El barco Repulse -en el que viajó el prìncipe de Gales- fotografiado por Francisco Gordon el 26 de setiembre de 1925. La imagen fue enviada por su hija Alicia y nos permite seguir reconstruyendo la historia de aquel insólito setiembre marplatense. Véase que el muelle del puerto local está cubierto de nieve. Ello responde a que un día antes había caído una de las nevadas más importantes que se recuerden en Mar del Plata. En este blog, con el número 0539, aparece una foto que también fue tomada por Francisco Gordon y que documenta aquel inesperado fenómeno en plena primavera. Inspirado en esa foto y revisando archivos, el periodista Oscar Lardizábal, jefe de redacción de LA CAPITAL, escribió un artículo que está editado en el blog Nuestra Historia, al que puede accederse en la página digital del diario. Lardizábal describe que al hallar el diario que informaba sobre aquella nevada, halló otra noticia llamativa: “… el Príncipe de Gales, Eduardo de Windsor, debía permanecer en Viña del Mar, Chile, porque un temporal de nieve impedía que el tren que lo había llevado hasta allí retornara a la Argentina, más precisamente a Mar del Plata, donde en su puerto flamante y aún de gran calado, esperaba el Repulse, la nave de impresionante porte que había trasladado al heredero de la corona británica hasta el puerto de Montevideo. Allí el Príncipe, que había viajado hacia la América del Sur invitado por el presidente de la Argentina, Marcelo T. de Alvear, trasbordó a un barco más pequeño, más agil para sortear el estudiario del Río de la Plata y llegar a destino, con toda la paquetería de Buenos Aires, confirmando que la Argentina alvearista, entonces entre los diez países más grandes del planeta, y el Reino Unido tenían excelentes relaciones al punto de volverse “carnales”, al poco tiempo, con el Tratado Roca-Runciman de 1933″.
“¿Y el Repulse? Siguió hacia Mar del Plata, hacia ese puerto que, como lo recordamos hace poco con motivo de cumplirse los cien años de la ley que dispuso su creación, fue concebido como de aguas profundas y como alternativa para el de Buenos Aires, al influjo de la desesperación del establishment nacional al ver que el Canal de Panamá podía hacer desaparecer todo el tráfico marítimo que unía los océanos, el Atlántico y el Pacífico, bordeando el Cabo de Hornos, en el extremo sur americano, pasando por el mar argentino”.
“¿Y el Príncipe?. Bajó en Buenos Aires, fue motivo de agasajos todas las noches (en uno con la participación del dúo Gardel-Razzano), partió en tren junto a su comitiva y a los fascinados funcionarios del país hacia Mendoza y Chile, volvió después del temporal de nieve que azotaba a toda la región, llegó a la ciudad, lo recibió Teodoro Bronzini, se alojó en Chapadmalal, en la estancia de los Martínez de Hoz. Y la ciudad, pese a uno de los más crudos inviernos que haya vivido, a pesar de la nieve, vivió alterada, tal vez de manera similar a cómo lo estuvo cuando ancló frente a nuestras costas el portaaviones norteamericano Kitty Hawk, en 1991, aquel año cuando también el tiempo y la misma Tierra parecieron enojarse, ya que tuvimos de todo, la nevada, la ceniza que arrojó un volcán chileno que tapó a la localidad santacruceña de Los Antigûos, y un huracán que arrancó de sus amarras al Marcelina de Ciriza, el increíble barco fantasma que encalló frente a la costa a la altura de la avenida Constitución”.
Cuánto debemos agradecer a La Capital por la maravillosa idea de compartir la historia de los marplatenses!!
La fotografía enviada por la sra. Alicia es bellísima y el comentario de Lardizábal absolutamente impecable. ¡Gracias a ambos!
Me permito, humildemente, un comentario de los que llamo “ironías de la historia”:
El Repulsse, por su calado, necesitaba anclar en un puerto con suficiente profundidad, la que no tenía el de Bs. As..- Así se decidió ampliar el de Mar del Plata construyéndose entonces (para el arribo, en 1925, del Príncipe de Gales a la Argentina), una sección que no estaba contemplada en los planos iniciales…Esa zona, surgida para recibir al monarca inglés fue aprovechada, veinte años más tarde, más precisamente en 1945,ya finalizada la II GM, por los dos submarinos alemanes que arribaron a nuestro puerto después de muchos meses de navegar y cruzar el Atlántico sorteando la vigilancia de las fuerzas aliadas, navegando de noche hasta llegar a la Argentina, que en aquéllos tiempos apoyaba, sin hacerlo expresamente, al Eje.
Tambien en ese lugar es donde amarraria el transatlántico alemán “COLUMBUS”.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/4369
Atte.: Enrique Mario Palacio
El Prince of Wales era un acorazado de aproximadamente 40.000.– toneladas de deplazamiento. Observen que calado tenia el puerto en ese momento para acoger a semejante buque. El Prince of Wales, junto al Repulse, fue hundido por los japoneses en Diciembre de l941 en Asia.
El Tratado Roca Ruciman es del 1 de mayo de 1933, plena década infame; hacía años que Marcelo T. De Alvear ya no era presidente.
El barco más pequeño, mas ágil, que condujo al Principe de Gales al puerto de Buenos Aires en 1925,utilizado para sortear el estuario del Rio de la Plata, fue el Crucero Ligero HMS “Curlew”. Fuente: revista Caras y Caretas N°1692 del 7/3/1931, dedicada a la segunda visita del Principe a nuestro país; en las páginas 71 a 73 rememora la primer visita del año 1925.
El barco más pequeño, mas ágil, que condujo al Principe de Gales al puerto de Buenos Aires en 1925,utilizado para sortear el estuario del Rio de la Plata, fue el Crucero Ligero HMS “Curlew”. Fuente: revista Caras y Caretas N°1692 del 7/3/1931, dedicada a la segunda visita del Principe a nuestro país; en las páginas 71 a 73 rememora la primer visita del año 1925.