La construcción, en la diversidad, de un mundo con pleno respeto de los derechos humanos fue uno de los ejes.
La 21° convocatoria del programa Jóvenes y Memoria que implementa la Comisión Provincial por la Memoria tuvo una inscripción récord: unos 18 mil jóvenes y educadores de toda la provincia de Buenos Aires y de otras cinco provincias participaron del encuentro de cierre que se realizó en el complejo turístico de Chapadmalal, entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre.
Desde hace 21 años el programa de este organismo público autónomo reafirma una pedagogía de la memoria que tiene como protagonistas a las nuevas generaciones: son les jóvenes quienes a partir de sus intereses construyen nuevas narrativas sobre el pasado reciente y la agenda del presente.
“En Chapa te liberás, acá todes nos sentimos iguales. Chapa es un lugar sin censura donde cada une es libre de expresarse sin restricciones. Acá no necesitamos dejar de ser para pertenecer. Ese es el camino que tenemos que seguir para lograr el mundo que soñamos”, dicen los jóvenes en uno de los manifiestos escritos a lo largo de este mes de encuentro.
En esa cita se resume uno de los tantos principios de Jóvenes y Memoria: la construcción, en la diversidad, de un mundo con pleno respeto de los derechos humanos.
Este jueves terminó el XXI Encuentro de Jóvenes y Memoria, de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que se desarrolló en la Unidad Turística Chapadmalal desde el pasado 15 de noviembre. En un año que tuvo una participación récord, más de 15 mil jóvenes y 3 mil educadores estuvieron presentes en el encuentro de cierre.
En este mes llegaron jóvenes de 129 de los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires y en los días finales, en la tanda federal, participaron también jóvenes de otros cinco distritos del país: CABA, Rosario (Santa Fe), Santiago del Estero, Chubut y San Juan.
Como cada año, durante el encuentro de cierre en Chapadmalal jóvenes de escuelas secundarias públicas, privadas o en contexto de encierro, CENS, institutos de formación docente y organizaciones sociales, políticas y culturales comparten el trabajo de investigación realizado durante todo el año en sus escuelas, barrios y ciudades.
Estas investigaciones construyen, como caracteriza al programa Jóvenes y Memoria, una agenda amplia de temas sobre memoria y derechos humanos, y lo hace desde la particularidad de los diferentes territorios de la Provincia, desde pueblos del interior de unas pocas centenas de habitantes hasta los distritos más populares del conurbano bonaerense.
“Hace más de 20 años que venimos y lo sigo diciendo: hay un antes y un después de Chapa porque este encuentro es un acto transformador. Y esto ocurre porque Jóvenes y Memoria tiene tres cosas fundamentales: los hace partícipe de esa historia de violaciones a los derechos humanos, porque trabajan a partir de sus intereses, de lo que viven cada día, y finalmente porque ustedes hacen; para estar acá deben realizar una presentación, discuten y trabajan para hacerla, y aprenden a hacer colectivamente y con convicción política”, destacó Emilce Moler, sobreviviente de la noche de los lápices e histórica impulsora del programa.
Además de Emilce Moler, y el acompañamiento en la apertura por parte de la ministra de Gobierno bonaerense Cristina Álvarez Rodríguez, también estuvieron presentes en el encuentro el presidente de la CPM Adolfo Pérez Esquivel, el vicepresidente Víctor de Gennaro, el secretario ejecutivo Roberto Cipriano García, les integrantes del organismo Guillermo Torremare, Ana Soffiantini, Yamila Zavala Rodríguez y la directora general de la CPM Sandra Raggio.
“Vamos a cumplir 40 años de democracia, pero hoy más que nunca sabemos que esta democracia no está dada. Porque la democracia es mirar la realidad con perspectiva de derechos, construir un proyecto colectivo. El bien común es el centro de la democracia, es la forma de vida política de las grandes mayorías, es un Estado que garantice derechos de esas mayorías. Acá venimos a reafirmar esa democracia, a reafirmar que juntes, en la diversidad, podemos transformar el mundo”, señaló Sandra Raggio.
“Si los discursos antiderechos, que degradan lo social, se instalan en la sociedad es porque la democracia no dio respuesta a las grandes desigualdades que persisten en el presente. Acá en Jóvenes y Memoria venimos a reafirmar la posibilidad de encontrarnos, de respetarnos en la diversidad, de debatir, de pensar cómo construimos otro mundo y lo hacemos desde los barrios y localidades, porque ustedes trabajan acá los temas de derechos humanos que pasan en sus comunidades”, agregó el secretario ejecutivo de la CPM Roberto Cipriano García.
Otra gran parte de las investigaciones se refieren a temas de la agenda del presente, la denuncia de las desigualdades y las formas de organización para la conquista de derechos. La precaria infraestructura y falta de acceso a servicios básicos en los barrios populares, la pobreza, los casos de violencia policial o gatillo fácil, los femicidios y los discursos de odio contra las diversidades y disidencias sexuales aparecen en esas investigaciones como temas y preocupaciones de les jóvenes.
“En estos días en Chapa reconfirmamos que las juventudes dando su voz y teniendo protagonismo en proyectos que nos involucren e identifiquen es la mejor manera de luchar contra las desigualdades”, dijeron los jóvenes en otro de los manifiestos.
“Cuando miramos la realidad como la miramos en Jóvenes y Memoria, aprendemos a desnaturalizar las desigualdades, a no tomar por cierto esos discursos y sentidos que toman por natural el orden de desigualdad y violencia. Acá tenemos la esperanza de que podemos transformar esa realidad y nos transformamos a nosotres mismos, porque no nos ponemos afuera del mundo, somos parte de ese mundo que necesitamos transformar”, cerró la directora del programa María Elena Saraví.