DE COMO EL “ESCOLAZO” MARPLATENSE NACIÓ EN LA PLAYA BRISTOL Y EL CLUB MAR DEL PLATA.
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Mar de Plata: los dueños del azar (EXTRACTOS).
“…Se cuenta que Carlos Pellegrini, Pedro Luro y Saturnino Unzué eran asiduos visitantes del viejo casino de Mar del Plata, que funcionaba en ese entonces en el Bristol Hotel.
Una noche, se hizo presente el Jefe de Policía y les aplicó la Ley de Juegos, anunciándoles que debía confiscar la ruleta y llevarla a la comisaría.
Pellegrini, en ese entonces Vicepresidente de la Nación (1886-1890), con su característico sentido del humor, le respondió:
“Hace bien, comisario. Llévela nomás, que en la comisaría podremos jugar mucho más tranquilos…”
“…Cenas, bailes, paseos por la rambla, baños de mar, e incursiones por los boscosos alrededores, formaban parte de las actividades de una sociedad sin inquietudes. Pero algo faltaba para completar sus atractivos.
En ese mismo año de 1886 José Luro, hijo de don Pedro, contrata en San Sebastián a los técnicos Juan y José Lasalle e Inocencio Echeverría para instalar un JUEGO DE RULETA en el naciente balneario. Encaran la idea con entusiasmo y viajan a Argentina para dar forma al proyecto. Traen consigo una sólida experiencia, ya que habían trabajado para la Sociedad del Casino de San Sebastián.
En el verano de 1889 se asocian con Fermín Bañuelos e inauguran una empresa a base de RULETAS UBICADA EN UNA CASILLA DE PROPIEDAD DE SU SOCIO EN PLAYA BRISTOL . Más adelante se trasladan al Bristol Hotel y el lugar será escenario, como el Hotel, del encuentro veraniego de las principales familias del país…”
“…Pero al parecer la idea del juego de azar rondaba los proyectos de otro vasco, don Fermín Iza, que en la misma temporada de 1889 INSTALA EN LA PLAYA BRISTOL otra casa de juego con ruletas, en unas casillas ubicadas sobre la rambla que bordeaba el mar. Construye luego un gran edificio de madera donde se jugará Bacarat y Caballitos. Pero será la empresa de Lasalle y Echeverría la que se afianzará con el tiempo ya que el juego estará en manos de esta sociedad hasta 1920.
Ante la creciente demanda, ya que esta actividad estaba prohibida en Buenos Aires, SE ANEXAN INSTALACIONES DEL CLUB MAR DEL PLATA , una bella construcción que había surgido en 1910 como una sociedad anónima para fomentar el desarrollo del balneario. En un ambiente exclusivo y en mesas atendidas por croupieres franceses y españoles, se arriesgan día a día pequeñas fortunas.
Y así el casino, que en sus primeros tiempos fue un entretenimiento del mundo masculino, se convierte en un elemento más de cambio, creando en el imaginario y en la realidad, un lugar que tenía reminiscencias y aires europeos…”
AUTORA : González Zaldua , Martha.
PARA : Eusko News
EL “CLUB MAR DEL PLATA”.
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“…El 19 de febrero de 1913 se inauguraba el exclusivo Club Mar del Plata. Se inspiró en los proyectos de una sociedad anónima para fomentar el desarrollo del balneario –claro su objetivo no era social, sino comercial, pues inocultablemente su dedicación estaba centrada en la venta de bienes raíces-, no obstante, fue una obra fastuosa, cuyo costo alcanzó los diez millones de pesos. Fue arrasado por las llamas en 1961.
La edificación y el confort despertaron asombrados comentarios; la programación de actos de distinta índole lo ubicaron en un plano artístico privilegiado.
Volvemos al erudito marplatense Roberto Cova, quien logra una descripción admirable del Club Mar del Plata: “[…] obra del ingeniero y arquitecto Carlos Agote, porteño graduado en París, la sede social del club era de carácter académico –es decir, con los lineamientos de la Escuela de Bellas Artes de París-. Un edificio de siete niveles y sus ambientes principales eran el Salón de las Columnas, el Salón Inglés, el Salón Dorado, el Salón Blanco y el Jardín de Invierno. Contaba además con pileta de natación, baños fríos y calientes de agua dulce y de mar y una serie de maravillas como motores eléctricos para elevar las cortinas enrollables. El equipamiento estaba a tono con la casa: muebles importados, alfombras de Esmirnia, tapices de Aubusson, porcelana de Limoges, platina de Christofle, cristalería de Baccarat”.
En sus salones se presentaban durante la temporada veraniega las mejores expresiones artísticas que desfilaban, por ejemplo, por el Teatro Colón de Buenos Aires. Allí, obviamente, se realizaban las reuniones sociales de la aristocracia, las cuales eran compartidas –en muchas oportunidades- por la oficialidad de los barcos extranjeros que recalaban en el puerto, que también se inauguraría en la segunda década del siglo XX.
Hasta el Club Mar del Plata parecían continuarse las cúpulas de la Rambla Bristol, que estaba próxima a la desembocadura del arroyo “Las Chacras”, aún no entubado cuando se inauguraron las obras, puesto que este trabajo se haría comenzada la década del ´20…”
Muy linda imagen. Muestra una escena típica del balneario tantos años atrás. ¡Y las sillas playeras de MdP!. Un diseño espectacular, así como su firmeza. ¿Cuál será su origen?. En las playas de San Sebastián y de Hendaya he visto algunas parecidas, aunque no creo que hayan sido el modelo. Muchas gracias, señor Palacio.
La ruleta proporciona horas de intensa emoción. El tintineo de las fichas —se ha sostenido— arrulla el oído con su música deliciosa: mágico sonar de campanillas, rumor de frágiles olas quebrándose contra una roca de metal sonoro y acaso la reducción de una sabia fuga de Bach ejecutada por gnomos alegres en un clavecino de cuerdas tensas hasta lo infinito. La danza de las fichas —como espejuelos feéricos— tiene un invencible poder de sugestión y el turista vive horas vibrantes de emoción, contemplando la siembra de placas de ese jardín espérico y el flujo de discos relucientes que saltan como gotas en ese Iguazú de orfebrería.[…]
Barili, Roberto T. (1978) La historia de Mar del Plata (p.61)
Recordando anteriores comentarios que realizé del Club Mar del Plata: La institución fue una obra de porteños de la llamada,por algunos sociólogos,clase alta de Buenos Aires,y a ella estaba dedicada.En sus buenos tiempos,de todos modos,contribuyó a mejorar la realidad local,particularmente en la zona cercana a su sede.Colaboró así con crecidas sumas para pavimentar las avenidas Luro y Colón y para entubar el arroyo de las Chacras desde la calle San Martín hasta el mar.Según el folleto titulado: Club Mar del Plata.Su obra de progreso y cultura a favor de la gran ciudad balnearia.Un poco de historia: publicado en 1933,se detallan las contribuciones para las referidas mejoras urbanas.Y con respecto al entubamiento del arroyo se informa que es una obra de aliento que,al mismo tiempo que ha embellecido la ciudad, transformó un zanjón de aguas pútridas en una gran avenida,suprimiendo así un foco de infección.En efecto,todo andaba bien mientras no lloviera mucho.Y al respecto,los marplatenses sabemos algunas historias menudas –o no tanto- que en los porteños no hicieron mella porque el veraneo duraba tres meses y durante los otros nueve la vida local seguía su curso.Sucedió,sin embargo,que desde el 1° de Junio de 1910 hasta el 17 de Febrero de 1913 gobernó los destinos ciudadanos César Ceretti,un comisionado nombrado por la Provincia.Y en ese tiempo hubo irregularidades varias que motivaron la creación de una Junta Popular de Resistencia Civil a los Comisionados que acabó con ese gobierno.
Y uno de los más crasos errores de Ceretti fue el entubamiento del Arroyo,hecho sin el estudio de su cuenca,con un conducto exiguo.Durante el desempeño de los comisionados no funcionaba el Concejo Deliberante de modo que hoy es imposible conocer la marcha de los hechos que transformaron el centro marplatense en una pequeña Venecia cada vez que llovía intensamente.Ceretti tuvo que huir durante la presión de la Junta Popular y el error de las obras del arroyo se puso de manifiesto algunos meses después de esa fuga durante las desastrosas lluvias de agosto de 1913.Y las fotografías de la hoy Plaza San Martín convertida en un lago no mienten.Por supuesto,el Club no era responsable de la situación aunque quizás debió ocuparse del destino de sus –en este caso- malogrados aportes.El Club MdP organizó actividades de muy diversa índole durante las temporadas veraniegas.Se dieron bailes con el concurso de las orquestas de moda de su tiempo,se brindaron conferencias sobre temas varios,se invitó a personas notorias en su momento,poetas,conferenciantes,artistas,visitantes de diverso orden,argentinos o extranjeros destacados que llegaban al país,entre ellos aviadores,capitanes de barcos,diplomáticos,prelados de nota,huéspedes ilustres,en fin.Para los lectores jóvenes de estas notas ciertos nombres no significarán nada,pero para los ya no jóvenes fueron conocidos,según las circunstancias de cada uno,personalmente o a través de los medios de la época,como el periodismo,la radio,el cine o el teatro.Personajes como Florencio Parravicini,un actor cómico de verdadero talento;Olinda Bozán,una cantante y actriz muy discutida;Josué Quesada,periodista enamorado de MdP,Baldomero Fernández Moreno,Arturo Capdevilla,Pedro Miguel Obligado,Horacio Rega Molina,Margarita Abella Caprille,Alfonsina Storni,todos poetas y poetisas que desfilaron anualmente por sus salones.En cuanto a la cultura física,en 1911 se habilitaron la sala de ejercicios físicos,la pileta de natación y la escuela infantil de baile y esgrima para los hijos de socios,al mismo tiempo que se practicaban ejercicios al aire libre en el Paseo General Paz,donde luego se inauguraron una cancha de fútbol y cuatro de tenis.Y cabe consignar también que poco tiempo después de la inauguración del Club,Juan Pedro Camet,propietario de la Estancia La Trinidad,le donó algo menos de 100 hectáreas sobre la costa –el Parque Camet actual-,que fueron convenientemente forestadas,y en ellas se practicaron polo y golf.En el Club funcionó también la ruleta.Y oficializado el juego bajo la llamada Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos,en 1948 la Nación expropió el edificio y luego el Parque Camet.La otrora descollante construcción fue perdiendo puntos y aunque siguió siendo sede de actividades varias,nunca volvió a ser lo que había sido.Creados la Escuela de Artes Visuales y el Conservatorio de Música de la provincia,el profesor Alberto Torres –egresado de la Escuela de Bellas Artes de La Plata- obtuvo del presidente de Lotería la concesión del antes mencionado entresuelo,en el que funcionaron ambos establecimientos: la escuela sobre el Boulevard Marítimo y el Conservatorio sobre Luro.Las clases comenzaron el 4 de Junio de 1960 sin que nadie pudiera presentir el próximo y triste final.
El edificio del Club desapareció,pero la institución no ha muerto: el Club MdP Sociedad Anónima sigue firme en la brecha en el Golf Club Los Acantilados.El Club MdP era un bunker –en alemán: refugio antiaéreo a prueba de bombas-al que le faltaba una sola cosa: un servicio contra incendios.El fuego se inició en el Salón Dorado cerca del mediodía del 10 de Febrero de 1961.y no se pudo –o no se quiso-detener,intentaremos analizarlo aquí: La mampostería del edificio,con muros de considerable espesor,era,seguramente,de una dureza de primer orden.Agote,sin duda,habrá especificado el punto en el legajo de la obra,y la cal de la época,apagada en el sitio,con la batea y el pozo,como siguió haciéndose durante varios decenios,adquiría una consistencia pétrea.
Los forjados –así se llamaba a las estructuras horizontales o entrepisos- era,de acuerdo con su época y su medio,de bovedillas de ladrillo sostenidas por perfiles metálicos doble T,seguramente ingleses o alemanes.Pero en el edificio había una gran cantidad de madera,ya aquí radica el quid de la cuestión.Los grandes salones tenían un piso de parquet de roble de Eslovenia,según la costumbre de la época para los locales principales de las construcciones de gran categorìa;
pero,según hemos visto reiteradamente en demoliciones varias,el piso,entarimado en español castizo,era más complicado de lo que podemos imaginar.Sobre los perfiles de hierro se colocaban,a 90º de ellos,tirantes de madera,pensamos que allí se utilizó pinotea,como en todos los pisos de época,enganchados a los perfiles con grampas de hierro clavadas alternativamente en las caras laterales de esos tirantes.Sobre ellos se clavaban un entablonado de madera liviana,como el pino blanco,y sobre él se clavaba el parquet.Los cielorrasos,por su parte,con grandes cornisas perimetrales,no se aplicaban directamente a la estructura sino que se armaban con tablas y los llamados listones de yesero, pues el material desplegado,que no sabemos si existía,no era común en el medio.Las aberturas,obviamente,también eran de madera,lo mismo que los llamados marcos-cajón,de gran tamaño dado el espesor de los muros.Asimismo,eran madereras las grandes cortinas de enrollar,de las que diremos también que eran subidas y bajadas,un gran alarde de modernidad para la época,por motores eléctricos.Las cortinas implicaban taparrollos,un motivo más para utilizar la madera,con bastidores y tableros,dado su gran tamaño.Y por si todo esto fuera poco,los muros de los salones estaban decorados con recuadros hechos con varillas molduradas de madera,recuadros cuyos bajo fondos estaban empapelados o tapizados con ricas telas de buen grosor.Algunos muros,por su parte,estaban decorados con el famoso treillage,palabra francesa que califica al llamado enrejado por los carpinteros locales,uno de cuyos ejemplos aquí subsistentes es el quiosco del jardinero de Villa Silvina,próximo a la esquina que mira al Este de Saavedra y Arenales.Y aclaramos que el auténtico treillage,ligeramente separado del muro que lo sostenía,era una estructura jardinera apta para que en sus listones enredaran guías vegetales.Los salones,además de gruesos cortinados,
contenían muebles de madera… y cuando todo eso tomó fuego no se pudo detener.Y las cosas fueron más graves de lo que pudieron haber sido en un edificio con estructura de hormigón.Una ley física especifica que el calor dilata los cuerpos: los perfiles de hierro,con un bosque ardiente encima de ellos,primero se dilataron y rajaron los muros en los que sus cabeceras se apoyaban.Esa fue la primera etapa.Pero cuando el fuego aumenta el hierro se ablanda… Consecuencia: los gruesos perfiles se retorcieron y se desplomaron sobre lo que estaba debajo,otra estructura que repitió el proceso hasta que cayó toda la zona que daba a la calle Entre Ríos.En los muros que quedaron en pie se desprendieron los revoques,la escalera de servicio se atomizó,la gran escalera de nuestros desvelos se partió en mil pedazos.(fuente: Arq.Roberto O.Cova)
Señor Ramonet: nos trae usted un bellísimo fragmento de Barili. Recibe uno la impresión estar viendo a un jugador embelesado ante todo lo que pasa en una mesa de juego, con un derrame de hermosas metáforas y analogías. Pero utiliza una palabra que no consigo encajar: “espérico”. ¿tendrá usted a su alcance aclarar el uso que da Barili a ese término?. Si fuera “hespérico” podría ser una referencia poética a los dos tapetes (verdes) que tiene una mesa doble, como dos penínsulas adheridas al cilindro central. Pero realmente no estoy seguro de que así sea. Y realmente ya se me hizo importante saber qué calidad le está atribuyendo ese adjetivo al mencionado jardín. Desde ya muchas gracias.
Sí, Sr. Lafra. Ya he notado el vocablo cuando lo publiqué, quizá Barili se refería a hespérico —como Ud. menciona— por lo de las dos penínsulas. Yo lo asigné como un neologismo derivado de “hespérides” por aquéllo del “Jardín de las Hespérides” y sus manzanas doradas…Pero realmente el sentido que quiso darle el autor, también es una incógnita para mí. Un saludo cordial.
Recordando mis comentarios anterioress,sobre una nota publicada en la revista La Semana de Mar del Plata de Enero de 1927:
”Hagamos memoria de una bacanal de hace unos 4 años,en el mismo Club Mar del Plata,donde la mañana siguiente,fueron halladas prendas de vestir,envoltorios y ampollas vacías de drogas estupefacientes,y la vereda contigua llena de los restos de la vajilla y cristal,arrojados por la ventana,y entenderemos que estas bofetadas que se pretenden dar a la sociedad culta traen irremisiblemente sus frutos,y que es imposible prever lo que nos depara el futuro sino atajamos este loco galope espoleados por el chic y chicoteado por el modernismo. Tiremos fuertemente de la rienda.Hay que hacer sentir a los ofuscados las responsabilidades en que han incurrido,al hacer tratos repudiados por toda persona de bien con quienes,seguro estamos,no pasearían públicamente diez metros,y menos quisieran verlos tocando timbre de la puerta de calle de su hogar.”Se ha alegado como una poderosa razón,que hay que proteger los derechos de los accionistas,noosotros respondemos a ese argumento pueril que si la moral social ha de estimarse en el valor nominal de $ 1.500,reputado valor de las acciones del Club,entonces ha muerto la moral.Estos son los resultados que logicamente pueden esperarse de esa clubomanía que hace elecciones en las cuales votan los sirvientes y los chauffeurs y se obstaculiza todo voto consciente del accionista que desea ejercitar su derecho de desaprobar la C. D. por medio del sufragio.Hemos recibido ciertas insinuaciones y no está de mas recalcar a nuestros lectores que pueden estar bien tranquilos de que no nos guía otro propósito que no sea el de velar por la sanidad moral,tarea que ojalá ejercitaran con la misma entereza todos los que ejerzan el periodismo.No deseamoa entrar a analizar los aspectos materiales desastrosos de esta censurada combinación,pero si llamamos a la cordura a los responsables de este estado de cosas,asegurándoles que el momento que reaccionen de su error,hallarán el apoyo desinteresado de esta publicación para reorganizar el Club sobre bases firmes y estables y traerles el apoyo necesario,que por su propia falta de iniciativa no han sabido conquistar” .
Durante la temporada de verano de Diciembre de 1911 a Abril del 12,no funcionó la ruleta en MdP,el gobernador Ignacio D.Irigoyen,dictó la resolución de prohibirla,lo que trajo un un gran malestar social,y especialmente en los lugares,como el Brístol Hotel,donde en sus salones la aristocracia,se entretenía con este juego.Jorge Cabral,escribió en el diario La Nación:
Se cenaba de smoking en los amplios comedores de ese lujoso hotel debido a la iniciativa progresista del Dr.José Luro y luego damas y caballeros pasaban a la sala de juego;aquellas lujosamente ataviadas.El espectáculo era un placer en los sentidos:todo respiraba distinción y elegancia.Así había sido hasta entonces desde los días iniciales del veraneo marplatense,reservado por natural gravitación de las cosas a las familias pudientes.Pocos años después todo cambió,creció MdP con ritmo acelerado;en los días que corren no existe el Brístol y la ruleta tiene otro régimen.En el ambiente de aquella época,de núcleos reducidos pero selectos,el insólito episodio monopolizó por entero el comentario.
Toda suerte de rumores y explicaciones acerca del motivo constituyeron la comidilla obligada.Se recorrió la escala,desde lo mas verosímiles a los mas extrafalarios y absurdos.La verdad,la causa recóndida del ucasa gubernativo,probablemente nunca se sabrá.Elcomentario zumbón,sin embargo,giró la causa a la promesa que el mandatario bonaerense habría formulado a una dama atribulada por la mala suerte de su marido en el juego.Y no faltó quien le diera una versión escrita en una “versada” que circuló mucho y estuvo a la venta en hojita suelta,al precio de 20 centavos,en el comercio de cigarrería y venta de loterías instalado en la Rambla Brístol y propiedad de Manuel Acosta.El autor de las décimas,pues tales eran,fue el Dr. Matías Calandrelli,con la colaboración del Dr. Arturo Alió,médicos ambos y finos humoristas,de acuerdo a una referencia precisa del caracterizado y talentoso vecino Dr.Francisco Rodriguez Etcheto,cuya actuación en MdP desde fines del siglo anterior,fue destacada y brillante,de positivo beneficio para la ciudad.Los versos del Dr. Caldarelli se han perdido en el tiempo.Solo por tradición oral se recuerdan algunas de sus estrofas,que abre el lamento popular y recuerda con notable didelidad el Dr. Rodriguez Etcheto:
El Sr. Gobernador
No quiere que la Ruleta
Haga perder la chaveta
Al ricacho jugador
Dice que es mucho mejor
por la arena caminar
deteniéndose a pescar
uno que otro surubí
o a jugar al tateti
con las piedritas del mar.
El poeta hace hablar a hoteleros,comerciantes etc.Todos se quejan de la mala suerte y destacan los perjucios que la medida oficial trae a sus negocios y a la economía en general de la ciudad.Queja que se repitió también,años mas tarde,cuando el presidente Yrigoyen volvió a prohibir la ruleta,inspirado en motivos de tranquilidad y salud moral de la sociedad,pero con el efecto contraproducente de volcar el turismo hacia el Uruguay.Y como en aquellos años la travesía al Faro era uno de los paseos obligados,en una décima habla y también se queja una figura pintoresca y peculiar de MdP de antaño: don Fernando Muller el Capitán del Faro,por autonomasia.Era este un ex oficial de la marina mercante de Austria,su país natal.De modales suaves y distinguidos,siempre afable y servicial,con sus patillas blancas,era figura difundida y querida,particularmente entre las familias veraneantes.
Fragmento del verso que hace conocer el Dr. F.Rodriguez Etcheto:
Y habla el Capitán del Faro
Que brilla en Punta Mogotes
Yo no estoy para estos trotes
Y rebelde me declaro
Como no juegan,es claro
Vienen al Faro a embromar
Y Corren peligro los buques
de perderse y encallar
A una dama dió su fé
de suprimir la ruleta
Y a menos que comprometa
su palabra en una plancha
Don Ignacio de la Mancha
su compromiso respeta
Lic. Somma , realmente impactante el contenido de su comentario referente a la nota de la Revista “La Semana” (1927).
Mi agradecimiento por compartirlo.
Señor Ramonet: Sin duda esa interpretación cuadra con el nivel poético del fragmento de Barili. Las placas multicolores se siembran en esos jardines del paraíso terrenal, y un apostador debe verlo así. Y también me imagino al buen poeta, con una sonrisa pícara, dejando en su cápsula del tiempo estos pequeños bocaditos enigmáticos. Muchas gracias por compartir la diversión.
En la foto 2562,enviada por la Sra.Daiana Ruzafa,leemos en su epìgrafe: “El Club Mar del Plata (Luro y la costa) visto desde la Playa Popular, sumamente concurrida en la década del 30”.
Por iniciativa de Alfonsina Storni,que desde hacía varios veranos pasaba por lo menos un mes junto al mar,Josué Quesada,”bastonero mayor de la vida social marplatense”,se puso a organizar un acto poco acostumbrado.Consiguió el Salón de Actos del CLUB MAR DEL PLATA,y entre su dorado estilo Luis XV preparó la escena.Una orquesta de cámara,la berceuse de Jocelyn,el mar,detrás de las ventanas.El presentador oficial fue Pedro Miguel Obligado.Las participantes,esas 4 poetisas,conocidas por figurar con frecuencia en revistas y suplementos literarios.Los diarios locales anunciaron con todo detalle el acontecimiento,y con sorpresa,también ante esta exaltación pública de la poesía.“Hoy la multituud elegante de la Rambla,de los palacetes,de los hoteles y de los clubs ha de escuchar 4 dulces voces femeninas recitando versos… Alfonsina Storni,la de la lira apasionada y sonora,alzará el acento de sus poemas en presencia de la multitud aristocrática y expectante”…“Por una horas las almas de una muchedumbre compuesta por millonarios,hacendados, comerciantes,jueces, militares,políticos,bellas damas y gentiles niñas se llenarán de versos,de música,de rimas y de espíritus”….“Y las poetisas que son en estos días,que alguien acusa de utilitarios y materialistas,las figuras mas románticas,más admirdas,y acaso mas envidiadas del mundo social, sentirán hoy,en los grandes salones,el aplauso de todos,el homenaje del gran mundo,hacia los altos espíritus femeninos que pasan cantando”…
Llegada la hora,el inmenso salón rebosaba de público.Por los altos ventanales se oía el rumor de las olas.Vestida de negro,con escote hacia los hombres y sin mangas,” la presencia de Alfonsina electrizó de inmediatos al público”,cuenta Fermín Estrella Gutiérrez.
“Nunca había oído yo,ni oí después,a un autor decir sus versos como Alfonsina,aquella tarde.Allá lejos, en el pequeño escenario,la grácil y delicada figura de la poetisa adquirió de pronto un vigor y una vibración extraordinaria.”Dijo 2 o 3 poemas de Ocre,entre ellos,otra vez,el Romance de la Venganza”,como lo había hecho anteriormente en Quilmes,seguramente por tratarse de un poema de ritmo fácil y contenido sencillo,sentí,continúa Estrella Gutiérrez,que la poesía no era una postura literaria de Alfonsina,sino que poesía y autora eran una misma cosa.Cuando terminó el recitado,se ubicó un pequeño kiosco en el hall de entrada,donde las escritoras firmaron sus libros.Alfonsina dedicó mas de 200 elemplares.¡No puedo más! ¡Estoy manca!,dijo por fin,y el escritor árabe Habib Estefano la alzó casi en brazos salvándola de la multitud.Después de ese verdadero acontecimiento,ya nadie deja de reconocerla mientras pasea por la Rambla.Sobre todo las chicas jóvenes, que le llevan su álbum para que les ponga algo.En una carta su amiga María Luisa Albornoz le cuenta lo ocurrido.”Ud. habrá visto por los diarios,le dice, que hicimos aquí una fiesta de la poesía,que me tuvo ocupada estos últimos días: hemos tenido un gran éxito.Con decirle que dejamos vacía la Rambla y el garito esa tarde le digo todo.Mil setecientas personas de público y qué público,en fin,estoy contenta y se lo cuento porque sé que mi alegría la alegra”.A su amiga en otras cartas le comenta: ”pequeños chismes del balneario”,referidos a lo que por ejemplo ella llama ”la imposición clásica de la clásica hoja de parra” que no es tal hoja sino la obligación de circular con salida de baño. Esta prenda afeó a los hombres durante varias décadas y Alfonsina cuenta como ”se tienden al sol,como momias,envueltos en la funda felpuda y ariba el buen sol que quería morderlos,quemarlos,señalarlos, se muere de rabia”.Finalmente se lamenta de que entre los hombres ”la varita del vigilante tenga más poder que el deseo del astro generoso pero pasivo”.Ya no juega en el casino,seguramente como consecuencia de la experiencia que tuvo la primeravez que fue a MdP,era todavìa el año 1921,y Alfonsina se encontró la noche de su llegada con su querido amigo José Ingenieros.Este insistió en llevarla a la ruleta,alegando que el iniciador solía tener suerte,puesto que el diablo le pagaría por el alma entregada.Alfonsina ganó mucho dinero,pero no siguió el consejo de su amigo,que le pidió que se tetirara.Volvió a la otra noche y perdió todo y en noches siguientes el resto,lo que llevaba para las vacaciones y hasta lo que le prestaron sus amigos.Tuvo que volverse, derrotada,y cuando en el tren otro amigo,Leonardo Glusberg,la vió intentando cábalas con una ruleta de juguete,no reconoció en ella a la económica y medida Alfonsina.(Fuente: Josefina Delgado).
DE COMO EL “ESCOLAZO” MARPLATENSE NACIÓ EN LA PLAYA BRISTOL Y EL CLUB MAR DEL PLATA.
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Mar de Plata: los dueños del azar (EXTRACTOS).
“…Se cuenta que Carlos Pellegrini, Pedro Luro y Saturnino Unzué eran asiduos visitantes del viejo casino de Mar del Plata, que funcionaba en ese entonces en el Bristol Hotel.
Una noche, se hizo presente el Jefe de Policía y les aplicó la Ley de Juegos, anunciándoles que debía confiscar la ruleta y llevarla a la comisaría.
Pellegrini, en ese entonces Vicepresidente de la Nación (1886-1890), con su característico sentido del humor, le respondió:
“Hace bien, comisario. Llévela nomás, que en la comisaría podremos jugar mucho más tranquilos…”
“…Cenas, bailes, paseos por la rambla, baños de mar, e incursiones por los boscosos alrededores, formaban parte de las actividades de una sociedad sin inquietudes. Pero algo faltaba para completar sus atractivos.
En ese mismo año de 1886 José Luro, hijo de don Pedro, contrata en San Sebastián a los técnicos Juan y José Lasalle e Inocencio Echeverría para instalar un JUEGO DE RULETA en el naciente balneario. Encaran la idea con entusiasmo y viajan a Argentina para dar forma al proyecto. Traen consigo una sólida experiencia, ya que habían trabajado para la Sociedad del Casino de San Sebastián.
En el verano de 1889 se asocian con Fermín Bañuelos e inauguran una empresa a base de RULETAS UBICADA EN UNA CASILLA DE PROPIEDAD DE SU SOCIO EN PLAYA BRISTOL . Más adelante se trasladan al Bristol Hotel y el lugar será escenario, como el Hotel, del encuentro veraniego de las principales familias del país…”
“…Pero al parecer la idea del juego de azar rondaba los proyectos de otro vasco, don Fermín Iza, que en la misma temporada de 1889 INSTALA EN LA PLAYA BRISTOL otra casa de juego con ruletas, en unas casillas ubicadas sobre la rambla que bordeaba el mar. Construye luego un gran edificio de madera donde se jugará Bacarat y Caballitos. Pero será la empresa de Lasalle y Echeverría la que se afianzará con el tiempo ya que el juego estará en manos de esta sociedad hasta 1920.
Ante la creciente demanda, ya que esta actividad estaba prohibida en Buenos Aires, SE ANEXAN INSTALACIONES DEL CLUB MAR DEL PLATA , una bella construcción que había surgido en 1910 como una sociedad anónima para fomentar el desarrollo del balneario. En un ambiente exclusivo y en mesas atendidas por croupieres franceses y españoles, se arriesgan día a día pequeñas fortunas.
Y así el casino, que en sus primeros tiempos fue un entretenimiento del mundo masculino, se convierte en un elemento más de cambio, creando en el imaginario y en la realidad, un lugar que tenía reminiscencias y aires europeos…”
AUTORA : González Zaldua , Martha.
PARA : Eusko News
Prof. Julián Mendozzi.
EL “CLUB MAR DEL PLATA”.
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“…El 19 de febrero de 1913 se inauguraba el exclusivo Club Mar del Plata. Se inspiró en los proyectos de una sociedad anónima para fomentar el desarrollo del balneario –claro su objetivo no era social, sino comercial, pues inocultablemente su dedicación estaba centrada en la venta de bienes raíces-, no obstante, fue una obra fastuosa, cuyo costo alcanzó los diez millones de pesos. Fue arrasado por las llamas en 1961.
La edificación y el confort despertaron asombrados comentarios; la programación de actos de distinta índole lo ubicaron en un plano artístico privilegiado.
Volvemos al erudito marplatense Roberto Cova, quien logra una descripción admirable del Club Mar del Plata: “[…] obra del ingeniero y arquitecto Carlos Agote, porteño graduado en París, la sede social del club era de carácter académico –es decir, con los lineamientos de la Escuela de Bellas Artes de París-. Un edificio de siete niveles y sus ambientes principales eran el Salón de las Columnas, el Salón Inglés, el Salón Dorado, el Salón Blanco y el Jardín de Invierno. Contaba además con pileta de natación, baños fríos y calientes de agua dulce y de mar y una serie de maravillas como motores eléctricos para elevar las cortinas enrollables. El equipamiento estaba a tono con la casa: muebles importados, alfombras de Esmirnia, tapices de Aubusson, porcelana de Limoges, platina de Christofle, cristalería de Baccarat”.
En sus salones se presentaban durante la temporada veraniega las mejores expresiones artísticas que desfilaban, por ejemplo, por el Teatro Colón de Buenos Aires. Allí, obviamente, se realizaban las reuniones sociales de la aristocracia, las cuales eran compartidas –en muchas oportunidades- por la oficialidad de los barcos extranjeros que recalaban en el puerto, que también se inauguraría en la segunda década del siglo XX.
Hasta el Club Mar del Plata parecían continuarse las cúpulas de la Rambla Bristol, que estaba próxima a la desembocadura del arroyo “Las Chacras”, aún no entubado cuando se inauguraron las obras, puesto que este trabajo se haría comenzada la década del ´20…”
AUTOR : Prof. Chiarenza , Daniel Alberto.
Prof. Julián Mendozzi.
Muy linda imagen. Muestra una escena típica del balneario tantos años atrás. ¡Y las sillas playeras de MdP!. Un diseño espectacular, así como su firmeza. ¿Cuál será su origen?. En las playas de San Sebastián y de Hendaya he visto algunas parecidas, aunque no creo que hayan sido el modelo. Muchas gracias, señor Palacio.
La ruleta proporciona horas de intensa emoción. El tintineo de las fichas —se ha sostenido— arrulla el oído con su música deliciosa: mágico sonar de campanillas, rumor de frágiles olas quebrándose contra una roca de metal sonoro y acaso la reducción de una sabia fuga de Bach ejecutada por gnomos alegres en un clavecino de cuerdas tensas hasta lo infinito. La danza de las fichas —como espejuelos feéricos— tiene un invencible poder de sugestión y el turista vive horas vibrantes de emoción, contemplando la siembra de placas de ese jardín espérico y el flujo de discos relucientes que saltan como gotas en ese Iguazú de orfebrería.[…]
Barili, Roberto T. (1978) La historia de Mar del Plata (p.61)
Recordando anteriores comentarios que realizé del Club Mar del Plata: La institución fue una obra de porteños de la llamada,por algunos sociólogos,clase alta de Buenos Aires,y a ella estaba dedicada.En sus buenos tiempos,de todos modos,contribuyó a mejorar la realidad local,particularmente en la zona cercana a su sede.Colaboró así con crecidas sumas para pavimentar las avenidas Luro y Colón y para entubar el arroyo de las Chacras desde la calle San Martín hasta el mar.Según el folleto titulado: Club Mar del Plata.Su obra de progreso y cultura a favor de la gran ciudad balnearia.Un poco de historia: publicado en 1933,se detallan las contribuciones para las referidas mejoras urbanas.Y con respecto al entubamiento del arroyo se informa que es una obra de aliento que,al mismo tiempo que ha embellecido la ciudad, transformó un zanjón de aguas pútridas en una gran avenida,suprimiendo así un foco de infección.En efecto,todo andaba bien mientras no lloviera mucho.Y al respecto,los marplatenses sabemos algunas historias menudas –o no tanto- que en los porteños no hicieron mella porque el veraneo duraba tres meses y durante los otros nueve la vida local seguía su curso.Sucedió,sin embargo,que desde el 1° de Junio de 1910 hasta el 17 de Febrero de 1913 gobernó los destinos ciudadanos César Ceretti,un comisionado nombrado por la Provincia.Y en ese tiempo hubo irregularidades varias que motivaron la creación de una Junta Popular de Resistencia Civil a los Comisionados que acabó con ese gobierno.
Y uno de los más crasos errores de Ceretti fue el entubamiento del Arroyo,hecho sin el estudio de su cuenca,con un conducto exiguo.Durante el desempeño de los comisionados no funcionaba el Concejo Deliberante de modo que hoy es imposible conocer la marcha de los hechos que transformaron el centro marplatense en una pequeña Venecia cada vez que llovía intensamente.Ceretti tuvo que huir durante la presión de la Junta Popular y el error de las obras del arroyo se puso de manifiesto algunos meses después de esa fuga durante las desastrosas lluvias de agosto de 1913.Y las fotografías de la hoy Plaza San Martín convertida en un lago no mienten.Por supuesto,el Club no era responsable de la situación aunque quizás debió ocuparse del destino de sus –en este caso- malogrados aportes.El Club MdP organizó actividades de muy diversa índole durante las temporadas veraniegas.Se dieron bailes con el concurso de las orquestas de moda de su tiempo,se brindaron conferencias sobre temas varios,se invitó a personas notorias en su momento,poetas,conferenciantes,artistas,visitantes de diverso orden,argentinos o extranjeros destacados que llegaban al país,entre ellos aviadores,capitanes de barcos,diplomáticos,prelados de nota,huéspedes ilustres,en fin.Para los lectores jóvenes de estas notas ciertos nombres no significarán nada,pero para los ya no jóvenes fueron conocidos,según las circunstancias de cada uno,personalmente o a través de los medios de la época,como el periodismo,la radio,el cine o el teatro.Personajes como Florencio Parravicini,un actor cómico de verdadero talento;Olinda Bozán,una cantante y actriz muy discutida;Josué Quesada,periodista enamorado de MdP,Baldomero Fernández Moreno,Arturo Capdevilla,Pedro Miguel Obligado,Horacio Rega Molina,Margarita Abella Caprille,Alfonsina Storni,todos poetas y poetisas que desfilaron anualmente por sus salones.En cuanto a la cultura física,en 1911 se habilitaron la sala de ejercicios físicos,la pileta de natación y la escuela infantil de baile y esgrima para los hijos de socios,al mismo tiempo que se practicaban ejercicios al aire libre en el Paseo General Paz,donde luego se inauguraron una cancha de fútbol y cuatro de tenis.Y cabe consignar también que poco tiempo después de la inauguración del Club,Juan Pedro Camet,propietario de la Estancia La Trinidad,le donó algo menos de 100 hectáreas sobre la costa –el Parque Camet actual-,que fueron convenientemente forestadas,y en ellas se practicaron polo y golf.En el Club funcionó también la ruleta.Y oficializado el juego bajo la llamada Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos,en 1948 la Nación expropió el edificio y luego el Parque Camet.La otrora descollante construcción fue perdiendo puntos y aunque siguió siendo sede de actividades varias,nunca volvió a ser lo que había sido.Creados la Escuela de Artes Visuales y el Conservatorio de Música de la provincia,el profesor Alberto Torres –egresado de la Escuela de Bellas Artes de La Plata- obtuvo del presidente de Lotería la concesión del antes mencionado entresuelo,en el que funcionaron ambos establecimientos: la escuela sobre el Boulevard Marítimo y el Conservatorio sobre Luro.Las clases comenzaron el 4 de Junio de 1960 sin que nadie pudiera presentir el próximo y triste final.
El edificio del Club desapareció,pero la institución no ha muerto: el Club MdP Sociedad Anónima sigue firme en la brecha en el Golf Club Los Acantilados.El Club MdP era un bunker –en alemán: refugio antiaéreo a prueba de bombas-al que le faltaba una sola cosa: un servicio contra incendios.El fuego se inició en el Salón Dorado cerca del mediodía del 10 de Febrero de 1961.y no se pudo –o no se quiso-detener,intentaremos analizarlo aquí: La mampostería del edificio,con muros de considerable espesor,era,seguramente,de una dureza de primer orden.Agote,sin duda,habrá especificado el punto en el legajo de la obra,y la cal de la época,apagada en el sitio,con la batea y el pozo,como siguió haciéndose durante varios decenios,adquiría una consistencia pétrea.
Los forjados –así se llamaba a las estructuras horizontales o entrepisos- era,de acuerdo con su época y su medio,de bovedillas de ladrillo sostenidas por perfiles metálicos doble T,seguramente ingleses o alemanes.Pero en el edificio había una gran cantidad de madera,ya aquí radica el quid de la cuestión.Los grandes salones tenían un piso de parquet de roble de Eslovenia,según la costumbre de la época para los locales principales de las construcciones de gran categorìa;
pero,según hemos visto reiteradamente en demoliciones varias,el piso,entarimado en español castizo,era más complicado de lo que podemos imaginar.Sobre los perfiles de hierro se colocaban,a 90º de ellos,tirantes de madera,pensamos que allí se utilizó pinotea,como en todos los pisos de época,enganchados a los perfiles con grampas de hierro clavadas alternativamente en las caras laterales de esos tirantes.Sobre ellos se clavaban un entablonado de madera liviana,como el pino blanco,y sobre él se clavaba el parquet.Los cielorrasos,por su parte,con grandes cornisas perimetrales,no se aplicaban directamente a la estructura sino que se armaban con tablas y los llamados listones de yesero, pues el material desplegado,que no sabemos si existía,no era común en el medio.Las aberturas,obviamente,también eran de madera,lo mismo que los llamados marcos-cajón,de gran tamaño dado el espesor de los muros.Asimismo,eran madereras las grandes cortinas de enrollar,de las que diremos también que eran subidas y bajadas,un gran alarde de modernidad para la época,por motores eléctricos.Las cortinas implicaban taparrollos,un motivo más para utilizar la madera,con bastidores y tableros,dado su gran tamaño.Y por si todo esto fuera poco,los muros de los salones estaban decorados con recuadros hechos con varillas molduradas de madera,recuadros cuyos bajo fondos estaban empapelados o tapizados con ricas telas de buen grosor.Algunos muros,por su parte,estaban decorados con el famoso treillage,palabra francesa que califica al llamado enrejado por los carpinteros locales,uno de cuyos ejemplos aquí subsistentes es el quiosco del jardinero de Villa Silvina,próximo a la esquina que mira al Este de Saavedra y Arenales.Y aclaramos que el auténtico treillage,ligeramente separado del muro que lo sostenía,era una estructura jardinera apta para que en sus listones enredaran guías vegetales.Los salones,además de gruesos cortinados,
contenían muebles de madera… y cuando todo eso tomó fuego no se pudo detener.Y las cosas fueron más graves de lo que pudieron haber sido en un edificio con estructura de hormigón.Una ley física especifica que el calor dilata los cuerpos: los perfiles de hierro,con un bosque ardiente encima de ellos,primero se dilataron y rajaron los muros en los que sus cabeceras se apoyaban.Esa fue la primera etapa.Pero cuando el fuego aumenta el hierro se ablanda… Consecuencia: los gruesos perfiles se retorcieron y se desplomaron sobre lo que estaba debajo,otra estructura que repitió el proceso hasta que cayó toda la zona que daba a la calle Entre Ríos.En los muros que quedaron en pie se desprendieron los revoques,la escalera de servicio se atomizó,la gran escalera de nuestros desvelos se partió en mil pedazos.(fuente: Arq.Roberto O.Cova)
Señor Ramonet: nos trae usted un bellísimo fragmento de Barili. Recibe uno la impresión estar viendo a un jugador embelesado ante todo lo que pasa en una mesa de juego, con un derrame de hermosas metáforas y analogías. Pero utiliza una palabra que no consigo encajar: “espérico”. ¿tendrá usted a su alcance aclarar el uso que da Barili a ese término?. Si fuera “hespérico” podría ser una referencia poética a los dos tapetes (verdes) que tiene una mesa doble, como dos penínsulas adheridas al cilindro central. Pero realmente no estoy seguro de que así sea. Y realmente ya se me hizo importante saber qué calidad le está atribuyendo ese adjetivo al mencionado jardín. Desde ya muchas gracias.
Sí, Sr. Lafra. Ya he notado el vocablo cuando lo publiqué, quizá Barili se refería a hespérico —como Ud. menciona— por lo de las dos penínsulas. Yo lo asigné como un neologismo derivado de “hespérides” por aquéllo del “Jardín de las Hespérides” y sus manzanas doradas…Pero realmente el sentido que quiso darle el autor, también es una incógnita para mí. Un saludo cordial.
Recordando mis comentarios anterioress,sobre una nota publicada en la revista La Semana de Mar del Plata de Enero de 1927:
”Hagamos memoria de una bacanal de hace unos 4 años,en el mismo Club Mar del Plata,donde la mañana siguiente,fueron halladas prendas de vestir,envoltorios y ampollas vacías de drogas estupefacientes,y la vereda contigua llena de los restos de la vajilla y cristal,arrojados por la ventana,y entenderemos que estas bofetadas que se pretenden dar a la sociedad culta traen irremisiblemente sus frutos,y que es imposible prever lo que nos depara el futuro sino atajamos este loco galope espoleados por el chic y chicoteado por el modernismo. Tiremos fuertemente de la rienda.Hay que hacer sentir a los ofuscados las responsabilidades en que han incurrido,al hacer tratos repudiados por toda persona de bien con quienes,seguro estamos,no pasearían públicamente diez metros,y menos quisieran verlos tocando timbre de la puerta de calle de su hogar.”Se ha alegado como una poderosa razón,que hay que proteger los derechos de los accionistas,noosotros respondemos a ese argumento pueril que si la moral social ha de estimarse en el valor nominal de $ 1.500,reputado valor de las acciones del Club,entonces ha muerto la moral.Estos son los resultados que logicamente pueden esperarse de esa clubomanía que hace elecciones en las cuales votan los sirvientes y los chauffeurs y se obstaculiza todo voto consciente del accionista que desea ejercitar su derecho de desaprobar la C. D. por medio del sufragio.Hemos recibido ciertas insinuaciones y no está de mas recalcar a nuestros lectores que pueden estar bien tranquilos de que no nos guía otro propósito que no sea el de velar por la sanidad moral,tarea que ojalá ejercitaran con la misma entereza todos los que ejerzan el periodismo.No deseamoa entrar a analizar los aspectos materiales desastrosos de esta censurada combinación,pero si llamamos a la cordura a los responsables de este estado de cosas,asegurándoles que el momento que reaccionen de su error,hallarán el apoyo desinteresado de esta publicación para reorganizar el Club sobre bases firmes y estables y traerles el apoyo necesario,que por su propia falta de iniciativa no han sabido conquistar” .
Durante la temporada de verano de Diciembre de 1911 a Abril del 12,no funcionó la ruleta en MdP,el gobernador Ignacio D.Irigoyen,dictó la resolución de prohibirla,lo que trajo un un gran malestar social,y especialmente en los lugares,como el Brístol Hotel,donde en sus salones la aristocracia,se entretenía con este juego.Jorge Cabral,escribió en el diario La Nación:
Se cenaba de smoking en los amplios comedores de ese lujoso hotel debido a la iniciativa progresista del Dr.José Luro y luego damas y caballeros pasaban a la sala de juego;aquellas lujosamente ataviadas.El espectáculo era un placer en los sentidos:todo respiraba distinción y elegancia.Así había sido hasta entonces desde los días iniciales del veraneo marplatense,reservado por natural gravitación de las cosas a las familias pudientes.Pocos años después todo cambió,creció MdP con ritmo acelerado;en los días que corren no existe el Brístol y la ruleta tiene otro régimen.En el ambiente de aquella época,de núcleos reducidos pero selectos,el insólito episodio monopolizó por entero el comentario.
Toda suerte de rumores y explicaciones acerca del motivo constituyeron la comidilla obligada.Se recorrió la escala,desde lo mas verosímiles a los mas extrafalarios y absurdos.La verdad,la causa recóndida del ucasa gubernativo,probablemente nunca se sabrá.Elcomentario zumbón,sin embargo,giró la causa a la promesa que el mandatario bonaerense habría formulado a una dama atribulada por la mala suerte de su marido en el juego.Y no faltó quien le diera una versión escrita en una “versada” que circuló mucho y estuvo a la venta en hojita suelta,al precio de 20 centavos,en el comercio de cigarrería y venta de loterías instalado en la Rambla Brístol y propiedad de Manuel Acosta.El autor de las décimas,pues tales eran,fue el Dr. Matías Calandrelli,con la colaboración del Dr. Arturo Alió,médicos ambos y finos humoristas,de acuerdo a una referencia precisa del caracterizado y talentoso vecino Dr.Francisco Rodriguez Etcheto,cuya actuación en MdP desde fines del siglo anterior,fue destacada y brillante,de positivo beneficio para la ciudad.Los versos del Dr. Caldarelli se han perdido en el tiempo.Solo por tradición oral se recuerdan algunas de sus estrofas,que abre el lamento popular y recuerda con notable didelidad el Dr. Rodriguez Etcheto:
El Sr. Gobernador
No quiere que la Ruleta
Haga perder la chaveta
Al ricacho jugador
Dice que es mucho mejor
por la arena caminar
deteniéndose a pescar
uno que otro surubí
o a jugar al tateti
con las piedritas del mar.
El poeta hace hablar a hoteleros,comerciantes etc.Todos se quejan de la mala suerte y destacan los perjucios que la medida oficial trae a sus negocios y a la economía en general de la ciudad.Queja que se repitió también,años mas tarde,cuando el presidente Yrigoyen volvió a prohibir la ruleta,inspirado en motivos de tranquilidad y salud moral de la sociedad,pero con el efecto contraproducente de volcar el turismo hacia el Uruguay.Y como en aquellos años la travesía al Faro era uno de los paseos obligados,en una décima habla y también se queja una figura pintoresca y peculiar de MdP de antaño: don Fernando Muller el Capitán del Faro,por autonomasia.Era este un ex oficial de la marina mercante de Austria,su país natal.De modales suaves y distinguidos,siempre afable y servicial,con sus patillas blancas,era figura difundida y querida,particularmente entre las familias veraneantes.
Fragmento del verso que hace conocer el Dr. F.Rodriguez Etcheto:
Y habla el Capitán del Faro
Que brilla en Punta Mogotes
Yo no estoy para estos trotes
Y rebelde me declaro
Como no juegan,es claro
Vienen al Faro a embromar
Y Corren peligro los buques
de perderse y encallar
A una dama dió su fé
de suprimir la ruleta
Y a menos que comprometa
su palabra en una plancha
Don Ignacio de la Mancha
su compromiso respeta
(Fuente: Roberto Tomàs Barili)
Lic. Somma , realmente impactante el contenido de su comentario referente a la nota de la Revista “La Semana” (1927).
Mi agradecimiento por compartirlo.
Atte. Prof. Julián Mendozzi.
Señor Ramonet: Sin duda esa interpretación cuadra con el nivel poético del fragmento de Barili. Las placas multicolores se siembran en esos jardines del paraíso terrenal, y un apostador debe verlo así. Y también me imagino al buen poeta, con una sonrisa pícara, dejando en su cápsula del tiempo estos pequeños bocaditos enigmáticos. Muchas gracias por compartir la diversión.
En la foto 7949,enviada por el Sr. Roque Martinez,podemos ver las huellas del aquel majestuoso edificio que fue el Club Mar del Plata.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/7949
En la foto 6945,enviada por el Sr. Josè Alberto Lago,leemos en su epìgrafe:
“Postal coloreada: playa Popular y Club Mar del Plata”
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/6945
En la foto 2562,enviada por la Sra.Daiana Ruzafa,leemos en su epìgrafe: “El Club Mar del Plata (Luro y la costa) visto desde la Playa Popular, sumamente concurrida en la década del 30”.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/2562
Por iniciativa de Alfonsina Storni,que desde hacía varios veranos pasaba por lo menos un mes junto al mar,Josué Quesada,”bastonero mayor de la vida social marplatense”,se puso a organizar un acto poco acostumbrado.Consiguió el Salón de Actos del CLUB MAR DEL PLATA,y entre su dorado estilo Luis XV preparó la escena.Una orquesta de cámara,la berceuse de Jocelyn,el mar,detrás de las ventanas.El presentador oficial fue Pedro Miguel Obligado.Las participantes,esas 4 poetisas,conocidas por figurar con frecuencia en revistas y suplementos literarios.Los diarios locales anunciaron con todo detalle el acontecimiento,y con sorpresa,también ante esta exaltación pública de la poesía.“Hoy la multituud elegante de la Rambla,de los palacetes,de los hoteles y de los clubs ha de escuchar 4 dulces voces femeninas recitando versos… Alfonsina Storni,la de la lira apasionada y sonora,alzará el acento de sus poemas en presencia de la multitud aristocrática y expectante”…“Por una horas las almas de una muchedumbre compuesta por millonarios,hacendados, comerciantes,jueces, militares,políticos,bellas damas y gentiles niñas se llenarán de versos,de música,de rimas y de espíritus”….“Y las poetisas que son en estos días,que alguien acusa de utilitarios y materialistas,las figuras mas románticas,más admirdas,y acaso mas envidiadas del mundo social, sentirán hoy,en los grandes salones,el aplauso de todos,el homenaje del gran mundo,hacia los altos espíritus femeninos que pasan cantando”…
Llegada la hora,el inmenso salón rebosaba de público.Por los altos ventanales se oía el rumor de las olas.Vestida de negro,con escote hacia los hombres y sin mangas,” la presencia de Alfonsina electrizó de inmediatos al público”,cuenta Fermín Estrella Gutiérrez.
“Nunca había oído yo,ni oí después,a un autor decir sus versos como Alfonsina,aquella tarde.Allá lejos, en el pequeño escenario,la grácil y delicada figura de la poetisa adquirió de pronto un vigor y una vibración extraordinaria.”Dijo 2 o 3 poemas de Ocre,entre ellos,otra vez,el Romance de la Venganza”,como lo había hecho anteriormente en Quilmes,seguramente por tratarse de un poema de ritmo fácil y contenido sencillo,sentí,continúa Estrella Gutiérrez,que la poesía no era una postura literaria de Alfonsina,sino que poesía y autora eran una misma cosa.Cuando terminó el recitado,se ubicó un pequeño kiosco en el hall de entrada,donde las escritoras firmaron sus libros.Alfonsina dedicó mas de 200 elemplares.¡No puedo más! ¡Estoy manca!,dijo por fin,y el escritor árabe Habib Estefano la alzó casi en brazos salvándola de la multitud.Después de ese verdadero acontecimiento,ya nadie deja de reconocerla mientras pasea por la Rambla.Sobre todo las chicas jóvenes, que le llevan su álbum para que les ponga algo.En una carta su amiga María Luisa Albornoz le cuenta lo ocurrido.”Ud. habrá visto por los diarios,le dice, que hicimos aquí una fiesta de la poesía,que me tuvo ocupada estos últimos días: hemos tenido un gran éxito.Con decirle que dejamos vacía la Rambla y el garito esa tarde le digo todo.Mil setecientas personas de público y qué público,en fin,estoy contenta y se lo cuento porque sé que mi alegría la alegra”.A su amiga en otras cartas le comenta: ”pequeños chismes del balneario”,referidos a lo que por ejemplo ella llama ”la imposición clásica de la clásica hoja de parra” que no es tal hoja sino la obligación de circular con salida de baño. Esta prenda afeó a los hombres durante varias décadas y Alfonsina cuenta como ”se tienden al sol,como momias,envueltos en la funda felpuda y ariba el buen sol que quería morderlos,quemarlos,señalarlos, se muere de rabia”.Finalmente se lamenta de que entre los hombres ”la varita del vigilante tenga más poder que el deseo del astro generoso pero pasivo”.Ya no juega en el casino,seguramente como consecuencia de la experiencia que tuvo la primeravez que fue a MdP,era todavìa el año 1921,y Alfonsina se encontró la noche de su llegada con su querido amigo José Ingenieros.Este insistió en llevarla a la ruleta,alegando que el iniciador solía tener suerte,puesto que el diablo le pagaría por el alma entregada.Alfonsina ganó mucho dinero,pero no siguió el consejo de su amigo,que le pidió que se tetirara.Volvió a la otra noche y perdió todo y en noches siguientes el resto,lo que llevaba para las vacaciones y hasta lo que le prestaron sus amigos.Tuvo que volverse, derrotada,y cuando en el tren otro amigo,Leonardo Glusberg,la vió intentando cábalas con una ruleta de juguete,no reconoció en ella a la económica y medida Alfonsina.(Fuente: Josefina Delgado).