El Reino Unido anunció casi 4.000 nuevos casos, la mayor cifra diaria desde mayo.
Más de 2 millones de personas en el noreste de Inglaterra enfrentarán desde este jueves nuevas restricciones por un fuerte repunte del coronavirus, mientras que el Reino Unido anunció casi 4.000 nuevos casos, la mayor cifra diaria desde mayo.
La noticia del confinamiento de varias localidades del noreste de Inglaterra fue anunciada en el Parlamento por el ministro de Salud británico, Matt Hancock, en medio de gran descontento popular con la gestión de la crisis por parte del Gobierno, según sondeos.
Las restricciones en Newcastle, Sunderland y otros cinco municipios muy afectados por el rebrote regional incluirán limitar el horario de cierre de pubs y restaurantes a las 22 y prohibir reuniones entre familiares y amigos, dijo Hancock.
Las personas tampoco podrán usar el transporte público excepto para fines esenciales, como viajar hacia la escuela o a su lugar de trabajo.
Entre otras medidas, se prohibió salir de vacaciones con personas con las que no se convive y además no se podrá asistir a eventos deportivos.
Los siete municipios habían estado solicitando al Gobierno medidas adicionales después de un aumento en el número de casos de coronavirus en el noreste de Inglaterra en las últimas dos semanas.
Antes del anuncio, el primer ministro, Boris Johnson, insistió en que estaba haciendo todo lo que estaba en su poder para evitar una nueva cuarentena total, pero reconoció que “no podía descartar la posibilidad”, admitiendo que “no hay suficiente” capacidad de detección del virus y pidió a las personas que solo llamen para hacerse el test si tienen síntomas.
Mientras tanto, algunos medios británicos consignaron que los expertos en salud del Gobierno están presionando por una cuarentena en todo el territorio británicos de dos semanas.
Anthony Costello, exdirector de un área de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó que el director médico de Inglaterra, Chris Whitty, está presionando para que se adopten medidas estrictas, en toda la población ya que se teme que las cifras de infecciones lleguen a 38.000 por día.
El Ministerio de Salud informó este jueves de 3.995 casos en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde fines de mayo. Ayer había anunciado 3.105 y anteayer 2.621. El Reino Unido registró hasta ahora 381.614 casos de coronavirus.
El número de fallecidos en las últimas 24 horas fue de 21, lo que elevó el total a 41.705.
Johnson justificó también la restricción social que prohíbe las reuniones de más de seis personas en toda Inglaterra como medida para frenar la propagación del coronavirus.
Dijo que la única forma de asegurarse de que el país pueda disfrutar de la Navidad es ser duro ahora para evitar una segunda ola nacional.
Según el premier, esas limitaciones sociales junto con un aumento importante de los test de coronavirus son ahora las únicas opciones disponibles que pueden evitar que el país regrese a otro confinamiento total.
Sin embargo, por la escasez de test de detección del virus y por sus malas decisiones en el manejo de la pandemia, la aprobación pública del manejo del Gobierno de la pandemia se hundió a su nivel más bajo hasta ahora, según una encuesta de la consultora YouGov.
Solo tres de cada diez personas piensan que los ministros manejaron bien la crisis del coronavirus, según la encuesta.
El Gobierno de Reino Unido ha confirmado este jueves cerca de 3.400 casos de coronavirus y 21 fallecidos durante el último día, una jornada en la que el país ha superado la barrera de los 380.000 contagios desde el inicio de la pandemia. Según el último balance, durante las últimas 24 horas se han registrado 3.395 contagios, lo que sitúa el total en 381.614, con 41.705 fallecidos a causa de la Covid-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus. Las autoridades han indicado además que 134 personas han sido hospitalizadas a causa del virus durante la jornada, por lo que hay 988 pacientes ingresados, entre ellos 124 conectados a respiradores a causa de la gravedad de su estado. El primer ministro británico, Boris Johnson, alertó el miércoles ante el aumento de los casos de que un nuevo confinamiento tendría unas consecuencias financieras “desastrosas” y recalcó que las autoridades están haciendo “todo lo que está en su mano” para evitarlo.