Se trata del Balneario privado del Dr. Luis Costa Buero,construído por los arquitectos Raul Biraben y Ernesto Lacalle Alonso,edificio terminado en 1934 y demolido dos años después,con el inicio de las obras de urbanizacion de Playa Grande.Tiene elementos del “Yacht Style”,como asi también del Art Deco”.Podemos verlo también en la a foto n° 7010,enviada por el Sr.Ignacio Iriarte y publicada el 28 de Junio de 2012.
….En su conjunto, el edificio marca un señalado aspecto de arquitectura naval, que se adapta exactamente al ambiente y a su destino.
Una amplia terraza exterior sobre el mar, cubierta por un voladizo de 5 metros de saliente, libre de obtáculos para la vista, otras con sus barandas de protección unidas con pasarelas y escaleras que vinculan los diferentes planos de las mismas; faros de iluminación, una pileta de natación y otros detalles se combinan como se puede apreciar.
El interior ha sido tratado con el mismo criterio y en armonia con el conjunto.
Por el estudio de arquitectos, Revista Nuestra Arquitectura, Febrero 1934.
La consecuencia inmediata de la situación actual estimula al futuro concesionario a valerse de cualquier medio para obtener una concesión y edificar en ella en las condiciones más precarias, con el solo fin de lucrar, explotandola o negociandola. Explotaciones comúnmente en manos de empresarios modestos que carecen de las nociones mas elementales para levantar lo que luego llaman un balneario o un hotel. De ahí nacieron el famoso barrio chino y el de la playa de los pescadores, ya desaparecidos. De ahí surgió a su vez Playa Grande, barriada destinada también a desaparecer cuando las autoridades, llamadas a la realidad, consideren necesario imponer con mejor criterio otras normas y estimen indispensable tener en cuenta factores muy olvidados.
Podrían evitarse grandes males y largos pleitos, que afectan intereses dignos de ser contemplados, si las autoridades en lugar de esperar esos momentos críticos que ellas indirectamente provoca, marcaran rumbos inspirados en el bien común, acordando esas concesiones a titulo precario, si se quiere, pero imponiendo una reglamentación adecuada, que vele por la seguridad, el confort y la higiene y poner un marco de belleza que el público será el primero en admirar y disfruta.
De hecho que dará la seguridad al concesionario una estabilidad, quizás definitiva, hoy justa ya que expone en ciertos casos cuantiosos capitales, y será esta la forma de armonizar intereses hasta ahora encontrados, dando la solución adecuada a un problema que la exige con urgencia.
El doctor Costa aceptando este criterio asocia su nombre a una obra de valor y nos permite hacer una demostración de como pueden realizarse bien las cosas gastando un poco más, si se siente como lo sentimos la imposición del criterio que dejamos expresado claramente.
Por el estudio de arquitectos, Revista Nuestra Arquitectura, Febrero 1934.
Se trata del Balneario privado del Dr. Luis Costa Buero,construído por los arquitectos Raul Biraben y Ernesto Lacalle Alonso,edificio terminado en 1934 y demolido dos años después,con el inicio de las obras de urbanizacion de Playa Grande.Tiene elementos del “Yacht Style”,como asi también del Art Deco”.Podemos verlo también en la a foto n° 7010,enviada por el Sr.Ignacio Iriarte y publicada el 28 de Junio de 2012.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/7010
Podemos ver desde otro ángulo el mismo Balneario privado del Dr. Luis Costa Buero,en la foto n° 7009,también remitida por el Sr. Ignacio Iriarte:
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/7009
adorno la casa estilo nautico estilo puente de mando con su aro salvavidas x delante arriba toma de aire de buque antiguo y matil con banderas Saludos
Excelente aporte Sr. Jorge.
….En su conjunto, el edificio marca un señalado aspecto de arquitectura naval, que se adapta exactamente al ambiente y a su destino.
Una amplia terraza exterior sobre el mar, cubierta por un voladizo de 5 metros de saliente, libre de obtáculos para la vista, otras con sus barandas de protección unidas con pasarelas y escaleras que vinculan los diferentes planos de las mismas; faros de iluminación, una pileta de natación y otros detalles se combinan como se puede apreciar.
El interior ha sido tratado con el mismo criterio y en armonia con el conjunto.
Por el estudio de arquitectos, Revista Nuestra Arquitectura, Febrero 1934.
Atte.: Enrique Mario Palacio
La consecuencia inmediata de la situación actual estimula al futuro concesionario a valerse de cualquier medio para obtener una concesión y edificar en ella en las condiciones más precarias, con el solo fin de lucrar, explotandola o negociandola. Explotaciones comúnmente en manos de empresarios modestos que carecen de las nociones mas elementales para levantar lo que luego llaman un balneario o un hotel. De ahí nacieron el famoso barrio chino y el de la playa de los pescadores, ya desaparecidos. De ahí surgió a su vez Playa Grande, barriada destinada también a desaparecer cuando las autoridades, llamadas a la realidad, consideren necesario imponer con mejor criterio otras normas y estimen indispensable tener en cuenta factores muy olvidados.
Podrían evitarse grandes males y largos pleitos, que afectan intereses dignos de ser contemplados, si las autoridades en lugar de esperar esos momentos críticos que ellas indirectamente provoca, marcaran rumbos inspirados en el bien común, acordando esas concesiones a titulo precario, si se quiere, pero imponiendo una reglamentación adecuada, que vele por la seguridad, el confort y la higiene y poner un marco de belleza que el público será el primero en admirar y disfruta.
De hecho que dará la seguridad al concesionario una estabilidad, quizás definitiva, hoy justa ya que expone en ciertos casos cuantiosos capitales, y será esta la forma de armonizar intereses hasta ahora encontrados, dando la solución adecuada a un problema que la exige con urgencia.
El doctor Costa aceptando este criterio asocia su nombre a una obra de valor y nos permite hacer una demostración de como pueden realizarse bien las cosas gastando un poco más, si se siente como lo sentimos la imposición del criterio que dejamos expresado claramente.
Por el estudio de arquitectos, Revista Nuestra Arquitectura, Febrero 1934.
Atte.: Enrique Mario Palacio