Rambla Bristol – Local Diario “El Mundo” – Circulada 4 febrero de 1930 – Enviada por Jorge Redondo
En su reverso se indica: ” Frente a nuestra Agencia en la Rambla, durante la actuación de “La Flor Azteca” a beneficio de la Casa de Descanso de Periodistas”.
Al parecer, “La flor azteca” era un espectáculo, y consistia en hace aparecer la cabeza de una mujer separada del cuerpo y ubicada sobre un jarrón.
Desde allí hablaba, hacia gestos, respondia preguntas etc. Si alguien sabe más al respecto,
O SI LO QUE SE INDICA EN LA LA POSTAL, REFIERE A OTRA COSA, que aporte lo suyo. Cordial Saludo. Jorge Redondo
El inefable “Chiche” nos ayuda a esclarecer el mito de la “Flor Azteca”.
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https://www.youtube.com/watch_popup?v=fXUpyHXbgLQ
Prof. Julián Mendozzi.
“La Casa de Descanso de Periodistas” se ubicaba en Playa Chica,segùn consta en guìas hoteleras y afines de mediados de la dècada del 30.
“CHARLAS TEATRALES”
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Sábado , en lo de “La Flor Azteca”.
A este espectáculo he concurrido , no en razón de mis tareas de bombero , sino como ciudadano simple y curioso.
Además , era noche de sábado , noche de aquelarre , cuando las brujas y demás satánicos seres , prematuramente extintos , por desacreditados , realizaban sus estrepitosas reuniones.
Una noche propicia , pues , para procurarse emociones extrañas y terroríficas…
El precio de la entrada — sesenta centavos — ya me predispuso contra el espectáculo.
Era muy poca plata para ver algo sobrenatural…
La Flor Azteca , en efecto , podria visitarse lo mismo una noche de sábado que durante una matine blanca. Lo diabólico está allí ausente , o tan exageradamente atenuado , que apenas se percibe.
Todo se reduce a una buena señora mejicana , que con colaboración de un compatriota suyo , realiza lucidos ejercicios de pseudo transmisión del pensamiento.
Debido a una hábil combinación , no se ve más que la cabeza de la mujer que emerge de un florero. Y la gente se asombra , con justicia , ante el caso de una mujer con cabeza y sin cuerpo , cuando lo contrario es lo que casi siempre suele producirse.
– ¿Quiere usted mostrarme algún objeto? — me preguntó el bronceado taumaturgo.
— Gracias — le contesté con una sonrisa esceptica.
— Pero podía adivinarme la señora averiguarme de dónde vengo…
— Dígamelo al oído…
— Del Smart — susurré al oído del hombre.
Este, entonces , preguntó a La Flor Azteca:
— ¿De dónde viene este caballero?
– De ver una linda obra — contestó la flotante testa.
— ¿Cómo se titula?
— “Argentinos en Sevilla”.
El público , conmigo , sonrió significativamente.
Entre dos mujeres solas , sorprendí este diálogo :
— ¿Por qué no le preguntás vos algo?
— No, no. Tengo miedo…
— ¿Por qué? Si no adivina más que el porvenir.
Si adivinase el pasado…
POR : Remon , Agustín.
EN : Revista “Caras y Caretas” del día 03/08/1929
Prof. Julián Mendozzi
El local que vemos en la presente imagen,perteneciente a el “Diario El Mundo”,ubicado en la Rambla Brìstol llevaba el nº 133.
La Flor Azteca Parte I
La magia catóptrica (del griego katoptriké,derivado de katoptron= espejo) aprovecha las propiedades de la reflexión de la luz para permitir el ocultamiento de una persona o parte de su cuerpo,o para crear la ilusión de que una imagen real interactúa o es reemplazada por otra virtual, el reflejo.Para ello se emplean espejos y cristales sin azogue, escenarios y cajas con fondos negros;y,cuando corresponda, bambalinas y bastidores apropiados y un sabio manejo de proyectores y reflectores de luz.Son ramas de la magia catóptrica la fantasmagoría (del griego fántasma = visión, y agoréuein= hablar,convocar),que puede definirse como el arte de representar figuras,fantasmas,espectros u otras apariciones por medio de una ilusión óptica.El artista interactúa,dialoga y lucha con un fantasma,a todas luces inmaterial. Así “…se ven, por ejemplo,dos personas en la escena. Ellas marchan en todos sentidos.Se les oye hablar una a otra y todo hace creer que su organización,ya que no su traje,es semejante en un todo.Pero una de ellas es persona de carne y hueso;la otra es un ser inmaterial,un espectro impalpable.El ser real ensaya vanamente asir al fantasma; coge su arma, la pasa a través de su cuerpo, así como lo haría atravesando una nube.Este no se deforma por esto; permanece intacto; continúa gesticulando y termina,en fin,por desaparecer; el hombre solo permanece en la escena” (de “El teatro fantástico de Robert-Houdin “, Biblioteca de juegos,prestidigitación e ilusionismo, volumen XVIII, Editorial Sintes).Incluimos, también,la metempsicosis,término filosófico griego referido a la creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro,especialmente su reencarnación posterior a la muerte. En ilusionismo, se denomina metempsicosis al efecto en el que un sujeto o un objeto es sustituido lentamente y a la vista de todos, por otro, ocupando el mismo lugar.Esto es, por ejemplo, lo que ven los asistentes al espectáculo: “Se observa una cripta a cuyo fondo se destaca un ataúd de pie. Convidado un espectador a subir al palco, es colocado dentro del ataúd y envuelto con una especie de mortaja por dos ayudantes encapuchados. Dirigida sobre el paciente la poderosa luz de una lámpara, obsérvase que sus facciones van asumiendo rápidamente las características del que está pasando de la vida a la muerte; y en un instante, su semblante se muda en un cráneo descarnado y el resto del cuerpo en un esqueleto. Un momento más, y el esqueleto se desvanece, dejando el ataúd vacío para luego volver a encarnarse en el mismo lugar, como si entrara en él, la figura del benévolo espectador.”
Finalmente, están aquellas ilusiones donde el espejo permite el ocultamiento de todo o parte del cuerpo de una persona. Podemos citar, como ejemplos, El busto de Sócrates, La mujer araña, La esfinge, Madame Crisantema, entre otras.
CABEZAS PARLANTES: Muchos siglos antes de llegar a que una verdadera cabeza humana “separada” del cuerpo emitiera palabras (The Sphinx, La Flor Azteca,etc.),existieron numerosos ingenios mecánicos perfeccionados al máximo con el fin de reproducir sonidos humanos. El primer artilugio de estas características se atribuye a Alberto el Grande, en el siglo XIII. Las referencias a ellas, a lo largo de los siglos, son numerosas. Entre otras,la “Muñeca parlante de Madrid” a que se refiere Pellicer; la “Calavera parlante” que menciona Juan de Caramuel de Loblokowitz en su obra “Ioco-seria Naturae et artis”; Atanasio Kircher escribe en su “Musurgia Universalis” que podía fabricarse una figura que gracias al movimiento de los ojos, los labios y la lengua y a los sonidos que emitía daba la impresión de estar viva; Ruiz de Alarcón, en “La Cueva de Salamanca”, habla de este truco de las cabezas parlantes y explica todo el montaje escénico.
El propio Cristóbal Colón tenía en sus notas y diarios unos párrafos dedicados a las cabezas parlantes de los indios de La Española (isla que hoy ocupan Haití y República Dominicana). Su hijo Hernando, en “La Vida del Almirante don Cristóbal Colón” –copiando textualmente lo que escribió su padre–, relata: “Estas imágenes de madera a las que llaman cemíes (…) sucedió en una ocasión que teniendo recelo de nosotros, entraron los cristianos con los indios en la casa del cemí y de súbito el cemí gritó fuerte y habló en su lengua, por lo que se descubrió que era fabricado de artificio, porque siendo hueco, tenía acomodada en la parte inferior una cerbatana o trompa que iba a un lado obscuro de la casa, cubierto de follaje, donde había una persona que hablaba lo que el cacique quería que dijese”. El cacique, viéndose descubierto, rogó a los españoles que no dijesen cosa alguna de aquello a los indios sus vasallos, porque con aquella astucia tenía a todos en obediencia.
Y Cervantes, en su Quijote, describe la ilusión con lujo de detalles. En el capítulo LXII de la segunda parte, titulado “Que trata de la aventura de la cabeza encantada”, dice así: “Levantados los manteles y tomando D. Antonio Moreno por la mano a Don Quijote, se entró con él en un apartado aposento, en el cual no había otra cosa de adorno que una mesa, al parecer de jaspe, que sobre un pie de lo mismo se sostenía, sobre la cual estaba puesta, al modo de las cabezas de los emperadores romanos, de los pecho arriba, una que semejaba de bronce”.
(…) “En esto, tomándole la mano D. Antonio, se la paseó por la cabeza de bronce, y por toda la mesa, y por el pie de jaspe sobre que se sostenía, y luego dijo: Esta cabeza, señor Don Quijote, ha sido hecha y fabricada por uno de los mayores encantadores y hechiceros que ha tenido el mundo (…) y tiene propiedad y virtud de responder a cuantas cosas al oído le preguntaren.”
Don Quijote quedó admirado del invento mágico y esperó hasta el día siguiente con impaciencia. “(…) Llegado el momento adecuado, se encerraron en la estancia de la cabeza, Don Quijote, don Antonio Moreno, Sancho Panza, otros dos amigos y dos señoras y allá fueron acercándose al oído de la cabeza y haciendo sus preguntas cada uno y escuchando las respuestas que con mucho seso ésta les daba.”
Cuenta Cervantes luego cómo estaba fabricado el artefacto y cómo funcionaba: “…la tabla de la mesa era de palo, pintada y barnizada como jaspe y el pie sobre que se sostenía era de lo mismo, con cuatro garras de águila que de él salían para mayor firmeza del peso.
La cabeza que parecía medalla y figura de emperador romano y de color de bronce, estaba toda hueca y ni más ni menos la tabla de la mesa en que se encajaba tan justamente que ninguna señal de juntura se parecía.
El pie de la tabla era asimismo hueco, que respondía a la garganta y pechos de la cabeza y todo esto venía a responder a otro aposento que debajo de la estancia de la cabeza estaba. Por todo este hueco de pie, mesa, garganta y pechos de la medalla y figura referida, se encaminaba un cañón de hoja de lata muy justo, que de nadie podía ser visto. En el aposento de abajo, correspondiente al de arriba, se ponía el que había de responder pegada la boca con el mismo cañón, de modo que a modo de cerbatana iba la voz de arriba abajo y de abajo arriba, en palabras articuladas y claras y de esta manera no era posible conocer el embuste”.Termina Cervantes contándonos que un sobrino de don Antonio era la persona que en la habitación situada debajo de la cabeza, respondía a las preguntas que le llegaban por el tubo.
Sería extenderse demasiado si habláramos de los autómatas que, por medios mecánicos, reproducían sonidos semejantes a la voz humana y pronunciaban así frases y diálogos.Fray Martín Sarmiento señala en una de sus obras que de la Esfinge de Egipto se afirmaba que era hueca y tenía unos conductos de tal manera dispuestos en su interior que “hablando un embustero oculto tras ellos hacía creer a los incautos que hablaba la Esfinge y así la consultaban como oráculo”. Muchos de los oráculos famosos de la antigua Grecia y las islas del Egeo no serían más que una aplicación de este tipo de truco.
De aquí la idea de un tal Tobin presentada por un tal Stodare muchos siglos después: el reemplazo de las cabezas artificiales por una natural y viva, ambientada en el antiguo Egipto.
LA ESFINGE: El 16-10 1865,un mago promocionado como de origen francés y conocido como Colonel Stodare (1831-1866), presentaba por primera vez un efecto maravilloso e indetectable: la esfinge resucitada, la cabeza que hablaba.Desde tiempos inmemoriales, a esfinge ha sido símbolo de secreto y misterio, por lo que no podía haberse elegido mejor lugar que el Egyptian Hall, en Picadilly, Londres, para presentar el efecto denominado de esa manera: The Sphinx.La información que brindan los historiadores sobre este mago es algo controvertida.
Su nombre real podría haber sido Joseph Colonel Stodare o Stoddart, aunque algunos historiadores lo nombran como John o Jack, y su apellido Inglis o English. Se ha llegado a afirmar que Colonel era hijo natural de John Henry Anderson “The Wizard of the North”.
Investigaciones realizadas en los últimos años afirman que Joseph Colonel Stodare sería su nombre real; y que lo de “Colonel” (coronel, en español), no respondería a un grado del ejército sino al nombre propio, dado que es el que figura en su acta de defunción. Algunos comentan que el título de coronel lo usaba con propósitos artísticos.
Stodare casi pasó inadvertido, hasta que presentó dos ilusiones que lo llevaron a la fama. Una de ellas fue la Cesta India o Hindú (Indian Basket Feat), y la otra, La Esfinge (The Sphinx).
La Esfinge fue la sensación de Londres; pero poco le duró la fama y buena fortuna a Colonel, porque poco tiempo después del suceso, moría de tuberculosis a los 35 años de edad.
Con su muerte, las presentaciones cesaron por algún tiempo, hasta que Alfred Inglis, hermano más joven de Colonel, tomó la presentación; y con su nuevo nombre de escena –Alfred Stodare–, continúo con el éxito.
Pero Stodare sólo fue un presentador. En realidad, el creador o inventor de La Esfinge fue Thomas William Tobin (1844-1883), un científico que se desempeñaba como químico en el Instituto Politécnico de Londres –entonces bajo la dirección de John Henry Pepper–, donde también trabajaba como conferencista y secretario. Casi adolescente, había recibido alguna formación en el campo de la arquitectura.
Tobin ofreció la ilusión a Pepper y luego a Anderson, quienes la rechazaron; entonces se la llevó a Stodare, a quien le gustó la idea y la puso en práctica de inmediato.Con sólo 20 años de edad, The Sphinx era la segunda ilusión importante creada por Tobin. La primera había sido el Gabinete de Proteus y la tercera El Oráculo de Delfi. Tres efectos con el mismo principio científico. Tobin se convertía, de esta manera, en el gran impulsor de la magia basada en efectos ópticos.
Robert-Houdin describe en su libro “Magia y física recreativa” el truco de la cabeza parlante, una adaptación de la Esfinge hecha por Talrich, director de un museo de cera en París, bastante popular hacia mediados del siglo XIX. Los que querían ver el prodigio debían atravesar pasillos oscuros, con cuadros tenebrosos, y bajar una escalera hasta llegar a la entrada a una habitación larga, húmeda y mal iluminada, en uno de cuyos extremos se hallaba la cabeza sobre una mesa. El visitante no podía acercarse pero podía realizar preguntas que eran contestadas por la cabeza con tono lúgubre. Según Robert-Houdin, se cometió el error de cobrar demasiado caro la entrada, lo que atrajo la asistencia de grupos de jóvenes de la alta sociedad, desocupados, inquietos y poco respetuosos. Algunos de ellos quisieron obtener mayor diversión de la cabeza parlante y comenzaron a arrojarle pequeños objetos con el fin de acertar en la boca. La pobre cabeza no podía hacer más que gritar e insultar. Todo terminó cuando uno de los jóvenes, algo inhábil para arrojar objetos, dio con su proyectil bajo la mesa, entre las patas de la misma. El objeto, en lugar de atravesar el espacio por debajo de la mesa, rebotó dejando en evidencia la presencia de un espejo que ocultaba al propietario de la cabeza.Con el tiempo,se despojó al efecto de su ropaje arqueológico o macabro y se presentó la “cabeza parlante” sobre un plato o una fuente,incluso con comida alrededor como si fuese a ser servida como alimento. El plato o fuente era sólo un borde del mismo atravesado en su centro por un agujero por el que el ayudante sacaba la cabeza. Así lo vemos en “El Inspector General”, película de Dany Kaye, en la que el protagonista hace de ayudante de un gitano feriante que va vendiendo su elixir por los pueblos y la gente se asombra ante la cabeza de Dany Kaye que habla y alaba las propiedades del elixir desde su fuente.
LA ESFINGE EN ROSARIO: El 17-1-1866, el periódico local El Ferrocarril daba cuentas de las hazañas de un mago en Inglaterra: “Un coronel inglés está en Londres dando espectáculos mucho más sorprendentes que cuanto han ofrecido todos los médiums conocidos hasta ahora”.
Habían transcurrido sólo tres meses de su presentación en el Egyptian de Londres. Las noticias no se difundían entonces con la velocidad de hoy día; pero lo importante en este caso es el destacado de una noticia mágica en un periódico argentino. Podemos suponer que El Ferrocarril tomó el artículo del London Times, periódico que publicó un extenso artículo sobre la primera presentación.¿Cómo se describía el efecto? El mago colocaba un cofre sobre una mesa sin ningún trapo o mantel y, al abrir aquella caja, se podía ver la cabeza de una esfinge egipcia. Alejándose para evitar sospechas de que utilizaba la ventriloquía, le pedía a la cabeza que abriera sus ojos, que sonriera y que contestara preguntas, acciones que la esfinge obedecía moviendo sus ojos de un lado hacia el otro. Se notaba claramente que el movimiento de sus labios era tan natural como los de cualquier persona. No era una figura mecánica ciertamente.
El Mágico Rossini-1868: En Julio de 1868 se presentó en Rosario un mago italiano,el prestidigitador Rossini, quien se promocionaba como de amplia experiencia en Europa y América y a quien se lo comparaba con el célebre Herrmann.Uno de los números que se destacaba en su programa,y que había pasmado de admiración a todos los países donde había trabajado, era “la preciosa prueba de la cabeza separada del cuerpo” que respondía a sus preguntas. Esa cabeza era la de su esposa, la que, por medio de la mecánica –afirmaba el mago–, podía quedar dividida del cuerpo.En una foto de la calle Aduana –hoy Maipú–, en la esquina del Hotel del Comercio, se puede apreciar una pegatina de propaganda del espectáculo de Rossini. Aunque la definición no sea muy clara, el cartel alude a la ilusión de “La cabeza que habla”.Un artículo del periódico La Capital, del sábado 11 de julio, comentaba jocosamente: “(…) especialmente la prueba de la cabeza habladora es muy graciosa, y probablemente algunas niñas habrán tenido sueños horribles creyéndose decapitadas por habladoras, y otras, sin creerse tan apurado el trance, habrán en sueños hablado, hasta alborotar la paz (…)”.
Concierto de piano y la cabeza que habla-1870: En 1868, durante su estada en Rosario,el mago italiano Rossini había aceptado la propuesta del padre del niño prodigio Emilio Vasconcellos para realizar un espectáculo en conjunto, ante la falta de sala para que el mocito hiciera su presentación.Por ese entonces, el padre debió haber tomado lecciones de magia entre bambalinas, para agregar a posteriori esta rama artística a la música; y sería en 1870 cuando la pondría en práctica.En el espectáculo no sólo se presenciaba el talento del niño, que arrancaba embriagadoras melodías del piano, sino que el padre, devenido en mago,ejecutaba pruebas de física y prestidigitación, con el final espectacular de la cabeza parlante.Reflexionaban los articulistas acerca de Vasconcellos, que si bien como prestidigitador no era una notabilidad, había ejecutado como aficionado y con bastante destreza algunas pruebas de magia, distinguiéndose sobre todo en la cabeza que habla.De las varias veces que se había presentado esa prueba en Rosario, afirmaban que nunca había sido ejecutada con tanta perfección y tan admirable destreza. ¡Las lecciones de magia con Rossini habían dado sus frutos! Vasconcellos padre se encargó de publicar una solicitada en La Capital, exhortando a los ciudadanos para que contribuyeran con su presencia al espectáculo del Teatro Litoral, que sería en beneficio del precoz pianista.
Salón Májico-Clases de Prestidigitación-1870: En Diciembre de 1870, en un espacio céntrico,un “Salón Májico” exhibía todas las noches la cabeza parlante o el hombre degollado.Ilusión de moda que pasearon muchos magos por Rosario.Una apostilla dentro del anuncio notificaba que se daban lecciones de prestidigitación. Aunque en forma provisoria, podríamos considerar a ésta como la primera escuela de magia en Rosario.
La Flor Azteca Parte II
Luego de muchas décadas de olvido,hoy la Flor Azteca vuelve a estar “de moda”. Los magos de las nuevas generaciones la han podido ver “en vivo y en directo”. Y no son pocas las ocasiones en que se la muestra al público del siglo XXI. (Polo Circo,Museo de la magia…)Los que,con más años encima,nos preguntábamos sobre su origen y el de su nombre en nuestro medio –porque,como “Flor Azteca”,sólo en algunos países americanos es conocida la ilusión– siempre nos remontábamos a aquellos efectos de magia con espejos de la segunda mitad del siglo XIX y al carromato de las barracas y parques de diversiones de las primeras décadas del XX.La “Flor azteca” es,simplemente,una puesta en escena del clásico efecto conocido como “Cabeza parlante”,cuyo más popular exponente fue “La Esfinge” (The Sphinx).Ésta es por su parte,una de las tantas aplicaciones a la magia del efecto de la reflexión de la luz sobre un espejo o cristal.Distintas ilusiones e ilusionetas,la fantasmagoría y la metempsicosis integran la llamada “magia catóptrica”.
Así como en esta breve introducción hemos ido de adelante hacia atrás en el tiempo de lo particular a lo general,para el desarrollo del tema iremos del todo hacia las partes,del pasado al presente.
La Flor Azteca Parte III
Como hemos visto,el truco de la cabeza parlante y telepática tiene numerosos,variados y añejos antecedentes.Pero su presentación como Flor Azteca,nombre con el que se lo conoció aquí,merece un capítulo aparte. Con ello,pretendemos responder a la pregunta que nos formulábamos al comienzo sobre cuál sería el origen y razón de ese nombre.Para ello dejaremos que hablen principalmente los cronistas teatrales.
La Flor Azteca se presenta en Buenos Aires: Días antes de su debut –ocurrido el 1º-6-1929–,ya los medios preparaban el ánimo de sus lectores con notas que despertaban la curiosidad. Si bien llamaba la atención que la cabeza surgiera de un florero, en lo que más se hacía hincapié era en su capacidad como “vidente”.
“LA FLOR AZTECA ES UNA ANTENA HUMANA QUE SINTONIZA MUY BIEN -¿Qué espectáculo nos prepara? ¿Qué asombro contemplará Buenos Aires?” Así encabeza una extensa nota el diario Crítica. “Montevideo, Río de Janeiro, Santos y otras grandes ciudades, contemplaron hace escaso tiempo el asombro de la Flor Azteca…”. Y nos presenta al profesor Migar y a su compañera que habían ido a visitar la redacción del diario envueltos en un halo de misterio. “El doctor Migar, que así se llama el compañero de la Flor Azteca, es un mozo bien parecido, de mirada serena y expresiva. Habla sin énfasis ni suficiencia, pausadamente.” “Migar es un hombre de 35 o 40 de edad, detipo ascético.”
La Flor Azteca,descrita en su belleza y en sus capacidades telepáticas, encierra una doble incógnita. “Cuando se presenta al público, éste no alcanza a descubrir su cuerpo. Su cuerpo se ha volatilizado y sólo se ve su cabeza surgiendo de un florero. Entonces, el espectador preguntará lo que quiera, seguro de hallar una respuesta exacta. Esa cabeza adivinará todo, las cosas sin importancia y las cosas trascendentales.”Inquirido sobre el teatro en el que actuarían, el doctor Migar responderá: “En ninguno. Nuestro acto tiene que realizarse en un pequeño local. El público debe ver y admirar a la Flor Azteca de cerca, para comprobar que en sus experiencias extraordinarias no existe truco alguno”.En su edición del 2-6- 1929,así describía el debut de esta ilusión en nuestra ciudad el diario Crítica:
“LA FLOR AZTECA SE PRESENTÓ ANOCHE AL PÚBLICO – Dentro de su especie, es un espectáculo superior a todo lo visto”. “Luego de la expectativa que habían encendido los llamativos letreros y el decorado azteca que lucen el frente del local Nº 1259 de la calle Corrientes, la Flor Azteca, médium de transmisión del pensamiento y experimentos de telepatía, se presentó anoche al público de Buenos Aires.
Fue una exhibición improvisada casi y de rapidez imprevista, porque no se abrieron las puertas del local hasta las 22 horas y se cerraron a las 24 en punto. Pero bastó a los que llegaron hasta la mejicana para apreciar la interesante especie de su trabajo, muy superior científica y decorativamente a todo lo que, dentro de este ramo, hemos visto por aquí, que tiene atractivos para mantener tensa la atención del público.
(…) La sensibilidad extraordinaria de su temperamento, aplicado y disciplinado por la experiencia, le permite realizaciones de telepatía y experimentos de doble vista verdaderamente asombrosos. (…) La Flor Azteca, encerrada en un florero colocado sobre una mesa descubierta alrededor de la cual pueden circular los espectadores sin descubrir tapaderas ni trampas que oculten el cuerpo, adivina todo lo que se le pregunta.Un cortaplumas,empuñado por un espectador que acaba de entrar y que saca de su bolsillo,es descripto por la médium con pelos y señales y sin esfuerzo alguno.La marca de fabricación de un lápiz, de una tijera de bolsillo, el color, fecha de jugada de los billetes de lotería,cifras y fechas en los anillos de compromiso,lo que dice una carta, un carnet de identidad, hora que marca un reloj, nombres y apellidos de las tarjetas,contenido de las carteras de señoras y caballeros, etc. (…)No es un espectáculo de feria ni de Paseo de Julio (*). Paseo de la Alameda creado por el virrey Vértiz, luego Paseo de Julio desde la época de Rosas, era la actual avenida Leandro N. Alén. Fue la primera avenida ribereña de la ciudad, muy frecuentada por los vecinos de Buenos Aires. Es interesantísimo por su faz científica y por la forma originalísima que se presenta al público, que no cuadra dentro de los trucos vulgares de los ilusionistas. Hace pensar en las célebres cabezas parlantes y videntes de los cuentos de las Mil y Una Noches.”
En la cartelera teatral de los diarios, durante meses –el último en la calle Corrientes es del 4 de noviembre– se pudo leer este aviso: “Atracción original, espectáculo admirable para el público instruido. Secciones continuas de las 17 a las 20 y de las 22 a las 24,30. Entrada $ 0,60”.
Descripción,“explicaciones” y repercusión de la Flor Azteca:
El 11 de Juio,así describe el cronista la ilusión: “Es una mesa sobre la cual descansa un cajón,abierto por detrás y por delante.Todo el conjunto está decorado e iluminado. Pero lo esencial es esto: una mesa descubierta,es decir,entre cuyas patas puede verse perfectamente, y encima un cajón que no puede tener espejos porque a través de él los espectadores ven las cortinas de la pared, bien separada del conjunto, visión que, según los movimientos del público, cambia de acuerdo a las leyes de la perspectiva. Además, puede rodear la mesa y constar que allí, entre las tablas y sobre la mesa, no hay más que aire. Y un florero, de cuya abertura surge la cabeza de la Flor Azteca.
Cuando el doctor Migar descorre las cortinas, en el ánimo del público surge esta pregunta, ante el espectáculo impresionante de esa cabeza que surge del florero, misteriosamente: ‘¿Dónde está el cuerpo?’
Abajo, a pocos centímetros de la barbilla, no hay nada. Está la tabla, la delgada tabla de la mesa; y debajo, el aire entre las cuatro patas del mueble. A los costados, entre las dos paredes del cajón y arriba y abajo, entre el techo y la mesa, y adelante y atrás, entre los espectadores y el fondo del local, aire, aire, nada más que aire.
¿Dónde está el cuerpo? La visión sólo puede ser humana entendiendo que la cabeza está muerta. Porque parece una cabeza decapitada. Pero de pronto, cuando esa pregunta todavía obsesiona, el doctor Migar se acerca y hunde sus dedos en la carne, que también es carne para los ojos que están allí cerca, viéndole los poros de la piel. Y entonces, la Flor Azteca abre los párpados y mira”.
El 3 de agosto ironiza el columnista de Caras y Caretas: “Sábado, en lo de La Flor Azteca. (…) El precio de la entrada — sesenta centavos — ya me predispuso contra el espectáculo. Era muy poca plata para ver algo sobrenatural… La Flor Azteca, en efecto, podría visitarse lo mismo una noche de sábado que durante una matinée blanca. Lo diabólico está allí ausente; o tan exageradamente atenuado, que apenas se percibe.
Todo se reduce a una buena señora mejicana, que con colaboración con un compatriota suyo, realiza lucidos ejercicios de pseuda transmisión del pensamiento. Debido a una hábil combinación, no se ve más que la cabeza de la mujer que emerge de un florero.Y la gente se asombra, con justicia, ante el caso de una mujer con cabeza y sin cuerpo, cuando lo contrario es lo que casi siempre suele producirse”.
El 8 de agosto,la ilusión es presentada en el Círculo de Armas (*) Club de esgrima fundado en 1885, ubicado en la época que nos ocupa en la calle Corrientes 671.Allí,el cronista pregunta al profesor Migar:
“– ¿En qué consistieron las pruebas?–Me entregaban anotado un objeto y yo, sin hablar, debía hacer la pregunta. A todo esto, antes de comenzar la prueba, fui revisado, así como la Flor Azteca, a la que le vendaron los ojos. –¿Ud. puede transmitir el pensamiento a la Flor Azteca pared por medio?–Eso es lo que hicimos ayer en el Círculo: la Flor en una pieza y yo en otra”. Aquí, el profesor Migar se extiende en comentarios sobre el esfuerzo mental que ello supone.
De una extensa carta de un lector, reproducida el 6 de julio, leemos:
“… Miré por debajo mire por arriba, por delante y por detrás: ¡nada de espejos! Fui, volví y terminé por marearme. ¡Es fantástico! Hoy –parece mentira a los 54 años–, regresé llevando los bolsillos llenos de garbanzos. Los tiré en todas direcciones, entre las burlas de algunos y ante la expectativa de la mayoría. ¡Los garbanzos pasaron limpiamente entre las patas de la mesa! Si hay espejos, no solamente deben ser espejos invisibles sino también perforables”. Al parecer, era conocida la “travesura” que padeció la cabeza parlante de Talrich, como contamos más arriba; sólo que en este efecto los espejos están en otro lado…Curiosos son los subtítulos de diversas notas; por descarte de posibles explicaciones, se busca de resaltar el misterio: “El aparato no tiene espejos ni doble fondo, ni cortina que oculte el cuerpo”. “El profesor Migar no es ventrílocuo, ni la cabeza es de cera”. “No es telégrafo, ni radio, ni otra cosa, que no sea algo sorprendente”.
Como con el efecto de “Edna, la mujer que vuela” –presentada en nuestros teatros a fines del siglo XIX–, o con el espectáculo del transformista Leopoldo Frégoli durante las primeras décadas del XX, también la Flor Azteca dominó la opinión pública de Buenos Aires por bastante tiempo.
“La presentación de la Flor Azteca en Buenos Aires no ha constituido solamente un suceso como espectáculo, también ha preocupado.
Generalmente, las exhibiciones de esta naturaleza despiertan un interés que, por marcado que sea, dura el tiempo exacto de las funciones. El público sabe que existe un truco, la mayoría de las veces lo conoce, y sólo asiste al espectáculo para apreciar la mayor o menor habilidad con que se lo ilusiona.
Con la Flor Azteca ha sucedido algo más. Si bien el público asistió a las primeras sesiones llevado por ese espíritu, poco a poco se fue interesando por el misterio de esa cabeza viviente, hasta llegar a preocuparse seriamente. Así se lo ha podido comprobar frente al local de la calle Corrientes. Las personas que abandonan la pequeña sala no comentan lo que acaban de ver como algo pintoresco o exótico. Discuten acaloradamente, preocupados por el misterio de la Flor Azteca. Hablan de truco, de transmisión del pensamiento, de mil cosas; pero lo único que se saca en limpio es que el espectáculo ha interesado de verdad.
Y no sólo aquí, sino en toda la ciudad. En el café, en el tranvía, en todas partes se oye hablar de lo mismo. Todos explican, todos quieren saber; y, al final, se está de acuerdo en que nadie sabe nada.
Se puede decir que el misterio de la Flor Azteca ha obsesionado a Buenos Aires.” (Crítica, 6 de julio de 1929)
“Buenos Aires está ‘Aztequizado’. Buenos Aires vive en estado de Flor Azteca. La cabeza parlante que asoma de un florero, que todo lo acierta, que todo lo adivina, ha monopolizado la atención, la curiosidad y el asombro del público metropolitano por el tiempo de tres meses”. “Ya no es sólo el pueblo sino también nuestra aristocracia la que concurre al improvisado y ya popular local del la calle Corrientes atraída por la sugestionante Flor Azteca.”
Hechos que publicitaron el espectáculo: El atraer a las estrellas del momento –ya sean del deporte, del espectáculo u otras áreas– siempre fue un excelente recurso publicitario. La cantante de tangos Azucena Maizani, el boxeador Justo Suárez –“El Torito de Mataderos”–, la bailarina y cantante negra francesa de origen norteamericano Josefina Baker –“La Venus de ébano”– generaron notas y posaron junto a la Flor Azteca, “que ha sabido gustar la satisfacción de intrigar a muchas personalidades de la política, el arte y las finanzas”.
Hasta la crónica policial sirvió de publicidad para la Flor Azteca. Las circunstancias no se pudieron haber dado mejor. Fue el resonante caso que la prensa llamaría “El misterio de la descuartizada del lago de Palermo”.
El 23 de julio de 1929 fue hallado por casualidad un paquete de arpillera atado con alambre de fardar que contenía un torso de mujer. El asesinato y descuartizamiento de Virginia Donatelli, perpetrado por su amante, el chofer Julio Bonini, desató una verdadera obsesión en el periodismo y el público de Buenos Aires.
Los cronistas policiales de los distintos diarios elaboraron las más extrañas conjeturas sobre el crimen. Como podremos imaginar, un cuerpo sin cabeza fue inmediatamente asociado al espectáculo que por entonces hacía furor en la ciudad. La cabeza de la víctima fue hallada luego de una intensa búsqueda recién seis días después en Puerto Nuevo. Por supuesto que la Flor Azteca también habló del caso refiriéndose a Julio Bonini luego de hacerle un estudio grafológico (Crítica, 13-8-29).
En el Museo Policial se muestra una reproducción en yeso de este resonante crimen. Ese Museo Policial que también exhibe una versión de la Flor Azteca cuyo origen desconocemos.
El 31 de agosto, el cronista de Caras y Caretas habla de un plagio de nuestra artista. “Lunes, en lo de la Rosa Inca.- Aprovechando que estaba de franco, he concurrido a este espectáculo situado por cierto en la vereda de enfrente del ofrecido por la Flor Azteca.
La Rosa Inca ha plagiado escrupulosamente a su fenomenal colega. La misma decoración, el mismo florero con la femenina testa emergiendo de unos helechos, idéntico mutis corporal de la adivinadora e igual mecanismo de las preguntas, con una misma exactitud en las respuestas.
Lo único que varía es el acento con que se expiden las flotantes cabezas. La Flor Azteca tiene una pronunciación mejicana, mientras que la Rosa Inca habla con un dejo peruano; y además advierte que ‘allí no es como en el otro sitio, pues ella cambia el agua del florero todos los días’.”
Luego comenta el cronista la acerba enemistad entre ambas pitonisas.
A mediados de septiembre, la pareja anuncia su partida hacia México. “Engracia Torres, la misteriosa cabeza de Anahuac”, se titula la nota del domingo 15 dándonos a conocer el nombre de la mujer que se esconde en el florero y su lugar de origen. “Después de cuatro meses de actuación, se va la Flor Azteca (…) y deja a Buenos Aires preocupada con su misterio. Ninguna de las 300.000 personas que ansiosas y curiosas han desfilado por el exótico local de la calle Corrientes ha podido descubrir en qué consiste el misterio…”
Aquí el periodista se detiene en la faz humana de los artistas. Comentan que se vuelven a México a pasar una temporada con la familia. Aquí se descubre que el profesor Migar y las Flor Azteca son esposos. Ella dramatiza su situación de mujer a la que el público sólo considera cabeza; pero ella tiene un cuerpo y un corazón, con todo lo de toda mujer.
Como pasa generalmente con las atracciones que despiertan grandes expectativas, la Flor Azteca encontró un competidor importante creándose una “rivalidad” muy promocionada durante muchos días.
“El miércoles, en el teatro de la Ópera, iniciará su actuación el celebrado sugestionador Odronoff. (…) El doctor Odronoff, que fue el creador de ese número [transmisión del pensamiento] de la Flor Azteca, (…) lo realizará mejorándolo notablemente, al mismo tiempo que explicará luego su secreto.
(…) Es, sin duda, el Telégrafo Humano experimento que supera en mucho al de la Flor Azteca, pues hace la transmisión del pensamiento sin hablar y sin hacer uso de ninguna clave. (…) Aparte de dar a conocer el Telégrafo Humano, [Odronoff] reproducirá exactamente lo que hacía la Flor Azteca, con el interesante agregado de que el público podrá satisfacer su curiosidad, pues la mujer [su ayudante, Miss Lizz] saldrá del florero encantado a la vista de los espectadores.” (Crítica, domingo 29-9-29)
El 8 de octubre siguiente, el profesor Migar –firmando como Miguel García Migar– comenta en una carta dirigida al director del diario Crítica, con relación al espectáculo de la pareja Odronoff y Miss Lizz: “… Atraído por el anuncio que hace el señor Odronoff, tomando el nombre de la ‘Flor Azteca’ para hacer una revelación que bien puede ser la suya pero de ninguna manera la mía, asistí en calidad de espectador al Teatro de la Ópera. No hubiera pasado de ahí si dicho señor no se permite (…) afirmar que su espectáculo es idéntico al mío y que éste fue inventado o descubierto hace 25 años con el nombre de Madame Crisantema. (…)
Puedo decir sin jactancia que el misterio de la ‘Flor Azteca’ no ha sido todavía revelado, porque el aparato que usa el señor Odronoff es una copia absurda del nuestro; eso en la parte exterior, pues en la interior, que está basado en la de Madame Crisantema, es tan grande la diferencia, que no hay ni comparación posible.
La segunda, es que anoche el señor Odronoff declaró públicamente que sus transmisiones son por combinación de palabras y su telégrafo humano era tan sólo un efecto teatral. No así mi transmisión, que se reduce a una constante y formidable ‘transmisión del pensamiento’, sin que para ello tenga necesidad de usar de los medios de que se vale el señor Odronoff”.
Luego se explaya sobre el carácter “eminentemente científico” de su espectáculo, “fruto de una labor personal de más de doce años de pacientes estudios”, poniendo como prueba que en los ciento veintiocho días que llevaba trabajando ninguna de las casi 300.000 personas que lo vieron había logrado darse cuenta de nada.
Como consecuencia de este incidente, la pareja resolvió quedarse unos días más en Buenos Aires brindando su espectáculo y dejando en pie el ofrecimiento de $ 20.000 para quien replicara lo que hacía la Flor Azteca.
El final de la gira del profesor Migar y la Flor Azteca
Aunque es de una gran jocosidad el tratamiento periodístico que se hace de los últimos tiempos de la pareja aquí en Buenos Aires, no vamos a detenernos en ellos por escapar al objeto de este trabajo ya que muchas veces se hace referencia a temas ajenos al efecto de ilusionismo que estamos estudiando.
“La Flor Azteca no pudo adivinar que otra vivilla iba a suplantarla”, “Ha sido acusado de un robo el profesor Migar”, son algunos de los titulares. A partir de entonces, el profesor Migar pasará a ser “el más afortunado negociante del año”; su mujer, la “cara dura (…) que se ha estado riendo y embolsando la plata del confiando público porteño”; sus espectadores, un “cándido y crédulo público”; y Odronoff, un “desleal competidor” y “mago de heladera”.
“De vodevil” titula el periódico el relato de la “cañita al aire” que se tiró el profesor Migar en Montevideo con una “blonda y opulenta joven”, la huida de la mejicana a Río de Janeiro y el intento del marido de perseguirla por avión para finalmente caerse de un tranvía. “El dominio hipnótico del profesor Migar –ironiza el periodista– que obligaba a su mujercita a adivinarnos la edad, el número de nuestros acreedores, el nombre de nuestro sastre y que nuestra cartera contenía un peso y veinticinco centavos, no tuvo alcance para hacerle revelar sus proyectos de separación de bienes y de cuerpo. Y el cuerpo era lo que menos veía el profesor, ya que el truco que daba realce y misterio al espectáculo obligaba a la Flor Azteca a mantenerlo la mayor parte del tiempo doblado en el cajón de los espejos. ¡Pero los bienes! Sólo le queda el cajón al profesor Migar. El cajón y el florero. La cabeza se ha ido. ¡Qué pena! El profesor Migar ha perdido la cabeza…”.
Como se ve, ya se habla de “cajón de los espejos”. Según parece, “La Novela Semanal” (*) Una de las revistas más populares que se publicó en Buenos Aires entre 1917 y 1926. Era de actualidad y contaba con firmas de mucho prestigio y gran amplitud de enfoques. En sus páginas se mezclaban entrevistas, notas de política y economía, cuentos y diversas secciones. se había encargado hacía un tiempo de explicar a sus lectores el truco “con abundancia de detalles y gráficos”.
El 26 de octubre de aquel año 1929, la pareja anuncia las últimas funciones en la calle Corrientes. Como tomando la idea de Odronoff, a comienzos de noviembre se anuncia que la Flor Azteca revelará su misterio en el teatro Sarmiento (*) Sala ubicada en Cangallo (hoy Tte. Gral. Juan D. Perón) 1040. Se inauguró en 1923 y fue demolido 1937 para abrir la Av. 9 de Julio. . Aunque el 5 de ese mes dará cuenta el cronista de que “la Flor Azteca salió del florero pero el público no vio cómo lo hizo pues Migar corrió la cortinilla y ella apareció con un vestido de su tierra”. Allí estuvo hasta el 11 junto con otras atracciones.Como el caso de tantos otros artistas,la Flor Azteca optó por ir retirándose paulatinamente de Buenos Aires alejándose cada vez más de su centro.En la segunda quincena de diciembre la encontramos en el Teatro Capitol de Liniers, luego de lo cual no tenemos más noticias de la pareja mejicana.
COLOFÓN: Carlos del Campo nos cuenta su primer encuentro con la Flor Azteca,cuando adolescente, allá en San Martín de su Mendoza natal. Y su experiencia como profesor de física en un cuarto año, cuando presentó la cabeza parlante de una alumna que hablaba con los que visitaban de stand durante una Feria de Ciencias. “Lo hice –dice– con un teatro de títeres como estructura. Revestimos el stand con un gran paño rojo que yo tenía. El abuelo de una alumna nos torneó las patas de la mesa y un carpintero, padre de otro alumno, nos hizo la tapa con el corte para la cabeza. Cubrimos con un mantel corto de seda y entre todos los alumnos compraron los dos espejos. Aplicamos así la idea de reflexión de la luz. Fue una experiencia formidable para los chicos, que supieron guardar perfectamente el secreto.”Carlos Rodrigo, desde Realicó, La Pampa, recuerda haber visto, allá por la década del 50 o 60,en el viejo Parque Retiro, el juego de La flor azteca. Y rescata algunas publicaciones no clásicas que hacen referencia al juego. Entre ellas, el boletín de informaciones mágicas “Entre nosotros”, de Carlos Molinari, en cuyo número 26,de julio de 1995,habla de la Esfinge en una nota que tituló “De los fantasmas y otros misterios”. Nos recuerda, además,la historia de este juego publicada en el libro “El Teatro Fantástico de Robert-Houdin”, editorial Sintes.
En uno de los fascículos de “El Mundo Mágico de Tamariz” (Nº 51, pág. 29), se menciona al Cráneo animado que presentaba el prestidigitador Partagás en su teatro. Por otra parte, la escritora Ana María Shua publicó en su libro de micro cuentos “Botánica del caos” tres referidos a la Flor Azteca. Pero no es el único caso que la literatura se ocupa del efecto. La novela de Gustavo Nielsen, “La Flor Azteca”,se dedica a él y en la contratapa del libro un dibujo da a entender su secreto.
Como muchas otras revistas de difusión masiva de los años ‘40 y ‘50 del siglo XX, una Hobby de 1953 publicaba la revelación de efectos de magia. Uno de ellos fue la Flor Azteca, con una breve explicación de su historia y la clave de su secreto.Para estas páginas,Eduardo Sánchez, Nadur, nos ha resumido los antecedentes de este efecto y ha investigado la presencia de la Cabeza Parlante en su Rosario natal.A través de artículos periodísticos, Mauro Fernández, Fénix, pudo reconstruir el paso del profesor Migar por nuestra ciudad y lo que sería el origen del nombre “Flor Azteca” con el que el efecto es tan conocido en nuestro país.Ray Francas,a través de Internet,nos ilustra sobre las cabezas parlantes,la presencia del matrimonio profesor Migar–Flor Azteca en su México de origen y sobre viejas publicaciones porteñas que a través de viñetas se refieren a la ilusión que nos ocupa.
Queda para una futura investigación rastrear el origen de esta versión de la cabeza parlante de la mano del profesor Migar, en México, y su presentación en otros países del continente americano.
(Fuente: Alex Nebur del Centro Argentino de Historiadores y Coleccionistas de Magia).
Agradezco a mi amigo,el historiador y coleccionista de circo Héctor Julio Fráncica,quien me contactò en la fecha con el Sr. Alex Nebur del Centro Argentino de Historiadores y Coleccionistas de Magia,ubicado en la Ciudad de Buenos Aires,quien gentilmente aportò lo escrito en mis comentarios anteriores al presente,sobre “La Flor Azteca”.
PERÓN : “EL DIARIO DE LOS ZURDOS” .
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Hace algunos años, cuando empezamos a recavar información de nuestro barrio y le dimos forma al Taller de Historia Barrial de la Asociación Voluntarios de Parque Centenario, hallamos sólo ciertas pistas sobre la existencia (para nosotros remota) del diario “El Mundo”. Por la edad de quienes dimos inicio a la investigación de las cosas que pasaron y que hubieron en la zona, el diario “El Mundo” era apenas algún lejano recuerdo visual de un periódico, que pudieron haber comprado nuestros padres cuando éramos chicos.
La primera persona que nos instaló el tema fue un ex trabajador del diario, llamado Carmelo Grency, quien perdió una mano en sus talleres de impresión, y que hoy atiende su kiosco en Avellaneda y Eduardo Acevedo. Luego, recogiendo información de diversos vecinos sobre la historia del entorno de Parque Centenario, fuimos separando la que se refería al mundo.
Sintiendo nostalgia por el magnifico edificio que no conocimos, o que no registramos de niños, fuimos apreciando lo importante que había sido este medio de comunicación social, a partir de ir revalorizando a los protagonistas que por él transitaron. Resultó que las famosas Aguafuertes Porteñas de Roberto Arlt eran una columna semanal que durante años escribió en el diario este “capo” de nuestra literatura (llevando a “El Mundo” a vender más de medio millón de ejemplares los días en que él publicaba), editándose la última “aguafuerte” un día después de su muerte el 26 de julio de 1942. Que Mafalda, la mundialmente prestigiosa historieta de Quino, salía con una tirada diaria hasta el cierre del periódico. Que el primer director (y efímero) fue Alberto Gerchunoff, autor de “Los Gauchos Judíos”. Saber cuántas personalidades pasaron por este lugar y hacer una lista nos llevaría un rato, pero no caben dudas del valor cultural y periodístico que fue “El Mundo”.
Pero donde empezó toda la historia fue en 1904, cuando Alberto M. Haynes publica la novedosa revista El Hogar y logra un importante éxito de público y de trascendencia. Alberto Haynes era un inglés que había llegado a nuestro país en 1887 para trabajar en el británico Ferrocarril Oeste. Luego de algunos años y decidido a quedarse por estos pagos, inicia su carrera editorial que lo llevaría a construir lo que podríamos llamar el primer multimedio de Argentina. Fue un avanzado en editar revistas que para la época eran audaces en diseño e imágenes. Otra publicación que salió en los primeros años fue Mundo Argentino, que con altibajos estuvo décadas en los puestos callejeros de venta, llegando a ser dirigida por Ernesto Sábato en las ultimas épocas de su publicación. La Empresa Editorial Haynes Limitada (nombre oficial del emprendimiento de este inglés) editó muchas revistas como Mundo Deportivo, Sintonía, Tía Vicenta, Mundo Agrario, Mundo Rural, Don Goyo, Riqueza Argentina, PBT, Mundo Infantil, y algunas más a lo largo de más de sesenta años de existencia de la Editorial Haynes. Sin meternos en su historia, vale mencionar que Radio El Mundo fue parte también de esta empresa.
Hace unos meses, cuando ya habíamos comenzado a organizar el homenaje al diario, encontramos un pequeño artículo en el diario Clarín que anunciaba que la Asociación de Periodistas Jubilados organizaba un almuerzo con gente que estuvo vinculada a El Mundo. Participando de éste y luego de otros encuentros más, y con la solidaridad de su presidente Carlos Imaz (que trabajó en el diario), pudimos acercarnos a muchos trabajadores que pertenecieron a la Editorial Haynes, quienes con mucho afecto nos brindaron sus valiosos testimonios sobre la historia del periódico. Allí evidenciamos el compañerismo y grato recuerdo que guardan de sus días en aquella empresa, reuniéndose todos los meses en una confitería del barrio.
Volviendo a la historia, el 29 de diciembre de 1923 la Editorial Haynes inauguró la parte central del edificio de Río de Janeiro y Bogotá, que luego fue ampliado instalando allí sus propias y modernas maquinarias de impresión. Y desde allí comenzó a circular el diario El Mundo el 14 de mayo de 1928, con el revolucionario formato tabloide que lo hacia de mejor manipulación para leerlo en los tranvías, y lleno de fotografías que llamaban la atención, tanto por su precio (que era la mitad del de cualquier otro periódico: 5 centavos). Además hacía un concurso semanal con premio de mil pesos, según los resultados de los partidos de fútbol. Un precursor del Prode.
Esta es la información oficial que siempre reivindicó el diario, y que se instaló en el recuerdo. Pero resulta que cuando fuimos a resolver la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional, encontramos un numero uno del diario El Mundo publicado por Haynes, con fecha 3 de abril de 1928. ¿Cómo se explicaba esto? Como nos contaron ex-trabajadores del diario, entre ellos Osvaldo Acita, Mauricio Eikihs, Roberto Marino, José Maria Branca, Ernesto Capece y otros, hubo un primer lanzamiento con la dirección de Gerchunoff que, siendo parecido a lo que después se conoció, salía diez centavos. Y fue un fracaso total. El 12 de mayo de ese mismo año dejó de salir, y dos días después se relanzó con un gran cambio de staff, comenzando por su director, quien pasó a ser por muchos años Carlos Muzio Sáenz Peña. Al poco tiempo bajaron el precio a la mitad de cualquier otro diario (cinco centavos), y allí se comenzó el éxito. La empresa, negando el fracaso anterior, nunca registró en sus comentarios y referencias el primer y efímero lanzamiento.
Con apenas un año de existencia del diario, y cuando comenzaba a consolidarse exitosamente su público lector, el 21 de junio de 1929, luego de haber cumplido la jornada habitual de trabajo en su despacho, falleció Alberto Haynes, producto de un síncope. Lo sucedería en la empresa Henry Wesley Smith, esposo de una de las hijas de Haynes y también británico, quien dirigirá el diario hasta la primer presidencia de Perón, cuando, por producto de una maniobra política del gobierno, la Editorial Haynes pasó a formar parte del consorcio estatal Alea, que manejaba los medios de comunicación expropiados. Allí, El Mundo, que se caracterizaba por un perfil independientozo pero sutil defensor de los intereses de las empresas británicas en Argentina, pasa a ser un diario con ciertas secciones que derivaron en panfleto pro-peronista. Luego del golpe de estado de 1955, el diario continuó unos años bajo intervención estatal hasta que se privatizó en manos de un grupo empresario compuesto por los dueños de Radio Rivadavia, Minera Aluminé y Banco Buenos Aires. Desde allí hasta el final hubo varios cambios de director y de entrada y salida de dueños de la editorial, hasta que por un desfalco financiero que vació la empresa terminó yendo a la quiebra. La fecha de la última edición del diario fue el 22 de diciembre de 1967.
Luego, la marca fue comprada por sectores vinculados al PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y la ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), y lo reeditaron en los años ’73 al ’74, hasta su clausura. Esta época no tiene continuidad con la historia del original, ya que no era impreso en el mismo sitio, ni eran los mismos empleados los que trabajaban tanto en la redacción como en los talleres. Además, no tuvo una gran tirada de ejemplares y su línea editorial era panfletaria, aunque ahora de izquierda. También existió un El Mundo vespertino, que fue un ensayo de la Editorial Haynes en 1967, pero tampoco tuvo éxito. Ya anteriormente la empresa había lanzado un vespertino con el nombre de El Siglo, con idénticos resultados comerciales.
En sus últimos años el diario era bastante equilibrado, y vale mencionar que fue uno de los pocos que se opuso al golpe militar que derrocó a Illia, como sí lo hicieron abiertamente los demás medios. Tal como lo demuestra la anécdota de Mafalda que se publicó un día después del golpe de Onganía, en la que el personaje con cara triste decía: “Entonces, eso que me enseñaron en la escuela…”. Luego sufriría Landrú la censura al ser prohibida la revista que él dirigía, “Tía Vicenta” (que era un suplememto del diario), cuando apareció un dibujo humorístico que hacía referencia a los bigotes del presidente de facto. Landrú además hacía el chiste de tapa del diario, generalmente sobre hechos políticos, como muchos años después lo hiciera Pagina 12 con Rudy y Daniel Paz.
Otros nombres que pasaron por las filas de El Mundo fueron: Horacio Rega Molina, Alejandro Sux, Pedro Juan Vignale, Alberto Casal Castel, Roberto Ledesma, Octavio Rivas Rooney, Ramón Gómez de la Serna, Alberto Insúa, Ortegal, Mario B. Quirós, Nicolás Olivari, Conrado Nalé Roxlo, Enrique González Tuñón, Bernardo Neustadt, Jacobo Timerman, Valentina Dardo Cúneo, Emilio Karstulovic, Calki, Amado Villar, Oski, Octavio Palazzolo, Miguel de Amalibia, Moisés Schebor Jacoby, Jorge Gótling, Horacio de Dios, Jorge Koremblit, Enrique Silberstein, y muchos más que, por una cuestión de mala memoria, les pedimos disculpas, pero no podíamos dejar de mencionar a quienes recordamos.
En esta empresa llegaron a trabajar cerca de tres mil empleados, con un criterio organizativo claramente de otras épocas, quienes allí trabajaron aún recuerdan con afecto el clima familiar que había y siguen identificándose como pertenecientes a la familia de El Mundo. También tenían un club que originariamente se llamó Alberto M. Haynes y luego Club Editorial Haynes, que primero funcionó en Rivadavia 4237, luego se mudó a Bogotá 115/119, y después de la quiebra un grupo de empleados lo mantuvo vivo un tiempo en Ambrosetti 861, aún el teléfono del lugar figura a nombre de la entidad. El club llegó a tener predios recreativos en Moreno y Quilmes, y sobre todo en su sede de Bogotá fueron inolvidables sus carnavales.
Durante décadas la barriada vibró al ritmo del movimiento del diario El Mundo, y hoy prácticamente no quedan vestigios. Nuestro olvido y nuestra desaprensión permitieron que el tradicional edificio de El Mundo fuera derrumbado. ¿Por qué fue necesario demoler semejante edificio si fue un baldío durante veinte años? ¿Por qué no quedó ni un mueble como testimonio de las personas que protagonizaron esta historia? ¿Qué fue realmente del archivo del El Mundo? Han pasado treinta años y no podemos responder a estas preguntas con certeza. En el momento de apogeo del diario, los trabajadores bromeaban y decían “guarda el día que estos tipos dejen de sostener la bola”, por los talantes de piedra que sostenían un mundo de cobre en la cima de la cúpula del edificio. Y desgraciadamente, tenían razón. Los tiempos han cambiado, nos dejan poco espacio para el recuerdo y la valoración de quienes marcaron un camino que hoy queremos rescatar. Esperamos que esta breve reseña rinda el homenaje merecido a lo que fue y seguirá siendo El Mundo para nuestra vida cultural.
POR : Márquez , Fabio
EN : voluntarios-parquecentenario.blogspot.com.ar
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Hay una forma de pensar la palabra “diario” que no aparece en los diccionarios: aquella que sostiene que poner en pie un diario es una aventura. Aventura de la voluntad, aventura ideológica, aventura estética. Muchas veces, una aventura muy riesgosa.
Eso sabían quienes se pusieron como objetivo que el diario El Mundo llegara a los quioscos de todo el país en 1973.
Eran años de pasiones políticas que también repercutían en el mapa de los medios: los partidarios de las distintas posturas que disputaban el poder en la Argentina sabían que un órgano de prensa masivo era una herramienta imprescindible en esa lucha de posiciones.
También lo sabían los militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) que decidieron poner los fondos que se necesitaban para rearmar el tradicional diario –en El Mundo de los ’30 había publicado sus aguafuertes Roberto Arlt– y lanzarlo a las calles con toda la potencia. En el staff había militantes perros, partidarios de otras tendencias políticas y simples periodistas que hacían del escribir su profesión. Este es el esbozo de una historia acerca de la conjunción pasional del periodismo y la política.
Según sus mentores, el diario debería poner el acento en las noticias políticas y sindicales que expresaran los avances y retrocesos del clasismo en la Argentina y debía ser amplio en sus miras. “A la primera reunión asistimos Benito Urteaga, por el PRT; Luis Alberto Cerruti Costa, que había radicalizado sus posiciones acercándose al PRT; el padre Ramondetti, de los sacerdotes por el Tercer Mundo; Alicia Eguren, viuda de John William Cooke; Félix Granovsky, del Partido Comunista, y yo, que militaba en el Frente Revolucionario Peronista –cuenta el abogado Manuel Gaggero desde las sierras de Córdoba, donde reside en la actualidad–. Urteaga propuso la compra de El Mundo para sacar un diario que reflejara el movimiento político que se estaba desarrollando, que fuera amplio y pluralista y que no se superpusiera ni con Estrella Roja, que era el órgano del PRT, ni con El combatiente, del Ejército Revolucionario del Pueblo”
Un medio que tuviera capacidad de reflejar los conflictos obreros y la discusión que se incubaba entre los trabajadores de avanzada.
En junio de 1973 se lanzaba a las calles El Mundo, diario de la tarde, que llegó a vender ciento cincuenta mil ejemplares con sus noticias en clave revolucionaria. Su primer director fue Cerruti Costa, luego reemplazado por Gaggero. Eran años en los que la revolución estaba a la vuelta de la esquina. “Nuestros lectores se encontraban tanto en la militancia juvenil de aquellos días como en los sectores obreros más radicalizados.
Le dábamos mucha bola a lo que pasaba en el interior, algo poco usual en otros medios. Los titulares reflejaban al movimiento sindical de base”, ilustra Gaggero.
“Yo era la jefa de la sección Interior, que tenía una gran carga política –recuerda Nora Lafón, reconocida en la actualidad por su labor como periodista de espectáculos–. Se reflejaban todos los conflictos de esos tiempos.
Cuando me convocaron para trabajar no sabía bien a qué acuerdos políticos correspondía la línea editorial, que me encantaba. Sólo estando adentro me enteré que era del PRT. Una vez escribí que si un visitante europeo llegaba y veía en posiciones de gobierno a tantos sindicalistas hubiera podido pensar que presenciaba un proyecto socialista. Cuán errado hubiera estado, ya que la mayoría era casi fascista. Podía publicar eso sólo en El Mundo.” Uno de los columnistas fijos era el sindicalista clasista Agustín Tosco, quien editorializaba desde Córdoba los intensos conflictos que se desarrollaban en fábricas y sindicatos. “Durante varias semanas la tapa reflejó el conflicto de Villa Constitución –recuerda Gaggero en referencia a un movimiento que, a través de toma de fábricas, organización de piquetes, colocación de barricadas y grupos de obreros de autodefensa, logró derrotar a la patronal de Acindar y a la dirección sindical de la Unión Obrera Metalúrgica, conducida por Lorenzo Miguel–. Desde ese momento, la burocracia escaló su presión contra el diario.”
Mientras tanto, la vida en la redacción se desarrollaba con las particularidades que el extraño experimento mediático ameritaba. “Parte de la dirección periodística estaba en el Partido Comunista. De jefe de política había un peronista. La composición de la redacción no tenía la homogeneidad del diario Noticias, donde el 99 por ciento era montonero, por ejemplo –destaca Susana Viau, que hoy trabaja en Crítica–. Fui delegada sindical.
La relación con la empresa no era como la que se daba con cualquier patronal, pero no podíamos hacernos cargo de sus errores. No éramos una máquina de generar conflictos, pero los que estaban había que solucionarlos de la mejor manera posible.”
Otro de los redactores fue el dramaturgo Roberto “Tito” Cossa: “Era un tiempo muy loco, de explosiones culturales y políticas, de desorientaciones coyunturales y posiciones combativas –sintetiza–. Estaba encargado de la parte de Gremiales, que tenía mucha importancia en la línea editorial.” Cossa también recuerda las contradicciones que implicaba el formar parte de una redacción cuyos patrones eran los guerrilleros: “Había cierta tensión porque, por más empresa de izquierda que fuera, estaba la diferencia entre patrón y trabajadores. Muchísimos no éramos militantes del PRT y, aunque tuviéramos posiciones socialistas, había un sueldo de por medio. Esto produjo algunas diferencias. A veces los periodistas del PRT instalaban una sensación rara a la hora de cobrar: parecía que se estaba usando el dinero de los mártires, de los combatientes. En los pasillos, la broma era que estábamos esperando un secuestro y el pago del rescate para poder cobrar”.
El clima político y la estrategia revolucionaria del PRT también determinaba algunos tópicos periodísticos: “Trabajaba en la sección Internacional –cuenta el historiador José Vazeilles–. Un día publiqué un cable de France Press que manifestaba diferencias entre el Partido Comunista Francés y los grupos ‘consejistas’ y eso a la dirección del diario no le gustó. Me parecía ridículo, porque los ‘consejistas’ no tenían desarrollo en el país, y correspondía a la información de una agencia. Pero como el PRT estaba en acercamiento a los partidos de la Tercera Internacional para limpiar su pasaje por el trotskismo, se produjo el conflicto. Le planteé esto al recientemente fallecido Negro Pasquini Durán, que era el jefe de redacción y un gran periodista, pero decidieron sacarme de la sección y mandarme a Educación”.
Sin embargo, con sus particularidades, el diario había establecido su propia línea con calidad. La sección cultural no esquivaba las últimas tendencias: “Getino dijo sí a Godard”, titulaba en referencia al estreno, luego de la censura de años, de La chinoise, quizás el film más político del director francés. Una serie por entregas narraba la vida de Al Capone, el mafioso ítalo estadounidense.
La gira del director Cerruti Costa permitía la publicación de crónicas desde Cuba y Vietnam desde una visión diferente a la de la mayoría de los medios masivos que no se hubieran permitido miradas complacientes acerca de la vida cotidiana bajo el socialismo. En la tapa aparecía el dibujo Fierrito, que ilustraba algún acontecimiento político o social, que era explicado en un lenguaje sencillo en las páginas interiores.
“Fierrito, que era una especie de Martín Fierro contemporáneo y obrero, se volvió un personaje muy importante que sintetizaba lo que pasaba en el día –explica Gaggero–. En las charlas que hacía por el interior me preguntaban siempre por Fierrito.”
Los ataques hacia el diario por parte de los grupos paramilitares iban en aumento. Hubo un atentado en la gráfica donde se imprimía. “Como trabajaba en corrección, que estaba en la imprenta, me comí el bombazo que nos pusieron”, recuerda Viau. El 19 de enero de 1974 la compañía “Héroes de Trelew” del ERP intentó copar el regimiento de Azul, hecho que aceleraría el enfrentamiento entre el ala derechista y la izquierda del peronismo a través de una airada reacción de Perón. “Teníamos los partes del ERP, ningún otro diario tenía tantos elementos como los que teníamos nosotros. Pero cuando íbamos a mandar a la imprenta la edición, llegó un grupo de la Federal para impedirlo –relata Gaggero–. Cuando llamamos al jefe de la policía, nos dijo que el grupo operaba por su propia cuenta. Una vez impreso el diario, llegó la misma patota, esta vez estaban encapuchados y con metralletas, y comenzaron a quemar los fajos de diarios.” Las tensiones se incrementaron. Las asambleas en el diario discutieron el álgido tema de la línea editorial. “Un grupo planteaba que, en función de seguir sacando un diario de sus características, que publicara lo que otros no podían, debíamos matizar ciertas notas o tapas que eran netamente confrontativas”, recuerda Lafón. En una conferencia de prensa que brindó Perón, la periodista Ana Guzetti le pidió explicaciones acerca de los atentados parapoliciales. El presidente le contestó:
–¿Usted se hace responsable de lo que dice? Eso de parapoliciales lo tiene que probar. ¡Tomen los datos necesarios para que el Ministerio de Justicia inicie la causa contra esta señorita!
A.G.: –Quiero saber qué medidas va a tomar el gobierno para investigar tantos atentados fascistas.
P.: –Las que se están tomando, esos son asuntos policiales que están provocados por la ultraizquierda y la ultraderecha; la ultraizquierda, que son ustedes, y la ultraderecha, que son los otros. De manera que arréglense entre ustedes. (…)
Guzzeti fue detenida tras la conferencia de prensa. La clausura del diario estaba cercana. El 23 de febrero, luego de un acto en el que habló Lorenzo Miguel, un grupo de militantes de la Juventud Peronista de la República Argentina cercó el diario y tiroteó durante 20 minutos el frente del edificio. La seguridad repelió el ataque. Los trabajadores que lograron entrar fueron detenidos por la policía. “Nos llevaron en camiones celulares con celdas compartimentadas”, describe Lafón.
La situación no daba para más. “Sin embargo, para Perón estaba bien que existiera ‘el diario de los zurdos’.
Habíamos acordado una entrevista televisiva con Perón que íbamos a realizar Jacobo Timerman, por La Opinión, y yo por El Mundo. Así se legitimaba el diario. Pero días antes de realizarla llegó la orden de clausura. Perón había sucumbido a la presión de la burocracia de Lorenzo Miguel”, detalla Gaggero. Al día siguiente apareció un último intento de darle continuidad a la experiencia bajo el nombre de Respuesta Popular. Sólo duró un número. El editorial denunciaba el cierre y prometía: “Sólo la patria socialista, construida por la lucha permanente de los explotados y oprimidos, permitirá resolver la problemática argentina y latinoamericana”.
Firmaba Aníbal Bompla, cuyo apócope hacía referencia a las siglas AVOMPLA: A vencer o morir por la Argentina, la consigna guerrillera del momento. Esas fueron las líneas finales de aquella experiencia singular en la historia de los medios en el país.
FUENTE : Revista “Veintitrés” ; nº 608 ; 25/2/2010.
Informacion Adicional:
Ulanovsky , Carlos ; Paren las rotativas. Historia de los grandes diarios , revistas y periodistas argentinos ; Editorial Espasa ; 1997.
EN : diasdehistoria.com.ar
Prof. Julián Mendozzi.
Luego de la demoliciòn de la Rambla Brìstol,el Diario “El Mundo”,tuvo su agencia oficial hasta su cierre definitivo en la Rambla Casino local nº 33.
Fue el primero que llegò por aviòn a MdP,para competir con otros diarios de Buenos Aires,que llegaban en camiòn.
Recuerdo que se hacìa publicidad del mismo con pequeños aviones que desplegan un cartel con la propaganda del matutino,y lleguè a ver siendo muy niño como tambièn sobre las playas un poco alejadas del centro la editorial obsequiaba souvenirs,arrojados en pequeños paracaidas,aunque esto no diò resultado especilmente por el viento y por traìa peligro al pùblico que corrìa para alcanzarlos,esta fue una de las causas que motivò su prohibiciòn por las autoridades.
Poseo algunos ejemplares del diario “El Mundo,por ejemplo el del 22 de Agosto de 1930,el mismo año que està datada la presente.
En su portada en la parte superior,en el centro se lee:
EL MUNDO-Diario Ilustrado de la Mañana.
A la derecha:
Oficina Central de Avisos
Avenida Diagonal Sàenz Peña 651
Uniòn Telefònica: 38,Mayo 2031-2032
A la izquierda:
El calendario del mes de Agosto,con una fina flecha en diagonal desde arriba que indica el dìa 22,que a su vez tiene un cìrculo a su alrededor.
En su pagina 2 dice:
El Mundo,Diario Ilustrado de la Mañana
Precio 5 centavos en la Capital y pueblos circunvecinos;10 centavos en el interior.
Direc.,Redacciòn y Administraciòn:
Rìo de Janeiro 300 -U.T. Caballito 1021 al 30
Oficina Central de Avisos:
Avenida Diagonal Roque Sàenz Peña 651 -U.T. 38,Mayo 2031-2032
Tarifas de Subscripciones:
Capital $ m/n 1 Mes 1,50;3 Meses 4,50;6 Meses 9;1 Año 18
Interior $ m/n 3 Meses 7,50;6 Meses 15;1 Año 30
Exterior- $ p/s 3 Meses 7,50;6 Meses 15;1 Año 30
España,Estados Unidos,Mèxico,Cuba,Chile,Puerto Rico,Costa Rica,Honduras,San Salvador,Nicaragua,Santo,Domingo,Guatemala,Panamà,Colombia,Venezuela,Ecuador,Perù,Brasil,Parauay,Uruguay,Bolivia y Filipinas:
3 Meses $ 3.30 oro;6 Meses $ 6.60 oro;1 Año $ 13.20 oro
-El Mundo es Miembro de la “Asociated Press”,y solo esta entidad tiene opciòn a reproducir las noticias publicadas,cuyos derechos son reservdos.
Algunas portadas relevantes del Diario “El Mundo” para el recuerdo :
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/fc/Diario_El_Mundo.jpg/300px-Diario_El_Mundo.jpg
http://www.diasdehistoria.com.ar/userfiles/image/DIARIO%20EL%20MUNDO%201.jpg
Prof. Julián Mendozzi.
Observando ejemplares de Diario El Mundo de mediados de 1930,cada uno constaba de un total de 32 pàginas,donde en sus bordes superiores se leìa:
“Diario Manuable e Ilustrado como en las Revistas”,o “Diario de la Mañana para todo el Dìa” o “Diario Moderno Còmodo y Sintètico”,o “Diario que Interesa a la Mujer el Hogar y el Niño”,etc.
Tenìa varias secciones como por ejemplo:
-Policiales
-Historietas: “Las Aventuras de Serafìn”,por Small
-Por las Broadcastings (se recomendaban programas radiales,por ejemplo Radio Sarmiento;Nacional,Porteña etc.)
-Secciòn astrologìa,horòscopos y su destino por la profesora Hont Mensaleh,se podìa dirigirse por carta a la misma al domicilio del diario.
-Tinta Fresca,informaciones y crìticas de espectàculos de todo el mundo;libros y publicaciones varias
-Arriba el Telòn,informaciòn y criticas de teatros
-Charlas Sociales,(Diplomàticas,comidas,enlaces,enfermos,Te Bridge de Beneficencia,exposiciones,ceremonias religiosas etc.)
-Tribunales
-Para la Mujer y el Hogar,por Lady Rose
-Deportes
-Actualidad Cinematografica comentado por Nèstor
-Novedades fonogràficas
-Polìticas
-Vida Teatral
-Para los Niños
-Universitarias
-En dìa posterior a los sorteos de la Loterìa Nacional se publicaba la copia fascimilar del extracto correspondiente.
EL PRIMER “MULTIMEDIOS” .
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RADIO EL MUNDO
Otra de las empresas que abordó Editorial Haynes fue la puesta en marcha de Radio El Mundo. Inaugurada en noviembre de 1935, se constituyó en el primer “multimedios” de la Argentina, con diario, radio y una serie de revistas, toda la gama de medios, considerando que entonces no existía ni la TV ni el Cable.
Para llevar adelante tamaña empresa construyó un moderno edificio en la calle Maipú 555, diseñado especialmente como estudio de radio, ya que contaba con siete salas y dos importantes auditorios, cada uno con capacidad para 500 personas.
La emisora poseía orquesta estable con una variada programación de música clásica, jazz, y tango. Desde allí se irradiaba el famoso Glostora Tango Club y el denominado Radio Show o Radio Espectáculo en vivo, abierto al público oyente.
Trasmitía en directo desde los estadios de fútbol los partidos de primera, y además los distintos encuentros de box. Marcó todo un estilo, desplazando a la competencia, excepto a la acreditada Radio Belgrano, de Samuel Yankelevich.
Montó la llamada Red azul y blanca de emisoras argentinas con 15 repetidoras en el interior del país, y fue a su vez una especie de escuela profesional. Favoreció el lanzamiento al estrellato de muchísimas figuras, como Niní Marshall, Luis Sandrini, Lola Membrives, Zully Moreno, Narciso Ibáñez Menta, y locutores-animadores de la talla de Juan Carlos Torry, Antonio Carrizo y Cacho Fontana.
Pasaron por Radio El Mundo las orquestas típicas de Alfredo De Angelis y Aníbal Troilo, y folkloristas como Atahualpa Yupanqui y Los Chalchaleros. También lo hicieron radioteatros del nivel de Los Pérez García y los auspiciados por Jabón Lux de tocador, donde el espectáculo se mezclaba y se unificaba con la publicidad.
Recién en 1951, cuando aparece la TV, el público oyente terminó de conocer el rostro de aquellas figuras que durante tanto tiempo sólo identificaba por su voz.
La radio, durante muchos años el principal vehículo de conexión con la población, fue instrumento de las sucesivas dictaduras militares que se sirvieron de ella y se encargaron de instaurar la más estricta censura –o bien forzar la autocensura– desde la Secretaría de Radiodifusión. Data del período de la última y más sangrienta de las dictaduras, iniciada en 1976, y hasta hace apenas un mes, la Ley de Medios que regulaba el sistema de radio y TV.
POR : Germino , Miguel Eugenio.
PARA :primerapagina93.blogspot.com.ar
Prof. Julián Mendozzi.
El 15 de Agosto de 1928,en la página 6 del diario El Mundo de Buenos Aires, apareció una sección titulada “Aguas Fuertes Porteñas”.Llevaba el subtítulo de “El hombre que ocupa la vidriera del café” y la firma de Roberto Arlt.
En realidad,Arlt se habla incorporado al diario en Mayo de ese año,iniciando sus notas,recuadradas y anónimas,al mes siguiente el nombre de la sección fue propuesto por Carlos Muzio Sáenz Peña,director del medio.(Espaciolatino/Aguafuertes de Roberto Arlt).
LOS LOCALES DE LAS EMPRESAS PERIODÍSTICAS EN “LA FRANCESA”.
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“…Las grandes empresas periodísticas de la Capital tienen también ahí sus elegantes instalaciones , puntos de reunión de su personal y de sus lectores . En las mañanas y en las tardes se agrupan estos en las puertas para leer los telegramas , adheridos en sus cristales , con noticias de última hora de todas las partes del mundo…”
FUENTE : Aldao de Díaz , Elvira ; Veraneos Marplatenses , de 1887 a 1923 ; Buena Vista Editores ; Cordoba ; 2013.
Prof. Julián Mendozzi.