Eduardo Osvaldo "El viejo" Vitullo (73) fue condenado a 11 años de prisión por el Tribunal Federal, que desestimó la acusación por trata de persona. Los abusos comenzaron cuando las víctimas tenían 14 y 15 años y se sostuvieron durante años.
Un hombre de 73 años fue condenado a 11 años de prisión por el Tribunal Federal de Mar del Plata por haber abusado sexualmente durante años de dos hermanas en situación de vulnerabilidad.
Los jueces Luciano Poderti, Roberto Falcone y Roberto Minguillón condenaron a Eduardo Osvaldo “El viejo” Vitullo a 11 años de prisión por los delitos de “abuso sexual agravado por mediar acceso carnal” y “abuso sexual agravado mediante la introducción de un objeto”.
Además, los jueces absolvieron a Vitullo por otros casos de abuso sexual, privación ilegal de la libertad agravado y suministro de sustancias estupefacientes ambos en perjuicio de una menor.
En el debate, en representación del Ministerio Público Fiscal estuvieron Juan Manuel Pettigiani y Carlos Fioriti, quienes habían solicitado 14 años de prisión y, en los alegatos, desestimaron que se tratara de un caso de trata de personas con fines de explotación sexual, tal como había iniciado la investigación en su momento.
Al solicitar la pena, el fiscal planteó la extensión del daño causado por el ahora condenado, ya que las víctimas hasta plantearon la posibilidad de quitarse la vida.
El caso
En mayo de 2022, una mujer se presentó en el Centro de Desarrollo Social del barrio Pueyrredon para pedir ayuda, por una situación que atravesaba una de sus hijas, de 19 años. Concretamente, denunció que la joven había sido llevada por un hombre conocido como “El viejo”, que se aprovechaba de su adicción a los estupefacientes para abusar sexualmente de ella.
Ante esta situación, desde el equipo de ATAJO se comunicaron con la Fiscalía Federal N° 1, que inició una minuciosa investigación y surgió que el acusado, tenía una serie de denuncias informales similares: aprovecharse de la situación de marginalidad extrema de adolescentes para abusar sexualmente de ellas. Incluso, le habrían incendiado una precaria casa que tenía en el barrio El Jardín por estos motivos.
El primero de los abusos ocurrió cuando la hija mayor de la mujer que realizó la denuncia tenía 14 años. Según luego diría la víctima, “El viejo” se le acercó en el colectivo que tomaba cada día para ir a la Escuela Especial N° 506, a la que asistía. El hombre le ofreció un trabajo informal, en su casa del barrio El Jardín y la adolescente, marcada por la necesidad económica, aceptó.
En esa casa del barrio El Jardín se dieron los primeros abusos. Según la víctima, trabajó para el hombre 9 meses, y en reiteradas oportunidades la sometía a la fuerza y la violaba.
En 2020, la víctima y su familia vivían en el barrio Jorge Newbery y Vitullo era uno de sus vecinos. La joven tenía 20 años, estaba embarazada de 6 meses y también denunció que “El viejo” la atacó en una de las habitaciones de su casa y la manoseó.
Paralelamente a esta situación, el condenado comenzó a tener trato con la hermana menor de la víctima, quien padecía de un consumo problemático de drogas y, según consta en la denuncia, “El viejo” la invitaba a “pipear” a su casa. Esas invitaciones eran una excusa para ofrecerle droga a cambio de sexo.
Esta víctima, aseguró que el hombre la violaba con un consolador y que en más de una ocasión la encerraba en un cuarto con un candado y no le permitía irse.
A pesar de las declaraciones de la víctima, para los jueces Poderti, Falcone y Minguillón no estuvo probada la privación ilegítima de la libertad ni que le haya dado drogas. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 2 de octubre.
En el cierre del juicio, el Ministerio Público Fiscal remarcó que es necesaria una mirada con perspectiva de género, de acuerdo a los compromisos internacionales asumidos por Argentina. “En ese sentido, hay que decir que la vulnerabilidad de la mujer es un fenómeno complejo que trasciende los sistemas de derecho doméstico, y así lo ha entendido el legislador al momento de incorporar a nuestra normativa interna los instrumentos internacionales que protegen al género femenino”, remarcaron.