Tras la convocatoria a paro nacional por parte de uno de los gremios del organismo, sólo la UDAI de Independencia no abrió sus puertas. Conmoción, reflexiones y dolor en el día después del trágico hecho.
La noticia que un jubilado había tomado la trágica decisión de suicidarse en las oficinas de la Anses en Mar del Plata conmocionó al país. Al mismo tiempo que familiares brindaban precisiones sobre el contexto en el que se dio el trágico hecho (aseguraron que no poseía problemas económicos y la decisión fue fruto de una depresión), a nivel nacional, uno de los cuatro gremios del organismo, Apops, anunció un paro nacional que amenazó con limitar la atención al público en todas las sedes. “Esto es un genocidio, no vamos a ser testigos silenciosos”, señalaron en un comunicado de prensa
En la ciudad, si bien la disponibilidad de personal fue menor en todas las UDAI, sólo la de Independencia 3151, lugar donde se produjo el hecho mantuvo sus puertas cerradas -lo mismo hará el lunes-, mientras que las ubicadas en Constitución 6145, Luro 4942 y Buenos Aires, entre Rondeau y Ayolas, funcionaron con normalidad.
La entrada de todos los edificios, sin embargo, se encontraban en parte obstruidas por banderas y carteles colocados por trabajadores que adhirieron a la medida de fuerza, situación que confundió a beneficiarios que pensaron que la sede se encontraba cerrada.
“Ayer (por el jueves) se había anunciado en distintos medios que Anses estaba de paro viernes y lunes y, sin embargo, esto no es así. Hay gremios que convocaron a un paro pero el mismo no llevó a cerrar las puertas. Si bien la afluencia de público no fue la cotidiana, la atención fue y será normal, de 8 a 14 horas”, señaló a LA CAPITAL la gerente de la UDAI de Luro, Adelina Martorella, quien se encontraba acompañada por la jefa de la Regional Bonaerense II, Débora Espina, y la gerente de la UDAI de Independencia, Romina Carballido, quien pese a la situación vivida el viernes y encontrarse aún visiblemente conmocionada, se acercó a la dependencia a brindar su colaboración.
“Ellas son dos seres excepcionales, dos jefas que se rompen el lomo todos los días. Ella -por Carballido-, con todo lo que pasó ayer, está acá desde las siete de la mañana para dar una mano, pensando en la seguridad social con la que estamos todos comprometidos”, señaló, orgullosa, Espina.
Respecto los reclamos expuestos por varios de los trabajadores que se sumaron a la medida de fuerza, Martorella aseguró que mantuvo “una reunión a las siete de la mañana con mi gente donde se habló de las distintas reflexiones. Para nosotros también es válido escuchar a cada uno, qué le sucedió y qué cosas creerían que se deberían mejorar, porque somos un equipo y las decisiones se transmiten en equipo y se llevan adelante en equipo”, sostuvo.
Espina, en tanto, prefirió no realizar declaraciones respecto el uso político que pudo haberse dado en las horas posteriores a la tragedia, opinión que sostuvo el titular del organismo, Emilio Basavilbaso.
“Respecto a lo que es político y lo que es gremial, se encarga sede central, nosotros estamos acá para gestionar y para trabajar por toda la gente que entra por esa puerta”, indicó.
El recuerdo de Alfredo Pochat
En relación a la búsqueda del “bienestar” de sus compañeros de trabajo, la gerente de la UDAI de Luro, Martorella, aseguró que muchos de los empleados “se vieron duramente afectados” por la trágica situación. En especial aquellos trabajadores que formaban parte del organismo en 1997, cuando el abogado Alfredo Pochat fue asesinado en la delegación marplatense mientras realizaba una investigación sobre corrupción.
“Esta UDAI tiene una historia bastante compleja, viene con una historia cargada de mucha emotividad en algunos agentes que todavía trabajan desde la época de Pochat, con lo cual a los funcionarios de carrera que vivieron eso estaban desbordados y angustiados”, destacó Martorella.
“Por más que la situación de la Anses no es la misma, a esa gente se la tuvo que contener”, aseguró.