Policiales

Condenan a dos hermanos por robo, incendio y casos de violencia de género

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 impuso 3 años de pena para Carlos Ceferino Blanco e Ignacio Emilio Blanco por una multiplicidad de delitos cometidos en Balcarce.

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 condenó a dos hermanos por una multiplicidad de delitos cometidos en Balcarce que incluyeron robo, incendio y casos reiterados de violencia de género.

En un juicio abreviado, el juez Néstor Conti condenó a tres años de prisión a Carlos Ceferino Blanco y a Ignacio Emilio Blanco por los delitos de robo e incendio y, además, al primero de los nombrados por violación de domicilio, amenazas, desobediencia de manera continuada, daño y lesiones leves agravadas por el vínculo en concurso ideal.

Por otra parte, consideró como agravantes en la sentencia el hecho de que Ignacio Emilio Blanco tuviese condenas anteriores,  y en el caso de Carlos Ceferino Blanco la reiteración delictiva, a quien consideró reincidente.

Venganza por el homicidio

de “Chirola” Blanco

El primero de los hechos por los que se los condenó a los hermanos Blanco ocurrió el 13 de julio de 2018 en Balcarce, y fue una venganza por el asesinato de otro de sus hermanos “Chirola” Blanco.

Según fuentes consultadas, un hombre conocido como “Coco” López le alquilaba una casa a la madre de los Blanco y no le pagaba. Ante esta situación, el 12 de julio de 2018 “Chirola” le había ido a pedir que abandonara la casa y en ese momento se produjo la pelea en la que recibió un puntazo mortal.

Al día siguiente, el 13 de julio de 2018, los hermanos Carlos e Ignacio Blanco, junto con otras personas que no fueron identificadas, fueron hasta una casa ubicada en calle 5 al 900 donde residía el hermano del hombre que había asesinado a “Chirola” de una puñalada durante una pelea.

La turba liderada por los hermanos Blanco tenía como objetivo linchar a “Coco” López, pero advertido de que esto podía pasar se había ido del lugar y le había recomendado lo mismo a su hermano y a su cuñada.

Enfurecidos, los hermanos Blanco rompieron la entrada de la casa y la saquearon. No conformes prendieron fuego un colchón e incendiaron el lugar.

La dueña de esa vivienda había intentado ir al lugar para recuperar algunas de sus pertenencias, pero no pudo pasar por entre las personas que apedreaban la casa mientras se prendía fuego.

La perito bombero que trabajó en el lugar explicó “el incendio se originó en el sector trasero interno de la vivienda, en cuya área de origen no se puede individualizar un punto más preciso debido a la destrucción avanzada y generalizada ocasionada por la acción del fuego. La fuente de ignición provendría de un elemento de llama abierta, tal como: cerillas, encendedor, antorcha u otro objeto encendido ajeno a la instalación de la vivienda, ya que no se hallaron restos de artefactos generadores de calor ni signos de sobrecarga ni arco eléctrico, se observó que ambas puertas de ingreso al recinto se encontraban violentadas, estos signos representan características atribuibles habitualmente a incendio intencionado”.

Las víctimas y testigos reconocieron que Carlos e Ignacio Blanco fueron quienes lideraron a la turba que saqueó, incendió y destruyó la vivienda ubicada en calle 5 al 900 de Balcarce.

Violencia de género reiterada

El siguiente hecho que se juzgó tuvo como único imputado a Carlos Blanco y se trató de una serie de episodios violentos contra su expareja y madre de sus hijos.

El 3 de junio de 2021 Carlos Blanco fue ebrio hasta la casa de su expareja e ingresó sin su consentimiento. En esa circunstancia comenzó a insultarla y la mujer, para que la violencia no escalara en presencia de sus hijos, lo echó del lugar y le cerró la puerta. Esa misma noche, escuchó que alguien caminaba por el techo de su casa y vio a Carlos Blanco, que ingresó por el ventiluz del baño y, una vez dentro, la tomó del cuello y la insultó.

La mujer casi pierde el conocimiento y fue el hijo mayor de ambos quien intercedió para que Blanco se calmara y soltara a la víctima. Luego el joven le pidió que se fuera y el hombre así lo hizo.

Esa noche la víctima llamó a la policía, ya que aseguró que no se sentía segura y que tenía miedo de su expareja.

En la sentencia el juez Conti destacó que según los informes victimológicos realizados a la mujer, se deja constancia que “siempre sufrió violencia física, sexual, psicológica y ambiental por parte de su expareja, frente a sus hijos en común inclusive”. Además, el equipo interdisciplinario de la Dirección de Políticas de Género, Niñez y Adolescencia del Ministerio de Seguridad, remarcó que la mujer “se halla atemorizada y en alerta constante” y concluyeron que “se encuentra en peligro altísimo”.

El 7 de junio Carlos Blanco fue notificado que por la denuncia presentada en su contra no se podía acercar a su expareja. Sin embargo, en la noche del 10 de junio y la madrugada del 11, en reiteradas oportunidades se hizo presente en el exterior de la casa de su expareja, en la calle 5 al 200. Golpeó la puerta, arrojó piedras y, con un cuchillo en la mano le gritó a la víctima: “Te voy a prender fuego la casa con vos adentro. Te voy a cortar la cara” (sic).

El 12 de junio Carlos Blanco volvió a desobedecer la medida de restricción y se hizo presente en el exterior de la casa de su expareja y arrojó piedras contra la ventana del domicilio donde la mujer se encontraba observándolo. Blanco rompió el vidrio y lastimó a la víctima a la altura de la cadera del lado izquierdo.

Ante esta situación la mujer salió a la vereda para decirle a Blanco que se retirara, a lo que el hombre le dijo que “no le importaba ir preso” y le volvió a tirar una piedra.

Ese día la víctima presentó una nueva denuncia penal contra Blanco y dejó asentado que se encontraba “muy asustada”, que temía por su seguridad y que lo creía capaz de dañarla físicamente hasta terminar con su vida.

 

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