tambièn para los miembros de las èlites negras que aunque adoptan las vestimentas y maneras “correctas” continùan “oliendo” de manera inaceptable.La abundancia de retratos afrodescendientes en posiciones subordinadas,cuando tambièn las habìa en otras ocupaciones,parecen reflejar no solo còmo eran percibidos por escritores y dibujantes sino tambièn un mandato social,una condiciòn subordinada naturalizada en base a su condiciòn racial.La idea de “inclusiòn subordinada” parece resumir la actitud prevaleciente en la època,Los dibujos o caracterizaciones discursivas que los presentan infantilizados o simiescos no dejan duda de que sin importar su clase social,son considerados inferiores por ser “negros”,por el “delito” del “color de su piel”.(fuente Alejandro Frigerio /Todo es Historia 553).