Fotos de Familia
Foto
Postal serie chalets: “Villa Kelmis”, se ubicaba en la esq. de Alvear y Moreno, construido en 1907 por Adán Gandolfi para Antonio Leloir. Edición Librería Rey. Aporte: Enrique Mario Palacio.
Luego, Chateau Frontenac, hoy en doloroso estado de abandono. Gracias por esta serie, Sr. Palacio.
Estampas de un pasado … “para pocos” …
Julián Mendozzi.
Gracias a Ud. Sr. Federico, algunos datos más, el palacete conocido como Château Frontenac nació a principios de siglo cuando la familia Leloir Unzué contrató los servicios de un constructor de amplia trayectoria en la zona, Adán Gandolfi. La obra de Gandolfi antecede al pintoresquismo que distingue a las construcciones marplantenses, tiene un carácter anglófilo en ocasiones y afrancesado en otras., Villa Kelmis, es reformada por primera vez en el año 1917 por el Arq. Alula Baldassarini y posteriormente en el año 1920 por el Arq. Alejandro Bustillo.
A mediados de siglo pasado la propiedad fue vendida a la familia Manzorro y transformada en hotel. La villa, fiel testigo de un período culminante y representativo de la producción nacional, fue modificada para servir a las exigencias comerciales del hotel.
El Château funcionó como hotel hasta 1980, luego pasó a ser casa de reuniones y fiestas y en 1994 fue cerrado.
Podemos ver este chalet en su estado original en la foto (5544)
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5544
Atte.: Enrique Mario Palacio
-Pequeña historia de un hotel-Construído a principios de siglo,el Château fue testigo de toda una época-
El palacete conocido como Château Frontenac nació a principios de siglo cuando la familia Leloir Unzué contrató los servicios de un constructor de amplia trayectoria en la zona,Adán Gandolfi,autor,entre otros,del chalet de Adolfo Blaquier,en Bolívar y Alvear,realizado en 1905.La obra de Gandolfi antecede al pintoresquismo que distingue a las construcciones marplantenses,tiene un carácter anglófilo en ocasiones y afrancesado en otras.Este último parece haber sido el caso del edificio donde actualmente se realiza la muestra Paseo Explanada.
Hacia fines de la década del veinte una nueva corriente hace su aparición en Mar del Plata.Se trata de un grupo que ve en el estilo españolizante una alternativa nacionalista a la cultura dominante de la época.Con Angel Pascual,Peró y Torres Armengol,Roberto Soto Acébal y el propio Alejandro Bustillo a la cabeza,esta vanguardia encuentra raíces en la arquitectura de la colonia y deviene en un neocolonialismo que, poco a poco,gana terreno.El Château Frontenac de Alberto Leloir fue remodelado por Alejandro Bustillo durante los años veinte.El estilo españolizante o neocolonial de la llamada Villa Kelmis está presente de un modo inconfundible en la antigua casona.El gran portal de acceso con sus columnas salomónicas,la torre del antiguo mirador que recuerda un minarete, las galerías,el patio andaluz cubierto del primer nivel,las arcadas de medio punto y las tejas de los techos retrotraen, sin lugar a dudas,a las construcciones hispánicas.El movimiento sentó sus bases ideológicas de la mano de personajes como Ricardo Rojas,que en dos célebres tratados: La restauración nacionalista,de 1909,y Eurindia,de 1924,sustenta de modo intelectual y preciso la búsqueda que involucró a la intelectualidad de la época.A mediados de siglo la propiedad fue vendida a la familia Manzorro y transformada en hotel.La villa,fiel testigo de un período culminante y representativo de la producción nacional,fue modificada para servir a las exigencias comerciales del hotel.Las arcadas sostenidas por columnas talladas en piedra fueron cerradas con muros de ladrillos,la fachada y su magnífico portal quedaron escondidos por detrás de un hall que contenía una puerta giratoria,la torre mirador se convirtió en una habitación y se construyeron dos grandes volúmenes a ambos lados del edificio original para albergar más habitaciones.El Château funcionó como hotel hasta 1980,luego pasó a ser casa de reuniones y fiestas y en 1994 fue cerrado.
El primer premio de la muestra fue para Patricia Anuncibay por el Baño Principal.Para las paredes,se prefirió las ventajas de los bloques de hormigón,en gris natural.Dos mesas teñidas en negro sostienen sendas bachas y un original cerramiento de chapa separa este sector del de los sanitarios.La Escalera,segundo premio,fue obra de los arquitectos Claudia Martinoia y Adrián Coalli que decidieron recrear el estilo de la casona.Una pieza central de hierro forjado de 9 metros de altura y tres arañas iluminan la llegada a cada piso.Una moldura presente en el pórtico de piedra de acceso,construído por Alejandro Bustillo,fue fuente de inspiración para el diseño de la alfombra provista por Meller y calada artesanalmente.El tercer premio correspondió a la Piscina, construida ad hoc por el estudio Gelso.(fuente: La Nación 13-1-99)
En el libro “Bustillo,un proyecto de arquitectura nacional”,su autora la arquitecta Martha Levisman,recorre la obra completa en la Argentina, como así también sus proyectos parisinos.De ésta casa en particular señala que el proyecto original pertenece al arquitecto Alejandro Christophersen,que la edificó en 1895 en la loma Stella Maris,en un estilo pintoresquista no tan duro y sobrecargado a los que después dominaron toda la ciudad en los primitivos años del nuevo siglo.Los comitentes eran Antonio Leloir y su esposa Adela Unzué.Los datos precisos que la arquitecta Levisman aporta para esta obra tiene su explicación.Conoció a Bustillo a principios de los 80,cuando este ya estaba retirado de la profesión y tenía poco más de 90 años.Sin quererlo fue la depositaria de todos sus papelespersonales,dibujos
,planos y demás,para que todos los arquitectos y estudiantes de arquitectura puedan acceder a esta fuente de consulta.Para eso Levisman crea ARCA (Archivos de Arquitectura Contemporánea Argentina),donde está depositada su obra completa.La remodelación que hizo sobre esta obra de Christophersen sería la 1ra. para la ciudad de Mar del Plata y está fechada en los años de 1916/17,dándole un estilo neocolonial trabajando junto a los constructores locales,Ferdinando y Arturo Lemmi.El mismo Antonio Leloir es quien le encarga la ampliación y remodelación de su casa veraniega que llamaría -Villa Kelmis-,que muchos años después y con varias modificaciones más,sería conocido como “Hotel Chateau Frontenac”.
Bustillo para modificarla solicita un permiso a Christophersen,quien había sido uno de sus maestros en la Escuela de Arquitectura y que Martha Levisman define como “un gesto de compromiso con la ética profesional”.Analizando el proyecto original,el arquitecto e historiador marplatense,Roberto Cova,que ha dado en más de 50 años de carrera con gran cantidad de obras sin ubicación y que ha rescatado de la total destrucción archivos completos de los constructores de esa ciudad,comenta en algunos de sus tantos libros sobre Mar del Plata,esta obra en particular.Hemos dicho anteriormente que varias publicaciones al respecto,incluída la del arquitecto Cova,dan como constructor al ingeniero Adán Gandolfi,pero que Cova,en una suerte de duda personal plantea que por la calidad de sus líneas y formas,posiblemente haya existido la mano experta de alguno de los profesionales que actuaron en la ciudad por ese entonces.También aclara que si bien Gandolfi fue un incansable constructor de su tiempo,donde ha colaborado con arquitectos de primera línea,abre un paréntesis dejando entrever lo poco claro que resulta la adjudicación de obras que se le atribuyen solamente a él.
Resulta curioso igualmente que de una misma obra arquitectónica,varios autores,difieran tanto entre sí los años con respecto de su construcción,como así también a la referida remodelación efectuada por Alejandro Bustillo.Por ahora la historia está escrita de esta manera.
Para terminar,veamos lo que dice textualmente el arquitecto Roberto Cova del planteo original de esta primitiva obra: “Presenta una interesante conformación,sobre todo por su terraza cubierta con expansión circular y el hall irregular con hogar y escalera;su acceso principal estaba constituído por una pequeña entrada que comunicaba frontalmente con el sector de huespedes.Girando a la izquierda se penetraba en el extremo del hall con vista a la terraza circular cubierta;un nuevo giro,esta vez a la derecha,conducía a la zona principal del hall,con el hogar y una suerte de bay window asimétrico;más allá,el sector de la escalera se expandía hacia la derecha,frente a una sala absidiada;al fondo el comedor,también absidiado,completaba la recepción”.(Fabio Perlín).
Sus primitivos propietarios de esta propiedad fueron: (s.e.u.o)
-César Leloir Sáenz Valiente,hijo de Alejandro Leloir Sáenz Valiente,cuyos padres fueron Francisco Leloir Cadepont y María Sebastiana Sáenz Valiente
-Su madre fué María del Tránsito Sáenz Valiente Torrens,hija de:
Francisco de Borja Sáenz Valiente Pueyrredon y de Josefa Torres Castellanos.
Tenía 4 hermanos:
.Josefina Francisca Leloir Sáenz Valiente
.Clara María Leloir Sáenz Valiente
.Alejandro Juan Leloir Sáenz Valiente
.Alberto Pedro Leloir Sáenz Valiente
Casado el 20-8-900 con:
-Adela María Unzué Baudrix
Su padre fué: Mariano Unzué Rey,hijo de:
Saturnino Unzué Reynoso y de Jacinta Rey Uzal
Su madre: Mercedes Dominga Baudrix Barros Arana,hija de:
Mariano Francisco Dimas del Corazón de Jesús Baudrix Amoedo y de Martina Juana Nepomucena Barros Arana
.Tenía 9 hermanos:
.María de las Mercedes Unzué Baudrix
.Helena Ciriaca Unzué Baudrix
.Mariano Unzué Baudrix
.María Luisa Unzué Baudrix
.Josefina Antonia Unzué Baudrix
.Enrique Timoteo Unzué Baudrix
.Carlos Unzué Baudrix
.Marta Unzué Baudrix
.Sara Saturnina del Sagrado Corazón de Jesús Unzué Baudrix
-Los hijos del matrimonio de Adela Marta y César Antonio fueron:
1)Adela Leloir Unzué,quien se casó con:
Augusto Rodriguez Larreta Marcó del Pont,con quien tuvo dos hijos:
.Augusto Rodriguez Larreta Leloir
.Horacio Rodriguez Larreta Leloir
2)Clara Leloir Unzué,casada en su primer matrimonio con: Carlos Menditeguy Estrogamou
Su 2do. matrimonio fue con: Julio César del Carril Zemborain
3)Mercedes Inés Leloir Unzué,casada con Eduardo Enrique Patrón Costas Ortiz.
4)Antonio Leloir Unzué,casado con Winifred Berberck,con quien tuvo un hijo: Antonio Leloir Berberck
“Enclavada en el sitio más pintoresco del “Trouville” argentino, en la loma de Mar del Plata, ha sido edificada la residencia del señor Antonio Leloir y su señora Adela Unzué. El más puro estilo español, desde los jardines para lo que se eligieron las flores de ardiente colorido, hasta las rojas tejas que coronan el edificio.
:…los ventanales del torreón,las galerías abiertas, las rejas, los balcones finamente tallados que ofrecen rinconcillos cómodos y lindos.
…una impresión extraña de recogimiento y de paz se siente al escalar la gradería de piedra, por la que se arrastran los geranios rojos, y al penetrar al recibimiento con piso de mosaico blanco y negro, al que da acceso una reja española de hierro forjado, atrae la mirada la ventana estilo árabe, hecha como para ocultar un perfil morisco; en ese recinto hay detalles de estilo plateresco y múdejar, combinados exquisitamente.
Se adosan a las paredes muebles de caoba tapizados de damasco, y algunas piezas de Plata de inestimable valor completan el conjunto. Ilumina este recibimiento, dando vida a una tela admirable del 1368, de autor desconocido, una carabela de cuentas de cristal, a manera de araña central, colgando de los tirantes de caoba del techo; es esta una pieza santanderina que perteneció a un marino que la donó como exvoto.
De este recibimiento se pasa a una salita de estilo colonial, cuyos muebles auténticos, de caoba tallada, lucen tapices de color azul pastel y paja; ha sido colocado allí el piano que perteneció a doña Juana Pueyrredón de Sáenz Valiente, antepasada del señor Leloir. En esa misma salita, separada del pequeño “fumoir” por una reja de hierro, se admira una alfombra de “Aubusson” que perteneció al palacio Lezama y que el señor Leloir hizo restaurar. Las paredes de esta salita color azul pastel contrastan con el techo blanco, del que cuelga una araña de hierro forjado.
El comedor es a la vez suntuoso y sencillo; está separado de la anterior salita por una portada de caoba con herrajes de hierro.
Los amplios sillones fraileros, tapizados de rojos unos, y de azul otros, y la mesa son obras de arte de buen gusto y estilo. La araña central es de hierro forjado, y suavizan la luz pantallas color fresa obscuro que dan tonalidades sangrientas a los retablos de madera tallada pintada de azul y dorada, que encierran porcelanas de China.
En el fondo de esta habitación se admira una chimenea con columnas talladas, en cuyo hogar, sostenido por cadenas y garfios de hierro, pende una marmita de cobre. En la parte superior de esta chimenea de enormes proporciones está esculpido el escudo de la familia de Sáenz Valiente.
Encierra este comedor verdaderas joyas en objetos de plata. Cada pieza parece sobrepujar en hermosura y en riqueza a la anterior; nada desentona allí, todo es agradable a los ojos, y en cada detalle se adivina el gusto refinado del hábil coleccionista.
El piso superior de la residencia Leloir es un museo en muebles antiguos. De los conventos, de las iglesias, de las casas solariegas de las provincias del norte, donde más se conserva la tradición de lo bello de nuestro país, el señor Leloir trajo desde los muebles hasta los más pequeños detalles de ornamentación.”
Consuelo Moreno de Dupuy de Lome. 1922
Una de las fotografías que acompañan la nota anterior fue enviada por el señor Iriarte.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/10514
Si alguien está interesado en ver más fotos de la residencia de está misma nota y algunas más, puede pasar a visitar la página de Facebook Mar del Plata Eterna, a donde las envié.
Se debe agradecer al impulso de “unos pocos” que exista una ciudad como MdP. La hicieron algunos acaudalados personajes para su propio esparcimiento pero sembraron una semilla que fructificó en formas diversas. Fueron inversiones muy grandes las de esos pioneros y, forzosamente, activaron en su momento la economía local requiriendo muchos materiales, mucha mano de obra, muchos profesionales. Más tarde cambiaría el tono para que aparecieran otro tipo de inversores, de mayor poder económico quizá, que demolieron muchos de esos suntuosos palacetes para usar sus terrenos. Así, donde hubieron sólo diez o quince camas, se construyeron cubículos apilados que dieron cabida a 200 o más camas en la misma superficie. Los acaudalados inversores siguen siendo pocos aunque la afluencia turística sea muchísimo mayor. Esa fue la fuerte transformación que sufrió MdP y su resultado como proceso aún no concluye, tal como se puede apreciar hoy en día. Por suerte se conservan con mucho amor estas fotografías, algunas particularmente nítidas, para recordar los orígenes de la ciudad y para muchos, añorar una belleza arquitectónica, esas “estampas del pasado” que ya no vemos en directo. Es ésta mi opinión personal y fue motivada por el comentario del señor Julián, a quien respeto mucho aunque sospecho que tenemos puntos de vista muy diferentes. Un saludo para todos.