El dueño del negocio, un minimercado sito en Falkner y Ortega y Gasset, sufrió una herida de bala en la espalda, aunque anoche ya había sido dado de alta.
Un comerciante mató a tiros al delincuente que intentó asaltarlo anoche en su minimercado del barrio Los Pinares durante un tiroteo en el que resultó herido de un disparo.
Anoche el dueño del comercio, de 57 años, había recibido el alta en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y aunque el fiscal del caso lo imputó de homicidio decidió no detenerlo ante la certeza de que actuó amparado por la legítima defensa.
El hecho se produjo en Ortega y Gasset y Falkner, cuando el asaltante, que al cierre de esta edición no había sido identificado, ingresó armado al lugar. En ese momento se produjo el intercambio de disparos durante el cual el comerciante fue herido en la espalda y el delincuente en la cabeza.
Según pudo saberse, los peritos que trabajaron en el lugar recuperaron una pistola calibre 9 milímetros.
Por otra parte trascendió que el muerto, apodado “Cototo”, vivía a pocas cuadras del lugar. Cuando su cuerpo ya había sido trasladado a la morgue se acercaron familiares y profirieron amenazas y juraron venganza.
El caso recuerda al sucedido días atrás en San Martín, donde un médico mató al delincuente que intentó asaltarlo y luego de eso los parientes del muerto lo amenazaron.
Anoche, personal de la comisaría séptima con jurisdicción en el barrio Los Pinares intentaba determinar los pormenores del hecho.
De acuerdo a voceros extraoficiales, el asalto ocurrió pasadas las 21 cuando el ladrón aguardó a que se retirara un cliente y extrajo un arma de fuego anunciando que se trataba de un asalto. Bajo circunstancias que ahora están siendo investigadas se inició un tiroteo que resultó fatal para el delincuente.
Poco después una ambulancia trasladó de urgencia al dueño del comercio y se creía que su lesión podía ser más grave. Sin embargo al ser ingresado a la guardia del HIGA se estableció que no había ningún riesgo. Por ello fue sometido a curaciones y se le dio el alta médica.
El fiscal Fernando Castro se hizo presente en el mercado y supervisó la labor policial, a la vez que dispuso que no fuera detenido el comerciante.
Trascendió que no era la primera ocasión en la que el dueño del negocio era asaltado y que la proximidad de la denominada villa “Río Negro” lo atemorizaba.
El propio jefe departamental, comisario mayor Carlos Testini, coordinó la tarea de la policía para evitar cualquier tipo de inconvenientes en el caso de que acudieran familiares del abatido.
De hecho primero llegó un joven que dijo ser amigo del fallecido, pero al igual que a las demás personas que se aproximaron minutos más tarde no se le permitió reconocer el cuerpo.
Respecto a la escena del crimen, en donde trabajaron peritos de Policía Científica, se confirmó el secuestro de al menos una pistola calibre 9 milímetros y seis vainas.