En una foto similar enviada por el Sr. Marcelo Guzzione,que lleva el n° 6263 y publicada en Enero de 2012,leemos en su epígrafe:
“Rambla Casino-Hotel Provincial.Imagen del libro “Casino Central Mar del Plata,Emblema del acceso de los sectores populares a las actividades creativas” editado por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires.No cita fuente de origen de este documento”.
En la actualidad esta imagen está en el Archivo General de la Nación como:
“Vista del estacionamiento de autos frente al Casino de Mar del Plata,1959.
AGN-DDF/Caja 2903,inv: 255550”.
Esta foto debe ser de un periodo entre fines de los cuarenta y los cincuenta. No encaja mucho con el título del libro “acceso de los sectores populares” porque tener auto en esa época era un privilegio de quienes amasaban alguna fortuna, y esos modelos allí estacionados no estaban al alcance de nadie que fuera de los “sectores populares”. Pero sí era cierto que, por primera vez, muchos que nunca habíamos conocido ni el mar ni los lugares de veraneo, estábamos llegando a centros de diversión de la costa marítima. Y ahí -como sigue pasando hoy- nos “mezclábamos” con mucha gente que accedía a Mar del Plata para el gran jolgorio del súper lujo.
En una foto similar enviada por el Sr. Marcelo Guzzione,que lleva el n° 6263 y publicada en Enero de 2012,leemos en su epígrafe:
“Rambla Casino-Hotel Provincial.Imagen del libro “Casino Central Mar del Plata,Emblema del acceso de los sectores populares a las actividades creativas” editado por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires.No cita fuente de origen de este documento”.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/6263
En la actualidad esta imagen está en el Archivo General de la Nación como:
“Vista del estacionamiento de autos frente al Casino de Mar del Plata,1959.
AGN-DDF/Caja 2903,inv: 255550”.
Esta foto debe ser de un periodo entre fines de los cuarenta y los cincuenta. No encaja mucho con el título del libro “acceso de los sectores populares” porque tener auto en esa época era un privilegio de quienes amasaban alguna fortuna, y esos modelos allí estacionados no estaban al alcance de nadie que fuera de los “sectores populares”. Pero sí era cierto que, por primera vez, muchos que nunca habíamos conocido ni el mar ni los lugares de veraneo, estábamos llegando a centros de diversión de la costa marítima. Y ahí -como sigue pasando hoy- nos “mezclábamos” con mucha gente que accedía a Mar del Plata para el gran jolgorio del súper lujo.