Una consultora contratada por el BID realizó estudios sobre los escenarios futuros de la ciudad. Hizo proyecciones sobre las lluvias, el nivel del mar y la cantidad de habitantes.
Nota publicada el 26 de noviembre de 2012 y seleccionada para el Suplemento 117° aniversario de LA CAPITAL
Por Ramiro Melucci
Como un grupo de estudiantes universitarios encandilados por la erudición de un profesor, el intendente Gustavo Pulti y una parte de su gabinete escucharon hace unos días una exposición del consultor del Banco Interamericano de Desarrollo Juan Carlos Vargas-Moreno. El tema era atrayente por sí solo: cómo será Mar del Plata, en los planos urbano y ambiental, en un futuro no tan lejano.
Con la solvencia que le dieron sus estudios de posgrado en Harvard, el costarricense Vargas-Moreno se paró frente a su auditorio político en un lujoso salón de un club local, proyectó en una pantalla estudios geográficos de la ciudad y reveló datos sobre cómo cambiará de acá a 2030: va a tener cerca de 200 mil habitantes más, el mar crecerá entre 30 y 50 centímetros, las lluvias serán mucho más intensas y, pese al tan mentado cambio climático, apenas hará entre uno y dos grados más de calor.
“No es tan grave. Podemos esperar veranos más calientes, pero no increíblemente calientes. No nos tenemos que preocupar por olas de calor fuertísimas que puedan hacer que la gente se desmaye, pero sí se usarán más los aires acondicionados, lo que va a incidir en una mayor demanda energética“, explicó Vargas a LA CAPITAL.
Para escuchar al especialista, Pulti se sentó al lado del presidente del Concejo Deliberante, Ariel Ciano. Las otras sillas fueron ocupadas por el presidente del Ente de Vialidad, Santiago Bonifatti; el subsecretario de Control, Adrián Alveolite; la directora de Tránsito, Claudia Rodríguez, y otro puñado de funcionarios.
La intervención del BID se da en el marco del Programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles, del que Mar del Plata forma parte. La consultora Geoadaptive, de la que es miembro Vargas, tiene la misión de realizar tres estudios específicos para la ciudad: uno sobre la contaminación que genera, otro sobre los riesgos ante desastres naturales y otro sobre los cambios urbanos.
Las tres investigaciones se realizan mediante un avanzado sistema de imágenes satelitales. El primero se enfoca en los gases contaminantes que la ciudad arroja a la atmósfera. “Buscamos conocer, básicamente, qué contaminantes atmosféricos afectan la salud de las personas que viven en Mar del Plata, en qué zonas afectan más y cuáles son las razones por las que se está contaminando el aire”, aseguró Vargas, quien además anunció que, por primera vez, Mar del Plata tendrá un estudio de calidad de aire.
“El segundo componente es muy relevante para Mar del Plata debido a lo que ha padecido en los últimos años. Es un estudio de riesgos y vulnerabilidad de desastres naturales inducidos por el cambio climático”, mencionó. “Estamos hablando de estudios de inundación. Hemos visto un sinnúmero de reportes en la prensa sobre las diferentes inundaciones que se dan en ciertas zonas de Mar del Plata, las cuales generan impactos socioeconómicos importantísimos”.
La consultora contratada por el BID accedió a datos meteorológicos de 1930 a esta parte. “Estamos viendo las proyecciones para los próximos cincuenta años con un enfoque específico al año 2030 para entender cuáles van a ser los sistemas de inundación, cuál puede ser el incremento del nivel del mar y la erosión que puede llegar a afectar la infraestructura turística y portuaria, fundamentales para la economía de Mar del Plata”, contó Vargas.
El tercer estudio se denomina “huella urbana y escenarios futuros”. De allí surgirá si tiende a ser una ciudad compacta o dispersa, si podrá proveer servicios de forma adecuada y hasta cuánto va a costar brindarlos. “Esto lo hacemos con una retrospectiva hacia el pasado. Vemos la huella urbana del año 1985 y la proyectamos al futuro utilizando los mejores sistemas de tecnología de sensores remotos e interpretación de imágenes satelitales, que dan un gran nivel de veracidad y objetividad a los estudios. Es información totalmente objetiva”, dijo el representante de Geoadaptive.
Las proyecciones para el crecimiento del mar son de 30 centímetros. “Sin embargo, puede crecer mucho más por el efecto de marejadas, por las tormentas que empujen muchísimo más el agua a mayor altura. La acción de las marejadas puede afectar no solamente la arena de las playas, a un altísimo costo para reemplazarlas, sino también generar erosión costera que puede llegar a afectar infraestructura importante”, subrayó Vargas.
Por la localización geográfica del distrito, la temperatura fluctuará entre uno y dos grados en 2030. “Todos los escenarios indican que va a hacer más calor”, puntualizó el costarricense. “Además, se espera que las precipitaciones aumenten un 10 por ciento, lo cual es bastante. En Mar del Plata estamos en entre 800 y 1.000 milímetros anuales. Estamos esperando que, por lo menos, crezca 100 milímetros más”.
Pero las lluvias no van a ser como las de ahora. “La condición del cambio climático es que van a ser eventos puntuales y de mayor fuerza. Ya no vamos a esperar las lluvias tradicionales, sino que habrá menos lluvias pero con más intensidad. Habrá muchísima más agua que va a generar muchísimos más problemas de inundaciones”.
Mar del Plata está creciendo cada vez más hacia la periferia. Para el especialista, esto es problemático. Su teoría es la siguiente: cuanto más lejos se desarrolle la ciudad, el municipio tendrá que invertir más en infraestructura para brindar los servicios básicos, que de todos modos no van a beneficiar a mucha gente, por lo que el costo de montar esa infraestructura va a ser más alto.
A su entender, lo mejor es propiciar las condiciones para formar una ciudad compacta. Que se desarrolle más cerca del mar, no a diez kilómetros. “Desde 1985 ha habido una consolidación de la periferia urbana. Hay cordones de crecimiento lineal en los accesos, que se están rellenando a una mayor densidad de estructuras por manzana. Esto está impermeabilizando más el suelo justamente en las zonas en que hay un mayor peligro de inundación”, advirtió.
Según el Censo 2010, Mar del Plata tiene poco más de 615.000 habitantes, supera a nueve provincias y es la tercera ciudad con más población de la provincia de Buenos Aires, detrás de La Matanza y La Plata.
La estimación de la consultora Geoadaptive es que en 2030 el distrito tendrá 803.000 habitantes. “Quiero recalcar que todos estos datos son estimaciones de estudios preliminares, por lo que deben ser tomados como tal”, pidió Vargas.
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La nota fue redactada el 26 de noviembre de 2012, hace casi diez años. Y fue seleccionada principalmente por dos motivos. En primer lugar, porque formula proyecciones para 2030, año para el que ya no falta tanto y resulta interesante monitorear si se cumplen. Un indicio puede ser el censo de este año y su dato poblacional. En segundo lugar, porque Mar del Plata sigue creciendo y el desafío de actuar frente al cambio climático se profundiza día a día, lo que quedó claro en la Asamblea de Intendentes realizada en la ciudad en marzo con la presencia del intendente Guillermo Montenegro.