Todos los distritos provinciales lograron aplazar pagos por al menos dos años, tuvieron que ofrecer incentivos en cash, y todos lograron quitas en valor presente neto y redujeron los intereses a pagar, y no el principal de la deuda.
Por Mara Laudonia
A un año del canje en dólares de la deuda de la Nación bajo ley internacional, todas las provincias que buscaron reprogramar vencimientos en 2020 lograron finalmente cerrar acuerdos con sus acreedores, por lo que el mercado dio por concluido el capítulo de reestructuraciones provinciales.
Buenos Aires y la Rioja se convirtieron en las últimas de la lista de 11 provincias con problemas de deuda en cerrar un acuerdo con su acreedores y, si bien la última aún debe culminar el proceso de restructuración ya que recientemente anunció un acuerdo con un grupo mayoritario AD Hoc de bonistas, el mercado descuenta que finalmente el distrito logrará completar sin inconvenientes dicha operación.
La provincia de La Rioja el pasado lunes alcanzó un acuerdo con un grupo mayoritario de bonistas que poseen el 63,7% de los 300 millones de dólares de deuda que se encuentra en proceso de reestructuración, con el que busca extender los plazos de repago hasta 2028 y reducir la carga de intereses.
“La Rioja ya tiene asegurado cerca del 70% de consentimiento y ahora recientemente lanzó otro llamado final para presionar a los que no entraron, descontamos que va a terminar con éxito la operación”, expresó Mauro Mazza, de BullMarket.
En tanto Buenos Aires, que cerró su oferta de canje de 7.100 millones de dólares de manera exitosa, anunció también el pasado lunes que “el 98% de todos los acreedores entraron al canje de deuda bajo ley extranjera, lo cual significa una aceptación universal y unánime de lo que la provincia propuso y que está acorde a nuestra capacidad de pago”, sostuvo el gobernador Axel Kicillof.
Con estos resultados, los analistas también dan por finalizada la saga de reestructuración de deuda bonaerense, que tuvo su complejidad al experimentar varias prolongaciones y etapas de arduas negociaciones con los acreedores en el último año y medio.
El mercado ya comenzó a ver las oportunidades en la deuda provincial en el corto plazo, ya que rinde cerca de 16-18% contra 10% que rinde CABA por ejemplo, y comenzó a normalizar la curva.
Los 11 distritos que reestructuraron su deuda entre 2020 y 2021 son los siguientes: Nación, Neuquén, Chubut, Jujuy, Mendoza, Entre Ríos, Rio Negro, Córdoba, Salta, Chaco y La Rioja en su etapa final.
En una comparación general la Nación obtuvo la mayor quita, de más de 50% al cerrar el acuerdo, mientras que Buenos Aires se posicionó segunda, con una quita de cerca de 35% en términos de valor presente neto; el resto de las provincias logró quitas de 20%, salvo las provincias de Neuquén y Chubut, que casi no tuvieron quita y tienen bonos con avales, explicó un analista de provincias de un banco de inversión.
Todos los distritos provinciales lograron aplazar pagos por al menos dos años, tuvieron que ofrecer incentivos en cash como zanahoria, y todos lograron quitas en valor presente neto y redujeron los intereses a pagar, y no el principal de la deuda.
Fue sólo la Nación la que logró algo de quita de capital, con una rebaja de 2% en el principal en su cuenta final, y al mismo tiempo pudo evitar los pagos en efectivo.
En particular, la provincia de Buenos Aires cerró el acuerdo ofreciendo un 10% en efectivo de los intereses vencidos impagos, y el resto lo capitalizó con un bono, lo que le produjo a la postre un aumento en el stock nominal de la deuda en 700 millones de dólares, estimaron los analistas.
Por otro lado, la provincia de Buenos Aires tuvo el mayor logro de extender el horizonte de vencimientos de deuda ya que tenía vencimientos muy cortos y logró extender plazos hasta 2037, similar a los vencimientos de la Nación, destacó el mismo analista.
Más allá del cierre de las reestructuraciones provinciales, los riesgos inherentes a los bonos en el mediano plazo continúan.
“Las provincias que han alcanzado acuerdos de reestructuración de deuda verifican una reducción sustancial en la carga de intereses en 2021 y 2022, brindándoles un alivio temporal en los resultados fiscales”, puntualizó recientemente la calificadora Moody’s, que considera que en el mediano plazo las provincias continuarán expuestas a un elevado riesgo crediticio.
En ese sentido, se estima que a partir del 2023 la situación se podría complicar: “necesitarán contar con acceso al mercado para enfrentar los pagos de capital e intereses en el mediano plazo”, expresaron los expertos.
Aquí, entre los factores a tener en cuenta se encuentran el riesgo de una eventual devaluación debido a la carga de la deuda en dólares de varias provincias, y está pendiente el desenlace del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, entre otros.