Almanaque: “Hoja de Almanaque Alpargatas” correspondiente a Marzo de 1947, ilustración titulada “Tren de excursión” por Luis Medrano . Enviada por Enrique Mario Palacio.
En La Nación-Diario Intimo de un país,pagina 354,se publica la misma lámina de “Alpargatas” con una pequeña reducción en el margen izquierdo con el siguiente epígrafe: Tren de excursión,así tituló Luis J. Medrano esta escena de veraneo en la Playa Brístol de Mar del Plata en 1947,las mallas de lana,enterizas para todas las mujeres,y con pechera para los hombres,tardaban una eternidad en secarse.
EXCELENTE RECUERDO Y FIDELIDAD DE DETALLES. VEMOS A LA DERECHA EL BRISTOL QUE HACÍA MUY POCOS AÑOS HABÍA DEJADO DE SER HOTEL Y SU CUPULA DE LA CALLE SAN MARTÍN. LO CURIOSO ES QUE QUIZÁS PARA DARLE GRACIA A LA IMAGEN AL HOMBRE QUE APARECE EN MEDIO DE LA FOTO LE COLOCA UN TRAJE DE BAÑO QUE RESULTA TOTALMENTE PASADO DE MODA. SEGÚN HEMOS VISTO EN LAS FOTOS ESE TIPO DE INDUMENTARIA SE USÓ HASTA LA DÉCADA DEL 30. MUY BUEN APORTE SR. ENRIQUE.
La empresa “Alpargatas”,publicó en la década del 30 cuadros de Molina Campos,también en almanaques,los que hoy son muy buscados y valorizados por coleccionistas.Con respecto a los del año 1946/47,de Luis J. Medrano tengo algunas láminas como por ejemplo “Réfere”,”Club Social y Deportivo”,”Torneo” “Penal” etc.Sobre Mar del Plata poseo uno de Diciembre de 1947,el mismo a grandes rasgos lo defino de la siguiente manera: se ve adelante el extremo de una mesa,larga,de fondo verde oscuro,en el medio la ruleta con muchas fichas.Hay a la izquierda en 4to. lugar una señora de perfil que se inclina a apostar una ficha,aparentemente al colorado el 7 o negro el ocho,la misma se destaca por su pelo corto amarillo,una nariz prominente,un aro en su oreja derecha,un vestido oscuro con tiras y debajo una blusa con transparencia.La imagen empieza en la línea de los números 13-14-15,del mismo lado de la dama hay 14 personas aprox.,sentadas y 11 paradas hasta el fondo,donde hay una ventana con cortinas rojas,y detrás se observan siluetas.En el otro extremo de la mesa hay otras 6 personas,del lado derecho adelante 6 paradas al lado de la mesa,y 7 sentadas a lo largo de la misma,el Crupier,que está del mismo lado toca con el rastrillo la mano de la señora que mencioné al comenzar,que estaba por apostar,eso indicaría el título de la lámina “No Va Mas….”.Siguiendo del lado derecho se ven zapatos de hombre y mujer como que van caminando hacia el costado,luego un señor que anota en un papel,le sigue atrás otro caballero que está con saco blanco y al lado del mismo se ve parcialmente una pierna y los brazos de una dama que le muestra al mismo una cartera abierta,mas atrás va caminando un hombre con la manos cruzadas en la espalda,de traje gris,un poco encorvado y fumando,termina el fondo de la imagen a la derecha con otra ventana y cortinas rojas similar a la de la izquierda,son corredizas hacia ambos lados,y detrás también se observan siluetas de personas.En la parte de arriba cuelga del techo una araña y en el margen superior de la lámina el logo de Alpargatas.En la parte inferior está impreso el mes de diciembre de 1947,que comienza el día lunes 1,a los costados en menor tamaño,están los meses de Noviembre de 1947 y el de Enero de 1948.
El 1 de diciembre de 1941 apareció en el diario La Nación el primer “Grafodrama”.A partir de allí,su autor Luis J. Medrano (1915-1974) comenzaba a destacarse como un gran observador de la vida cotidiana , exhibiendo un poder de síntesis admirable: Una palabra al pie de cada dibujo como elemento referencial,para que nuestra inteligencia -al relacionar ambos-produzca el necesario click que lleva a la comprensión e inmediatamente a la sonrisa.Medrano quien continuó ininterrumpidamente con esta creación en el diario hasta su fallecimiento,en ocasión de una entrevista,expresó:
Algunos temas no son precisamente risueños,pero el dibujo hace aparecerlos como tales,el mío es,un humorismo para pensar,en el que el trabajo del dibujante es completado,por así decirlo por el ingenio del lector.No sé,qué es un grafodrama.Realmente no sé definirlo.Me propuse al comienzo hacer una historieta cómica.Pero de pronto me dí cuenta de que podía ser un humorista.El humorismo tiene un matiz completamente distinto: más hondura,tiende a lo satírico,es más literario.Yo trato de escribir gráficamente.Fundador de la revista Popurrí,ilustrador de los almanaques de la firma Alpargatas,creador de otras tiras como Estaba Escrito,y de personajes como Matías,Talento de la Era Atómica y el Contreras;Medrano fue admirado por Quino,Alejandro Sirio,Mujica Láinez,Sábato y toda la gente de su tiempo.Y también por la de las generaciones posteriores,conforme fueron descubriendo su singular talento.(Fuente: Sonrisas Argentinas)
El domingo 29-8-2004,un familiar mío,el Dr. José Claudio Escribano,con el cargo de subdirector del Diario La Nacíon escribió:
-Luis J. Medrano: un Caballero del Humor-
Fue el dibujante cuyos trazos mejor definieron en el siglo XX lo que La Nación se propuso ser desde su fundación,en 1870. Medrano reflejó ese espíritu por la vía de un humor muy argentino,muy representativo de los diversos caracteres humanos que emergen de nuestras esencias sociales,configuradas por virtudes y desviaciones de cepas criollas y de otras más,principalmente europeas.
Día a día, desde la incorporación de sus dibujos a las páginas de La Nación,en 1941,y hasta su muerte inesperada,en 1974,Medrano retrató con inteligencia y sutileza,por un lado,y con concisión suprema,por el otro,los prototipos de la fauna nacional.Sólo una palabra necesitaba -una,no más-para recrear,en cotidiana obra maestra,a cuanto personaje singular desfilaba por las calles de Buenos Aires: el burrero,el bacán, el compadrito,el tilingo y la tilinga,el ostentoso,el cabaretero,el hincha de fútbol,el político,el gourmet,el fiaca,el noctámbulo,el guarango.Si hoy se publica,asociada al nombre de la editorial periodística con la que Medrano ha estado identificado de cuerpo entero,una antología de los célebres Grafodramas,es porque en esos trabajos se prolonga,a pesar del paso del tiempo y de la profundidad de los cambios inferidos en su transcurso a la vida cotidiana de los argentinos,la frescura de lo que es clásico,esto es,de lo que vale una vez,mucho,y n menos,siempre.En la biblioteca hogareña,tengo a la vista un grafodrama que recibí,después de haber sido publicado en La Nación de este querible compañero de tareas.Venía con una dedicatoria como contraprestación por cierta modesta consulta jurídica,de esas que se hacen a las apuradas,en un corredor cualquiera,y que un joven e inexperto abogado siente como un cuchillo con el que se lo degüella de pie.Ese dibujo se titula Término,palabra-código para definir el tiempo que vuela antes de que se produzca la temible prescripción o la perención de instancia que puede echar todo a perder en una controversia judicial.Allí se ve la figura impagable de un auténtico avenegra,calzado con pomposo sombrero orión-debajo del que asoman gafas negras enormes y prominente nariz aguileña-,mientras escribe apurado, vaya a saberse qué alegato,en una escena dominada por el reloj que, implacable, va marcando las horas.Nada era ajeno al lápiz burlón,pero nunca hiriente,ni a la estocada certera y elegante del lenguaje,pero nunca torpe o necia,de este talentoso humorista,de este porteño de hábitos perdurables,como los de haber mantenido los mediodías una mesa eterna en el glorioso Pedemonte,ámbito gastronómico en cuyas tertulias tomaba inspiración para la tarea en La Nación de todos los días.
Reconozcámonos y reconozcamos a nuestros congéneres de ayer y de hoy en tantos cuadros de inconfundible ingenio.Cuadros que hicieron sonreír y también reflexionar a generaciones de argentinos y que constituyen una lección sobre cómo un gran creador puede registrar conductas individuales y costumbres colectivas con precisión periodística,con juicio festivo y la voluntad invariable de ironizar sin humillar.
La Obra de LUIS J. MEDRANO hecha libro:-Costumbres argentinas-
Dibujante exquisito,amante del detalle,dueño de un repertorio gráfico poco común,preciso y sutil para el humor urbano,LUIS J.MEDRANO marcó un hito del dibujo argentino con sus Grafodramas.Y aunque hubiera merecido ser padre de una escuela más evidente,su circulación en diarios tradicionales y por afuera de las revistas del género lo dejaron en el lugar de una influencia acaso menos evidente pero no por eso menos notable.Ahora,la reedición ampliada de Grafovidas,la primera edición voló de las librerías en semanas,amenaza con revertir esa discreta presencia de Luis J. Medrano en la estirpe de los dibujantes argentinos.
Tengo una imagen clavada en esa especie de plancha de corcho que es nuestra memoria,y en la mía,una foto coexiste con los héroes de mi mitología personal.En ella está Luis J. Medrano,riguroso blanco y negro diurno,en su panóptico de Diagonal con vista a Florida.Desde ahí, Medrano observa el hormigueo de gentes que marchan urgidos cada cual con su existencia,estampa que ya de por sí invita a la caricatura.Y el dibujante toma apuntes mentales,que luego transportará a su línea clara.Digo línea clara a propósito,recordando aquel revival de la historieta de los recientes años 80 con epicentros en Madrid,Barcelona y Bruselas,basada en la escuela fundada por George McManus en Trifón y Sisebuta,y que estandarizó Hergé en su Tintín: rigurosa línea,blancos extensos, negro pleno y escasísima trama o medio tono,toda una invitación para un color que acompañe pero no dibuje. Medrano, en blanco y negro,es línea clara.Y hubiera estado de moda en la España de las movidas.El de Medrano es un humor de dibujante.Pocas veces se ha visto tanto gag dependiente de un resultado gráfico.Los dibujantes sabemos que para lograr los grafodramas hay que poseer un arsenal gestual,escenográfico y de credibilidad casi realista en cada elemento dibujado,muy poco usual en nuestro género.Y la gráfica,tan precisa, siempre requiere para su remate de la palabra exacta y lacónica que, cuando aparece, complementa e ilumina el chiste. En los grafodramas una imagen vale una palabra.Medrano es un hombre de observaciones normanrockwellianas: descubre travesuras en las más rígidas normalidades,y las dibuja con precisión.Y,como aquél,con un profundo carisma de lo popular.Más respetuoso que molesto,está siempre a punto de desmontar alguna solemnidad.Me encanta Medrano,me transporta a una patria que hubiera querido vivir,tan llena de sombreros y reglas de juego claras.Un dibujante afectivo,que ama lo que hace y a sus criaturas,a quienes ve con comprensión desde su panóptico,al que sube para estar a la par de ellos.Otro capítulo de este libro es el color. Sus almanaques.Ahí el color dibuja,describe,naturaliza.Aquí el color determina el clima, todo se vuelve afectivo.También está el hallazgo del Contreras,el impertérrito antiperonista,pero eso lo expone con precisión Tomás Sanz.Y la experiencia de Medrano como editor de Popurrí,una revista demasiado anglo para los porteños.Indudablemente, Luis J. Medrano dejó escuela.Si no la tuvo más es porque se recluyó demasiado en los diarios: La Nación,El Cronista Comercial.Pensemos que su trabajo no circuló ni por las populares Patoruzú semanal,ni por Rico Tipo,ni en la Tía Vicenta.Y en su último año de vida,Medrano fue contemporáneo de la exitosa Satiricón,pero tampoco estuvo en sus páginas.Así y todo,me voy a animar a perpetrar una pequeña lista de influenciados por su estilo,todos ellos brillantes: Antonio Seguí (sus hombres con sombreros),Calé (su producción es posterior,seguro vio los grafodramas,y,por antagonismo,es el Medrano de la vereda de enfrente) y Quino (por el amor por la puesta y los detalles).Y seguramente en el terreno literario,pero eso se lo dejo a alguien más ducho.Qué libro tan hermoso es éste Su alma mater ya no está con nosotros: Andrés Cascioli le puso tanto empeño y tanto amor,fácilmente observable en este volumen.El Tano no lo conoció personalmente,y eso agiganta su obra, este libro.Cascioli cuidó cada página,decidió su edición,diseño,hasta el taller.La primera edición voló en pocos meses.Es muy necesario que la obra de Medrano siga circulando,y es tarea de sus hijos que los dibujos rompan ese cerco clasista y se derramen en todo el campo popular al que los grafodramas pertenecen.Su vigencia radica ahí,en meterse en un constante diálogo con las producciones actuales.Los que indagan en el ADN de nuestro humor verán elegancia y también garitas, postes-paradas de colectivos y polainas,ya que fueron diseñados hace muchas décadas,pero esos curiosos llegarán a la conclusión,con sabiduría,de que estos dibujos hablan,como muy pocos,de nuestra identidad.(Miguel Rep/Página 12/Enero 10 de 2010)
En La Nación-Diario Intimo de un país,pagina 354,se publica la misma lámina de “Alpargatas” con una pequeña reducción en el margen izquierdo con el siguiente epígrafe: Tren de excursión,así tituló Luis J. Medrano esta escena de veraneo en la Playa Brístol de Mar del Plata en 1947,las mallas de lana,enterizas para todas las mujeres,y con pechera para los hombres,tardaban una eternidad en secarse.
EXCELENTE RECUERDO Y FIDELIDAD DE DETALLES. VEMOS A LA DERECHA EL BRISTOL QUE HACÍA MUY POCOS AÑOS HABÍA DEJADO DE SER HOTEL Y SU CUPULA DE LA CALLE SAN MARTÍN. LO CURIOSO ES QUE QUIZÁS PARA DARLE GRACIA A LA IMAGEN AL HOMBRE QUE APARECE EN MEDIO DE LA FOTO LE COLOCA UN TRAJE DE BAÑO QUE RESULTA TOTALMENTE PASADO DE MODA. SEGÚN HEMOS VISTO EN LAS FOTOS ESE TIPO DE INDUMENTARIA SE USÓ HASTA LA DÉCADA DEL 30. MUY BUEN APORTE SR. ENRIQUE.
Biografía de Luis J. Medrano en la pagina siguiente
http://www.luisjmedrano.com.ar/biografia/biografia.html
Atte-_ Enrique Mario Palacio
En la hoja de Diciembre de ese año 1947, está la lamina titulada “No Va Más”, que también envié.
Atte.: Enrique Mario Palacio.
La empresa “Alpargatas”,publicó en la década del 30 cuadros de Molina Campos,también en almanaques,los que hoy son muy buscados y valorizados por coleccionistas.Con respecto a los del año 1946/47,de Luis J. Medrano tengo algunas láminas como por ejemplo “Réfere”,”Club Social y Deportivo”,”Torneo” “Penal” etc.Sobre Mar del Plata poseo uno de Diciembre de 1947,el mismo a grandes rasgos lo defino de la siguiente manera: se ve adelante el extremo de una mesa,larga,de fondo verde oscuro,en el medio la ruleta con muchas fichas.Hay a la izquierda en 4to. lugar una señora de perfil que se inclina a apostar una ficha,aparentemente al colorado el 7 o negro el ocho,la misma se destaca por su pelo corto amarillo,una nariz prominente,un aro en su oreja derecha,un vestido oscuro con tiras y debajo una blusa con transparencia.La imagen empieza en la línea de los números 13-14-15,del mismo lado de la dama hay 14 personas aprox.,sentadas y 11 paradas hasta el fondo,donde hay una ventana con cortinas rojas,y detrás se observan siluetas.En el otro extremo de la mesa hay otras 6 personas,del lado derecho adelante 6 paradas al lado de la mesa,y 7 sentadas a lo largo de la misma,el Crupier,que está del mismo lado toca con el rastrillo la mano de la señora que mencioné al comenzar,que estaba por apostar,eso indicaría el título de la lámina “No Va Mas….”.Siguiendo del lado derecho se ven zapatos de hombre y mujer como que van caminando hacia el costado,luego un señor que anota en un papel,le sigue atrás otro caballero que está con saco blanco y al lado del mismo se ve parcialmente una pierna y los brazos de una dama que le muestra al mismo una cartera abierta,mas atrás va caminando un hombre con la manos cruzadas en la espalda,de traje gris,un poco encorvado y fumando,termina el fondo de la imagen a la derecha con otra ventana y cortinas rojas similar a la de la izquierda,son corredizas hacia ambos lados,y detrás también se observan siluetas de personas.En la parte de arriba cuelga del techo una araña y en el margen superior de la lámina el logo de Alpargatas.En la parte inferior está impreso el mes de diciembre de 1947,que comienza el día lunes 1,a los costados en menor tamaño,están los meses de Noviembre de 1947 y el de Enero de 1948.
El 1 de diciembre de 1941 apareció en el diario La Nación el primer “Grafodrama”.A partir de allí,su autor Luis J. Medrano (1915-1974) comenzaba a destacarse como un gran observador de la vida cotidiana , exhibiendo un poder de síntesis admirable: Una palabra al pie de cada dibujo como elemento referencial,para que nuestra inteligencia -al relacionar ambos-produzca el necesario click que lleva a la comprensión e inmediatamente a la sonrisa.Medrano quien continuó ininterrumpidamente con esta creación en el diario hasta su fallecimiento,en ocasión de una entrevista,expresó:
Algunos temas no son precisamente risueños,pero el dibujo hace aparecerlos como tales,el mío es,un humorismo para pensar,en el que el trabajo del dibujante es completado,por así decirlo por el ingenio del lector.No sé,qué es un grafodrama.Realmente no sé definirlo.Me propuse al comienzo hacer una historieta cómica.Pero de pronto me dí cuenta de que podía ser un humorista.El humorismo tiene un matiz completamente distinto: más hondura,tiende a lo satírico,es más literario.Yo trato de escribir gráficamente.Fundador de la revista Popurrí,ilustrador de los almanaques de la firma Alpargatas,creador de otras tiras como Estaba Escrito,y de personajes como Matías,Talento de la Era Atómica y el Contreras;Medrano fue admirado por Quino,Alejandro Sirio,Mujica Láinez,Sábato y toda la gente de su tiempo.Y también por la de las generaciones posteriores,conforme fueron descubriendo su singular talento.(Fuente: Sonrisas Argentinas)
El domingo 29-8-2004,un familiar mío,el Dr. José Claudio Escribano,con el cargo de subdirector del Diario La Nacíon escribió:
-Luis J. Medrano: un Caballero del Humor-
Fue el dibujante cuyos trazos mejor definieron en el siglo XX lo que La Nación se propuso ser desde su fundación,en 1870. Medrano reflejó ese espíritu por la vía de un humor muy argentino,muy representativo de los diversos caracteres humanos que emergen de nuestras esencias sociales,configuradas por virtudes y desviaciones de cepas criollas y de otras más,principalmente europeas.
Día a día, desde la incorporación de sus dibujos a las páginas de La Nación,en 1941,y hasta su muerte inesperada,en 1974,Medrano retrató con inteligencia y sutileza,por un lado,y con concisión suprema,por el otro,los prototipos de la fauna nacional.Sólo una palabra necesitaba -una,no más-para recrear,en cotidiana obra maestra,a cuanto personaje singular desfilaba por las calles de Buenos Aires: el burrero,el bacán, el compadrito,el tilingo y la tilinga,el ostentoso,el cabaretero,el hincha de fútbol,el político,el gourmet,el fiaca,el noctámbulo,el guarango.Si hoy se publica,asociada al nombre de la editorial periodística con la que Medrano ha estado identificado de cuerpo entero,una antología de los célebres Grafodramas,es porque en esos trabajos se prolonga,a pesar del paso del tiempo y de la profundidad de los cambios inferidos en su transcurso a la vida cotidiana de los argentinos,la frescura de lo que es clásico,esto es,de lo que vale una vez,mucho,y n menos,siempre.En la biblioteca hogareña,tengo a la vista un grafodrama que recibí,después de haber sido publicado en La Nación de este querible compañero de tareas.Venía con una dedicatoria como contraprestación por cierta modesta consulta jurídica,de esas que se hacen a las apuradas,en un corredor cualquiera,y que un joven e inexperto abogado siente como un cuchillo con el que se lo degüella de pie.Ese dibujo se titula Término,palabra-código para definir el tiempo que vuela antes de que se produzca la temible prescripción o la perención de instancia que puede echar todo a perder en una controversia judicial.Allí se ve la figura impagable de un auténtico avenegra,calzado con pomposo sombrero orión-debajo del que asoman gafas negras enormes y prominente nariz aguileña-,mientras escribe apurado, vaya a saberse qué alegato,en una escena dominada por el reloj que, implacable, va marcando las horas.Nada era ajeno al lápiz burlón,pero nunca hiriente,ni a la estocada certera y elegante del lenguaje,pero nunca torpe o necia,de este talentoso humorista,de este porteño de hábitos perdurables,como los de haber mantenido los mediodías una mesa eterna en el glorioso Pedemonte,ámbito gastronómico en cuyas tertulias tomaba inspiración para la tarea en La Nación de todos los días.
Reconozcámonos y reconozcamos a nuestros congéneres de ayer y de hoy en tantos cuadros de inconfundible ingenio.Cuadros que hicieron sonreír y también reflexionar a generaciones de argentinos y que constituyen una lección sobre cómo un gran creador puede registrar conductas individuales y costumbres colectivas con precisión periodística,con juicio festivo y la voluntad invariable de ironizar sin humillar.
La Obra de LUIS J. MEDRANO hecha libro:-Costumbres argentinas-
Dibujante exquisito,amante del detalle,dueño de un repertorio gráfico poco común,preciso y sutil para el humor urbano,LUIS J.MEDRANO marcó un hito del dibujo argentino con sus Grafodramas.Y aunque hubiera merecido ser padre de una escuela más evidente,su circulación en diarios tradicionales y por afuera de las revistas del género lo dejaron en el lugar de una influencia acaso menos evidente pero no por eso menos notable.Ahora,la reedición ampliada de Grafovidas,la primera edición voló de las librerías en semanas,amenaza con revertir esa discreta presencia de Luis J. Medrano en la estirpe de los dibujantes argentinos.
Tengo una imagen clavada en esa especie de plancha de corcho que es nuestra memoria,y en la mía,una foto coexiste con los héroes de mi mitología personal.En ella está Luis J. Medrano,riguroso blanco y negro diurno,en su panóptico de Diagonal con vista a Florida.Desde ahí, Medrano observa el hormigueo de gentes que marchan urgidos cada cual con su existencia,estampa que ya de por sí invita a la caricatura.Y el dibujante toma apuntes mentales,que luego transportará a su línea clara.Digo línea clara a propósito,recordando aquel revival de la historieta de los recientes años 80 con epicentros en Madrid,Barcelona y Bruselas,basada en la escuela fundada por George McManus en Trifón y Sisebuta,y que estandarizó Hergé en su Tintín: rigurosa línea,blancos extensos, negro pleno y escasísima trama o medio tono,toda una invitación para un color que acompañe pero no dibuje. Medrano, en blanco y negro,es línea clara.Y hubiera estado de moda en la España de las movidas.El de Medrano es un humor de dibujante.Pocas veces se ha visto tanto gag dependiente de un resultado gráfico.Los dibujantes sabemos que para lograr los grafodramas hay que poseer un arsenal gestual,escenográfico y de credibilidad casi realista en cada elemento dibujado,muy poco usual en nuestro género.Y la gráfica,tan precisa, siempre requiere para su remate de la palabra exacta y lacónica que, cuando aparece, complementa e ilumina el chiste. En los grafodramas una imagen vale una palabra.Medrano es un hombre de observaciones normanrockwellianas: descubre travesuras en las más rígidas normalidades,y las dibuja con precisión.Y,como aquél,con un profundo carisma de lo popular.Más respetuoso que molesto,está siempre a punto de desmontar alguna solemnidad.Me encanta Medrano,me transporta a una patria que hubiera querido vivir,tan llena de sombreros y reglas de juego claras.Un dibujante afectivo,que ama lo que hace y a sus criaturas,a quienes ve con comprensión desde su panóptico,al que sube para estar a la par de ellos.Otro capítulo de este libro es el color. Sus almanaques.Ahí el color dibuja,describe,naturaliza.Aquí el color determina el clima, todo se vuelve afectivo.También está el hallazgo del Contreras,el impertérrito antiperonista,pero eso lo expone con precisión Tomás Sanz.Y la experiencia de Medrano como editor de Popurrí,una revista demasiado anglo para los porteños.Indudablemente, Luis J. Medrano dejó escuela.Si no la tuvo más es porque se recluyó demasiado en los diarios: La Nación,El Cronista Comercial.Pensemos que su trabajo no circuló ni por las populares Patoruzú semanal,ni por Rico Tipo,ni en la Tía Vicenta.Y en su último año de vida,Medrano fue contemporáneo de la exitosa Satiricón,pero tampoco estuvo en sus páginas.Así y todo,me voy a animar a perpetrar una pequeña lista de influenciados por su estilo,todos ellos brillantes: Antonio Seguí (sus hombres con sombreros),Calé (su producción es posterior,seguro vio los grafodramas,y,por antagonismo,es el Medrano de la vereda de enfrente) y Quino (por el amor por la puesta y los detalles).Y seguramente en el terreno literario,pero eso se lo dejo a alguien más ducho.Qué libro tan hermoso es éste Su alma mater ya no está con nosotros: Andrés Cascioli le puso tanto empeño y tanto amor,fácilmente observable en este volumen.El Tano no lo conoció personalmente,y eso agiganta su obra, este libro.Cascioli cuidó cada página,decidió su edición,diseño,hasta el taller.La primera edición voló en pocos meses.Es muy necesario que la obra de Medrano siga circulando,y es tarea de sus hijos que los dibujos rompan ese cerco clasista y se derramen en todo el campo popular al que los grafodramas pertenecen.Su vigencia radica ahí,en meterse en un constante diálogo con las producciones actuales.Los que indagan en el ADN de nuestro humor verán elegancia y también garitas, postes-paradas de colectivos y polainas,ya que fueron diseñados hace muchas décadas,pero esos curiosos llegarán a la conclusión,con sabiduría,de que estos dibujos hablan,como muy pocos,de nuestra identidad.(Miguel Rep/Página 12/Enero 10 de 2010)
En el siguiente link,podemos ver una foto de Luis J. Medrano y leer además algunos comentarios de sus hijos que le dedicaron un libro en su homenaje:
http://www.luisjmedrano.com.ar/prensa/revista-tigris.pdf