Pablo Delfino, uno de los referentes de la Cámara de Expendedores de Combustible, aseguró que están dadas las "condiciones objetivas" para un incremento en los valores.
Las experiencias pasadas advierten que será cuestión de tiempo para que la disparada del dólar de los últimos dos días se traslade al precio del combustible y de ahí a las góndolas, por lo que desde el sector mantienen cautela al momento de hablar de porcentajes y valores de mercado.
Consultado por LA CAPITAL, Pablo Delfino, uno de los referentes de la Cámara de Expendedores de Combustible, prefirió mostrar precaución en el marco de un contexto poco estable y por momentos incierto.
“Notamos que hay cautela en las empresas, todavía no han comunicado ningún aumento de precios y tampoco hay movimientos. Lo único que ocurrió fue que una empresa petrolera en el mercado mayorista aumentó 18%, pero ese es un canal especial. Más allá de eso, que es un aumento fuerte y puntual, lo que hay es todavía mucha cautela hasta que al menos el dólar se estabilice un poco, sin importa el valor que termine alcanzando”, señaló y aseguró que “recién a partir de ahí, con un panorama más claro, se verá cuál será el plan de traslado a precios que se puede implementar”.
Delfino no utiliza eufemismos, asegura que “la situación económica es crítica” al tiempo que reconoce que “un aumento muy fuerte del precio de combustible generaría otro dolor de cabeza en la sociedad”.
“Hay condiciones objetivas para que haya un nuevo aumento, aunque existe la posibilidad de que YPF pueda amortiguar por un tiempo el valor. Concentra el 50% del mercado y produce crudo, lo que la pone en una situación de ventaja con otras empresas no integradas que tienen refinería pero no producen”, señaló, y advirtió que éstas últimas son las que terminan estando “mucho más urgidas de trasladar a precios todo tipo de aumento porque les sube el valor del barril”.
Así las cosas, para el empresario, por el momento hay una situación “de espera”, que se aclarará sólo cuando la moneda extranjera alcance un nivel de estabilidad que permita volver a tener un valor de referencia determinado.
“Hay que ver cómo se aclara todo este panorama. No se sabe si es una ‘mini-crisis’, que dura un par de días y se acomoda, o que recién estamos entrando en una crisis más grande y que puede durar muchas semanas . Si es la primera, supongo que será cuestió de tiempo para ir trasladando el aumento de manera gradual a los precios. Si es la segunda, el panorama es totalmente incierto”, concluyó.