Demolerán y limpiarán todo el sector, además de retirar elementos peligrosos y lugares utilizados que sirvan para dormir. Se estudia la posibilidad de montar un acceso para personas con discapacidad. Los trabajos estarán listos en veinte días.
Se dio inicio este lunes a los trabajos de demolición y retiro de escombros en la Unidad Turística Fiscal (UTF) del Balneario 5 de La Perla, por lo que se espera que en veinte días las obras sean completadas.
Las tareas que comenzaron este lunes, bajo la supervisión del intendente Carlos Arroyo, consisten en la demolición y limpieza de todo el sector, y el retiro de elementos peligrosos y lugares utilizados que sirvan para dormir. Además, se utilizaría el camino que va hacia la escollera para permitir el acceso a la playa a personas con discapacidad. Según se informó desde el Municipio, el monto total de la obra es de 1.854.200 pesos.
“Este ha sido un compromiso que tomamos en la administración y se está cumpliendo. Quedará un espacio público como los casos de las playas 1 y 2 del Paseo Las Toscas, para que los vecinos puedan disfrutar”, dijo el jefe comunal.
“Como se hizo en Playa Chica con la demolición de las construcciones y la limpieza del sector, acá también lo estamos haciendo”. En ese sentido, sostuvo que “se requirió la limpieza de todo el sector para sacar elementos peligrosos o lugares que sirvan para que se junten personas a vivir en contra de la ley. Así como estaba era un riesgo y un peligro”.
“Se ha contratado la demolición del sector, esto va a quedar limpio completamente como playa pública”, agregó Arroyo luego de dialogar con los responsables del trabajo.
Acompañado por el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, el intendente remarcó que “estamos estudiando la posibilidad de aprovechar la pasarela o camino que va hacia la escollera y que permita el acceso a personas con discapacidad. Buscamos tener playas públicas con accesibilidad para todo el mundo y, por supuesto, gratuitas”.
“En este sector no quiero más playas privadas. La población de Mar del Plata tiene que tener asegurada la existencia de playas públicas. Por supuesto, quedarán algunas playas privadas porque hay gente que le gustan las carpas, pero el pueblo masivo que quiere ir a la playa tiene que tener lugar para poner una sombrilla donde quiera y el tiempo que quiera”, cerró Arroyo.