Prof. Mendozi. Me alegra que se rescaten este tipo de fotos, poder apreciar a los pescadores en el año 1905 playa las Toscas cumpliendo su tarea diaria. son espectaculares las vistas que ha expuesto. Lo menos que puedo hacer es Felicitarlo por exponer este material de José Alberto Lago.
Muchas gracias por sus palabras Sr. Lago , es para mi un gusto verdaderamente poder participar junto a todos de “Fotos de Familia” y disfrutar cada día .
La pesca como fuente de trabajo:
Curiosamente se inicia con la presencia de los primeros veraneantes.Pescadores que se han establecido en la Boca o en el Tigre,inician un desplazamiento que sería en el futuro.
En verano vienen a MdP,para vender el producto a los hoteles.Y allí van con sus canastas recorriendo las casas del pueblo,las primeras mansiones.Francisco Pelusso,Juan Polverino,Vicente Tesoriero,Francisco Sinagra,José La Cava,Genaro Di Lernia,(que llega solo y luego reúne el dinero para costear el pasaje a su hijo Sabino de 10 años),Juan Pellissi,Bronzini,Palestini,Sasso,estos y otros con apellidos de origen italiano,son los pescadores que en la Playa Brístol ofrecen un pintoresco espectáculo.Las redes son improvisadas,hasta que Juan Pellegrino,hacen traer de Europa una de trasmallo.
Y los métodos de pesca surgen de acuerdo a las posibilidades;algunos de ellos se atan a un estremo de la red a la cintura,nada mas allá de las rompientes,y regresa haciendo un semicírculo.Ahí está la cosecha;la riqueza ictícola ha sido generosa;las primeras lanchas,unas,luego de un corto recorrido no muy lejos de la costa,son izadas por el guinche del Muelle Luro;otras son arrastradas por yuntas de caballos desde la orilla hasta lugar seguro,hay que evitar las crecientes nocturnas.
Los veraneantes,desde la Rambla de madera,asisten a esos esfuerzos, ellos toman baños frente al Brístol Hotel,y frente a la plaza Colón los pescadores guardan sus enseres en las casillas.
La actividad de los pescadores origina el establecimiento de fondas, tabucos y tabernas en el sector playero,cercano al Torreón;también del otro lado junto a la desembocadura del arroyo Las Chacras,ya conocido por Punta Iglesia,se abigarran precarias construcciones,propias del movimiento pesquero.Entre un lugar y el otro,en verano,los iniciadores del turismo comienzan una gastronomía práctica;los pescadores preparan olladas de chupines,y el aroma invade el sector de la Playa Brístol. Entonces los veraneantes se acercan donde comen los parlanchines italianos,¡Vengan,acérquense!.La pesca produce escasas ganancias,apenas para sostenerse,de ahí que muchos como Fernando Catuogno y Nicolás Sasso,dejen las barcas para instalar casas de comida.Y prosperan aceleradamente,ya han iniciado (igual que aquellos convertidos en bañeros),un floreciente servicio turístico.En 1900 el arribo de los veraneantes aumenta considerablemente;ya la colina del sur,donde luego se construirá la iglesia de Stella Maris, presenta signos de progreso,levantan su elegante arquitectura los chalets y palacetes;eso influye en el desplazamiento de los pescadores,las casitas rodantes ubicadas en la arena,para que los veraneantes cambien su ropal,han formado la primera Rambla,y exigen mas espacio,ese que ocupa el caserío de tabernas y galpones de los pescadores,un centenar de metros hacia Punta Piedras.Y los pescadores se van,un caso testimonial:
“José La cava (padre)se alojó en 1884 en la esquina de Santa Fé y Rivadavia,pasando poco después a dependencias del chalet Guerrero,en Rivadavia y Buenos Aires,hasta 1888;en ese año compró la casilla donde vivían los albañiles que construyeron el chalet de Zamboni,hasta 1907 permaneció en ese sector ribereño con su familia;luego se trasladó al lado opuesto cerca de La Perla,cuando se dispuso el desalojo de las construcciones precarias.Mas tarde trasladó su casilla,con ruedas a las calles Olavarría y Alberti”.Lo mismo sucedió con los restantes pescadores,y así nació el barrio de Tierra del fuego,se llamaba así por estar muy distante del centro.La presencia en los veranos de familias porteñas adineradas,va originando halagadoras fuentes de ingresos,ayuda a esto la fabricación de hielo por José Deyaccobi,(pionero en la materia)para remitir partidas de pejerreyes,corvinas,besugos,palometas o según la especie que ofrezca la estación,a Buenos Aires;la misma se hace por tren,langostinos,camarones y hasta cangrejos forman parte de tales remesas.Sin embargo,las perspectivas de bienestar aparecen mas promisorias en otras actividades;Sasso y Catuogno,como se dijo instalan casas de comida y hospedajes;Genaro Ventura se convierte en bañero,Sabino Di Lernia,se dedica al arreglo de carruajes.Los descendientes de La Cava inician su futuro logrando experiencia en materia de construcciones,otros incursionan en hoteleria como Carbone,etc.Fácil es comprobar que la mayoría de esos apellidos prolongan el basamento humano,moral y trabajador de MdP.(Fuente: Libro Diamante/1980/Diario LA CAPITAL).-
La presente nota pertenece al nº 339 de Caras y Caretas,unos nùmeros antes,en el verano de 1905,se lee en una nota en la pàgina 24 del nº 330:
-Sinfonìa-
Mar del Plata,Enero de 1905.
-Huyendo,queridìsimos lectores,del calor que,extremando sus rigores,derrite, en la metrópoli,á cualquiera,me vine a Mar del Plata.Los ardores aquí templa, del sol,brisa ligera,que apenas,cuando pasa rumorosa,del mar la tersa superficie arruga y deja en esta playa deliciosa a la dama más gruesa y calurosa tan fresca que parece una lechuga.A la moda tiránica,obediente,en el Brìstol Hotel di con mis huesos,donde puedo codearme con la gente de más viso, mas pehutl y de más pesos.¡Cuánío confort! ¡que lujol ¡qué boato! hay para hacerse cruces un buen rato.Y no resulta,a la verdad,ruinosa la vida aquí,ni es de asustar gran cosa,pues si bien se repara,y de fijo no habrá quien me desmienta,no cuesta más que un ojo de ta cara;(sólo a los tuertos no les tiene cuenta).Hoy llegaron las niñas de Ontiveros,en busca de salud… y de maridos, es decir,a la pesca de solteros,con quince mundos llenos de vestidos y cuarenta y seis cajas de sombreros.Y no creáis que es mucho el equipaje,para estos seres,por demás felices,que á la etiqueta rinden homenaje;¡si hasta para sonarse las narices hay que cambiar,en este Hotel,de traje! Llegó asimismo una condesa eslava de verdes ojos que despiden lava,de trenzas blondas,de elegante busto,esbeltísimo talle y rojos labios,viuda de un sabio que murió al mes justo de casarse… (¡qué sabios son los sabios!) y esa mujer coqueta,a quien más de una esposa mira inquieta,cuya belleza ofusca y enloquece á los hombres más corridos,anda también,según parece,en busca de marido… ó maridos.¡Ah! ¡qué vida tan dulce y regalada la de este balneario! ¡cómo goza la gente vieja y moza,ya zambulléndose en la mar salada,ya viendo cual se acerca a ellas, osada y al peligro que encierra,indiferente,tanta beldad gentil,compendio y suma de cuanto hechizo idealizó la mente mientras la ola de rumores llena, tiende a sus pies,sobre la roja arena,brillante alfombra de nevada espuma.
En estas frescas playas argentinas,todo es placer y encantos… y propinas, aquí la gente,con acierto raro,sabe gozar,ya visitando el Faro,ya por la Rambla discurriendo,inquieta,ya,en el mar,entonando barcarolas,(siempre hay alguien que pierde la chaveta)ya jugando en la playa con las olas,ya en el Brìstol jugando a la ruleta.A tales distracciones,yo prefiero,tras la siesta ardorosa,soy sincero,ver,no lejos de la ola que desmaya y vuelca,entre murmullos prolongados,su tesoro de perlas en la playa,como juegan los chicos, vigilados por la niñera,el fámulo o el aya.Hoy me aceroué,en la Perla a una nodriza,hermosota,rolliza,de mi tranquilidad,tal vez,escollo,la cual daba su pecho exuberante a un raquítico infante,que parecía un japonés. . . criollo. Besé al chico en la nuca,con presteza,para entrar con el ama en relaciones;el bebè mientras tanto,rompió en terrible llanto,presa de mil y mil retortijones; con adorable y sin igual franqueza,ella soltó en mis brazos el chiquillo y yo le arrojé al agua de cabeza,comprendiendo,al notar cierto olorcillo que amagaba a mis pobres pantalones el peligro… amarillo.En fin,aquí me trajo mi fortuna,que han de envidiarme más de uno y una (precisamente lo que yo ambiciono).A que no se da tono,por más que de recursos ande escaso,no hay Dios que le haga caso,como hace pocas horas,en Palermo,me decía un amigo paquidermo… Pero,¡mecachis ¡si seré aturdido ya he metido la pata! a lo mejor del cuento,eché al olvido que estaba en Mar del Plata.
(Casimiro Prieto).
Cuanto pescado había en las cercanias de la costa !!!, pensar que hoy deben navegar un montón para conseguir alguna de las especies que se encontraban en esos años. Hay que pensar también que ese incesante trabajo fue el que los desalojó del lugar. Atte. Jorge H. Seco
Prof. Mendozi. Me alegra que se rescaten este tipo de fotos, poder apreciar a los pescadores en el año 1905 playa las Toscas cumpliendo su tarea diaria. son espectaculares las vistas que ha expuesto. Lo menos que puedo hacer es Felicitarlo por exponer este material de José Alberto Lago.
Muchas gracias por sus palabras Sr. Lago , es para mi un gusto verdaderamente poder participar junto a todos de “Fotos de Familia” y disfrutar cada día .
Un gran abrazo.
Julián.
La pesca como fuente de trabajo:
Curiosamente se inicia con la presencia de los primeros veraneantes.Pescadores que se han establecido en la Boca o en el Tigre,inician un desplazamiento que sería en el futuro.
En verano vienen a MdP,para vender el producto a los hoteles.Y allí van con sus canastas recorriendo las casas del pueblo,las primeras mansiones.Francisco Pelusso,Juan Polverino,Vicente Tesoriero,Francisco Sinagra,José La Cava,Genaro Di Lernia,(que llega solo y luego reúne el dinero para costear el pasaje a su hijo Sabino de 10 años),Juan Pellissi,Bronzini,Palestini,Sasso,estos y otros con apellidos de origen italiano,son los pescadores que en la Playa Brístol ofrecen un pintoresco espectáculo.Las redes son improvisadas,hasta que Juan Pellegrino,hacen traer de Europa una de trasmallo.
Y los métodos de pesca surgen de acuerdo a las posibilidades;algunos de ellos se atan a un estremo de la red a la cintura,nada mas allá de las rompientes,y regresa haciendo un semicírculo.Ahí está la cosecha;la riqueza ictícola ha sido generosa;las primeras lanchas,unas,luego de un corto recorrido no muy lejos de la costa,son izadas por el guinche del Muelle Luro;otras son arrastradas por yuntas de caballos desde la orilla hasta lugar seguro,hay que evitar las crecientes nocturnas.
Los veraneantes,desde la Rambla de madera,asisten a esos esfuerzos, ellos toman baños frente al Brístol Hotel,y frente a la plaza Colón los pescadores guardan sus enseres en las casillas.
La actividad de los pescadores origina el establecimiento de fondas, tabucos y tabernas en el sector playero,cercano al Torreón;también del otro lado junto a la desembocadura del arroyo Las Chacras,ya conocido por Punta Iglesia,se abigarran precarias construcciones,propias del movimiento pesquero.Entre un lugar y el otro,en verano,los iniciadores del turismo comienzan una gastronomía práctica;los pescadores preparan olladas de chupines,y el aroma invade el sector de la Playa Brístol. Entonces los veraneantes se acercan donde comen los parlanchines italianos,¡Vengan,acérquense!.La pesca produce escasas ganancias,apenas para sostenerse,de ahí que muchos como Fernando Catuogno y Nicolás Sasso,dejen las barcas para instalar casas de comida.Y prosperan aceleradamente,ya han iniciado (igual que aquellos convertidos en bañeros),un floreciente servicio turístico.En 1900 el arribo de los veraneantes aumenta considerablemente;ya la colina del sur,donde luego se construirá la iglesia de Stella Maris, presenta signos de progreso,levantan su elegante arquitectura los chalets y palacetes;eso influye en el desplazamiento de los pescadores,las casitas rodantes ubicadas en la arena,para que los veraneantes cambien su ropal,han formado la primera Rambla,y exigen mas espacio,ese que ocupa el caserío de tabernas y galpones de los pescadores,un centenar de metros hacia Punta Piedras.Y los pescadores se van,un caso testimonial:
“José La cava (padre)se alojó en 1884 en la esquina de Santa Fé y Rivadavia,pasando poco después a dependencias del chalet Guerrero,en Rivadavia y Buenos Aires,hasta 1888;en ese año compró la casilla donde vivían los albañiles que construyeron el chalet de Zamboni,hasta 1907 permaneció en ese sector ribereño con su familia;luego se trasladó al lado opuesto cerca de La Perla,cuando se dispuso el desalojo de las construcciones precarias.Mas tarde trasladó su casilla,con ruedas a las calles Olavarría y Alberti”.Lo mismo sucedió con los restantes pescadores,y así nació el barrio de Tierra del fuego,se llamaba así por estar muy distante del centro.La presencia en los veranos de familias porteñas adineradas,va originando halagadoras fuentes de ingresos,ayuda a esto la fabricación de hielo por José Deyaccobi,(pionero en la materia)para remitir partidas de pejerreyes,corvinas,besugos,palometas o según la especie que ofrezca la estación,a Buenos Aires;la misma se hace por tren,langostinos,camarones y hasta cangrejos forman parte de tales remesas.Sin embargo,las perspectivas de bienestar aparecen mas promisorias en otras actividades;Sasso y Catuogno,como se dijo instalan casas de comida y hospedajes;Genaro Ventura se convierte en bañero,Sabino Di Lernia,se dedica al arreglo de carruajes.Los descendientes de La Cava inician su futuro logrando experiencia en materia de construcciones,otros incursionan en hoteleria como Carbone,etc.Fácil es comprobar que la mayoría de esos apellidos prolongan el basamento humano,moral y trabajador de MdP.(Fuente: Libro Diamante/1980/Diario LA CAPITAL).-
Las imàgenes de la presente foto,se adjudican a Lepage y a Caras y Caretas,segùn consta en el piè de esta pàgina,que lleva el nùmero 32.
La presente nota pertenece al nº 339 de Caras y Caretas,unos nùmeros antes,en el verano de 1905,se lee en una nota en la pàgina 24 del nº 330:
-Sinfonìa-
Mar del Plata,Enero de 1905.
-Huyendo,queridìsimos lectores,del calor que,extremando sus rigores,derrite, en la metrópoli,á cualquiera,me vine a Mar del Plata.Los ardores aquí templa, del sol,brisa ligera,que apenas,cuando pasa rumorosa,del mar la tersa superficie arruga y deja en esta playa deliciosa a la dama más gruesa y calurosa tan fresca que parece una lechuga.A la moda tiránica,obediente,en el Brìstol Hotel di con mis huesos,donde puedo codearme con la gente de más viso, mas pehutl y de más pesos.¡Cuánío confort! ¡que lujol ¡qué boato! hay para hacerse cruces un buen rato.Y no resulta,a la verdad,ruinosa la vida aquí,ni es de asustar gran cosa,pues si bien se repara,y de fijo no habrá quien me desmienta,no cuesta más que un ojo de ta cara;(sólo a los tuertos no les tiene cuenta).Hoy llegaron las niñas de Ontiveros,en busca de salud… y de maridos, es decir,a la pesca de solteros,con quince mundos llenos de vestidos y cuarenta y seis cajas de sombreros.Y no creáis que es mucho el equipaje,para estos seres,por demás felices,que á la etiqueta rinden homenaje;¡si hasta para sonarse las narices hay que cambiar,en este Hotel,de traje! Llegó asimismo una condesa eslava de verdes ojos que despiden lava,de trenzas blondas,de elegante busto,esbeltísimo talle y rojos labios,viuda de un sabio que murió al mes justo de casarse… (¡qué sabios son los sabios!) y esa mujer coqueta,a quien más de una esposa mira inquieta,cuya belleza ofusca y enloquece á los hombres más corridos,anda también,según parece,en busca de marido… ó maridos.¡Ah! ¡qué vida tan dulce y regalada la de este balneario! ¡cómo goza la gente vieja y moza,ya zambulléndose en la mar salada,ya viendo cual se acerca a ellas, osada y al peligro que encierra,indiferente,tanta beldad gentil,compendio y suma de cuanto hechizo idealizó la mente mientras la ola de rumores llena, tiende a sus pies,sobre la roja arena,brillante alfombra de nevada espuma.
En estas frescas playas argentinas,todo es placer y encantos… y propinas, aquí la gente,con acierto raro,sabe gozar,ya visitando el Faro,ya por la Rambla discurriendo,inquieta,ya,en el mar,entonando barcarolas,(siempre hay alguien que pierde la chaveta)ya jugando en la playa con las olas,ya en el Brìstol jugando a la ruleta.A tales distracciones,yo prefiero,tras la siesta ardorosa,soy sincero,ver,no lejos de la ola que desmaya y vuelca,entre murmullos prolongados,su tesoro de perlas en la playa,como juegan los chicos, vigilados por la niñera,el fámulo o el aya.Hoy me aceroué,en la Perla a una nodriza,hermosota,rolliza,de mi tranquilidad,tal vez,escollo,la cual daba su pecho exuberante a un raquítico infante,que parecía un japonés. . . criollo. Besé al chico en la nuca,con presteza,para entrar con el ama en relaciones;el bebè mientras tanto,rompió en terrible llanto,presa de mil y mil retortijones; con adorable y sin igual franqueza,ella soltó en mis brazos el chiquillo y yo le arrojé al agua de cabeza,comprendiendo,al notar cierto olorcillo que amagaba a mis pobres pantalones el peligro… amarillo.En fin,aquí me trajo mi fortuna,que han de envidiarme más de uno y una (precisamente lo que yo ambiciono).A que no se da tono,por más que de recursos ande escaso,no hay Dios que le haga caso,como hace pocas horas,en Palermo,me decía un amigo paquidermo… Pero,¡mecachis ¡si seré aturdido ya he metido la pata! a lo mejor del cuento,eché al olvido que estaba en Mar del Plata.
(Casimiro Prieto).
Cuanto pescado había en las cercanias de la costa !!!, pensar que hoy deben navegar un montón para conseguir alguna de las especies que se encontraban en esos años. Hay que pensar también que ese incesante trabajo fue el que los desalojó del lugar. Atte. Jorge H. Seco
Muy lindo encontrar este material histórico, los Di Lernia, mi familia, se establecieron por ahí, felicitaciones y saludos.
muy bueno..gracias verdaderamente..mi abuelo pertenecio a esa generación y me gustaria contar con mas material..