Estimados, acá les envío una foto del Pic-nic de Primavera de 1967 con mis compañeros de 2º año del Comercial Mariano Moreno, en el Alfar (soy el cuarto de izquierda a derecha). Muy cordiales saludos, atte. Jorge H. Seco
Es lapidario su comentario, pero quizás verdad. Disfruto mucho viendo todas las fotos de la antigua ciudad y siempre me despiertan nostalgia por un tiempo que no viví, y quizás su frase describe mejor esa emoción: la gran ciudad de hoy se comió a la entrañable ciudad de ayer, La Ciudad Feliz hoy lucha por recuperar ese apodo.
Pero elijo creer en el futuro, en que algún día recuperará esa alegría que la caracterizó. ¿Será esa esperanza la última batalla de una ingenuidad que no se da por vencida?
Sr. Guido Sambucetti y Ecume: Satisfacción, y alegría fue lo que sentí al leer los comentarios, enviados por ustedes. Viví y disfruté plenamente, aquellos Pic-nic, y cuanta reunión estudiantil bailable, deportiva etc. me invitaran. Coincido plenamente con sus comentarios. Y también soy de los que creen que algún día… Y por qué nó, Mardel volverá a ser lo que fue
Coincido plenamente con Ecume y con Guido Sambucetti: Una época dorada que lamentablemente quedó muy atrás. No quiero ser pesimista, pero creo que pasará mucho tiempo para los deseos de Guido. Igualmente tengo Fe.
Octubre 19-2017
Sr. Guido: Su apellido me trae recuerdos de alguien de La Plata que conocí en esta ciudad durante aquella “época dorada”. Perdone mi atrevimiento por mencionar y recordar aquellos momentos de mi juventud. Gracias.
Estimado Daniel,
Gracias por asociar mi apellido a un recuerdo que claramente lo transporta a una hermosa época.
Y por favor no se disculpe por mencionarlo; creo que este proyecto, lejos de querer ser una estéril colección de imágenes, apunta justamente a lo que nos ocurre: a que un conjunto de fotografías rescaten otras tantas emociones arrumbadas, y que el efecto se complete despertando sentimientos positivos.
Son recuerdos, y para más calidez, de familia. ¿Quién es capaz de cerrar la caja de fotos que está en el ropero sin que haya aflorado aunque sea una sonrisa a sus labios?
Se ha referido usted a mi comentario sobre su apellido y créame que valoro su generosidad al hacerlo. Es verdad que, abriendo una caja con fotografías de mucho tiempo atrás, pueda asomar una sonrisa… pero a veces también alguna lágrima.
Adoro estas fotos tan evocadoras. Han pasado tantos años. Tanta ingenuidad vencida.Me recuerda el verso: éramos tan jóvenes y después aprendimos.
Es lapidario su comentario, pero quizás verdad. Disfruto mucho viendo todas las fotos de la antigua ciudad y siempre me despiertan nostalgia por un tiempo que no viví, y quizás su frase describe mejor esa emoción: la gran ciudad de hoy se comió a la entrañable ciudad de ayer, La Ciudad Feliz hoy lucha por recuperar ese apodo.
Pero elijo creer en el futuro, en que algún día recuperará esa alegría que la caracterizó. ¿Será esa esperanza la última batalla de una ingenuidad que no se da por vencida?
Gracias por compartir el sentimiento.
Qué hermoso tu comentario.!
Sr. Guido Sambucetti y Ecume: Satisfacción, y alegría fue lo que sentí al leer los comentarios, enviados por ustedes. Viví y disfruté plenamente, aquellos Pic-nic, y cuanta reunión estudiantil bailable, deportiva etc. me invitaran. Coincido plenamente con sus comentarios. Y también soy de los que creen que algún día… Y por qué nó, Mardel volverá a ser lo que fue
Coincido plenamente con Ecume y con Guido Sambucetti: Una época dorada que lamentablemente quedó muy atrás. No quiero ser pesimista, pero creo que pasará mucho tiempo para los deseos de Guido. Igualmente tengo Fe.
Octubre 19-2017
Sr. Guido: Su apellido me trae recuerdos de alguien de La Plata que conocí en esta ciudad durante aquella “época dorada”. Perdone mi atrevimiento por mencionar y recordar aquellos momentos de mi juventud. Gracias.
Octubre 19-2017
Estimado Daniel,
Gracias por asociar mi apellido a un recuerdo que claramente lo transporta a una hermosa época.
Y por favor no se disculpe por mencionarlo; creo que este proyecto, lejos de querer ser una estéril colección de imágenes, apunta justamente a lo que nos ocurre: a que un conjunto de fotografías rescaten otras tantas emociones arrumbadas, y que el efecto se complete despertando sentimientos positivos.
Son recuerdos, y para más calidez, de familia. ¿Quién es capaz de cerrar la caja de fotos que está en el ropero sin que haya aflorado aunque sea una sonrisa a sus labios?
Apreciado Guido:
Se ha referido usted a mi comentario sobre su apellido y créame que valoro su generosidad al hacerlo. Es verdad que, abriendo una caja con fotografías de mucho tiempo atrás, pueda asomar una sonrisa… pero a veces también alguna lágrima.
Con afecto
Daniel
Octubre 27, 2017