-Con el Doctor Egaña:
El Dr. Alberto Rodriguez Egaña,dirige,ademàs del Solarium,el Hospital Marìtimo y el Asilo Unzuè,que la Sociedad de beneficencia posee en Mar del Plata.Mas que el director tècnico es el alma de esas instituciones.Con que cariño,con que ternura va mostràndome todas las dependencias y con que admiraciòn elogia la obra de las excelsas damas argentinas.Nombrado director hace 8 años – electo por concurso – prefiriò abandonar su residencia de Buenos Aires para instalarse aqui,abnegadamente,en Mar del Plata,y consagrarse,invierno y verano,a los niños.Solo va a Buenos Aires para dictar sus càtedras en la Facultad de Medicina,como docente libre de patologìa quirùrgica.En norteamerica se especializò en la materia frecuentando las aulas y las clìnicas,donde se estudian,con
preferencia,dichas enfermedades.Acaba de ser designado para el II Congreso de Cirugìa a realizarse en Julio,relator oficial del tema: “Estado actual del tratamiento del mal de Pott en los niños”.Tan pronto como los enfermitos ven llegar al Dr. Rodrìguez Egaña,exteriorizansu alegrìa con saludos cordiales:
-Buenos dìas,doctor- Buenos dìas,doctor-,todos pretenden saludarlo primero.Y,cuando callan,los mira,lo remiran,lo admiran.El los acaricia,los besa,les observa las partes enfermas,les dirige palabras
dulzonas,tiernas,que no aprendiò sin duda,en los libros cientìficos,si no al borde las 3 camitas deliciosas que tiene en su casa.El cielo se nubla.Va a llover.Hace frìo.Previendo el mal tiempo,los enfermeros traen a los salones las camas rodantes con niños y niñas que ahora,dentro de sus blancos camisones,se acurrucan bajo las cobijas,en la delicia tibia de la calefacciòn que el sol dejò en los muros.El activo repòrter gràfico,Sr. Abras ha encendido el magnesio.Una chica de 3 años se asusta al ver el resplandor.Llora sin consuelo.-No llores- le dice Rodìguez Egaña con suavidad,subièndole la sàbana.-No tengas miedo,nena.Esla fotografìa.-La piba continùa llorando.-¿Que tienes? ¿Por què lloras? -Lloro doctor -contesta en su media lengua la chiquilla- porque me hago…Corre la enfermera con la “chata”.-Ya me… hice,doctor.Y sonrìe bajo las làgrimas viendo que sus compañeritas festejan su desgracia.La sala entera rìe a carcajadas.(Juan Josè de Soiza Reilly/Caras y Caretas 8-2-1930).
-El visitante misterioso:
Un dia del verano anterior presentòse en el solarium un caballero acompañado de una señorita y de otro caballero.Humildemente el primer caballero solicitó permiso para visitar las dependencias de la casa.Eran las dos de la tarde,hora en que descansan los empleados del establecimiento,con excepción de los que están de guardia.El portero quiso hablar por teléfono al Hospital Marítimo — del cual depende el solarium — para llamar al director.- No lo moleste — dijo el visitante conteniendo al portero de un brazo— deseo únicamente ver a los enfermos.Recorrió los jardines donde los pacientes tendidos en sus lechos tomaban el sol.El caballero pasò,en silencio,por entre las camas infantiles, acariciando a los mas próximos,sonriéndoles a todos,sin hablar con ninguno.Una nena de 4 o 5 años,al sentir la caricia bondadosa del caballero le tomò las dos manos.No quería soltárselas.Durante largo rato jugò con sus dedos.El hombre se detuvo,feliz como un abuelo,emocionado tal vez por el suave deleite de ver que sus manos,presas en la de la chiquilina,adquirían el encanto de un juguete sublime.Después anduvo,anduvo,anduvo.Delante de otra cama paróse,al azar.Preguntó al enfermito su nombre.El niño exhalo un sonido gutural,incomprensible.- Es mudo — advirtió la enfermera — Se llama Carlos Miguel Dadino.Lo trajeron del Chaco.La enfermera notò que el caballero solemne lloraba.De inmediato el caballero se marchó,en silencio,tal como había llegado,seguido de la señorita y del acompañante.El caballero misterioso era el presidente Hipólito Yrigoyen con su señorita hija y el Sr. Francisco Morteo,administrador de la Rambla.
(Juan Jose de Soiza Reilly/Caras y Caretas/8/2/1930).
Referente al presente tema podemos agregar entre otras,las fotos números 3596,3597 y 4934,enviadas por el suscripto:
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/3596
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/3597
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/4934
-Con el Doctor Egaña:
El Dr. Alberto Rodriguez Egaña,dirige,ademàs del Solarium,el Hospital Marìtimo y el Asilo Unzuè,que la Sociedad de beneficencia posee en Mar del Plata.Mas que el director tècnico es el alma de esas instituciones.Con que cariño,con que ternura va mostràndome todas las dependencias y con que admiraciòn elogia la obra de las excelsas damas argentinas.Nombrado director hace 8 años – electo por concurso – prefiriò abandonar su residencia de Buenos Aires para instalarse aqui,abnegadamente,en Mar del Plata,y consagrarse,invierno y verano,a los niños.Solo va a Buenos Aires para dictar sus càtedras en la Facultad de Medicina,como docente libre de patologìa quirùrgica.En norteamerica se especializò en la materia frecuentando las aulas y las clìnicas,donde se estudian,con
preferencia,dichas enfermedades.Acaba de ser designado para el II Congreso de Cirugìa a realizarse en Julio,relator oficial del tema: “Estado actual del tratamiento del mal de Pott en los niños”.Tan pronto como los enfermitos ven llegar al Dr. Rodrìguez Egaña,exteriorizansu alegrìa con saludos cordiales:
-Buenos dìas,doctor- Buenos dìas,doctor-,todos pretenden saludarlo primero.Y,cuando callan,los mira,lo remiran,lo admiran.El los acaricia,los besa,les observa las partes enfermas,les dirige palabras
dulzonas,tiernas,que no aprendiò sin duda,en los libros cientìficos,si no al borde las 3 camitas deliciosas que tiene en su casa.El cielo se nubla.Va a llover.Hace frìo.Previendo el mal tiempo,los enfermeros traen a los salones las camas rodantes con niños y niñas que ahora,dentro de sus blancos camisones,se acurrucan bajo las cobijas,en la delicia tibia de la calefacciòn que el sol dejò en los muros.El activo repòrter gràfico,Sr. Abras ha encendido el magnesio.Una chica de 3 años se asusta al ver el resplandor.Llora sin consuelo.-No llores- le dice Rodìguez Egaña con suavidad,subièndole la sàbana.-No tengas miedo,nena.Esla fotografìa.-La piba continùa llorando.-¿Que tienes? ¿Por què lloras? -Lloro doctor -contesta en su media lengua la chiquilla- porque me hago…Corre la enfermera con la “chata”.-Ya me… hice,doctor.Y sonrìe bajo las làgrimas viendo que sus compañeritas festejan su desgracia.La sala entera rìe a carcajadas.(Juan Josè de Soiza Reilly/Caras y Caretas 8-2-1930).
-El visitante misterioso:
Un dia del verano anterior presentòse en el solarium un caballero acompañado de una señorita y de otro caballero.Humildemente el primer caballero solicitó permiso para visitar las dependencias de la casa.Eran las dos de la tarde,hora en que descansan los empleados del establecimiento,con excepción de los que están de guardia.El portero quiso hablar por teléfono al Hospital Marítimo — del cual depende el solarium — para llamar al director.- No lo moleste — dijo el visitante conteniendo al portero de un brazo— deseo únicamente ver a los enfermos.Recorrió los jardines donde los pacientes tendidos en sus lechos tomaban el sol.El caballero pasò,en silencio,por entre las camas infantiles, acariciando a los mas próximos,sonriéndoles a todos,sin hablar con ninguno.Una nena de 4 o 5 años,al sentir la caricia bondadosa del caballero le tomò las dos manos.No quería soltárselas.Durante largo rato jugò con sus dedos.El hombre se detuvo,feliz como un abuelo,emocionado tal vez por el suave deleite de ver que sus manos,presas en la de la chiquilina,adquirían el encanto de un juguete sublime.Después anduvo,anduvo,anduvo.Delante de otra cama paróse,al azar.Preguntó al enfermito su nombre.El niño exhalo un sonido gutural,incomprensible.- Es mudo — advirtió la enfermera — Se llama Carlos Miguel Dadino.Lo trajeron del Chaco.La enfermera notò que el caballero solemne lloraba.De inmediato el caballero se marchó,en silencio,tal como había llegado,seguido de la señorita y del acompañante.El caballero misterioso era el presidente Hipólito Yrigoyen con su señorita hija y el Sr. Francisco Morteo,administrador de la Rambla.
(Juan Jose de Soiza Reilly/Caras y Caretas/8/2/1930).