Alejandra Pamela Ferreyra (35) está acusada de haberle disparado en la cabeza a un hombre de 46 en junio de 2016. Un jurado popular será el encargado de dictaminar si es culpable o inocente.
Una prestamista de 35 años acusada de haber intentado matar a su socio de un disparo en la cabeza en junio de 2016 será juzgado desde este lunes por un jurado popular en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4.
En una investigación realizada por la fiscal Andrea Gómez, Alejandra Pamela Ferreyra quedó imputada por “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa” y llega a juicio bajo arresto domiciliario, el cual cumple en su vivienda de barrio Estrada bajo un estricto control.
Fuentes consultadas por LA CAPITAL explicaron que Ferreyra padece “graves problemas de salud“, argumento que sirvió para que su defensa fundamentara el pedido para que dejara el Destacamento Femenino de Batán.
La prestamista será juzgada desde este lunes por un jurado popular, en un debate del que formara parte el juez Alfredo De Leonardis.
Según la reconstrucción de los hechos, ese día Walter Chiamino había pasado a buscar a Ferreyra en su auto Fiat Siena para ir hasta la casa de un cliente para cobrarle una deuda.
En esa circunstancia, con Chimino al volante y Ferreyra en el asiento trasero del auto, mientras circulaban por Las Maravillas y Parodi -barrio Parque Peña- se generó una discusión que aún hoy es motivo de investigación, que culminó con la mujer disparándole al hombre desde atrás e hiriéndolo de gravedad en la cabeza.
Para la fiscal Gómez no quedan dudas que Ferreyra le disparó a Chiamino en tres oportunidades, con la inequívoca intención de provocarle la muerte.
Ante esta situación, con Chiamino herido de gravedad y desangrándose, Ferreyra tomó el volante y condujo hasta que en Ruta 11, cerca de Parque Camet, encontró a un patrullero.
La mujer le explicó a los policías que al hombre “le habían pegado un tiro mientras manejaba” y, ante la urgencia del a herida de la víctima, la subieron al patrullero y lo trasladaron al Hospital Interzonal, sin tener tiempo de hacer mayores preguntes.
Un vendedor de frutas que tenía su puesto en esa zona, vio como el patrullero se dirigía hacia “la ciudad” y como Ferreyra, en el Fiat Siena de la víctima, antes de seguir al móvil hizo una parada en los acantilados a la vera de la Ruta 11, descendió del vehículo y realizó un llamado telefónico. Para los investigadores, en ese interín, además del llamado la mujer se habría descartado del arma de fuego.
En el Hospital Interzonal constataron que la bala había rozado el cráneo de Chiamino y quedó alojada en su cuello, sin ocasionarle lesiones de gravedad.
Por otra parte, los investigadores destacan que la víctima había denunciado a Ferreyra en el pasado por “amenazas”.
Este lunes, desde las 9 de la mañana, la fiscal Andrea Gómez y la defensa de Ferreyra comenzarán a seleccionar a los jurados, quienes serán los encargados luego de definir si la prestamista es culpable o inocente de haber intentado asesinar a Walter Chiamino en junio de 2016 mientras ambos iban en un auto Fiat Siena manejado por la víctima.
Las pruebas que señalan a la imputada
En un principio, tanto la víctima como la imputado dijeron desconocer lo que había sucedido e incluso se llegó a sospechar de una bala perdida disparada en la zona o un ajuste de cuentas entre Chiamino y algún cliente de préstamos.
Sin embargo, para los peritos, es evidente que por el plano de impacto de la bala, la dirección fue “de
adentro hacia afuera, de atrás a adelante y de arriba a abajo”. Es decir, de una persona que iba en el asiento de atrás en el auto, por ende Ferreyra.
La División Criminalística de Policía Científica Departamental concluyó que existió un forcejó en el auto entre Chiamino y Ferreyra. Con esto en cuenta, ese primer relato de la víctima, que mientras manejaba le dispararon de atrás sin que se diera cuenta “presenta menor grado de probabilidad, pero no puede ser descartada”.
De cualquier manera que haya ocurrido el disparo, para los investigadores la víctima “se vio indefensa” al momento del ataque, aunque aún se desconozcan lo que motivó a que Chiamino y Ferreyra discutieran en el interior del Fiat Siena.
Otras pruebas que aportará la fiscalía son declaraciones testimoniales, informes médicos y el informe de secuencia fáctivo.