Cosmópolis. Los encantos de Mar del Plata
E. Gómez Carrillo. 1921
“Una estampa japonesa
Durante mis largos paseos, que terminan siempre con plácidos y silenciosos reposorios ante el mar -el mar desierto pero no muerto-, no hay día que no descubra algún rinconcillo interesante, poblado de chalets ocultos entre las verduras o extendidos en la plaza, al pie de los acantilados artificiales de la costa…
Hoy, en fin, un barrio entero de muñecas…
-¡Vaya un descubrimiento!-exclamarán todos cuando sepan que este barrio de muñecas no es mas que la modesta Rambla Norte en la playa de la Perla…
Porque no es mas que eso… Sólo para mí “eso” es un espectáculo interesantísimo. Se trata, como todos saben, de una calle de madera que mira al mar y que se mira en el mar. La acera es un larguísimo tablado que cruje bajo los pasos, que tiembla al correr de los niños, que deja ver, por entre sus tablas mal unidas, la arena cubierta de espuma. A un lado hay un barandal para apoyarse en él y soñar ante la inmensidad. Del otro, una hilera de casitas, de hotelitos, de chaletitos, de cafetitos, de tiendecillas, todo minúsculo, todo con aire de juguete, todo fabricado para muñecas. Por broma, me he entretenido en medir algunos de esos edificios y ha visto que hay un bar de tres metros, una casa de cuatro metros, una tienda de dos metros…Pero lo más extraordinario no es la pequeñez de esas arquitecturas, sino sus formas, sus variedades, sus coqueterías de líneas, su derroche de matices.
-Una calle de Nagasaki- murmura mi amigo.
Y eso es, en efecto, un barrio japonés, menudo, fino, frágil, hecho de tabiques claros, cubierto de esteras limpias, florido de inumerables flores. Cada casita tiene su estilo y su color especial. Unas son puntiagudas, con pignons flamencos, como los que en los teatros sirven para poblar los beaterios de Rodenbach. Otras afectan la serenidad de las líneas griegas y parecen grandes cajones habilitados para viviendas por algún discípulo de Diógenes. Algunas son caprichosas y tienen frontispicios labrados y adornaos como templete versallescos, terrazas con macetas de claveles, torrecillas con ingenuas almenas de mimbres…Dos o tres, en fin, quieren imitar chalets suizos, a causa de sus techos angulosos y sus paredes exteriores cruzadas de vigas obscuras. Y el conjunto resulta bonito, más que bonito, mignon, con su gracia japonesa de tonos verdes, azules, lilas, amarillos, grises, con sus ventanillas que parecen cubiertas de papel traslúcido, con sus puertas siempre abiertas que dejan ver el piano, el armario de luna, el aparador cargado de platos…”
La Perla:
El arribo del tren en 1886 y la mirada orientada hacia los balnearios europeos inauguraron un proceso histórico que convertiría a la ciudad marplatense en lo que todos conocemos: el ícono argentino del turismo balneario.En este comienzo,el punto inicial de confluencia puerto-balneario marplatense —germen de un cambio de miradas— se produjo en el sector centro.Este fragmento —posteriormente denominado Bristol,en relación con su rambla más emblemática— fue el punto clave de intercambio pesquero y,asimismo,de un incipiente turismo balneario.Sin embargo,al norte de este sector se formó otro polo de atracción costera.A diferencia del céntrico,los orígenes de las actividades balnearias norte surgieron desde su marco natural,sin interferencia de otros tipos de actividades.Ya en la temporada 1886-87,a tan sólo 12 años de la fundación de MdP,se generaban los primeros balnearios oficiales de las playas norteñas.La Rambla Norte,denominada posteriormente “La Perla”… ¿cómo ha sido la construcción social y material de la playa norte marplatense entre 1886 y 1934? El comienzo en la conquista territorial costera,las vivencias de sus habitantes al borde del mar y sus respuestas materiales analizados desde el inicio de los primeros balnearios allí asentados y el arribo del tren a la ciudad en 1886,hasta la fecha en que estas playas modificarán su fisonomía maderera original a causa de un temporal en 1934…Sociedad y Naturaleza en la Playa Norte,quienes y donde: mientras que en el centro se planeaba una ciudad puerto,al norte se dieron las condiciones para que en el verano 1886-87 se generara el Balneario “La Estrella Argentina” y en 1888 el Balneario “San Sebastián Argentino”.Asimismo,se inauguraba en 1892,en esta denominada Sección Norte,un hotel de madera llamado “La Perla”,según el nieto del fundador de esta obra,menciona: “que el Hotel fue construido partiendo de un boceto realizado por su abuelo Alfredo Martínez Vivot en el balneario de Biarritz,inspirado en un moderno hotel para la época,que avanzaba sobre el mar y que se llamaba “La Perla”.Las playas y, posteriormente,el barrio cambiarían su nombre en relación con este primer hotel inserto en ese paraje por entonces desolado.Un emprendimiento por demás arriesgado,frente a un territorio naturalmente atractivo,pero particularmente inseguro por su cercanía al mar y el barranco imperante.La alusión a sus tierras y familias de origen fue verificada en la totalidad de las voces descendientes de los primeros habitantes.Incluso fue visible en las denominaciones de las construcciones por entonces realizadas: San Sebastián;Carboni;Romano; Capurro,etc.En cuanto a la naturaleza,la ligera ondulación del abrupto barranco,la arena gruesa de entonces —casi en forma de pedruscos—y el mar conformaron un atractivo panorama agreste,similar a otros europeos, que permitiría un comienzo privilegiado por la cercanía a la bahía central.El extracto del texto redactado en 1932 por el periodista marplatense Agustín Rodríguez,en relación con la playa La Perla,alude al carácter sugestivo del sitio: El oro de Cipango,que atraía a los antiguos contagiados por las fantasías macropolitanas,se transformó aquí en naturaleza subyugante cuya maravillosa realidad no podía negarse ante la contemplación del mar (Roberto T.Barili,1964)…Según los repetidos testimonios de los habitantes,en la rambla se aprendía a nadar antes que a caminar,más aún con la construcción de una pileta de hormigón en 1918(Expediente 45,letra G,año 1917,Intendencia Municipal de Gral. Pueyrredón) interna al balneario San Sebastián.En las casillas de esta rambla nacieron los primeros hijos de inmigrantes y vivieron familias completas preparándose para las temporadas.En invierno,la división de tareas para el verano era clara.Las mujeres se encargaban de preparar la ropa blanca que utilizarían los huéspedes a su llegada,desde las sábanas hasta los gigantescos toallones utilizados para salir del mar,así como todo lo que tuviera relación con la estética y comodidad interna del establecimiento balneario,el hotel o las casas particulares utilizadas con esos fines.Los hombres,en cambio,dedicaban su tiempo a la refacción y adecuación de las casillas y la rambla,así como a la construcción de pequeños botes salvavidas denominados sandolines…Asimismo, dada la habilidad general adquirida para el trabajo con la madera,era frecuente que construyeran la estructura de las primeras escolleras,que luego se llenarían de grandes piedras.Igualmente,el largo invierno fomentaba la realización de otras tareas dentro de la ciudad.Era usual que algunos de los hoteles de la rambla tuviera anexos sobre el territorio mismo,así como muchos de los concesionarios se dedicaban a otras actividades como la construcción…Es posible de observarlo en los proyectos de obras inconclusas que denotan el particular interés en el sector;como el ambicioso proyecto de 1926 —no realizado— para el Balneario Público Municipal,así como en el balneario y hotel del Club Argentino de Mujeres de 1927 en lo que respecta a la modernidad en las costumbres…La ocupación costera se complicaba frente a la débil organización estatal inicial,ya que las construcciones se materializaban en un marco de concesiones provisorias con título precario,dependiendo de los derechos jurisdiccionales de la Nación.Las leyes nacionales referidas a las playas y riberas establecían que el espacio entre el boulevard y el mar pertenecía a la provincia,que era la que otorgaba el permiso de subdivisión de las tierras,mientras que la municipalidad se encargaba de las concesiones y las administraba.Estas divisiones,desde el principio del período trabajado hasta el presente,generaron dificultades impositivas,legales y burocráticas.Ya en un debate del Concejo Deliberante de 1925,en defensa de la jurisdicción municipal,se expresaba claramente el conflicto… En uno de los memoriales elevados a las autoridades en 1919,advertían que: MdP sin playas es un pueblo sin industrias;pues lo fundamental de nuestra ciudad es el verano.Desde 1887,con la asunción del primer intendente de la ciudad,se organizaron las primeras ordenanzas e impuestos en relación con la costa y las actividades allí realizadas.Para ello,se dividió a la ciudad en centro y el norte.Tomando como eje a la Capilla de Santa Cecilia,se cobrarían mayores impuestos en el sur,el fragmento Bristol,centro,que en el norte de este eje imaginario-La Perla-.El 3-10-1896,en vista de la desorganización que existe en la colocación de las casillas en las playas y riveras,se estableció por decreto el puesto de Inspector de Playas y Riberas.Asimismo,la ordenanza municipal del 29-4-1907 creó la figura de una Oficina Técnica Municipal,formada por 2 secciones: Obras Públicas y Catastro,incluyendo un Reglamento de Construcciones.Esta oficina tuvo a cargo el registro de las ramblas y riberas,su delineación general,la reglamentación constructiva y el control policial e impositivo.En este marco,la resolución del 19-7-1907 designaba una Comisión de Fomento de la Rambla y Playa Norte,cuyas obligaciones insistieron en el mejoramiento,ornato e higiene de la sección norte del municipio,velando por el cumplimiento de las ordenanzas vigentes.Desde los proyectos de embellecimiento de la Rambla La Perla,las especificaciones en las obras sanitarias,las ordenanzas para evitar incendios en las casillas hasta la ordenanza de 1926,que reglamenta las construcciones en las playas,se intentaba facilitar la vida en la ribera.Así,la principal orientación estuvo dirigida a la erradicación de las casillas de madera sobre la costa,propiciando su reemplazo por materiales como la mampostería o el hormigón,a pesar de que los habitantes sentían un particular aprecio por ellas.Con estos fines,en 1927 el ingeniero Rateriy presentó un plan destinado a reconstruir la rambla La Perla en material.En 1929,a causa de un fuerte temporal que destruyó las construcciones,se produjo la reactivación del mencionado proyecto.Recién en 1934,después de un incendio que eliminó las casillas de madera casi en su totalidad —y que los entrevistados describen como intencional en pos del mencionado proyecto—,se reedificó la mayoría de las obras en material.De esta manera,se modificaría la fisonomía de la rambla de acuerdo con los planes establecidos.Así,construir y reconstruir cíclicamente constituyó una de las características de este asentamiento costero. Inicialmente en los años 1880-90,las construcciones de madera estaban agrupadas linealmente,al borde del barranco,mientras que la unión de sus plataformas hacia el mar conformaba una primera rambla.Elevadas por medio de pilotes,permitían el ascenso de las mareas.Las funciones de estas arquitecturas eran variadas : balnearios,hoteles,comercios y viviendas particulares,muchas veces utilizadas como hoteles y balnearios…¿cómo se ha generado la apropiación de las playas de La Perla? Más específicamente;¿cómo ha sido la construcción social y material de la playa norte marplatense entre 1886 y 1934?.Las redes familiares inmigrantes,dotadas de una visión de futuro y progreso,que les confirió una persistencia tenaz en el mantenimiento de sus objetivos,fueron los actores que incursionaron en la naturaleza del barranco y el mar.Mediante una compleja relación entre el temor y la fascinación,fue posible descubrir un dominio social en la batalla cotidiana que permitió la apropiación afectiva del sector costero norte desde sus orígenes.Asimismo,este dominio social se encontró estrechamente ligado con el desarrollo material.Vivir en la playa implicó encontrar un equilibrio entre las fuerzas naturales y las materiales.(fragmentos: “Presencias Intangibles-Vivir en la Playa Norte Marplatense 1886/1934”)Arq.Lorena M.Sanchez/).
Cosmópolis. Los encantos de Mar del Plata
E. Gómez Carrillo. 1921
“Una estampa japonesa
Durante mis largos paseos, que terminan siempre con plácidos y silenciosos reposorios ante el mar -el mar desierto pero no muerto-, no hay día que no descubra algún rinconcillo interesante, poblado de chalets ocultos entre las verduras o extendidos en la plaza, al pie de los acantilados artificiales de la costa…
Hoy, en fin, un barrio entero de muñecas…
-¡Vaya un descubrimiento!-exclamarán todos cuando sepan que este barrio de muñecas no es mas que la modesta Rambla Norte en la playa de la Perla…
Porque no es mas que eso… Sólo para mí “eso” es un espectáculo interesantísimo. Se trata, como todos saben, de una calle de madera que mira al mar y que se mira en el mar. La acera es un larguísimo tablado que cruje bajo los pasos, que tiembla al correr de los niños, que deja ver, por entre sus tablas mal unidas, la arena cubierta de espuma. A un lado hay un barandal para apoyarse en él y soñar ante la inmensidad. Del otro, una hilera de casitas, de hotelitos, de chaletitos, de cafetitos, de tiendecillas, todo minúsculo, todo con aire de juguete, todo fabricado para muñecas. Por broma, me he entretenido en medir algunos de esos edificios y ha visto que hay un bar de tres metros, una casa de cuatro metros, una tienda de dos metros…Pero lo más extraordinario no es la pequeñez de esas arquitecturas, sino sus formas, sus variedades, sus coqueterías de líneas, su derroche de matices.
-Una calle de Nagasaki- murmura mi amigo.
Y eso es, en efecto, un barrio japonés, menudo, fino, frágil, hecho de tabiques claros, cubierto de esteras limpias, florido de inumerables flores. Cada casita tiene su estilo y su color especial. Unas son puntiagudas, con pignons flamencos, como los que en los teatros sirven para poblar los beaterios de Rodenbach. Otras afectan la serenidad de las líneas griegas y parecen grandes cajones habilitados para viviendas por algún discípulo de Diógenes. Algunas son caprichosas y tienen frontispicios labrados y adornaos como templete versallescos, terrazas con macetas de claveles, torrecillas con ingenuas almenas de mimbres…Dos o tres, en fin, quieren imitar chalets suizos, a causa de sus techos angulosos y sus paredes exteriores cruzadas de vigas obscuras. Y el conjunto resulta bonito, más que bonito, mignon, con su gracia japonesa de tonos verdes, azules, lilas, amarillos, grises, con sus ventanillas que parecen cubiertas de papel traslúcido, con sus puertas siempre abiertas que dejan ver el piano, el armario de luna, el aparador cargado de platos…”
La Perla:
El arribo del tren en 1886 y la mirada orientada hacia los balnearios europeos inauguraron un proceso histórico que convertiría a la ciudad marplatense en lo que todos conocemos: el ícono argentino del turismo balneario.En este comienzo,el punto inicial de confluencia puerto-balneario marplatense —germen de un cambio de miradas— se produjo en el sector centro.Este fragmento —posteriormente denominado Bristol,en relación con su rambla más emblemática— fue el punto clave de intercambio pesquero y,asimismo,de un incipiente turismo balneario.Sin embargo,al norte de este sector se formó otro polo de atracción costera.A diferencia del céntrico,los orígenes de las actividades balnearias norte surgieron desde su marco natural,sin interferencia de otros tipos de actividades.Ya en la temporada 1886-87,a tan sólo 12 años de la fundación de MdP,se generaban los primeros balnearios oficiales de las playas norteñas.La Rambla Norte,denominada posteriormente “La Perla”… ¿cómo ha sido la construcción social y material de la playa norte marplatense entre 1886 y 1934? El comienzo en la conquista territorial costera,las vivencias de sus habitantes al borde del mar y sus respuestas materiales analizados desde el inicio de los primeros balnearios allí asentados y el arribo del tren a la ciudad en 1886,hasta la fecha en que estas playas modificarán su fisonomía maderera original a causa de un temporal en 1934…Sociedad y Naturaleza en la Playa Norte,quienes y donde: mientras que en el centro se planeaba una ciudad puerto,al norte se dieron las condiciones para que en el verano 1886-87 se generara el Balneario “La Estrella Argentina” y en 1888 el Balneario “San Sebastián Argentino”.Asimismo,se inauguraba en 1892,en esta denominada Sección Norte,un hotel de madera llamado “La Perla”,según el nieto del fundador de esta obra,menciona: “que el Hotel fue construido partiendo de un boceto realizado por su abuelo Alfredo Martínez Vivot en el balneario de Biarritz,inspirado en un moderno hotel para la época,que avanzaba sobre el mar y que se llamaba “La Perla”.Las playas y, posteriormente,el barrio cambiarían su nombre en relación con este primer hotel inserto en ese paraje por entonces desolado.Un emprendimiento por demás arriesgado,frente a un territorio naturalmente atractivo,pero particularmente inseguro por su cercanía al mar y el barranco imperante.La alusión a sus tierras y familias de origen fue verificada en la totalidad de las voces descendientes de los primeros habitantes.Incluso fue visible en las denominaciones de las construcciones por entonces realizadas: San Sebastián;Carboni;Romano; Capurro,etc.En cuanto a la naturaleza,la ligera ondulación del abrupto barranco,la arena gruesa de entonces —casi en forma de pedruscos—y el mar conformaron un atractivo panorama agreste,similar a otros europeos, que permitiría un comienzo privilegiado por la cercanía a la bahía central.El extracto del texto redactado en 1932 por el periodista marplatense Agustín Rodríguez,en relación con la playa La Perla,alude al carácter sugestivo del sitio: El oro de Cipango,que atraía a los antiguos contagiados por las fantasías macropolitanas,se transformó aquí en naturaleza subyugante cuya maravillosa realidad no podía negarse ante la contemplación del mar (Roberto T.Barili,1964)…Según los repetidos testimonios de los habitantes,en la rambla se aprendía a nadar antes que a caminar,más aún con la construcción de una pileta de hormigón en 1918(Expediente 45,letra G,año 1917,Intendencia Municipal de Gral. Pueyrredón) interna al balneario San Sebastián.En las casillas de esta rambla nacieron los primeros hijos de inmigrantes y vivieron familias completas preparándose para las temporadas.En invierno,la división de tareas para el verano era clara.Las mujeres se encargaban de preparar la ropa blanca que utilizarían los huéspedes a su llegada,desde las sábanas hasta los gigantescos toallones utilizados para salir del mar,así como todo lo que tuviera relación con la estética y comodidad interna del establecimiento balneario,el hotel o las casas particulares utilizadas con esos fines.Los hombres,en cambio,dedicaban su tiempo a la refacción y adecuación de las casillas y la rambla,así como a la construcción de pequeños botes salvavidas denominados sandolines…Asimismo, dada la habilidad general adquirida para el trabajo con la madera,era frecuente que construyeran la estructura de las primeras escolleras,que luego se llenarían de grandes piedras.Igualmente,el largo invierno fomentaba la realización de otras tareas dentro de la ciudad.Era usual que algunos de los hoteles de la rambla tuviera anexos sobre el territorio mismo,así como muchos de los concesionarios se dedicaban a otras actividades como la construcción…Es posible de observarlo en los proyectos de obras inconclusas que denotan el particular interés en el sector;como el ambicioso proyecto de 1926 —no realizado— para el Balneario Público Municipal,así como en el balneario y hotel del Club Argentino de Mujeres de 1927 en lo que respecta a la modernidad en las costumbres…La ocupación costera se complicaba frente a la débil organización estatal inicial,ya que las construcciones se materializaban en un marco de concesiones provisorias con título precario,dependiendo de los derechos jurisdiccionales de la Nación.Las leyes nacionales referidas a las playas y riberas establecían que el espacio entre el boulevard y el mar pertenecía a la provincia,que era la que otorgaba el permiso de subdivisión de las tierras,mientras que la municipalidad se encargaba de las concesiones y las administraba.Estas divisiones,desde el principio del período trabajado hasta el presente,generaron dificultades impositivas,legales y burocráticas.Ya en un debate del Concejo Deliberante de 1925,en defensa de la jurisdicción municipal,se expresaba claramente el conflicto… En uno de los memoriales elevados a las autoridades en 1919,advertían que: MdP sin playas es un pueblo sin industrias;pues lo fundamental de nuestra ciudad es el verano.Desde 1887,con la asunción del primer intendente de la ciudad,se organizaron las primeras ordenanzas e impuestos en relación con la costa y las actividades allí realizadas.Para ello,se dividió a la ciudad en centro y el norte.Tomando como eje a la Capilla de Santa Cecilia,se cobrarían mayores impuestos en el sur,el fragmento Bristol,centro,que en el norte de este eje imaginario-La Perla-.El 3-10-1896,en vista de la desorganización que existe en la colocación de las casillas en las playas y riveras,se estableció por decreto el puesto de Inspector de Playas y Riberas.Asimismo,la ordenanza municipal del 29-4-1907 creó la figura de una Oficina Técnica Municipal,formada por 2 secciones: Obras Públicas y Catastro,incluyendo un Reglamento de Construcciones.Esta oficina tuvo a cargo el registro de las ramblas y riberas,su delineación general,la reglamentación constructiva y el control policial e impositivo.En este marco,la resolución del 19-7-1907 designaba una Comisión de Fomento de la Rambla y Playa Norte,cuyas obligaciones insistieron en el mejoramiento,ornato e higiene de la sección norte del municipio,velando por el cumplimiento de las ordenanzas vigentes.Desde los proyectos de embellecimiento de la Rambla La Perla,las especificaciones en las obras sanitarias,las ordenanzas para evitar incendios en las casillas hasta la ordenanza de 1926,que reglamenta las construcciones en las playas,se intentaba facilitar la vida en la ribera.Así,la principal orientación estuvo dirigida a la erradicación de las casillas de madera sobre la costa,propiciando su reemplazo por materiales como la mampostería o el hormigón,a pesar de que los habitantes sentían un particular aprecio por ellas.Con estos fines,en 1927 el ingeniero Rateriy presentó un plan destinado a reconstruir la rambla La Perla en material.En 1929,a causa de un fuerte temporal que destruyó las construcciones,se produjo la reactivación del mencionado proyecto.Recién en 1934,después de un incendio que eliminó las casillas de madera casi en su totalidad —y que los entrevistados describen como intencional en pos del mencionado proyecto—,se reedificó la mayoría de las obras en material.De esta manera,se modificaría la fisonomía de la rambla de acuerdo con los planes establecidos.Así,construir y reconstruir cíclicamente constituyó una de las características de este asentamiento costero. Inicialmente en los años 1880-90,las construcciones de madera estaban agrupadas linealmente,al borde del barranco,mientras que la unión de sus plataformas hacia el mar conformaba una primera rambla.Elevadas por medio de pilotes,permitían el ascenso de las mareas.Las funciones de estas arquitecturas eran variadas : balnearios,hoteles,comercios y viviendas particulares,muchas veces utilizadas como hoteles y balnearios…¿cómo se ha generado la apropiación de las playas de La Perla? Más específicamente;¿cómo ha sido la construcción social y material de la playa norte marplatense entre 1886 y 1934?.Las redes familiares inmigrantes,dotadas de una visión de futuro y progreso,que les confirió una persistencia tenaz en el mantenimiento de sus objetivos,fueron los actores que incursionaron en la naturaleza del barranco y el mar.Mediante una compleja relación entre el temor y la fascinación,fue posible descubrir un dominio social en la batalla cotidiana que permitió la apropiación afectiva del sector costero norte desde sus orígenes.Asimismo,este dominio social se encontró estrechamente ligado con el desarrollo material.Vivir en la playa implicó encontrar un equilibrio entre las fuerzas naturales y las materiales.(fragmentos: “Presencias Intangibles-Vivir en la Playa Norte Marplatense 1886/1934”)Arq.Lorena M.Sanchez/).
Cuánto deseaba estos comentarios!!