El Gobierno Nacional oficializó el congelamiento de precios mediante el Boletín Oficial y retrotrajo al 1 de octubre, para mantenerlos hasta el 7 de enero próximo, los valores de 1432 productos.
Portal Universidad dialogó con José Castro, Contador, Economista y Profesor en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien señaló un posible desabastecimiento y un error de diagnóstico ante esta política. “No se trata de un congelamiento de precios, sino de una lista de precios máximos que toma el gobierno para combatir la inflación”, dijo.
El economista planteó que hay un posible error de diagnóstico en la elección de esta resolución ya que, “la inflación es un problema macroeconómico. Si bien se define por el aumento general y sostenido de los precios, el problema en realidad está en el dinero que con la inflación pierde una función que es la de reserva de valor”.
“Solucionar problemas macroeconómicos con políticas micro de control de precios, no daría el resultado esperado. En general no funciona, a veces las políticas macro si tienen efecto micro si el programa está bien instrumentado y pensado pero en general al revés no, los problemas macro se solucionan con políticas macro”, destacó.
Esta medida se plantea durante 90 días, “es para revisarlo trimestralmente, de cualquier manera esa lista en 90 días va a incluir productos que ya no están en producción. El plazo es un poco arbitrario o discrecional sin un fundamento muy concreto”.
Una de las consecuencias más grandes que podría generar este congelamiento de precios, tiene que ver con el desabastecimiento. Castro detalló que “la política de precios máximos, en general funciona y la teoría lo avala cuando en un mercado hay algún problema de concentración que implica que puedas fijar un precio máximo para conseguir que el mercado funcione de manera más eficiente. Pero cuando le pones un precio máximo a un producto en el que hay competencia lo que empieza a pasar, sobre todo si se utiliza como combate a la inflación, es que ese precio máximo que hoy está bien, dentro de dos meses va a quedar corto, va a ser demasiado bajo”.
Por lo tanto, “cuando el precio es demasiado bajo el consumidor va a querer comprar más y el productor quiere ofrecer menos porque con un precio tan bajo no cubre todos los costos para producir más. Entonces, evidentemente esta diferencia produce un faltante, un desabastecimiento”.
De esta forma, afirmó que “posiblemente pueda llegar a generar un desabastecimiento de aquellos productos que se le ha fijado el precio máximo”.