por Leonardo Jaciuk
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Se trata de una receta con pocos ingredientes que da como resultado una pasta cremosa y sabrosa que, para muchos es un camino de ida. Arabes y judíos comparten este plato tan sencillo como delicioso, que puede utilizarse para “picar” con bastoncitos de diferentes vegetales en crudo, para untar en tostadas, un poco más líquido como aderezo de una ensalada o para comer, como en oriente medio, con un rico pan de pita.
Variaciones del humus:
* Usar aceite de oliva o de sésamo para un sabor más intenso.
* Agregar pasta tahine, una pasta de sésamo, que se encuentra en tiendas de productos saludables.
* Se puede reemplazar el 100 % de la receta con 60% garbanzos cocidos y 40 % de zanahorias o remolachas cocidas.
* Añadir pimiento morrón y páprika ahumada, para darle color y variar el sabor.
Ingredientes
500 gramos de garbanzos previamente cocidos (se puede usar los de lata para hacerlo más rápido y fácil).
Un chorrito de aceite.
2 dientes de ajo pelados
200 cc de jugo de limón.
1/2 cucharadita de comino.
Una pizca de pimentón dulce.
Sal a gusto.
Preparación
Colocar todos los ingredientes excepto el pimentón en el vaso de la batidora. Triturar a velocidad fuerte y, cada tanto, parar para revolver y despegar la pasta de las paredes del recipiente.
Si se ve muy seca, agregar una cucharada de agua.
Batir hasta lograr una consistencia cremosa.
Enfriar y servir en plato o bol y decorar con un chorrito de aceite y pimentón dulce, hojas de perejil, aceitunas negras.