La dermatóloga Noemí Rearte brindó los principales consejos a tener en cuenta para protegernos de la exposición solar.
Con la llegada de los días soleados y calurosos, la exposición a las radiaciones UVA y UVB suele aumentar y, por ende, repercutir en la piel. Año a año, los descubrimientos sobre los efectos negativos que pueden generar estos índices implican tomar conciencia y mantener distintos cuidados para proteger nuestro cuerpo, tanto de cáncer de piel como de quemaduras, manchas y envejecimiento.
Noemí Rearte, dermatóloga del Hospital Privado de la Comunidad, coordinadora de la Residencia del Servicio de Dermatología y Docente de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, brindó los principales consejos a tener en cuenta para protegernos de la exposición solar:
Utilizar protectores solares con, por lo menos, un factor 30
Evitar exponerse al sol en un horario pico, entre las 11 y las 16 hs
Usar ropa cómoda que nos proteja de la exposición solar directa: sombreros que protejan cuello y orejas
Hidratarse constantemente para no favorecer los golpes de calor
En declaraciones a Portal Universidad, la dermatóloga recordó que, además de estas recomendaciones, es importante tener en cuenta que el número de factor del protector solar no es el porcentaje de protección.
Es decir, “no es que un factor 99 es el doble de un factor 50, eso está relacionado con el tiempo de protección contra las radiaciones UVB. Al momento de elegir un protector solar también hay que tener en cuenta un amplio espectro, eso significa que va a proteger tanto contra las radiaciones UVB y UVA. No solo se trata de evitar el cáncer de piel y las quemaduras, sino también el fotoenvejecimiento de la piel, es decir, arrugas y manchas“.
Si bien en los días más cercanos a la temporada de verano es cuando las personas suelen comenzar a utilizar protector solar, la especialista afirmó que “uno está expuesto constantemente, de hecho, las manchas aparecen principalmente en cara y manos. Es por esto que se aconseja utilizarlo durante todo el año pese a que, generalmente, se lo asocie con ir a la playa. Incluso, hoy en día existen cremas que incorporan protector solar, eso facilita y evita las radiaciones diarias“.
Lo ideal es usar protector solar todo el año y estar aún más pendientes cuando tengamos exposiciones solares más prolongadas o con radiaciones más altas en verano.
Sin embargo, cada tipo de piel requiere de un cuidado específico. En este caso, Rearte manifestó que “los fototipos claros, que son las pieles más claras con pelo rubio o pelirrojo y ojos claros, tienen más riesgo de quemaduras solares. Entonces, esos fototipos en particular deberían tener más cuidado con la exposición solar y evitar las posibles quemaduras. Lo mismo ocurre en edades extremas de la vida, menores de 5 años y personas adultas: hay que ser puntualmente cuidadosos con la hidratación y la fotoprotección. Cuando los niños tienen quemaduras en edades muy tempranas, esas son las que, en un futuro, tienen más riesgo de desarrollar cáncer de piel“.
Todos estos cuidados a tener en cuenta surgen ante el descubrimiento de los efectos que traen aparejadas las radiaciones ultravioletas. “No es que sean más dañinos con el paso de los años, sino que se ha ido tomando conciencia y se empiezan a conocer más en profundidad los efectos que puede tener el sol. De hecho, las radiaciones solares, principalmente las ultravioletas, producen un daño que se va acumulando a lo largo de la vida”, comentó.
La dermatóloga aseguró que “es común ver pacientes de 50 o 60 años con lesiones malignas en la piel y que aseguran cuidarse con protecciones solares pero, es posible, que hayan empezado a tomar conciencia desde hace 5 años porque 30 años atrás no existían los filtros solares. Entonces, ese daño solar se va acumulando a lo largo de la vida y hace que ahora, a los 50 o 60 años aparezcan lesiones premalignas y malignas de piel”.
Ahora que tenemos las herramientas, es necesario incorporar estos hábitos en los más pequeños: “Si vas a la playa tenés que llevar protector solar. Por eso, también está bueno empezar a enseñarle a los padres la importancia de que sus hijos se cuiden la piel y lo incorporen como un hábito saludable. Las quemaduras solares aparecen principalmente en la edad de la adolescencia cuando uno, a veces, pierde un poco el cuidado sobre su salud, pero siempre es importante recalcarlo”, concluyó Rearte.