Gabriel Gávila muestra su costado más personal en "Intimo" Es uno de los integrantes del grupo Improvisa2. En paralelo, el actor propone una obra en la que indaga en su propia vida, a través de temas como la masculinidad, el sexo y el amor.
Además de traer cada verano la tradicional propuesta de Improvisa2 en la sala Melany, el actor Gabriel Gávila se da el gusto de mostrar su otra faceta. Su lado más personal, más independiente, más experimental emerge todos los miércoles del verano a las 23 en La Bodega del Auditorium, cuando activa y se mete en el corazón de “Intimo (Chicos Feos)”.
“Intimo” es un nuevo peldaño en su proyecto de teatro en solitario: ya puso en escena “Chicos Lindos” y “Chicos Malos”. Ahora, en Mar del Plata, es el turno de “Chicos Feos”, una pieza que aborda la temática del hombre, la masculinidad, el sexo y el amor.
La puesta, dirigida y protagonizada por Gávila junto a Gonzalo Cetraro, tiene como base su propia historia personal, su vida real.
“Podría decirse que Intimo es el falso unipersonal de Gabriel Gávila, quien con su antagonista, Gonzalo Cetraro, hace una cronología de su vida sentimental y profesional. Cuenta una historia con la que cualquiera del público podría sentirse identificado”, indicó a LA CAPITAL.
“Con humor, con nostalgia, con dosis de derrota y varias victorias, sublimo mis vivencias en una jugada performance”, agregó.
-¿Cómo aparece Intimo?
-Es el resultado de una década de analizarme y comprenderme. Cuando uno hace terapia viaja mucho al pasado, a sus orígenes. Y se sabe que del origen siempre se huye. Es como huir de la verdad. Incomoda. La verdad siempre se cubre con perspectivas que están vinculadas a intereses personales, entonces uno empieza a llamar “verdad” a lo que le interesa que sea así. Pero de aquello que es esencial, primero, que nace del deseo primitivo, del inicio del fuego… siempre se huye, porque no conviene. Y cuando por fin se presenta, hay algo de irrefutable en su manifestación. Es como la anarquía. ¿Por qué se huye de la anarquía? En el fondo todos somos anarquistas ¿no?, pero buscamos límites. Entonces nos definimos de otras maneras: soy peronista, soy radical, soy del PRO. Buscamos definiciones que nos ayuden a mantenernos vivos, relativamente saludables y con algún tipo de bienestar en esta vida, que nos regala todo el confort posible siempre y cuando hagamos esto. Esta obra aparece como una necesidad de no definirme, de no etiquetarme.
-¿Cómo se lleva una vida real, en este caso tu vida, al teatro, qué cosas se silencian, qué cosas se dejan, dónde colocás el conflicto, donde queda el pudor?
-Creo que la única manera de ser auténticos es no intentar serlo. La originalidad no es un camino ni una decisión, uno es cada vez mas auténtico cuando es fiel a sus propios sueños e ideales. Sin importar cuáles sean. Sin silenciar nada, sin pudor, ser uno en escena, un individuo, un singular, uno mismo, sin fingir, sin actuar, sin hacer un show ficcional de uno. Yo intento con este espectáculo vencer todos mis prejuicios. Si para algo queda poco tiempo es para mostrarnos tal cual somos. Mostrarnos tal cual somos implica desenredar la telaraña con la que día a día nos entretejemos.
-¿Qué te entrega Improvisa2 para poder desarrollar en “Intimo”?
-Improvisa2 es el proyecto más importante que generé hasta ahora. Aprendí todo, crecí como actor, como creador de proyectos, como gestor de mi propio arte. Le debo a Improvisa2 que sin duda me hizo quien soy y me trajo hasta donde estoy.