Los harán internas transgénero para que los utilicen los agentes penitenciarios. Los trabajos se realizarán con un protocolo de distanciamiento social.
Un grupo de seis internas transgénero de la Alcaidía de Batán confeccionarán tapabocas para el servicio penitenciario en un taller textil recientemente inaugurado.
Las internas tomaron un curso de capacitación para poder confeccionar los tapabocas y los trabajos se realizarán con un protocolo en el que se respete el distanciamiento social, en tres turnos diarios.
El taller textil quedó inaugurado con la presencia del jefe de Complejo, Pascual Lettieri, el secretario de Coordinación, Juan Domingo Montes de Oca y el director de la Alcaidía Penitenciaria Batán, Roberto Astete.
Tras una instancia de evaluación y habilitación del espacio de trabajo que se realizó por el personal técnico del Departamento de Seguridad e Higiene que depende de la Dirección de Trabajo Penitenciario y posterior capacitación que brindaron a las trabajadoras por parte de esa dirección, se avanzó sobre la propuesta.
Los tapabocas serán entregados al personal del Complejo Penitenciario Este en una primera instancia y la materia prima será aportada por la Dirección General de Administración del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
Astete resaltó los beneficios de esta actividad: “Adquirieron una herramienta de trabajo, lo pondrán en práctica, permitirá generar un clima de compañerismo y se van a sentir útiles por colaborar con la institución” y agregó: “Si bien las medidas de prevención en la Alcaidía fueron tomadas y se cumplen estrictamente, como el uso del tapaboca, medición de temperatura corporal que se le realiza a cada agente al ingresar al recinto y la opción de máscaras faciales, la producción de barbijos será un refuerzo para el personal de este complejo ya que entendemos que transitaremos esta situación por varios meses”.
Por su parte, Lettieri, dijo: “Es un gusto para mí estar presente y acompañarlos en este trabajo destinado a proteger al personal bajo el cumplimiento de los protocolos de prevención y bioseguridad vigentes que nos permite proteger al trabajador penitenciario y a la población carcelaria, reduciendo las posibilidades de ingreso y circulación del coronavirus en las dependencias”.
Finalmente Lali, una de las internas, se mostró agradecida por aprender un oficio y por poder colaborar en medio de la pandemia con elementos de bioseguridad.