Sr. Alfredo Gonzáles Maciel. Yo naci en el año 1942 y por los años 50 recuerdo trepar por su escalera de hierro a las farolas de las escolleras Norte y Sur cuando mis padres salían a disfrutar del día libre, el puerto era un lugar preferido, pasar por la banquina de pescadores ver el movimieto de las lanchas amarillas descargando el pescado en cajores de madera fuertes y pesados que estando vacios y humedos me costaba levantar, la zorrita que usaban empujandola para el trasporte circulando por el perimetro de la banquina el galpon donde preparaban las redes y vendian el pescado y luego salir rumbo al morro de la escollera sur pasando por debajo de la grua Titán estacionada del otro lado de la banquina, Gran recuerdo traen las farolas de las escolleras. Lo saluda Atte. José Alberto Lago.
Si… Sr. Lago esos cajones de madera, pesaban bastante, y más aún cuando estaban mojados. Me consta. Pero quienes trabajaban en la banquina, plegaban una bolsa de arpillera, y poniendosela sobre el hombro izquierdo, apoyaban el cajón y así lo transportaban. Cuando llegaban las lanchas y descargaban el pescado, así se veía a los trabajadores llevar esos cajones. La grúa Titán, era enorme y coincido con usted era para mi una aventura pasar por debajo de tremenda mole metálica.
Sr. Alfredo Gonzáles Maciel. Yo naci en el año 1942 y por los años 50 recuerdo trepar por su escalera de hierro a las farolas de las escolleras Norte y Sur cuando mis padres salían a disfrutar del día libre, el puerto era un lugar preferido, pasar por la banquina de pescadores ver el movimieto de las lanchas amarillas descargando el pescado en cajores de madera fuertes y pesados que estando vacios y humedos me costaba levantar, la zorrita que usaban empujandola para el trasporte circulando por el perimetro de la banquina el galpon donde preparaban las redes y vendian el pescado y luego salir rumbo al morro de la escollera sur pasando por debajo de la grua Titán estacionada del otro lado de la banquina, Gran recuerdo traen las farolas de las escolleras. Lo saluda Atte. José Alberto Lago.
Si… Sr. Lago esos cajones de madera, pesaban bastante, y más aún cuando estaban mojados. Me consta. Pero quienes trabajaban en la banquina, plegaban una bolsa de arpillera, y poniendosela sobre el hombro izquierdo, apoyaban el cajón y así lo transportaban. Cuando llegaban las lanchas y descargaban el pescado, así se veía a los trabajadores llevar esos cajones. La grúa Titán, era enorme y coincido con usted era para mi una aventura pasar por debajo de tremenda mole metálica.
Sr. Alfredo, un gran saludo al amigo Carlos Maria.
Sr. José Alberto, recuerdo la foto (1864), en la que hablamos de estas farolas (norte y sur)
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/1864
Atte.: Enrique Mario Palacio